martes, 15 de marzo de 2011

FLORENCIA FRAGASSO [3.423]


Florencia Fragasso 

Nació el 27 de febrero de 1975. ARGENTINA. Se crió en Banfield, provincia de Buenos Aires. Estudió Letras en la UBA. Publicó poemas y traducciones de poesía en las revistas Tsé-tsé, Vox, Hablar de poesía y Pisar el césped.
En 2004 publicó la plaqueta Poemas de la observatriz en la colección Arte Plegable, con ilustraciones de Bernardo Zeissig.
En 2005 publicó el libro Extranjeras, editorial Gog y Magog.
Actualmente, trabaja en la preparación de un nuevo libro de poesía, Las mudas, y en la traducción de la poeta norteamericana Marilyn Hacke.


Algunas POSTALES

1

Ahora japonesas delicadas
talco
en las ojotas magras
cochecito con bebés, la sien
se les ve
fresca


2

Otra, tal vez Alemana
del Sur, gesto deslizado de placer
piel ultratumba
deliciosa
sacude la cabeza y él la toca
por la espalda
camina como alada
por los empujoncitos


4

Como una pera verde esa mujer de Suecia
se baja del taxi, la esperaban
con beso de lengua en una esquina


8

La nomenclatura de las calles la despista la
fascina generales almirantes
va anotando
en una libretita esas palabras
que suenan raro y bien

¿Qué recuerda
uno de los viajes
sino nombres?


10

hija única
pasa y aprende
de la multitud, el silencio


11

echada
de mentira sobre la alfombra, el cielo
nuevo refleja sus pisadas
en una Ciudad desconocida

tan alegremente
ella baila


12

Back home

draw the curtains, swell the chest and reposses that smell
draw the line with the hand and cross it
with the feet
unfold the packages, set
each voyage souvenir in your chest
of drawers

(De vuelta en casa

Corré las cortinas, inflá el pecho y recupera ese olor
trazá la línea con la mano y cruzala
con los pies
abrí los paquetes, distribuí
cada souvenir de viaje en tu cómoda
cajonera)


("Extranjeras";
Gog y Magog, 2004)



POEMAS DEL LIBRO INÉDITO "LAS MUDAS"

Alejandra dijo después
de unos días medio mustios
volví a salir
y al escuchar su haiku se cayó
una flor de cerezo
sobre mis notas
con rapidez muevo los dedos
la pliego
la doblego, se empiezan
a oxidar algunas puntas




*


Julián dijo que la luna
tiene mares secos
como llanuras en el aire:
chato mar del néctar, de la
serenidad, de la
fecundidad
pero que mar lo que se dice mar
es un decir


*



es la memoria
el material con el que hacemos las cosas
siempre
lo dice, mueve
los dedos prendiendo
una lamparita imaginaria
en una época creí
que las luciérnagas
(también) eran cosas
que inventaba Gonzalo


*



roncos caen pero frescos
los dichos sobre el mantel inexistente
en una mesa redondita y metálica
comentamos el casamiento de la amiga de una amiga, procuramos
ser graciosas y crudas
a la vez
"esa es la pesadilla de una
de todas
que un día se levante y te diga
amo a otra"


*



Vanina dijo
que Clara dijo
últimamente
hay una burbuja inmobiliaria
y ataca la ciudad de madrugada
moviéndonos las pecas de lugar
mi lunar ha mudado
de parcela en la piel,
una calle de agua
atraviesa ahora las paredes
y cuelga vertical desde mi baño
en una bola de vidrio
flores de nieve
mientras la casa se encoge, devorada,
y vuelve diminuta


*



cada durazno tiene su tesoro
como llevamos, cada uno,
"el rozar de nuestras piedras en la mano"
tengo un parquet en miniatura
escondido adentro de un durazno
el carozo es un mapa
de rías profundas
joya lustrada
como cuando aparecemos en el sueño de alguien
y no nos enteramos


*





El día de la boda, desde temprano,
el ramo ocupa un lugar considerable
en la heladera
Lo llevamos en auto
hasta la iglesia
en una caja de telgopor
acondicionada con bloques de hielo a los costados
como quien va de pic-nic
en familia
y se refresca
El ramo va entre nosotras,
la voy maquillando en el camino,
"no me llegues a poner
sombra celeste"
Ahora ella colgó su ramo de novia boca abajo
prendido de los barrotes verdes
de la ventana del patio
para dejarlo secar
y llevárselo a Hungría
Por la noche sueño que el ramo
en cuclillas
se va solo

*



La flor se llama mutisia
-así con ese
como los vientos alisios-
y es de la nieve
viene en blanco, naranja o lila
el médico te la recomendó
después de revisarte,
tomarte el pulso y preguntarte
sin querer pecar de entrometido
si tenías relaciones sexuales
con una pareja estable
es perenne, rizomatosa
bilabiada y dimorfa
te palpó, te derivó
a otro profesional para otro día
mientras tanto las flores
y sonrió




Florencia Fragasso (CABA), Superpoderes, El Ojo del Mármol, Buenos Aires, 2015.


Formación

En la semana 24 de gestación 
se forman las papilas gustativas: 
una especie de capullo violáceo y carnoso 
que clasifica lo dulce sin rodeos 
de un latigazo sanguinoliento

Hay algo que después será una lengua 
viva entre cavidades 
apurada por asimilar o descartar 
un tono propio

¿cómo se forma el gusto 
sin ojos que ven 
sin boca que dice y se escucha 
en el eco 
de bocas ajenas?

¿Cómo pueden, quién puede 
saber cómo se forma el gusto?

Globulitos violetas que en estos días 
surgen de la nada en su cuerpo que a su vez 
brota en el mío,
denle una voz propia que pueda llevar por la vida 
por favor 
denle un tono 
un matiz



Granizo

Los crímenes de Jack el destripador 
sólo fueron posibles de noche 
bajo el amparo del manto negro 
que atrapa la identidad de un peluquero
de manos como sogas 
y lo transforma en el obstetra 
de la reina Victoria

Pero la noche inglesa rima con la luz 
y en el célebre barrio de White Chapel
convive una capilla protestante
                         –para ascender a Dios humildemente–
con el glamour del talco hecho nevisca 
espolvoreado en la noche londinense

Entre las víctimas de la lista –Anne, Emma, 
dos Elizabeth, varias Mary–
hay dos Torsos Femeninos, 
ninguna violada todas mutiladas 
extraídos los órganos con cierto tipo de estilete 
tajeada la garganta 

un cordón rojo se abre paso en la nieve

Un Torso Femenino brilla de escarcha 
en la noche de hace un siglo, 
acá graniza en plena tarde; 
desde una ventana de hospital en el barrio de Once 
cierro los ojos con un deseo que se vuelve rezo: 
ojalá nevara de verdad



Chicos chicos

El coro de advertencias repite:
ya vas a extrañar esto 
es una etapa que pasa volando, disfrutala

Se refieren a este momento de mi vida en el cual, 
como de costumbre, 
todo parece escaparse antes de terminar, 
en el que voy y vengo de la cocina al living
de la cama al baño 
juntando cosas del piso 
y la casa, teatro de operaciones 
se me vuelve tan grande 

ya lo vas a extrañar

Se me enganchan las lanas del pulover 
en los clavos de las cerraduras 
Esto 
de andar corriendo 
escribir a gachas 
en los bordes del día 
los chicos chicos, la plata justa 
lo voy a extrañar

con un café en la mano que se tome de a sorbos 
me inventaré rituales me sentaré a escribir 
por horas o sin horas 
sobre eso que extraño tanto 
y la nostalgia se abra como un desierto de arena 
con pepitas de oro que relumbran 
a veces


Ardor

Otoño se dice tardor no hay que olvidarlo

Tardor tardor y un sol
que se pone va dejando el tendal
de un paisaje rosa y ancho
Me corrijo “no es atardecer ni puesta de sol tardor,
es otoño” pero a mí
me sale rosa
con algún que otro celeste y un violáceo
que traza un horizonte chueco
en la foto mental de hace mil años

Tardor se traba en la lengua
como una palabra en lunfardo
que hay que girar de golpe
para verla de frente

Y en realidad todo el asunto
no es más que el recuerdo de un verano que viví
cerca del mar y una lengua
extranjera pero hermana
se me iba aprendiendo sola
en un punto del paladar

Apenas fue un idioma que se me dio prestado
por una temporada caliente y dura
que tuve que soltar de la mano como un carbón ardiente


Ruido blanco

Intento escribir algo
pequeño y sustancioso
como un huevo o cigota
en medio de la vida desprolija,
algo donde lata, por ejemplo,
la esencia de aquel cuento
que nos contaba mi papá los sábados a la tarde.
Pero es intentar armar un rompecabezas
en medio de un bombardeo
¿cómo evadirse sin dejar de estar acá?
¿cómo, sin irse, apagar el ruido ambiente
hasta volverlo blanco?


Andarivel

Si nado a brazada limpia
ondeando el agua
y me quito de encima
las cosas que me cruzan
y allano el camino
como abriendo las alas
¿dónde va a parar
eso que aparto?
¿Se irán cayendo las cosas
por algún precipicio sin paisaje
o se acumularán como basura
apelmazada
formando otras sustancias
con el tiempo?

Si nado suave
sin chapoteos
y hago del agua una alfombra lisa
y yo mecánica
avanzo
y a todo lo que viene a interponerse
lo alejo
lo menosprecio
no pienso ya en buscarle un lugar
entre las cosas
sino en que desaparezca
de mi vista
¿todo eso:
después vuelve
como un boomerang
hecho un bollo de restos con olor a cloro,
amalgamado?

Si para olvidarme, nado
sin mirar más que un piso
azul un poco gastado
con apenas unas rayas
negras parejas
y no siento ni pienso
ni acomodo
y respiro como dando patadas
¿entonces olvidaré para siempre
o al salir del agua vendrá la memoria,
enredada,
imposible de tan acumulada,
a querer que la clasifique,
que la entienda?

Si nado
y no hay nadie a los costados
me desplazo
sin ruido de pulseras
hacia un adelante siempre nuevo
sin pasado, nítida
como vacía de mí
¿estarás en el vestuario
con el toallón abierto como brazos o alas
esperándome
para cuando cansada
tenga que despegarme
la gorra de goma del cuero cabelludo
secarme, vestirme
volver a la calle
y de ahí a casa?



Sala de estar

Vestíbulo no sé qué es,
una palabra que leo en las novelas,
con el tiempo le fui inventando
cierto significado
de espacio húmedo y circular,
antesala
del acontecimiento

Ni hablar de los aposentos
siempre en plural
con personas que yacen
bajo una luz sepia
como recuerdo
del acontecimiento

Dónde pasan las cosas
entonces,
en qué lugar de la casa
pasa algo que no sea
preparación o consecuencia

Mi casa es demasiado grande
como para que todas las partes tengan nombre
aunque confieso que me encanta un apodo
que le ponen a ese espacio residual
entre el baño y las piezas:
hall íntimo
que de íntimo no tiene nada
salvo que una pasa en toalla
apurada
con el pelo chorreando todavía


Los modos

Son modos: mi madre, por ejemplo,
va destendiendo la ropa
poco a poco
según se sequen, a su turno,
una y otra prenda;
con un tacto veloz
detecta la humedad
de los bordes de las telas
que el sol menos tocó

aunque no haya amenaza de tormenta
ni haga falta el espacio
para colgar más prendas
ella lo hace así –son modos-
yendo y viniendo

en sus intercaladas excursiones
desde y hacia el patio
a la ida, con brazos sueltos
a la vuelta, a manos llenas-
danza sus días y las partes
de sus días en un pentagrama
salpicado de blancos

mientras sin querer y sin saberlo
va burlando la inquietud
que murmuro en silencio,
son modos: donde yo desespero


ella pasea 


.


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