martes, 1 de marzo de 2011

3207.- ROBERT GURNEY


Robert Gurney 

Nació en Luton, Bedfordshire, Inglaterra. Divide su tiempo ahora entre St Albans, Hertfordshire, Inglaterra, y la aldea de Port Eynon en El País de Gales. Su esposa Paddy es galesa. Tienen dos hijos y dos nietos. Su primer profesor de Español en el liceo de Luton, el señor Enyr Jones, era argentino, precisamente patagónico galés, de Gaiman. Las clases eran una oasis de paz, amistad e inspiración: un grupo pequeño en la biblioteca, sentado en un círculo alrededor de una elegante mesa de madera, con los diccionarios a la mano. En la Universidad de St Andrew’s (Escocia) su profesor fue el Profesor L. J. (“Ferdy”) Woodward, quien daba maravillosas clases sobre la poesía española. Luego, en el ciclo de doctorado, en Birkbeck College, Universidad de Londres, tenía al profesor Ian Gibson como mentor inspiracional. Con la supervisión de Ian preparó su tesis doctoral sobre Juan Larrea (The Poetry of Juan Larrea, 1975), poeta al que entrevistó en francés en treinta y seis oportunidades (200 horas) en 1972, en Córdoba, Argentina. La Universidad del País Vasco publicó La poesía de Juan Larrea en 1985. Mantuvo una correspondencia intensa con el poeta (inédita). Entrevistó a Salvador Dalí, a Gerardo Diego, a Luis Vivanco (el traductor de Larrea), a José María de Cossío y a los amigos de Larrea en España y Argentina: Gregorio San Juan, Osvaldo Villar, Luis Waysmann y otros. Escribe poesía y cuentos. Ha escrito una novela ‘anglo-argentina’ (inédita). 


Su dirección electrónica es bob@verpress.com.

Robert Gurney

Was born in Luton, Bedfordshire in 1939. He attended Luton Grammar School where he did Spanish, French, English and Latin, winning the A level Latin prize whilst in Lower Sixth. He studied Spanish, French, Latin and Moral Philosophy at St. Andrews, specialising in Spanish and French and graduating in 1964. He completed a Dip Ed at Makerere, Uganda, in 1965.

He was awarded a PhD on the French and Spanish poetry of Juan Larrea at the University of London under the supervision of Ian Gibson in 1975. Thesis title: The Poetry of Juan Larrea, described as outstanding (“sobresaliente”) by the external examiner, Professor Arthur Terry, the Catalán poetry specialist.

He writes in English and Spanish.

He launched Verulamium Press in 2004 because local publishers were not interested in publishing poetry and national publishers were not interested in publishing local poetry.

Lord Byron Ediciones (Madrid), viewing him as a ‘pioneer of interculturalism’, has published four of his books of poetry to date, two of them in dual language, English and Spanish, editions.

Books:

La poesía de Juan Larrea, Universidad del País Vasco, Servicio Editorial/ Argitarapen Zerbitzua, Euskal Herriko Unibertsitatea, Lejona (Bilbao), 1985, 331 páginas. ISBN: 84-7585-027-8.

Poemas a la Patagonia, Prólogo y selección de A. Bohoslavsky, Verulamium Press, St Albans, 2004, 47 páginas.  ISBN: 0-9547166-1-2.

Luton Poems, Verulamium Press, St Albans, 2005, 69 pages. ISBN: 0-9547166-3-9.

Nueve monedas para el barquero, Antología, edición a cargo de Robert Gurney, Verulamium Press, St Albans, 2005,  100 páginas. ISBN 0-9547166-3-9. Poemas de María Teresa Andruetto, Raúl Artola, Andrés Bohoslavsky, Julio Carabelli, Bruno di Benedetto, Robert Gurney, Monica Larrañaga, Ketty Alejandrina Lis, Sergio Rigazio.

El cuarto oscuro y otros poemas, Lord Byron Ediciones, Madrid, 2008. Colección Prometeo Desencadenado. 70 páginas. ISBN: 9972-2755-0-7.

Poemas a la Patagonia, prólogo y selección de Andrés Bohoslavsky, Lord Byron Ediciones / Editorial Visión libros, Madrid, 2009. 89 páginas. (Augmented edition).  ISBN: 978 84 9886 608 7.

La libélula y otros poems / The Dragonfly (dual language edition), Lord Byron Ediciones, Madrid, 2012, 217 pages. ISBN:978-84-9949-209-4.

La casa de empeño y otros poemas / The Pawn Shop and Other Poems, Lord Byron Ediciones, Madrid, Colección Prometeo Desencadenado, 2014, 159 páginas. ISBN 978-84-9949-522-4.

A Night in Buganda. Tales from Post-Colonial Africa, Verulamium Press, St Albans, 2014, 169 pages. ISBN 978-0-9547166-4-6.

Translation:

Bohoslavsky, A., The River and Other Poems, translated by Robert Gurney, Verulamium Press, St Albans, 2004, 17 pages. ISBN: 0-954-716604.





Estatuas

a Juan Larrea

Hacía un frío
de estatuas invisibles.

Luego la niebla
se disipó
y vimos
una mujer gigantesca
acostada en la hierba.

Hace un frío
de estatuas visibles.





La vida

Vas al colegio.
Consigues un trabajo.
Miras para otro lado
unos instantes,
así parece,
y luego,
cuando tienes un rato libre,
buscas a tus viejos compañeros,
que no quieren hablarte
porque no seguiste en contacto
o porque están muertos.

Vamos al pub,
decís,
al Cross Keys,
por ejemplo,
en Totternoe,
allí donde John Bunyan
el de Progreso del peregrino
vislumbraba el paraíso.

Quedó reducido
a cenizas,
te contestan.

Los poemas anteriores pertenecen al libro
El cuarto oscuro y otros poemas (2008)





Sobre la naturaleza de Dios

Recuerdo bien
esa noche cordobesa.

Larrea me dijo
que íbamos a tomar algo
en la casa de su amigo,
el escritor Luis Waysmann.

Entramos y nos sentamos.

Una botella de whisky
apareció.

Yo no había comido.

Luego arrancó
ese debate tremendo
sobre la naturaleza
de Dios.

Larrea argumentaba por aquí,
Waysmann por allá.

Presentaron sus puntos de vista
furiosamente.

Los ánimos se caldearon.

Tomamos toda la botella.

Al día siguiente
me senté tranquilamente
para apuntar
lo que había oído.

Me quedé totalmente
en blanco.

Nada.

No recordé
ni una sola palabra.

Varios años más tarde
escribí al amigo de Juan Larrea,
al escritor Don Luis,
autor de La Travesía,
catedrático jubilado
de la Universidad Nacional de Córdoba,
preguntándole si recordaba
los caminos
de aquella conversación nocturna.

Contestó,
en inglés,
que no tenía
ni siquiera la menor idea
de lo que yo hablaba.

Al leer su carta,
que cayó hoy de un libro,
la sensación de culpa
comienza a esfumarse.

Poemas tomados de :

convozpropiaenlared.blogspot.com/.../robert-gurney.html





Huidobro

Bajo su tumba

se ve el mar.

(Adaptado de las palabras en su tumba)



Larrea
No conoció
a Darío
pero se daba por sabido
que entre su pecho
y el horizonte
apenas cabía
el canto
de un pájaro.

(Adaptado del manifiesto "Presupuesto Vital"
de Juan Larrea, Favorables París Poema, 1926)



Postmodernismo

Anuncio.


Veo a Cenicienta
robar la tarjeta de crédito
de un rico,
y comprarse
cualquier cosa
que desee.

Cambio el canal.





Dieciocho poemas

a María Teresa Andruetto y Ketty Alejandrina Lis

Quería atravesar
el río Negro
pero no había puente.

Vi a un barquero
con una capucha negra.

Le pedí que me llevara
al otro lado.

"Dieciocho pesos,"

susurró.

"No tengo dinero,"
le contesté.

"Acepto poesía,"
graznó.

"Dieciocho poemas,
entonces,"

le dije.

"No está mal",
me dijo
con un rictus extraño
y entré
en la barca.

St Albans, 11.11.04





LA CARA

Miré el hielo
en el lago de Wardown
hoy
cerca del puente chino
donde una vez
estuve a punto de ahogarme.

Vi mi rostro
devolviéndome la mirada.





EL CELLO

Había pocas casas
entonces,
pocas pensiones
entre Barcelona y Tarragona.

Nos sentamos
en la duna
delante de la casa
de Pablo Casals.

Estaba cerrada,
vacía
y con rejas en las ventanas.

La música ausente
de un violoncelo
se mezclaba
en nuestras mentes
con el sonido de las olas
de un mar transparente.

Un guardia civil
con una ametralladora
le dijo a mi novia
que cubriera su bikini.

Un tren pasó
lleno de monjas
que se santiguaron.

De El cuarto oscuro y otros poemas




The Dead Poets Society

Hay que admitir
que llegamos tarde
tres cuartos de hora
más o menos.

El lanzamiento
de Buñuel Siglo XXI,
en Eaton Square,
se había alargado
y había un problema
para estacionar.

Pero allí estuvimos
en los peldaños
tocando el timbre
marcado "De día solamente"
y empujando una puerta
cerrada con llave.

Llevaba dos águilas unidas
como siamesas,
como dos islas
que conozco bien.

Miré mi reloj.
8.22.

Había llamado la Embajada
esa mañana
para averiguar.

Toqué otra vez.
Nada.
Nadie.
Silencio.

A la derecha
una habitación,
con todas las luces
encendidas,
vacía.

Un plato de sándwiches
medio comido,
unos vasos de plástico
se veían
acá y asá
pero nadie,
ni un alma.

Vi un libro espeso
casi escondido
por una computadora.

Creí ver un vaso
levantarse en el aire
solo
e inclinarse
como si hacia la boca
de alguien que no estaba.
La luz que engañaba
de un coche policía
que pasaba,
sin duda.

Había policías
con ametralladoras
al final de la calle
en Hyde Park Lane
y un helicóptero se cernía
inmóvil
por encima de los techos.

Otra puerta
se abrió
al lado
y un hombre agradable dijo,
"Pasen, Es en el primer piso."

"¿Poesía argentina?"
le pregunté.

"No, la fiesta
de los abogados",
contestó con una risa.

En un edificio
al otro lado
de la Embajada
vi a un conserje,
en realidad, a tres,

"Busco a los poetas,
argentinos",le dije.

"¡Ay, qué pena",
respondió.
"Se han ido todos.
Salieron hace un rato."

"Pero las luces
están encendidas",
protesté,
"¿Sabe adónde fueron?"

"Busquen en el pub
en Duke Street,
o en el otro,
por allí,
a la derecha".

"¿Son ustedes
los poetas argentinos?"
le pregunté a un grupo
de gente elegante
que miraba Newcastle
contra Marsellas.

Mi pregunta
produjo
una sonora carcajada.

Pedimos dos vinos,
nos sentamos
y lo pasamos bien
mirando el fútbol.

"En qué estás pensando",
mi mujer me preguntó.

"Es siempre igual",contesté.
"Por poco los alcanzo,
pero, no sé, nunca llego,
nunca logro verlos."

"¿Tal vez no existan?"
se preguntó.

"¿Tienes ganas
de comer?"
le solté.





El jardín del poeta

En el medio del desierto
lejos de General Roca
al pie de una turbina de gas

hay un jardín.

No hay nada
alrededor.

Es un oasis
en el medio
de la nada.

Mide diez metros
por cinco.

Contiene margaritas,
dos sauces eléctricos,
y una gramilla inglesa.

Va allí
para escribir.

Es el único
que se encarga
de cuidarlo.

La última noche, luego de completar mi trabajo como publicista, decido despedirme del Pub en donde conocí tanto a Bob sin haberlo visto jamás personalmente. Otros amigos me dicen que en Bob también hay bronca. Bronca que termina con “La Sociedad de los Poetas Muertos”. Ya verán, Bob Gurney dice...
Quería escribir un poema
sobre "La Guerra al Terrorismo"

sobre una manifestación palestina
contra la limpieza étnica
y Marks and Spencer's
en Oxford Street

sobre la poesía burguesa
y los poetas elegantes

sobre la cultura oficial
y la no-existencia
de los poetas no-oficiales

sobre el hecho extraño
que ciertos Estados
(no el mío, gracias a Dios)
quieren suprimir a los poetas
como a Lorca
y a Tilo Wenner

sobre el poder
que piensan
que éstos ejercen

sobre Platón
y su deseo de desterrar
a los poetas.

sobre el suicidio
oficialmente ordenado
de Sócrates

¿Por qué?

¿Qué es lo que nos dicen
los poetas?

Sobre la indiferencia
del público

sobre el apogeo
de los abogados
y sus mentiras
y la desaparición
de los poetas

sobre la superficialidad
de los eventos oficiales
sobre el aprovechar la volada
y subirse al carro

sobre el resurgimiento
de la humanidad
dentro de esta cosa absurda.

Pero no lo hice
escribí en su lugar
'La Sociedad de los Poetas Muertos'.




“Horneritos”

( a Ramón Minieri )

Recibí un mail desde la Patagonia
acerca de unos pájaros.

Tienen el plumaje de la cabeza
estilo punk.

Dicen que son oriundos
del Paraguay y del Chaco
pero que a veces vuelan
hasta la Pampa
y otras incluso
hasta la Patagonia.

El mail describe
cómo descienden a comer
en el patio de un amigo
que vive en Río Colorado.

Luego vuelven a un árbol
para posar ante la cámara.

Ni siquiera se molestan
en peinarse primero.

Otro amigo,
que vive en Londres,
me dice que se llaman
horneritos copetones
y que sus nidos se parecen
a los hornos de los panaderos.

Pero no es eso
lo que me llama la atención
sino la imagen
del horno de barro
en la pared
de la casa de Vallejo*
en Santiago de Chuco.

Hay pájaros
que van y vienen,
entrando y saliendo
de su boca.

* César Vallejo, poeta peruano, 1892 – 1938




“Ovenbirds”

( to Ramón Minieri )

I had an e-mail the other day
from Patagonia
about some birds
with punk-style head feathers.

It said they are native
to Paraguay
and The Chaco
but that they sometimes
fly south
to the Pampas
and, sometimes,
even, to Patagonia.

It describes how
they come down to feed
in a friend’s patio
in Río Colorado.

Then they fly back into a tree
to pose for the camera
without even bothering
to comb their hair first.

Another friend,
who lives in London,
tells me that they are called
“horneritos copetones”
(furnarius cristatus);
in English –
Crested Horneros
or Ovenbirds;
and that they nest
in shrubs in scrub.

It seems
that they are so named
because they make
globular mud nests
that resemble
bakers’ ovens.

It wasn’t so much this,
though,
that filled my mind
but an image
of an oven in a wall
inside Vallejo’s* house
in Santiago de Chuco
with birds flying
in and out of it.

(St. Albans, England, June 2013)

* César Vallejo, Peruvian poet, 1892 – 1938










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