martes, 28 de mayo de 2013

GLADYS DÁVALOS ARZE [9908]


GLADYS DÁVALOS ARZE  (1950-2012)
Nació en Oruro en 1950 y murió en La Paz, en noviembre de 2012. Pedagoga, lingüista computacional, traductora, escritora y poetisa políglota. Realizó sus estudios universitario en EE.UU.,Chile y Alemania. Trabajó en el campo de la traducción automática y la enseñanza. Fue licenciada en anglística y germanística en universidades de Alemania. Enseñó inglés y literatura alemana por muchos años en Alemania, Brasil, en el Colegio Alemán y en el Instituto Goethe de La Paz. Ex Presidenta del P.E.N.- Internacional (Asoc. Mundial de Escritores)-La Paz. Dio conferencias sobre literatura boliviana en el Congreso de Escritoras Latinoamericanas en Viena (Austria), en el Encuentro de Escritores auspiciado por la Fundación Ledig-Rowohlt en Ginebra (Suiza) (1998) y otras.

Desde 2002 es Miembro de Número de la Academia Boliviana de la Lengua, correspondiente a la Real Academia Española de la Lengua.
Varias de sus obras están traducidas al alemán, francés, inglés y croata.
Más sobre la obra de Gladys Dávalos Arze se encuentra en la antología "Una revelación desde la escritura" - Entrevistas a poetas bolivianas, de la Dra. y Catedrática de Lingüística Hispánica de la Universidad Estatal de Iowa, Kathy S. Leonard; en el libro "Existencias insurrectas" - La mujer en la cultura y en "Cuentos de mi país: Bolivia", antología infantil de Ediciones Alfaguara - Santillana.
A fines de 2009 Gladys Dávalos Arze constituyó la "Editorial Elebeté", cuyo principal fin es difundir obras selectas de la literatura boliviana traducidas inicialmente al inglés, al francés y al alemán con el objetivo de abrir caminos para las letras y autores bolivianos en el extranjero, privilegiando la literatura escrita por mujeres y las letras dedicadas a los jóvenes y niños.

Premios

Primer Premio nacional y medalla de oro en poesía (1987), Premio Latinoamericano "Alfonsina Storni" (Buenos Aires, Argentina, 1989)
Mención Honrosa en cuento de la Peña Poética "Resurgimiento" (Montevideo, Uruguay, 1990)
Mención de Honor en poesía del grupo literario "Punto de Encuentro" (Montevideo, Uruguay, 1992).
El poemario Helado de Chocolate fue seleccionado entre los  mejores  libros para niños por IBBY, Taller de Investigación y Experiencias Pedagógicas, CENDOC-LI y las tres bibliotecas infantiles del Centro Cultural y Pedagógico "Simón I.Patiño" - Cochabamba - Bolivia.
Galardonada con el Escudo de Armas de Nuestra Señora de La Paz en Grado de Servicios Especiales y postulada al Premio literario “Juan Rulfo” (2000).
Su biografía fue seleccionada por el International Biographical Center de Cambridge, Inglaterra, como parte de la edición “Los 2000 escritores más destacados del Siglo XX”.
Recibió el “Laurel de Oro” de la “Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil”, en Cuzco, Perú.
Obtuvo la Primera Mención en el Concurso Nacional de Cuento “Franz Tamayo” (2001) en Bolivia.
Primer Premio Nacional en el Concurso de Cuento Corto Infantil Europeo, auspiciado por la Cámara Boliviana del Libro y la Unión Europea (2005).





Quiero ser lluvia

Quiero ser lluvia y frescura
manantial pródigo
y mar enfurecido.
Quiero ser lluvia y ternura
riachuelo tranquilo
y fértil sabana.
Quiero ser lluvia y paz
arroyo sereno
y guindos en flor.






Piel de Bruma

Veo venir a los caballos huecos,
de armazón de cuero y hierro,
transparentes y chúcaros
y cuelgo mi piel en la terraza
tornándome bruma ligera, caminante;
¿a dónde ir? ¿cómo huir?
¿qué hacer? ¿Cómo no tener miedo?
Veo venir a la noche tétrica
arrastrando miedos y soledad,
mi piel de bruma se esfuma
a través de la ventana blanca
y huye, cual fantasma, sin rumbo,
simplemente, libre.
Giro, suena el teléfono,
el pánico me abraza,
salto, mi piel de bruma oye los segundos
marcados por el silencio.
Las gotas de la pila de agua
perforan mis oídos de niebla,
cierro la puerta al fantasma
y me desvanezco en un halo iluminado
hacia la luna llena …
libre, ancha, plena.






Poema de Amor Nº 2

Nos hemos visto alguna vez.
Sabes que existo.
Sé que existes.
Yo te veo más a menudo.
Creo que tú desearías verme.
Lo dice mi corazón.
Yo imagino tu piel,
y capturo tu olor
con mis fosas nasales y toda mi fuerza.
Te aspiro.
Veo tu silueta en blanco y negro
y mido la longitud de tus carcajadas.
No ríes muy fuerte.
Eres controlado.
Me sonríes.
Me miras intensamente.
No podemos tocarnos.
Ya no te oigo.
Estás detrás de una pared de cristal.
Levantas tu copa … brindas …
me sonríes y … te esfumas … .







Poema de Amor Nº 5

Son las 10 de la noche.
La ciudad se aletarga y el silencio cae.
A lo lejos se oyen ladridos
de perros insomnes.
Y yo … imaginándote.
Yo, delineando tu rostro,
acariciando tu piel,
recorriendo kilómetros tibios.
Hace frío.
Yo saboreando la miel salvaje
de una rosa carmín abierta y
trenzando el alga de tus cabellos.
Yo … quemándome en el infierno.








Frustración

Muchas palabras se pudrirán
en la cárcel del corazón,
muchas miradas rebalsarán de encanto,
ilusión y ternura … y dirán todo lo demás.
Muchas caricias entibiarán el espacio y la nada.
Muchos paseos sin ser dados quedarán,
muchos besos sin entregar …
se quemarán en la ígnea hoguera del amor
y los labios trémulos y temblorosos,
ardientes de deseo permanecerán.
Muchos encuentros serán sólo
de miradas robadas …
que todo y nada dirán.
Muchos cielos y granos de arena
pegados al cuerpo con sal de mar …
en sueños se disolverán.







Caricatura

A la mujer casada
Voy a borrarme la cara
para dibujarme una caricatura,
un garabato moldeable
de cadena suave.
Voy a borrarme la cara
disolviendo cicatrices de hierro,
esfumando rasgos de hondura
de precipicio,
aniquilando ese rostro de roble
y esas profundidades de tronco.
Voy a borrarme la cara
para pintar con colores de payaso
líneas que no existen,
contornos que no son,
cuadrados eternos
y círculos sin fin.
Voy a borrarme la cara
para no verme a mí misma
siendo yo;
destruyendo ángulos, cuencas, órbitas
que tanto pesan.
Delinearé en cambio un garabato sórdido,
nauseabundo, hipócrita, glauco …
que aparecerá como grotesca
caricatura grozciana;
castraré mis negras trenzas
trasmutando mi cabello a verde
y mi nombre a otro que no es
siendo yo,
sin que yo ni nadie
pueda borrarme …
¡el cerebro!




POEMAS PARA NIÑOS

(biografía para los niños) 

Por Gladys Dávalos Arze 


A mí me gustaba escribir desde que era chiquita. Recuerdo que mi abuelo traía a casa unos libros usados de contabilidad que ya no le servían, pero que aún tenían hojas en blanco. Mi afán a los 5 años era llenarlas. Las llenaba de “letras muy bellas y elegantes” para mí, pero que en realidad eran unos garabatos que se veían más o menos así: 

(¡Aquí hay que dibujar los garabatos!!!)

y que llenaban todas las hojas restantes. Pero no eran sólo letras “hermosas” las que yo dibujaba con mucho esmero, sino historias mías. ¡Relargas! Luego de “escribir” unas cinco páginas, iba a buscar a mis abuelitos y les “leía” mi “cuento”. Ellos eran tan amorosos que me seguían la corriente con mucho buen humor y se daban el tiempo de escuchar lo que yo en ese momento estaba inventando. Así comenzó para mí la gran aventura de escribir. 

Cuando entré al colegio, descubrí que esas letras eran signos que se podían leer de verdad y comencé a leer todo lo que se cruzaba en mi camino. Lo más gracioso y divertido para mí era leer lo que decía en las paredes de las casas en la calle. Una vez pregunté a mis papás por qué la gente quería que se mueran los monitos, que a mi me tanto me gustan. “¿Por qué? ¿Qué monitos?”, preguntaron ellos. “Sí, bueno, debe haber algún monito malo por ahí, porque en muchas paredes dice que “muera el mono”, contesté yo. Mis papás quedaron espantados, pero a la vez contentos, porque “ya sabía leer” y me comentaron que “el mono” era el apodo de un presidente de la república de la época, cuya cara, según la gente, se parecía a la de un monito.  

De ahí en más leía todo lo que caía en mis manos. Mis abuelos se dieron cuenta de mi afición por la lectura y comenzaron a regalarme un montón de libritos con lindas historias y dibujos a todo color, pero también habían algunos cuyos dibujos había que colorear. Esos también me divertían y me encantaba pintarrajear el borde los dibujos con un color  más oscuro y el interior con uno más claro.  

La historia que más me acuerdo, y que casi me la sabía de memoria tanto leerla y releerla, era la de “Rosita y el futbolista”. Rosita era una conejita hermosa, de largas pestañas y ojos negros enormes que estaba enamorada de un conejito futbolista. Leía la historia en el patio, después de almuerzo, en el “solcito”, bajo un árbol de guindo que tenían mis abuelos. El momento más emocionante de la historia era cuando él y su equipo salen campeones, ganando su último partido 5 a 0 y Rosita, bien “camote”, llora de felicidad y le envía a “su” campeón besos de felicitación, saltando en la tribuna de loca alegría. 

A los 15 años mis garabatos de cuando tenía 5, se convirtieron en poesía. Todo “por culpa” del profesor de historia que tenía una reunión de urgencia con el director. Nos encomendó hacer las tareas o “algo productivo” durante su ausencia. Mis compañeros de curso así lo hicieron, pero yo escribí una poesía dedicada a la luna. Cuando el profesor volvió quiso que le mostráramos las tareas. Yo me sentí muy mal, porque yo no había hecho tareas como los demás, sino una poesía. Pero para mi sorpresa, al profesor le gustó. Se la llevó y unos meses después me sorprendió cuando trajo al curso un ejemplar de un periódico de la Universidad Técnica de Oruro, donde él había hecho publicar mi poema.

           


SER HOMBRE

¿Mamá, por qué no puedo aprender a tejer?
¿Por qué me dices, que muñequitas no debo mecer? 
con lo que la comida me haces gustar,
¿por qué me prohíbes a la cocina entrar?

Cuando mis tías vienen de visita
y quiero jugar con mi primita,
saltando a la pita,
de pronto oigo un irritado grito:
“¡Eso no es de hombrecito!”

Y cuando me pongo a llorar,
porque yo sólo quiero jugar,
“¡Un hombre no llora!”, me ordenas,
y así me trago mis lágrimas y penas.

¿Así seré “todo un hombre”?

¿Significa eso “ser hombre”, mamá?





CHOLITA

Cholita vanidosa siempre soy,
desde chiquita a bailar me voy
la tarqueada y la moceñada,
la llamerada y la diablada.

Vean nomás mi pollerita hermosa,
de cholita caprichosa.
Toda vestida de rosado,
me voy a bailar por El Prado.

Mis lindos volados,
mis movimientos osados,
mi trenza larga y negra,
le dan envidia a mi futura suegra.







REFRIGERADOR

Es algo aterrador
pronunciar re-fri-ge-ra-dor.
En la escuela la maestra,
es bastante diestra,
pero a mí la lengua se me traba,
y se paraliza como con aldaba.

“Es más fácil que decir Nabucodonosor”,
dice mi papá todo encantador;
pero al ponerme a escribir,
tengo muchas ganas de huir.







HELADO DE CHOCOLATE

Nos alistamos con gran gritería,
para ir todos a la heladería,
nos lavamos las manitos,
nos cambiamos calzoncitos,
nos peinan rulitos,
a mí  y a mis hermanitos.

No me gusta el helado de limón,
pero el corazón fuerte me late,
cuando me ofrecen uno de chocolate,
en un enorme cucuruchón.








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