viernes, 20 de agosto de 2010

MIGUEL ÁNGEL BUSTOS [562]


Miguel Angel Bustos


Poeta argentino. Nació en Buenos Aires, en 1932, murió en 1976, víctima de la dictadura. Secuestrado y desaparecido el 31 Mayo 1976.


Bustos publicó cinco libros entre 1957 y 1970: Cuatro murales (1957), Corazón de piel afuera (1959), Fragmentos fantásticos (1965), Visión de los hijos del mal (1967), con prólogo de Leopoldo Marechal; y El Himalaya o la moral de los pájaros (1970), los dos últimos editados por Sudamericana. Su obra fue reunida en "Visión de los hijos del mal", por la Editorial Argonauta, en 2008.



SOY INMORTAL

Creo que el poema
con dientes y alma
capaz de andar cien siglos
con una vuelta de sangre
vive.
Desnudo
brutal
oscuramente humano.



ELEMENTOS

Todo lo que ves es simple
unas pocas cosas
unas pocas palabras
el fuego en el agua.
Mi lengua
en tu lengua
el sol es simple.
Tu cuerpo lo cubre.
Tu cuerpo lo aclara.




Vientre profeta sin tiempo

Yo no soy de ningún siglo.
Vivo ausente del tiempo. Soy mi siglo
como soy mi sexo y mi delirio.
Soy el siglo liberado de toda fecha
y penumbra.

Pero cuando muera, el profeta
que hay en mí se alzará como un niño
sin moral y sin patria. Un niño loco con lengua
de alaridos. Entonces amanecerá en el millón
de Galaxias.

Madres del futuro; cuidado; cuando muera
puedo volver.
Entonces, ay, vientre que me aguardas,
dulcísima catedral de tinieblas.



Luna de Herodes

Si en la noche inmóviles policías sujetan perros
de boca en piedra, yo tiemblo. Quiero alejarme
no puedo, como en sueños.
Entonces alzo la mano a mi pecho el traspasado.
No sea que a lo lejos entre selvas de hueso y aliento
salga el aullido de aquel que devora mis entrañas.
Y aullando prolongue en los perros guardianes
un odio en silencio y dientes, que por milenios
me persigue.

(De Visión de los hijos del mal, 1967)




DEL LIBRO: "Corazón de piel afuera" (1959)


SUEÑO QUEBRADO
Sueño quebrado
levántate y anda
Marcha de mi frente
abre mi tierra.
Levanta
ruda muralla de niños
al dólar de fuego y zarpa de balas.
Vuelve
joven enamorado del agua
al mordido corazón rebelde,
abraza y besa prieto hasta la llama
pedernal de lágrimas,
mi corazón
clavado a pico de sangre
en las vigilias desnudas de mi cuerpo.



ESPUMAS DE LUZ Y SOMBRA:
MURALLÓN DE VIDA
Apenas vuele sobre el llanto
por mi lengua riendo llegaré a tus manos.
Elástico al sol subiré enorme
acorralando en la noche
el día de vientos afilados.
Niños heridos
palomas de hambre
amordazan mis besos
sacuden mis risas y te alejan
para que muerda la vida y no me canse la muerte




DEL LIBRO: "Fragmentos Fantásticos" (1965)


FRAGMENTOS FANTASTICOS


1. Hemos cambiado nuestro destino de dioses
por un destino de mercaderes.



2. En medio de ruidos y terrores clama una voz.
Llega a mí solo. Es el grito de Espíritu que me posee.
Adivino su mensaje. Mi horrorizada lengua sigue
su ritmo maldito. ¿Hasta cuándo paredes de mi
cráneo? Hasta que sea colmada la eternidad.



3. La única verdad que poseo es mi muerte.
La única mentira es mi vida.



4. De la noche vengo. A la noche voy.
Un solo relámpago de luz turbia mi cuerpo.



5. Esta espantosa reliquia del dolor:
la alucinada memoria.



6. Somounian. Kalebouris. Atail.
Ángeles que pudieron existir.



7. Cuando murió mi padre nació su olvido.



9. Escribe mientras sea posible. escribe
cuando sea posible. ama el silencio.



10. en la Región de los Cielos las piedras
del sueño van rodando en tus ojos.



11. Abre la puerta, la única puerta.
La puerta del Sueño.



12. Mata al pájaro. Guarda el canto.



14. ¿Adónde me conducirá la locura
que no sea el corazón de los hombres?



17. Reza, reza, hasta que se te gaste el Dios.



19. ¡Oh, mapa de tu boca, mar de tu vientre,
infierno de tu sexo!



20. Escucho la voz de las estrellas. Ella me dice
que el espacio es infinito, que el tiempo es una utopía
de nuestra sangre. Que las estrellas que habitan
cada átomo de nuestro cuerpo también nos está
oyendo. Que el clamor es total y desesperado.
Que la muerte es un sueño del cual despertaremos
en el reino alucinante.



21. Era un país de mármol con ríos de leche oscura
y barcos de oro fino. El muro esmaltado del cielo
estallaba en tréboles ardientes. Una luz espesa
como sangre llenaba las cosas y las almas.

En cestos de una paja desconocida morían cabezas
humanas. Tras el horizonte saltaba un sol blanco
herido, gotas de pus y mercurio se convertían
en rayos. Alineados como en un bosque talado
yacían cuellos de nieve. Un puñal despedía olor
a vísceras y espanto.

El verdugo de aquel aquelarre de niños vengativos
dormía junto al mar helado con sueño tranquilo.



22. Sobre la hierba bajo la cual respiraba suavemente
l dormido, ella amó nuevamente con la misma pureza,
con los mismos quejidos de placer y locura.
Usó del mismo amor que clavado duraba
en la memoria intemporal de aquel que anda
en el Reino de los Muertos.



45. Tocan a degüello.

Supongo que nadie, que ningún hijo negará
a su madre. Ya sé, ya sé. Darán la garganta.

Dejaremos sólo en la tierra una cruel vagina
entre los zarzales. Del cielo bajará un cohete
de puro aluminio lleno de semen. Sí, señores.

El cielo se hinchará de voces algún tiempo en el tiempo.

Ahora del Infierno, no sé no sé.


46. Es inútil. Mi Bisabuelo me decía TANTI GOMARRA
espuria TIMOMO, ESPORATA.
Yo he seguido al pie de la letra estos hermosos consejos.
Pero nadie me ESPORATA. Cuando muera,
en una cuerda o un blanco río, dirán SU U U U U.
Y me iré a los ESPORATAS con la sangre y mi corazón
tejido. De qué ¡Oh TIMOMO TIMOMO! ¡Nadie es bello
en este lado del culo mundial! Oh Virgen, oh infiel
con el Sanjosé, pobre judía alucinada por tu vientre
hirviente y sapiente! ¡Oh Virgen
bésame, que yo te haré un Dios!
En sobre del raje, del pito y del Espanto Atranco.
Harén.



69. ¿Qué seré yo en cien años, sino una bocanada
lúgubre entre tablas y olvido? Encantamiento futuro,
perdón.



78. Amor, explosión del alma con el pene niño, tibio,
sin saber qué hacer, seguro ya del olvido
y el polvo del siglo.



82. Bajo la vagina pestilente del Cielo de Cristo,
la jauría de los esclavos.




CASA DE SILENCIO



Un niño y un cuchillo, enamorados carne y hierro,
buscan en el alma la selva que los salve.

Aromas y llantos boca de hielo sobre cicatriz
de pureza. Irá a devorar temblores irá la tierra
alzando mares.

Sueño del niño que muere en su Casa de Silencio
en el cielo del espanto, hierba de tristeza amor
de nadie.





ARREGLO CON FRUTAS E INSTRUMENTOS DE VIENTO

Naranjos
hasta cuándo serán naranjos las calles del Tigre
y no el corazón de mi amor.
Pulpa de tu tremenda boca la toqué y se me fue
por la noche entre los naranjos volvió para pegarme
como la rama más débil
o la ola más fría iniciando la tormenta
Y yo que creí que nos pondríamos juntos
en nuestra vida de mil años.

Trompa apaga la luz que desciendo solo
a la ciudad de los hombres. Apaga lamento
de hierro y bronce entre los naranjos.

Ahí voy lava tu cuerpo y vamos. Ah santa piel
joven el mundo será nuestro.

Silencio con la sorda alegría. Ahora duerme al fin.
Clarín entre los naranjos.





DEL LIBRO: "Visión de hijos del mal" (1967)

1

Afuera oigo la lluvia, adentro siento la lluvia.
Mi cuerpo de barro se deshace.



2

Escribe mientras sea posible. Escribe cuando
sea imposible. Ama el silencio.



33

Ella, Ella y ausente la siento. Vos, que has elegido
la noche para hundir tu cuerpo en el agua oscura.
Asumes, mi amor, la sombra terrible de la inmaculada
luna.


70

Quiero saber tu nombre. Cómo te llamas,
nombre que vagas por el Paraíso en el atroz
silencio. Tú, que llevas una costilla más que todos.
Sentado entre árboles parlantes diriges tu ojo solitario
del otro. Duermes. Sin posible Redentora



84

Acomoden las coronas, murmuren sobre mi perfil,
empujen mi ataúd, que navegue el maldito.
Y que un velorio de estupor abra el vientre
del tiempo.



COMUNIÓN SALVAJE

Me como a dios.
Como mi salvación y espanto.
Corazón de los sentidos digiere la cúpula celestial.
Ahora estoy en el campanario, un campanario
tímpano católico y extinguido.

Con el bronce, con la trompa badajo
en el viento inflamo los mares.

Que todo sea una salvaje profecía amor
poseído amor ido.



VIENTRE PROFETA SIN TIEMPO

Yo no soy de ningún siglo.
Vivo ausente del tiempo. Soy mi siglo como
soy mi sexo y mi delirio.

Soy el siglo liberado de toda fecha y penumbra.


Pero cuando muera, el profeta que hay en mí
se alzará como un niño sin moral y sin patria.
Un niño loco con lengua de alaridos. Entonces
amanecerá en el millón de Galaxias.


Madres del futuro; cuidado; cuando muera
puedo volver.

Entonces, ay, vientre que me aguardas,
dulcísimo catedral de tinieblas.





CON UN LARGO CUCHILLO

Viendo que aún se movía le ató los miembros
superiores y limpió el cuerpo puro de un poco
de tierra pegada.
Tomó un largo cuchillo y en la misma mesa en
que gritaba la maniatada probó su filo.
Lo afinó en una piedra antigua manchada
a trechos por coágulos parduzcos. Alguien
lo llamaba de lejos. Se apuró afilando al pelo
el acero.
Se acercó despacio y ensayó el filo en la masa
blanda del cuerpo. Los chillidos subieron de tono.
Levantó la mano, tomó la cabeza y de un solo t
ajo la separó del cuerpo.
La sangre saltó lejos, tan lejos como él tiró
la cabeza de la gallina.




LA PLAYA

Anoche en tu vestido dormías
y yo escuchaba
los niños y las arenas levantarse.
Un sol rodaba quemando
incendiando
la estrella de tu vientre.
Noche y día
en tu espalda suavemente
ondula
un ruido de pasos desnudos en la playa.
Eres un ojo inmenso en la pulpa de tus ropas
tú lo sabes
en la pulpa salada de tu carne.
Escucho nuestra voz.
Profundo es tu vestido vacío.





IDENTIFICARON LOS RESTOS DEL PERIODISTA 
Y POETA DESAPARECIDO

Verdad y justicia para Miguel Angel Bustos

Bustos fue secuestrado el 30 de mayo de 1976 y asesinado en un enfrentamiento fraguado. Recibió al menos dos impactos de bala. Estaba enterrado en el cementerio de Avellaneda.

Por Ailín Bullentini

“La desaparición es un fantasma tan grande que no hay nada que quede por fuera de su marco; aparece todo el tiempo y encierra cualquier pregunta, cualquier interrogante, cualquier hipótesis.” La descripción pertenece a Emiliano Bustos, que la utiliza para definir aquello en lo que vivió y vive desde que tenía cuatro años. Todavía recuerda la noche en la que un grupo de tipos lo encerró junto a su mamá en la cocina de la casa familiar, en Parque Chacabuco, revolvió todo y se llevó a su papá, el poeta, periodista, antropólogo y profesor universitario Miguel Angel Bustos. Desde hace unos pocos días “el foco se cerró un poquito”, confiesa: fue cuando la Justicia confirmó el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense, que identificó los restos de Miguel Angel, el militante desaparecido.

Hasta hace “algunos meses”, Emiliano sabía mucho de su padre y relativamente poco de lo que había sido de él tras su secuestro. Tiene recuerdos de aquel 30 de mayo de 1976, cuando cerca de las 20.30 una patota que se presentó como de la policía interrumpió por un rato la rutina del sexto B de Hortiguera 1521, en Parque Chacabuco, y cambió su vida para siempre. Se llevaron a Miguel Angel y, desde entonces, para Emiliano no hubo más historia que esa: siempre supo de la militancia de su papá en el frente cultural del Partido Revolucionario de los Trabajadores, por donde también pasaron el escritor Haroldo Conti y el cineasta Raymundo Gleyzer; de su ser poeta –publicó cinco libros de poesía–, de sus colaboraciones periodísticas en las revistas Siete Días y Panorama, los diarios La Opinión y El Cronista Comercial y, con más compromiso, en la publicación Nuevo Hombre, del PRT. Antropólogo, también docente universitario. Cuando creció, Emiliano dedicó muchos años a recopilar la obra poética y periodística de su papá, que en 2007 editó el Centro Cultural de la Cooperación. “Fue una manera de reconstruir lo que pude de él y también reconstruirme yo”, sostuvo.

Casi 40 años después, el EAAF le regaló varias piezas del rompecabezas. Su papá había sido asesinado en un enfrentamiento fraguado el 20 de junio de 1976, 20 días después de haber sido secuestrado. Su cuerpo fue “encontrado” junto al de otras diez personas en la Costa Sarandí, Avellaneda, provincia de Buenos Aires. “El parte del Ejército dice que fue en Lomas de Zamora, pero se confundieron de partido”, detalla Emiliano en referencia a los documentos que sobre el presunto enfrentamiento dejó constancia esa fuerza, una de sus prácticas habituales para eliminar militantes durante el terrorismo que desarrolló la última dictadura cívico militar. El comunicado fue reproducido por los diarios Clarín, La Nación y La Razón. El EAAF cruzó esa información con los registros del Cementerio de Avellaneda, que revisaron para chequear datos de los cuerpos, inhumados como NN, que habían encontrado en fosas individuales. El caso es particular: aquel cementerio fue uno de los principales espacios utilizados por los represores para “desaparecer” los cuerpos de militantes asesinados: allí hay 18 fosas comunes, además de estas 11 individuales –el EAAF las encontró a principios de 1990–. Los registros del cementerio respondieron: esos 11 cadáveres habían sido enterrados el 21 de junio del ’76.

Por aquellos días, la familia de Bustos recién comenzaba la búsqueda. “Yo lo esperé y lo esperé, siempre. Con el regreso de la democracia ya se supo más de lo que había sucedido con los desaparecidos, pero seguimos. La acompañaba a mi vieja a las marchas, Familiares era nuestro segundo hogar”, recordó Emiliano. Nunca supieron nada más. Aún hoy no se sabe en qué centro clandestino estuvo secuestrado. A partir de la identificación de su cuerpo, algunas conjeturas lo ubican en Vesubio. Dos de los cuerpos que aparecieron en las fosas individuales –casi todos fueron identificados– pertenecen a Hugo Mittón y Héctor Fabiani, ambos vistos en ese infierno de Esteban Echeverría, en el sur del conurbano. Fabiani, además, dirigía el frente cultural del PRT donde militaba Miguel Angel, y fue secuestrado con Conti, que también permaneció detenido allí.

“Es una reconfiguración de mi presente, pero también de mi pasado”, confesó Emiliano acerca del cimbronazo de la identificación, que lo sacudió en varios niveles. Además de dónde y cuándo, el EAAF –a quienes se expresó “absolutamente agradecido”– le contó cómo: “El individuo bajo estudio recibió al menos dos impactos de proyectil de arma de fuego que afectaron cráneo”, transcribe la resolución de la Cámara Federal –firmada por los camaristas Martín Irurzun, Eduardo Farah, Horacio Cattani y Eduardo Freiler– emitida el 20 de marzo de 2014, desde el informe del EAAF. La de la Justicia fue la palabra última que selló el 99,9 por ciento de coincidencia entre las muestras aportadas por Emiliano y el hermano menor del poeta a la institución investigadora y los restos de uno de los cuerpos encontrados en el Cementerio de Avellaneda. “Mientras leía el informe volvía a oler el aroma de mi viejo –destaca Emiliano, aún con asombro–. Leí ‘pelo entrecano’ y viajé inmediatamente a los brazos de él, a su cuerpo.”











1 comentario:

  1. gracias, miguelángel -ángel perpetuo no bocanada lúgubre- ¡estremecimiento de tu voz frente al silencio eterno...voz violadora de la estrechez de esta cárcel...!
    carlos mamonde

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