jueves, 29 de agosto de 2013

LYSANDRO Z. D. GALTIER [10.406]


Lysandro Z. D. Galtier

(1901-1985, ARGENTINA)
Nació el 06/10/1904. Poeta, ensayista y traductor. Su carrera literaria tuvo dos importantes vertientes, como escritor por un lado y como traductor por otro, este último desarrollado con un gran reconocimiento por parte de creadores literarios. Especializado en francés y griego. De sus numerosos trabajos como traductor, se destacan sus versiones al castellano de autores como Apollinaire, Lubicz Milosz, Michaux, Fournier, Cocteau, Mircea Eliade y Julien Green, entre otros. En tanto que, como autor sobresalen las obras: Itineraire, Mot de passe, Lumiére de Pampa, Antología del poema traducido (tres tomos) y Penumbra Lúcida por el que obtuvo el Segundo Premio Municipal de Poesía (1970) y el Tercer Premio Nacional de Poesía (1971). Recibió numerosas distinciones. Falleció el 30/03/1985.

Puede leerse sobre Lysandro Z. D. Galtier en la solapa de su libro La traducción Literaria con una Antología del poema traducido Tomo III (1965. Buenos Aires: Ediciones Culturales Argentinas), entre otras cosas: 

Los versos de Lysandro Z.D.Galtier tienen una voz lírica que nace de raíces interiores de claridad y de misterio –aunados-, con imágenes que poseen la concentración del diamante. Sus ensayos están escritos en prosa rica, musical y profunda y bordean siempre el tema de lo secreto, de lo hermético, del más allá, pero recogido con equilibrio, con esa última cordura que sólo tienen, en definitiva, los hombres de verdaderas vivencias espirituales.(…) 
Lysandro Z.D.Galtier, nacido en Pigüé, es decir, sureño, no es sólo poeta, ensayista y traductor sino, asimismo, pintor y ceramista. Fundó en París, en 1939, la Association Les Amis de Milosz.(…) 







ALTO Y PESADO MURO 

Le poids des murs ferme toutes 
les portes 
ÉLUARD. 

¿Soy yo, o tú (¡oh, la suave Alejada, 
de fulgores ya toda revestida!), 
o vosotras, ¡oh Sombras desvalidas!, 
quien recorre, 
en la abierta noche 
de lo ilimitado, 
este muro constante, más inmediato siempre, 
siempre más elevado todavía, 
con las manos alzadas, 
con las manos crispadas 
-tallos de alta señal- 
clamando, 
con qué riegos 
y fatiga de boca, 
airada rebelión?... 








PRESENCIA QUE NO SE VE 

Je ne suis peut-être pas tout à fait 
un être réel. 
BENJAMIN CONSTANT. 
Je suis l’autre? 
GÉRARD DE NERVAL. 

Ya de antiguo, de muy antiguo, a buen seguro, 
así que fuere preocupado, despreocupado o solo, 
siempre se me hizo que iba acompañado. 
Alguien que no se ve y que no conozco 
-decíame entonces- camina a mi costado; 
alguien camina conmigo todos mis pasos, 
camina en mí, presente en mí, tan de cerca 
rodeándome, respirándome, pasmo a pasmo, 
mimándome a veces cuando yo camino y donde yo camino; 
alguien, de cierto, que me impele; 
alguien que me da potencia y ser y es uno en mí, 
conmigo mismo, circundándome; 
alguien, de cierto, que me es, sin yo saberlo, 
en este angosto ente que yo soy. 
Lo siento por momentos como un ritmo 
envolvedor, en una continuidad de los más, 
de los demás en mí; en una como anterioridad 
sucesiva de la sangre; 
lo siento más allá de mí mismo, en los hondos de mí, 
por olvido total, continuo, en mí. 
La verdad es que alguien o algo que no soy yo 
ni mi fantasma; alguien o algo que no conozco 
pero sí supongo y que me ocupa y me completa y complementa; 
algo o alguien que no eres tú ni tu otro tú tampoco, 
en cada uno de mis actos decide y me decide, 
en cada uno de mis pasos sus pasos acomoda. 
Es el sendero cuando por el sendero me conduce, 
los cien senderos de los libros indios, 
la cosa que me ocupa, todas las cosas y una, 
cuando en las cosas esparcido me siento; 
es esto y lo otro en mí y es luego todo, 
en cabal confín y más después todavía, 
cuando aparentemente yo entro en mí, 
cuando aparentemente creo ser, 
cuando de cierto más seguro me soy. 
Entonces me pregunto: ¿Soy el que creo ser, 
que yo conozco, o bien el para mí desconocido 
que en mí los otros ven?... 

Medio ser con amor o con odio me vive, sin embargo; 
vivo o muerto, me vive, no lo sé. 
A medio ser en mí estoy quizás velando, 
velándome tal vez –ay- en mí, mientras en ti me vivo. 
Y así, todos los días de mi existir, 
de tal manera y tanto, que pienso 
si seré yo o será otro, éste que, 
en más que yo, te está hablando ahora. 

A Xul Solar, 
a Antonio Porchia. 






ÚLTIMO VÉRTIGO 

I’ am looking for the face I had 
Before the world was made. 
W.B.YEATS. 

Del silencio venido 
hacia el silencio voy, 
hacia las fuentes tiendo, 
hacia lo Absoluto, 
que en el mundo latente 
de lo manifestado, 
ya no ha menester 
de otro signo mayor. 

Con el pensar mi cuerpo 
-roja tierra de espinas germinando- 
poco a poco de mí se libera 
y me abandona 
y no es de pronto sino 
la vestidura de mi espíritu 
y su tabernáculo. 

Mi nombre aún 
sólo un guarismo es, insombre. 
Sucede incluso que, 
despierto, 
no soy más que el objeto, 
la cosa y la persona 
que por ojo (el ojo, 
la lámpara del cuerpo) percibo, 
que siento por palpadura 
y por oído escucho, 
-todo cuanto por magia, en fin, 
intuyo y me rodea. 

En mi más alto sueño, 
en cambio, 
-costumbre de costumbres, 
subvida de lo eterno 
trastornado- 
el universo todo, 
sin tiempo ni riberas 
vibra, 
vibra insondable 
en mi dentro, 
¡oh milagro del ritmo 
transitivo, 
oh microcosmo sigiloso! 

Soy centro entonces y horizonte 
con el centro y con el horizonte, 
punto de reencuentro y puerta 
por un detrás de luz 
configurados. 
Uno en presencia soy 
-indivisible y sucesivo- 
en la conciencia cósmica 
con el infinito, 
con mi multitud, 
con el Uno. 

Insigne resplandor me inunda, 
me desnuda y me es. 
Mas en verdad 
buscando estoy todavía… 
En el abismo místico 
(en el abismo mágico) sumido 
buscando el rostro estoy que yo tenía 
antes que se creara el mundo. 

De Penumbra Lúcida (1968. Buenos Aires: Editorial Sudamericana) 







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