domingo, 6 de marzo de 2011

YULINO DÁVILA [3.268] Poeta de Perú



YULINO DÁVILA 

(Perú, 1952)_ha publicado dos libros de poemas: El Tratante, Lima 1995 y Hebras de Malasaña, (con ilustraciones del autor), Lima 1998. Ha colaborado con diversas revistas de Latinoamérica y España. Tiene inéditos otros libros. Ha realizado dos exposiciones de dibujos individuales: Galería Acrópolis, Lima 1975, y en la galería-café Casa Fugger, Madrid 1987. Ha realizado una exposición colectiva en París, Galería Editor, noviembre-diciembre de 2006. Sus dibujos han servido para ilustrar portadas de libros y discos L.P. Etc., etc




Y a veces creo ver una moto negra
Como un burro alejándose por los caminos
De tierra de Zacatecas y Coahuila, en los límites
Del sueño, y sin alcanzar a comprender
Su sentido, su significado último,
Comprendo no obstante su música:
Una alegre canción de despedida.



Diapasón de lo inverosímil en la carne


Para Américo Ferrari


Del tiempo el ocio torpe, y los engaños
del paso de las horas y del día,
reputaban los nuestros por extraños

Quevedo


diapasón de lo inverosímil en la carne
(ensayo tahúr)


tránsito y perspectiva del desamparo
en 8 diapositivas contrastadas con retocado
a la manera de c.v.


1. palabra: crudo inverosímil


...y las noticias de catástrofes con regusto a sur
acuellan la marca del oprobio o se engalanan
bajan sus pantalones armados con escarnio
enhiestos con hilachas de horizontes
acaso se turnan coloquiales –se enternecen
suben sus faldas por el lado adiposo del hambre
por el lado mandíbula y mezcla de anilina
y plasman sus asombros
de ser lo que son sin que a nadie le importe

luego orinan
y a diente partido se adosan virutas de supuradas noches
se dan la vuelta sueñan descalzos

al día siguiente
provocan otra vez la vida
con la inercia que entumece / casi inverosímil
para sufrir bien ajustado lo insufrible

moderación esquemática para no agotar el presente
y aunar en boceto crudo: melancolía y piedra


2. palabra: estertor de beso


a este sur le toca (por el lado de su redondez)
geografías que calcan purgatorios
para no se sabe qué delitos
o extravíos aún por cometer que carecen de mentor

perdedores sin recato ni remordimiento
sin tan siquiera una culpa
donde secar el desierto que su lágrima tuerce

en esta orfandad las esperanzas
caricaturan coordenadas
(un estertor como lanuda cosquilla panfletaria
se aloja en el bucle de la risa)
pernocta pues un agravio audaz casi perverso
pozo lúgubre que fricciona: placer y extrañamiento

la virtud tambaleante de los cielos se torna trapo
: marsupio reseco
la intemperie del desahucio retrocede hasta su tara
¡insolente aporía!

el ego fofo se aglomera entre la náusea y el sarcasmo
ríe a gatas ilustrando solemne tórax y garabato

un amargor articula una flema sin costuras
en forma de escápula añadida
quizá leve joroba o hueso de calandraca
luego bizquea
hollejo adentro en los molinos de tiempo

¡tachón de féretro que no se termina de evacuar!


3. palabra: tórtola de huayco

porque el sur duele por su orificio occidental
duele dolor a pan
suave ceniza unicornio de hojalata
dolor puntiagudo en pleno círculo
baobab dolor y dolor diadema vulnerando
(abotargado belfo)
dolor tamaño familiar en el sabor despojo
en los pequeños asuntos: doméstico dolor
desnucado momento rumiándose los imprevistos
porque el sur duele sin el menor esfuerzo

un estrépito de tórtolas lavativas mastica
la cadencia de una retaguardia herida de cordura
porque el sur ha vomitado la brújula de los bostezos
y deja morder entre sus yemas: desamparos
derramantes muecas
marquetería de huaycos incrustada en verticales lenguas

[se hornea un respirar de tinyas en la migraña
el danzarín enteco gime por su musgo de estrellas
iza todo a media testa: el poncho mesiánico y sus caries]

un percudido ornamento conmuta la tripa en duda plana
transita su gameto / sus rústicos lingotes
huele a dios amedrentado
o en desacato
(mucho verdugo para tan poca cruz atropellada)
aperitivo de tormento
sin milagro que enderece la historia que pudo ser y no
y ahora se luce a trizas entre sus colchas de folclor
:
axiomas que una mugre trasquila mansamente
con su dolor apenas


4. palabra: pudiente sombra

en su más alturada flojera el sur lastima
ofende su caída más allá de la plomada
le rebuscan la intoxicación
de una tarde de nicho
de holocausto portátil en el pañuelo
de arruga lavando su añorada clausura

(la muesca advierte a la probeta
cuando la anorexia gorda de pena gesta su mejor informe)

le indagan el fundillo su afrecho de anticipo
el tufo blancuzco descartado con el oxígeno meñique
ese relincho que no tuvo
o que olvidó su caja de pezuña que presiente

si chasca la rumia de los ardores helantes
empina un paraninfo de boato
¡y que no le alcance estos embargos!
¡caracho!

(la incógnita y su guante de neblina en ganglio de adobe y caña
les recluta / desabrocha cicatrices / arpegia sus sobacos)

disforzado esconde tras la mampara otro dolor
más dolorido en su hueco general
que los pudientes originan y gestionan (sin ánimo de ofender)
que los ilustrados callan de perfil maduro
y los que huyen o no quieren ver
saber
darse todas las cuentas
ahondan la escuálida semilla que se iracunda
apaciblemente abrupta

sin que nadie les consienta viven su fatiga experta


5. palabra: cocacho tajo

el sur-madre reporta otro termostato en sus maniobras
por donde escapa el alborozo del parietal coqueado
musicando hasta la gónada
su corcho su calambre en equinoccios
prepara la resaca les tumba boca abajo ¡beben!
y que ayunen luego sin soroche el coloquial remilgo

rutina pues esa aflicción irreverente
cuando le hurgan la vacuidad
sonándose en las vinchas parvularias

(más acá
ensaya la sensual desobediencia
y el pudor ancestral de su dilapo )

el sur-padre
purga el salitre mientras más angosta su moneda
pastorea terremotos que decoran sus cocachos
o arrastra sus cornisas atadas con un pedazo de viento
(así levantaron sus templos más esbeltos que el orgullo)

los lugareños remedan en la arcilla la vida que han sudado
chacchan lágrimas de sol torcido si cojea
en el trapecio de su grito sucio
en el ojo cuando padece el tajo de la voz
y se enjuagan el pedigrí con ollantays de zafarrancho

como quien regresa al prójimo desafinado se agachan
a palpar el latrocinio en su tristísima alegría
¡espuela caudalosa!

drenan una atmósfera cuarteada a la hora de reventar
que el espejo de otro porfiado repite

son la risa lacia de su atónita tardanza y firman
en el aire
el equidistante ordinario terrestre de su peso


6. palabra: grumo paradoja


destartala su infancia tanto sur
hasta alcanzar a beber el agua que le seca

a merodeo de menudencia milimetra sus todavía
da la vuelta a su jamás ¡eructa!
y se encomienda hasta el empacho al ombligo intruso

ajeno al balance de latifundios (encallados en polainas)
calamita siempre de su pabilo al riñón descamisado
o del abismo a la orfebrería y fronteras con ponzoña

impunemente sus gobiernos deambulan
tratando de alquilar sombras o postizos de electores
al resto de sus autóctonos de enclenque todo pecho

(así se rascan vecinos y parentela; chocando los regates,
sus agujas de reserva, haciendo latir las revueltas sangres
dándose las espaldas)

este sur
pariente de lo oscuro fracciona su anémica alegría
indaga el despilfarro de su frente en la frente equivalente
y se ausenta
mientras: caligrafía el eco que devuelve en espumado beso

sin ánimo de bandera medita su aridez obligatoria
mezcla cogote y grumo en la nostalgia
desnuda de memoria los andrajos / la sal / el olvido

¡su silencio tupido que alharaca me deja el abrazo roto!

más tarde
(sin pretexto) desenvaina otro hálito y de su rigor
inventa otro tiempo
allí su primitiva metafísica se ata con pelados engranajes
de porfías de santiamenes
de vaho acorazado en la espita de su paradoja
hasta conseguirnos ordenadamente bien dispersos
con inédita esperanza
y se gasta que se gasta corrigiendo a sus ajenos


7. palabra: trepanar candela


con el ángulo de la Z masticando
aquí vinieron los extranjeros a pescar harina
y el excremento de las aves que dejaron en morisqueta
sus zambullidas
y vinieron con su circo sus latas y el embudo
a engordar sus destinos a podar sus harapos
a montar las hembras (sus pailas traseras)
dejando pasar la circunferencia golosa de Paita
a un arancel distante
para ir resbalando por los aromas tiznados al pairo
en Malambo o Lunahuaná

vinieron / torcieron / se fueron
se quedó el zigzag preguntando por la derechura
la palanca por el punto pregonado
el cúmulo invertido por su espejismo de rigor
y el atropello hurgando la mano de otro ejemplo
en su cuero vuelto a la caracha

¡ah compadre! este sur doma candelas
que apaga con ruda o con chamico
distrae los oestes con bufeos y totoras
o mide sus distancias en el ichu
cuando le hacen flamear su greña

andadores del olvido se aflojan
fécula de conjetura a la altura de la sal
para embriagarse a turno de jora y lúpulo de cachaco

la hormona tartamuda fermenta una flor de cuerda
que agasaja al pezuñento / y se abrazan en manca carcajada

¿quién sigue recetando la dieta de sus dolores trepanados?



8. palabra: descaro y palo


la incógnita asimétrica incuba
en la casa del herrero con cuchillo de palo
el dolor de palo

mas para sus adentros
la locura albina esmera su acto de tallar
patíbulo y corbata
un kilo que sustrae al gramo la inocencia
la pereza el espesor
y como si llegara temprano para algo
se embadurna con la nada más cercana / nos guiña

un martes se repite a lo ancho de la semana
vomita su folletín / ¡no te embarques!
nueve meses se aprietan dispersos en toda una vida
humea en las gavetas la prueba delatora
nos depila en el espejo
salpica el delantal con esquinas por donde lo efímero
huye sin desprecio
perfuma su alharaca

ese sarcasmo hila a trompicones un robusto silencio
el llanto habla la palma de su mano que saluda
acusa con el hueco de la palabra
se despacha

hace florecer
en el dolor de palo una lágrima de palo
sin amén


Barcelona / 2000



Notas

1 acuellan : símil de acogotar, de cogote.
2 marsupio: bolsa de las hembras de los marsupiales
3 huayco: del quechua,(desprendimiento de tierra, lodo etc, por causas naturales): Alud
4 tinyas: (voz quechua) denomina a pequeño tambor.
5 chascar: dar chasquidos
6 disforzado: afectación, exagerar la expresión de sentimientos.
7 cocacho: coscorrón, golpe con los nudillos / 
8 dilapo: de dilapidar
9 chacchan: de chacchar: voz quechua: masticar la hoja de coca
10 ollantays: de Ollantay: personaje de leyenda de la cultura quechua. Obra de teatro
11 Malambo y Lunahuaná: lugares geográficos
12 caracha: (voz quechua) sarna
13 ichu: voz quechua: yerbajo que crece en la puna
14 de jora y lúpulo de cachaco/ jora: variedad de maíz para hacer chicha / cachaco: soldadito o policía





Sobre Hebras de Malasaña (2013):

(…) libro de vasos comunicantes, donde dos disciplinas artísticas sostienen un diálogo de altura. La artista Beatriz Ruibal ha conseguido un trasvase de energía desde la poesía a la fotografía. Explorar en el tejido de las palabras de Yulino Dávila, le ha llevado al tejido de los instrumentos, de los aparejos musicales, utilizando de manera informal el macro como aproximación a estos tejidos, creando diferentes variaciones sobre la composición, como en el jazz, presente en Hebras de Malasaña, y utilizando la doble página como espacio de reflexión en la inspiración musical.


5 poemas de Hebras de Malasaña (2013)
de Yulino Dávila


INALÁMBRICO  en mi sostenido
VARIACIONES SOBRE UN TEMA DE DUKE ELLINGTON / II


(AFTER THE RAIN)

Algo se desmorona
es la ceniza de mi cigarrillo y la vida que no tensa
                 su cuajar          desde tus persianas
                              claroscuro
después de la lluvia / un tronar desleído
        inaugura lo efímero de nuestros cueros

Verano sin desayuno  /  Ducha fresca de instrumentos
                        de metal
                        O
        el alfabeto de gelatina
                que se blinda en el abrazo

Llamada telefónica más temprana que la crisálida
No me dejas (¡ardo!)  sólo que empiezas a ser
                        en otra pausa              otra oscuridad
        Un sincopado  /  niebla
                        en los ojos de puntos suspensivos

Algo se desmorona                después de la lluvia
hundido entre el arco iris y tus nubes almohadones
        Altos / bajos    de un saxo espermático
                                        gentil suscitativo
        que se alivian   se chantan al hilo y    sesgan

Claveles brotando de los zócalos    me acurrucan mansamente
                adentrándome a tus afueras

El cielo raso es una mano que se ha deshecho de mis ropas
                        mal planchadas
hacia los brazos alerta de una muchacha papel de arroz
                        que no encuentro al despertar
        Algo se desmorona
Ceniza y lluvia / esta es mi cabeza que se adormece
        mientras se extinguen redobles que Elvin Jones
                dejó tras una explosión
                        de cataratas de pájaros


DIAPOSITIVA DE UNA SILUETA

Suena Vivaldi
        El humo persigue a mis cabellos
Y espero que tú cantes
        esta tolerancia de buena gana

Voy a estirarme en busca de una imagen
        mientras te adormeces
                                        / Animal sin nieve
Estuve ronroneando
        a tu silueta tibia          sin palabras
Desatando mi pañuelo                       registro tu anilina
        serpenteando entre las piernas
                        (otra vez el humo)
        y no tener la solemnidad
de los cantos gregorianos
que escuché en tu nube
                                                / Recuerda :
        mi palpitar aprendiendo el abrigo
                en desorden en ti
                                        en ti solfea

Tú haces huir toda la tristeza que domina mis domingos
No tengo la cordura transparente
        de la cebolla  /  No lloro

Con el ruido de una caja de fósforos
                                en mi pecho
                        te invito a mi ritmo
                        aún Vivaldi
        Te aúpo al lino            tapiado de caricia
                                abierta
                        te aspiro
En las cortinas la noche  /  tu ventana
                        hace pasar el ojo de la luna
Yo me pierdo en tu sótano más alto
                de oleosos jugos
                        Una cinta
corre en tus caderas    luego es agua
o un grave de clavicordio en tu corpiño

Tu cuerpo dibuja al mío
                        sin fronteras
cuando un reloj traquetea
                                en la cola de un pez
                        entre mis dientes
Y te veo dormir
        como una colilla en el cenicero  / Adornando
                        el lomo de un xilofón

El sereno otea a los durmientes  /  Rosa y Cucarda



POSTAL

Es un cuervo de la Belle Époque
        esa dama vestida de negro.

Mientras veo mi sombra
        ella se aleja,
lleva la corriente de los tranvías.

Arrugadas quejas
        hilvanan su silencio
hasta mi húmeda habitación     donde
        otra vez respirará el alba
con ademán de pétalos efímeros
        negados al verano.

Deshabitada de sus lutos encajes
su palidez orbita en las sábanas         entre
el humo de marihuana y mareas de saxofón.

La ciudad permaneció de pie a sus temblores,
solo yo rodé al musgo y señalé al infinito,
cuando con indiferencia mi derramado halago
selló     en una noche como tantas
en el hotel donde sacrificaba a su amante
hace ya mucho
                                mucho tiempo.

        Plaza Santa Ana / Cervecería Alemana


RICTUS  Y SORTIJA

Al recuerdo de Mª Carmen Pardo,
por toda su presencia

Hay un rictus detenido en el rostro
que da a la ventana de los amatorios motivos
                                que confunde
delicadas láminas posibles de afectos elocuentes
con enormes inclinaciones hacia el esqueleto
que sostiene la pasión que ha callado
ante su insobornable cadencia
                                de pasar distraída
por los maltratados lienzos que escenifican el Amor
que es frescura de jacarandás y malvas
en la boca del naufragio

Y tú no eres más
que una pluma de flamenco y perfumes
a los que yo he seguido para darle
con ruda y ceremoniosa mano
un quilate de la dolorosa fantasía
entre los dientes de la realidad
tallada en una silueta de lágrima
                                que no llegué a mostrarte
cuando tus ojos jugaban a convertir
en colores resplandecientes
                                la lujuria ardida
en las desteñidas cornisas de la incertidumbre

Por no lograr de la jícara derramada
la misma miel lamer
                                                ¡Kyrie eleison!



AMANECIDA EN LA CIUDAD
(Claror)

A Begoña Fernández
que arañaba paraísos, aquí.
In memoriam

La mañana:     fruta evaporando
la orquestina y la lavanda que permitió mezclar
pancarpia y conseja    se abre a la plaza
con un brillo de espuela:        relincho nómada

De quienes arriesgaron su tiempo en la neblina azulada
del hachís        sólo ha quedado un preámbulo
para clavetear en un hombro resbaladizo         un color
ni tan decente ni filosamente mentido

Esta fruta -la mañana-              ganada
por la ácida certeza de la morriña, decora
un vestido festoneado de ciudad                  olores
de hembras en los paraderos y hombres plomizos
limando sus letargos     también el mordisco
se aprieta contra la sombra de edificios que dormitan
con una puesta de sol en un anuncio  y           un paseo
de árboles al que le crecen antenas de tv que peinan
una coreografía escarchada de un lugar sin nombre

Hay un verano de glicerina en esta mañana, que recuerda
unas palabras apresuradas en una postal, que se fue
haciendo vértigo desde el momento en que se desamparó
el hilo de tristeza en tus ojos              y esto era un paréntesis
en la fatiga de los volatineros que iluminan el rincón
de los escombros y tu firma dibujando un corazón:

                                                           Bébete las entrañas de mi cuerpo
                                                           que tus manos se adhieran a mi piel

Aquella flor prendida al cabello de la niña de la verbena
yace en la tierra  -pisoteada igual que una colilla-  por la prisa
de cualquier encuentro (aquel de nosotros  por ejemplo)

No obstante alguien habló de lo efímero y la aurora

Y una carraspera de bocinas            hace que te devuelvas
a la manera inerme de depositar las alabardas y la risa
al pedazo de cielo que te toca            en esta seca fruta mordida




Unas cuantas sin (y con) ambages.
Sobre Sin ambages (2015) de Yulino Dávila

Es significativo que este libro de Yulino Dávila** se abra con una amplia cita de una de las obras postreras de Samuel Beckett, Worstward ho (Hacia peor), donde la escritura hace presente la consabida disolución de las fronteras entre los géneros. Obra usualmente referida como novela, pero en la que la radicalidad de su exploración lingüística y su aniquilación de toda posibilidad de construcción de un sentido unitario la alejan de la narración para imbuirla de poesía. De aquellas poéticas claves en el tránsito de la modernidad que han llevado al lenguaje hasta situaciones de inestabilidad extrema que suponen una desestabilización de los discursos de orden que permitían la diferenciación clara y normativa de los diferentes tipos de escritura.

Sabemos por el propio autor que existió el intento de presentar este trabajo como una cuasi novela en verso atribuida a un autor creado por el propio poeta a manera de alter ego: Nyo Tjong, que ha persistido solo como un elemento más de los que componen el título. Nos encontramos entonces ante una poesía de un decir espeso que opera por acumulación de significantes que rechazan la estabilidad del significado, que no pocas veces llevan a situaciones de agramaticalidad y que hacen bueno el aserto de José Ignacio Padilla cuando nos dice que el poema se sustrae a ese orden social que conocemos como el ‘discurso poético’ e inversamente, los usos erróneos del lenguaje, que el discurso poético deja fuera del poema, son readmitidos. Así a poco de empezar el libro, nos encontramos con líneas como: yo te sexo con todo mi imposible. sucedo uno de cada vez multiplicado en atisbo. Y a poco de terminar con otras como: aquel animal se pesca heterodoxo; ese otro intenta su cola caducada (…) el otro animal vaga su saliva y éste se abaja en su plantel; para ir delante se involucra detrás.

Es esta una poesía que opera por acumulación, por hipersintaxis, haciendo presente que la función comunicativa del lenguaje no es la única ni la más importante en las poéticas que desafían a los órdenes establecidos en lo social y en lo discursivo en cuanto a su forma de articularse, de componerse. Una poesía que se acerca a las ideas de Mario Montalbetti desarrolla en cuanto al poema como aberración significante, donde nos dice: los versos que apreciamos, los versos con los que nos deleitamos, aquellos con los que al fin de cuentas nos quedamos, contienen siempre un resto indomesticado (…) que por ello mismo se mantiene vivo, ajeno a la servidumbre de un significado impuesto desde afuera. Lo que resalta la importancia del epígrafe del Beckett tardío de Worstward ho, donde el lenguaje se vacía de contenido externo volviéndose sobre sí mismo en su deseo de ir a peor sabiéndose abocado al fracaso, pero a un fracaso que de ninguna manera llama a la inacción sino a la persistencia: Try again. Fail again. Fail better bien puede operar como el lema de esta poética que solazándose en su imposibilidad de llegar a ningún fin o respuesta estable, se carga gozosamente de materias de diversa procedencia y estiaje que se acumulan sin ningún centro establecido pero sí con una ilación que supone una lógica; pero una lógica poética.

Dentro de la espesura de esta poesía no deja de aparecer de cuando en cuando un yo bien definido que inserta cuñas de una cierta narratividad reconocible como tal que se convierte en uno más de los elementos que componen su denso flujo textual. Así, a chispazos, a borbotones, el libro va construyendo una rica urdimbre de fragmentos que reflexionan sobre el poema como práctica lingüística que logra una unidad orgánica con elementos propios del sujeto que lo escribe: amor dice: construimos alcantarillas de mapas inventados. monolitos de relámpago en la enagua del fraseo, golpes de lengua al puro tuétano, en el gesticulo. traqueteos de semántica para la distancia medular del placer / cosquilleo estomacal: el diafragma nos ata—geografía de la emoción.

Esta presencia de la emoción se extiende recurrentemente a uno de los vectores de la poesía de Dávila como es la sexualidad, que en este libro una y otra vez se encuentra asociada con alusiones a elementos lingüísticos, operando como un continuum de fragmentos que apuntan a la complejidad de la interacción entre las esferas autónomas pero íntimamente imbricadas que suponen sujeto y lenguaje: mi desguace ablanda tu desnudez a bocados / en poesía: de la palabra el hueso ha de verse, para en el poema siguiente abrir con: galopa el rosicler del balano su gerundio en dios. Un aspecto concreto de la anatomía del miembro viril se asocia con dios a través de un elemento gramatical pero en una frase que juguetea con la agramaticalidad.

Este libro dentro de su abundancia opera como un constante contrapunto, balanceo o swing a la manera del jazz, otro de los territorios de Yulino Dávila, entre lo inmenso y lo pequeño, entre lo tangible y lo inasible, entre palabra y realidad: una trama que apunta desde la complejidad irreductible del lenguaje a la de la vida. Una poesía que se reconoce como urbana no porque se refiera más o menos directamente a la ciudad sino porque en la síncopa y en el caos de su estructura compositiva hace buenos los planos constantemente cambiantes de la urbe. Del tránsito por ella que aúna en el mismo encuadre componentes de los orígenes más diversos.

Lo que no es extraño si sabemos que el poeta Yulino Dávila es tan peruano como barcelonés, como no, habiendo vivido bastante más de la mitad de su vida en la urbe catalana, haciendo buena las observaciones sobre la complejidad de las identidades postcoloniales, irreductibles a criterios puramente nacionales o geográficos, que hacen teóricos como Bhabha o Said. Nociones que el poeta lleva a los territorios descentrados de su poesía: soy mi extranjero mas fiel. confidente extraño me cavilo, allí donde nadie me intenta. donante a tórax combustible en todos mis repartos. Extranjería que gana enteros e intensidad con su extrañeza gramatical que no deja de hacer presente su filiación con ese otro extranjero peruano tan parisino: Vallejo.

 “Ya es momento de mudar
¡venga! hay que alcanzar el canto
pues la vida pasa como un malentendido. aquí es la hora de nuestras vidas ¡toma este matiz! ¡deja la falda en su sonido! ¡devuélvele al jadeo su desnudo penetrado! / sola mi torpe querencia como puzle insistió estrecharse a tus dominios.
ya corregirás la transparencia.
¡vamos a coser alas al telón!”






.




No hay comentarios:

Publicar un comentario