ITZJAK SHALEV
(1919-1992). Nació en Tiberíades, Israel; su poesía se caracteriza por su sencillez, Sus tópicos principales son recuerdos de juventud y la Guerra de la Independencia de Israel.
Publicó su primer poemario "Ojezet Anaf Hashaked / Aferrada a la rama del almendro" en 1951. En 1952 obtuvo el premio Usishkin de poesía, y en 1955 su libro "Kolot Enosh Jamim/Cálidas voces humanas" obtuvo el premio Rupin.
Su amor por Tierra Santa lo llevó a posiciones que hoy consideraríamos como extremas: fue uno de los fundadores del movimiento "Eretz Israel Hashlemá/La tierra de Israel unificada" que plantea la anexión de Judea y Samaria.
Entre sus obras: Sujetando una rama de almendro, Cálidas voces humanas, En voz baja, Dios besa a los combatientes.
La canción del perro envenenado
Bajaste una cortina de rizado algodón sobre tus ojos
y por entre sus rendijas espiaste un mundo hostil:
grandes perros-lobo de afilados caninos
e hirientes automóviles desfilando por miles.
Oliste aquí o allá pero no oliste
el veneno en la carne
por eso yace
frente a nuestra puerta
tu cadáver
y se seca en tus fauces
la blanquísima espuma.
Aullaste tu breve vida
a la lluvia y la luna.
Hubo noches heladas
y a veces parrandeabas
con perras por el barrio.
A medianoche oíamos
el ruido de tus pies, a la carrera.
Ya no saldremos en paseos diurnos
a abrir esas esquelas
que tus amigos te dejaban
en pequeños buzones
junto al pasto.
Traducción: Gerardo Lewin
MAESTRO
Ya me reconcilié con los restos de mi pueblo,
mas con los pequeños remanentes del pueblo mío
/no me he reconciliado todavía.
Día a día enseño a los treinta alumnos de mi clase
y sus sesenta ojos ven en mí diariamente a un Todopoderoso,
y sus sesenta manitas, como si se apoyaran en mí
y sus sesenta piernecitas corren cuando grito
¡A la fila, niños!
Por eso, me parece, cada día
que no sesenta
sino sesenta miríadas de otros ojos
– de aquellos que no pude socorrer
están frente a mí.
Sesenta miríadas de piernecitas, que no pueden correr
cuando grito
"¡A la fila, niños!"
Y son otras sesenta miríadas de manitas, magras y quemadas
que indican pidiéndome el uso de la palabra
Traducida por Arie Comey
La Semana Publicaciones Ltda., Jerusalem, Israel, 1987
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