Jossué Baquero Gallardo
(Tena, ECUADOR 1990) Estudiante de Comunicación y Literatura de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, y de Cine en el Instituto de Artes Visuales de Quito. Su libro de poemas, Geografía de un pueblo que se asentó al pie de los Andes (Quito, 2011) obtuvo una mención de honor en el Concurso Nacional de Poesía en Paralelo 0. Estuvo entre los ganadores del segundo concurso de poesía del Taller Cultural El Retorno con su conjunto de poemas Clípeo (Quito, 2011). Ha sido publicado en revistas nacionales y en el diario Literal de México como parte de una muestra de poesía emergente ecuatoriana. Su conjunto de poemas Más extraños que el paraíso fue publicado en el libro Naipes arreglados, 13 poetas contemporáneos del Ecuador (Guatemala, 2012).
primer tríptico: la ciudad
[1]
propongo levantar un espejo al final de la calle
o construirnos hasta la vera de un lago cristalino
o llevar el concreto hasta los ríos que no hacen espuma
reproducir esos rostros -que se han congelado en las ventanas- en las gotas que se
suspenden sobre las hojas como pastillas
me refiero a la transustanciación del cuerpo quieto en la calle
hacia la polilla que representa en sus alas muertas lo discreto del quietismo.
[2]
están las calles llenas de personas como envolturas.
cada niño es una bolsa de huesos y agua arrojando basura por la ventana
arrojando partes de sí mismo
para llenar las calles con algo en dónde reconocerse luego.
ahora hablo de los charcos como filosofía del reflejo propio en el entorno
del otro que conduce su auto sobre el charco y no lo reduce
sólo lo dispersa.
describo a los puentes como membranas y a los edificios como panales
hablo de su discreto frenesí orgánico.
[3]
registro a la ciudad como cuadro de Francis Bacon.
encerrada.
sus esquinas llenas con el hedor de la res destazada sobre el hombre
de la res que nombra cada crucifixión y decora cada parto.
me refiero a la res que nos hace ver como Cristos sangrantes y malolientes
como si fuésemos en realidad sólo parte de la carne
y de la sangre.
sin embargo las vísceras vaciadas de la bestia
nos recuerdan un poco a nosotros mismos: a un estudio para autorretratos donde haga falta deformar el grito: el rostro.
De su libro, Geografía de un pueblo que se asentó al pie de los Andes
Crece follaje en los neumáticos
crece follaje en los neumáticos
el tronco del guanto envuelve al volante
y cuelga su flor del retrovisor.
se refleja el desvanecerse
y es posible describir el proceso.
se desbordan arupos por el escape.
las raíces del matapalo colman el interior.
el zapote y la chirimoya
se aplastan contra el parabrisas
y llenan de jugo el panel
la guantera.
el hombre detenido en su asiento
tiene a la naranjilla floreciéndole en la boca.
corre el río con un canto destemplado
cuando las aguas menguan
dejan al descubierto
una chica sentada
quieta en el fondo seco
una muchacha con apariencia octogenaria
de trenzas largas
dientes cariados
y endeblemente tísica
sentada con los ojos vacíos
zurce grietas volcánicas
con madejas de pan antiguo
cuelga de hilos plateados
cuentas lunares
se la pasa comiendo las sobras
de los desaparecidos
de los azulados putrefactos
que no pudieron hacerse árbol
ni flores
ni yerba
las flores crujen bajo pies descalzos
(tostados por el sol)
su agonía suena a concierto de ocarina y zampoña
a chulpi reventando en el fondo de un tiesto
al aullar de algún perro perdido
a la muerte de otras flores
que yacen bajo los mismos pasos
[Recuento espacial del lugar]
las siluetas se multiplican. llenan los pasillos y las habitaciones.
numéricamente son el infinito
encerrado en la casa.
eso inentendible reiterado en las ojeras del que arrastra su propio cuerpo
como crónica ablativa fragmentada.
se repite el cuerpo el dolor
lo azaroso del yacer de la silueta.
¡rizoma! lo múltiple sin base. pasillos colaterales sin cuarto central.
las raíces huidizas de lo que nunca llega porque se divide.
el hombre hace siluetas sobre el rizoma.
ri – zo – ma
r i z o m a
cada cuarto con su número.
el número que es el cuarto.
lo que no necesita más que de números para construirse.
el seno multiplicado por sí mismo sobre la tangente de las habitaciones equiláteras.
las siluetas o sea la casa es decir el rizoma.
las siluetas la casa el rizoma
lo numérico:
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