Rossy Evelin Lima
(Tuxpan Veracruz, México 1986; vive en Donna, Texas)
Rossy Evelin Lima es traductora, escritora y lingüista. Lima es autora del poemario Ecos de Barro (Otras Voces Publishing, 2013), su segundo poemario, El río y la frontera será publicado por Mouthfeel Press en 2014. Su trabajo aparece en cinco antologías y diversas revistas literarias en los Estados Unidos, México, Canadá, Venezuela, Argentina y España. Recibió el premio Gabriela Mistral en 2009 por la Asociación Nacional Honoraria Hispánica de los Estados Unidos, así como también tres primeros lugares en poesía a nivel local e internacional. Lima organiza talleres de escritura creativa anualmente para su comunidad, en localidades como bibliotecas, escuelas y centros comunitarios.
Lima llegó a los Estados unidos cuando tenía trece años. La familia Lima migra a los EE. UU. con la ilusión de una mejor vida y de proveer de educación a los niños de la familia. Esta decisión familiar la marca. La dificultad para adaptarse a la nueva cultura y aprender el nuevo idioma se ven reflejados en sus poemas. Su lucha con el idioma se transparenta en su poesía. Lima decide escribir en español, una manera de mantener esa identidad que estaba difuminándose en el ir y venir diario, mas no en su memoria, en sus sentimientos. Como muchos escritores, Lima se refugia en libros, libros de poesía, principalmente escritos en español. Resiste la aculturación en esa intimidad que nadie puede tocar, aunque por fuera ya esté del otro lado. En su poesía observamos una lucha constante por aprender lo nuevo y al mismo tiempo por mantener su identidad, por permanecer y a su vez integrarse para poder seguir adelante.
Lima escribe para explicarse la vida. Son los cambios geográficos, culturales, que transpira en su poesía, para procesar, a través de las palabras, a manera de canto en voz alta, lo que es demasiado grande de comprender y, en múltiples ocasiones, hasta doloroso. Descubrimos entre las líneas de sus versos que su identidad está en peligro, su esencia está en riesgo y sublimando ese miedo alcanza los ecos de barro de México que vibran en su memoria.
La poesía de lima es simple, mas no deja de ser bella. Hay ritmos ancestrales en estos versos que llevan al lector entre las estrofas y lo hacen perderse en sus cantos, en los ecos de la tierra original. La identidad, la injusticia social, la condición de mujer, la situación fronteriza, la familia son algunos de los temas que son delicadamente tratados por Lima en su poemario.
Además de poeta, Lima es activista en su comunidad. Ha trabajado con diferentes grupos pro inmigrantes, abogando a favor de éstos, demandando una paga justa para los trabajadores agrícolas y los derechos médicos de las mujeres. Lima es la primera persona en su familia en ir a la universidad y en ser candidata a un doctorado.
US Latino Poets en español
Por Xanath Caraza
Copatrocinado por el Smithsonian Latino Virtual Museum
Por Xanath Caraza
Copatrocinado por el Smithsonian Latino Virtual Museum
África de mi sangre
África de mi sangre
mi abuelo mulato me heredó algo tuyo
¿te acuerdas de Cuba?
Traigo tus tambores en mi pecho.
Aunque de ti nadie haya hablado
te encontré en el trapiche, en el viaje, en el repudio.
África de mi sangre
mi abuelo español te trajo
a parir dolores en una isla bendita,
y a mí entre los dos me pintaron la cruz y el canto.
Emancipada tu lengua que repica en la mía,
te mezclaste con el impacto y floreciste,
vas arando en mi fisionomía,
con tu tierra y con tu voz negra.
África de mi sangre, te entiendo en mis caderas,
en los músculos que se tensan
al apretar con fuerza el tambor con el que te llamo,
mis palmas elevadas hacia el cielo,
mis hombros herederos de tu clamor.
África de mi sangre, ¿te acuerdas de Cuba?
desde allá se empieza a enredar
este hilo que me remienda por dentro.
Dos lenguas
Mi idioma es una pared pintada
de obsesiones blancas y negras,
es una pared alzada en un desierto,
aquí también hace mucho frío por las noches,
por el día se detienen a descansar
algunos tristes pájaros.
Mi idioma es una pared
alzada sin fin,
cuya sombra cae sobre mi sombra.
Es una pared de huesos,
con coyunturas profundas
por donde pueden verse las extensiones
de mi realidad, buscando verte desarmado.
Pero no ves tú ni la pared,
ni los huesos, ni el desierto,
ajenos a ti son los pájaros tristes,
mismos que son origen de mi idioma.
Para ti no existe nada más que tu lengua,
esa criatura fría que se adueña de todo territorio.
Una lengua agria que no conoce otro comienzo
que su propia descendencia.
Para ti sólo existe tu lengua viperina,
lengua de serpiente que ha buscado
acorralarme desde el día que llegó a mi tierra
y comenzó a construir sobre mí
ésta pared que me ahoga.
Tu lengua es la serpiente
que busca por las calles,
en las leyes y en las escuelas,
encontrar mi lengua
para cercenarla, para arrancar de tajo
el único pedazo de mí
que germina con el dulce canto
de mi madre.
Busca serpentina, mi lengua errante,
mi lengua de necesidades básicas,
mi lengua sumisa que simplemente busca
una humilde tregua por las tardes,
esas tardes que tu lengua siente
que también son suyas.
Buscas mi lengua
para arrancarla, para colocarla
junto a todas las otras lenguas que has arrancado.
Mis hermanos ya no entienden mis canciones,
no reconocen mi mano
que sujetó su mano por siglos enteros,
y no puedo gritarles
porque mostraría mi lengua desnuda
y vulnerable, y seguirías su olor
de flores y tierra fresca.
Mi idioma es una pared
con la que has impuesto tu idioma,
cada piedra la colocaste con saña.
Nuestras lenguas luchan
en una superficie no visible.
Mi lengua es la vida
que siembra cuidadosa por túneles secretos.
Tu lengua me persigue carnívora,
mi lengua sobrevive.
Mi lengua es la vida
arrullando a hijos y hermanos.
Mi lengua es la vida
agua limpia que busca redimir tu opresión.
Mi lengua es la vida
hay un mar de paz
al otro lado de esta pared.
No tengas miedo.
Mi lengua es la vida.
Canto de tristeza
Icnocuicatl
Hay un tambor que me sigue,
que me hace creer en lo que se esconde,
en la avalancha que a mí me esconde.
Nican
a esta tierra voy a regresar.
Hay un cascabel que me llama,
hermano del silencio que me cubre,
enemigo esclavo de lo que descubre.
Ompa. Existo.
Somos un conjunto de piedras
y nos hundimos al cruzar con ojos cerrados.
Permanezco
Ompa Imploro Ompa Llamo
Hay una luz que me entrega,
luna que canta.
Nontiya. Me desgarro
Sólo he venido a quedar triste.
somos una amalgama de piedras
y nos hundimos al cruzar con ojos cerrados.
Ompa.
Indio
Niqitoa ni Nesaualkoyotl:
Esperanza, sol, barro.
Se marcha, con el sol a cuestas,
esperanza, barro en las piernas
En el corazón barro,
¿Kuix ok nelinemoua in tlaltikpak?
Entre agujeros se acuesta.
En el penar lleva su cruz
cruz impuesta, cruz y barro
Annochipatlaltikpak:
Les habla a sus dioses,
los mira entre sueños
los toca con ansia
con ansia, entre hierbas
Se quita la ropa, temascal
y talla su esencia, de indio y barro
sanachika ya nikan.
el indio se cansa
su cabeza gacha, su espalda encorvada
al amo sirve, al dios alaba
en el temascal se desviste,
ahí está su figura, su figura y barro
Tel kachalchiuitl no xamani,
no quiere, pero lo sigue viendo
se despoja de cadenas
cicatrices,
se arranca su lengua
sigue a sus dioses hablando
noteokuitlatl in tlapani,
aquí adentro, aúlla y se hunde,
con sus hiervas se azota,
se tira y se hunde
noketsaliposteki.
respira con fuerza,
endereza la espalda
no se le borra al indio
la mirada agachada
se endereza y se siente
volador, pájaro
que muere por ser moreno,
moreno, barro
y piensa el indio,
soy barro, mi espalda
la amolda la voluntad de mi amo
Annochipatlaltikpak:
El indio no grita
el pecho se le pudre
por no estar gritando
se muerde la boca
y exige y tiembla
cuando habla en su lengua
se siente capaz
en la oscuridad se retuerce
indio sol, indio barro
sanachika ye nikan.
llora sobre tu piedra
arráncate con las manos el llanto
pero vuelve
indio barro,
esperanza,
barro.
Mujer
Nosotras somos este momento,
volátil tormenta que retumba con paso firme.
Nosotras somos el camino que sembramos,
fértil semilla de risas y llanto,
bañamos con nuestra leche el campo de la vida,
llenamos de aromas el mundo,
nosotras somos la viga,
de aquí empiezan y se transforman los dolores en canto.
Nosotras sabemos cómo entregarnos,
igual que la lluvia, y limpiar las puertas,
y poder ver de nuevo por nuestras ventanas;
sabemos entregarnos como el mar
y gritar como la gaviota liberada.
Nosotras somos ese grito, la lucha, la entrega,
hoy reinventamos lo que seremos mañana.
Nosotras habitamos en el corazón de todo,
le damos luz a miles de rostros
le damos ganas de vivir a los silencios.
Nosotras vencemos,
no hay pared que detenga nuestro impacto,
esa suave caricia de nuestros labios,
no hay fuerza que detenga
elfuturo que anidamos en nuestro seno.
Nosotras somos sobrevivientes de algún abismo
y como hermanas los hemos vivido todos;
somos la flor que rompe el asfalto
dejando nuestra esencia en cada respiro.
Nosotras somos la huella,
una marca en el cielo que promete
gritar el secreto de las estrellas
Nosotras somos.
Llevamos en la frente una flor de lila,
somos la torre, la montaña
somos mujer, hija, madre y amiga,
y es en nuestro vientre que nacen las historias del mundo.
Sentires
¡Ay! Como quisiera ser de palabras
y no de sentires.
Que en lugar de palabra
de mi garganta saliera un chupaflor
¡ay! estas ganas de que en mis uñas
se esconda el sol, no la mugre.
De que mis lágrimas revelen
que desemboco en ríos,
sin descubrir al corazón que disimula.
¿De dónde vendrá esta urgencia mía
de cambiar realidades por quimeras?
Urgencia de no pensar que tengo
boca de mar y pelo de ninfa.
¡ah! qué caray con estos deseos,
con esta certeza de tener manchas
en la espalda por no haber nacido chita
sino mujer.
Y estos pies que se doblan
de tantas formas
y a correr se niegan.
¡AY! ¿cuándo dejaré de ser luna
con hambre de noche
¿cuándo amaré mi fortuna
y me apoderaré de lo que toque?
ésta bendita necesida'
de ser oída, ¿de dónde viene?
¿A dónde me lleva?
escribo mi vida
no'más porque al leerla
la encuentro
y después logro sentirla.
¡Ay! estas santas ganas
de ser de palabras
y no de sentires.
De ser libro
y al hojearme
tenerme libre...
Fauna
Quiero irme caminando
sin sentir cuándo se detiene el camino.
Me gustaría rodar, seguir rodando,
seguir mezclándome con la flora.
Yo soy flora, de la fauna
sólo llevaba el instinto,
y lo abandoné permaneciendo.
Soy flora, me lo repite mi demencia;
me cuelgo las plumas de algunos pájaros
para sentirme árbol, ya que apenas soy rama.
Se me rompe la raíz cuando camino
se me convierte en venas
se protege de mí la tierra con su pavimento,
de flora soy, y así, tan rápido como a la flor,
así me desflora el tiempo.
Me procuro tierras frescas,
huyo de puertas cerradas,
de aire artificial, y de gusanos,
de esos que se arrastran como yo me arrastro
y me embriagan con sus olores y miradas.
Me arrastro con más pasión, me arrastro,
para enterrarme cual daga el camino
en donde no encuentro ningún pariente fruta,
ningún amigo germinado,
a ningún vecino laurel.
Esto sólo pasa cuando me siento bestia,
Y me cuelgo pieles
para demostrar mi valentía,
escondo mis plumas en una triste libreta;
los miro, y mi familia se inmoviliza,
pretendiendo no sentirme.
Yo bestia, los cultivo
esperando su señal de bienvenida.
Los observo para que vean en mis ojos
mi origen de semilla.
En la ausencia, me ha gustado ser bestia,
captúralos, pisar gusanos,
vestirme con sus afectos,
adornarme con sus ojos,
me ha gustado caminar erguida,
controlar mis vientos, esconderme,
no permitir que siempre
se riegue en mi el sol.
Me ha gustado esconderme,
construir mi escondite,
en donde puedo lamentar con libertad
que siempre he sido flora
pero mi familia, sólo a la bestia escucha.
Verbum
Cada palabra articulada
Lleva el peso de las lenguas del mundo,
marejadas de imágenes,
caracolas que aún no encuentran
su forma perfecta.
Cada palabra, fonema absoluto,
nos da de beber en sus manos
la idea de un pasado
que creemos para siempre.
La palabra, la unidad mínima
de expresión ardiente,
la base de la experiencia diaria,
el eco y el barro
que se amolda a nuestra apariencia.
Cada palabra articulada
va formando nuestra segunda piel,
nos llena el paladar con susurros.
Cada palabra articulada
es la arena de nuestro mar,
no existe ola que pueda llevarse el arenal
de nuestra orilla, no hay sal que derrita o evapore
el grano edificado por la palabra dicha.
Sin importar la voz
ni el temblor de la garganta,
la palabra siempre cae a nuestros pies
convirtiéndose en piedra o en camino.
Rulfiano
No quiero hablar de llanos,
no existe entre nosotros
trémula voz de lugares etéreos.
Esto que piso es un Valle,
y cuando cara al sol despierte
el agrio recorrer de tu mirada
ya se habrá calmado.
Deberías de ver las mentiras que dejaste:
unos ladrillos rojos por donde van aplaudiendo
los pies de una niña que pudo escapar a tu cuento.
Has dejado, para nuestra angustia,
y cada uno en su lugar,
los marcos de nuestras puertas falsas,
patios caídos, miradas diagonales,
la estatua de un santo que mira al cielo
cuando vamos murmurando
con la cabeza oliendo la tierra.
Todas tus mentiras caminan de espaldas,
van creciendo tanto, de tal manera,
que ya no te ven escondido en espera de su canto.
La gente va diciendo
que todo es parte de tu mundo inventado,
ya nadie cree que padre e hijo
monten cansados para ir a otro pueblo,
o que generaciones de hombres curtidos
vivan en casitas blancas
rodeados de mugre,
y que ahí sufran y lloren.
Yo quiero vivir tu mentira más bella,
la que no danzó con la sonrisa trenzada,
la que no se abrió de brazos
cuando las nubes cargadas
anunciaron que tu sepia seria inherente;
yo en este Valle quiero vivir la mentira
de despertar en tu sueño
para compartirte otras raíces
de otros árboles,
que tienen la misma luz
que habías tejido
cuando en todo estabas mintiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario