Mercedes Araujo
(Mendoza, Argentina 1972). Escritora y abogada.
Publicó: Ásperos esmeros (Del Copista, 2003), Duelo (En Danza, 2005), Viajar sola (Abeja Reina, 2009) y La isla (Bajo la luna, 2010). También ha escrito y publicado narrativa.
Poemas suyos se publicaron en la antología Poetas argentinas, 1960-1980, Ed. Del Dock. Como también en su blog, cartas desde el jardín.
La isla, Bajo la Luna, Buenos Aires, 2010
En días como este sirve pensar en la ira
En días como este sirve pensar en la ira,
que es capaz de destruir pero no te salva
de las visiones más bruscas,
en días así quisiera no tener que vivir
para contar lo de siempre,
que mansa recolecto mis frutos silvestres,
tubérculos, hongos y brotes y que al llegar a casa
los guardo en un gran frasco de vidrio de tapa amarilla
que escondo en el ropero porque allí
todo es húmedo y bastante oscuro.
*
Hay días en los que me hundo en el agua y no sé
si por influjo de la luna o por un simple movimiento del sol
puedo deslizarme sobre la tierra tan sinuosamente
como una serpiente con aros de color azul intenso
desde la cola a la boca, pero ese cuerpo de serpiente
pálido y embozado no soy yo,
quisiera poder aclarar cerca de tus oídos
algunas de estas cosas, me has dicho
que no es posible por ahora,
ya que las nuevas ocupaciones te llevan todo el día
y también que tu vida es mejor, más sólida.
No me hagas caso, simplemente podrías decirme
si es verdad que las escamas de mi cuero
siguen brillando a pesar de haber sido
arrancadas una por una, y que aún así
el cuerpo está contento con esta pequeña vida.
*
Las sombras, las palabras, han cambiado
el tigre camina entre peñascos
y riscos, es príncipe del pelo blanco,
yo le digo el capitán de los tigres,
hay otros que son manchados, pero estoy
tan cerca de mí que no sé si creer en lo que veo,
si cometo un error al distinguirlo
de algunos que tienen piedras rojas en el lomo,
piedras como manchas.
A eso de las seis de la tarde
el gato hunde su cuerpo en el agua
la sangre se le agita
y la flor de la glicina se enlaza a palos secos.
*
Espero recibir hoy domingo una visita, como un gato
levantar las orejas y con los ojos detenidos
seguir el color azul, es uno de los consuelos
para mi cuerpo tan pesado como esa piedra violeta
que se mezcla con el verde en el silencio.
En días así el cuerpo arde
y vuelvo a buscar el verde hundido,
quisiera que lo oigas:
me rasco con los dientes y rasguño una manta
para convertir en sonido el movimiento de las uñas.
*
Es la hora del amanecer, el cielo estriado
por minúsculos cauces rojo-escarlata;
tengo un nido nuevo y me dedico
a raspar un palo con una navaja, lo dejo suave,
cuando termino de rasquetearlo lo guardo.
Durante el atardecer suelo hacer collares
o cualquier otra cosa sin significado:
levantar una pera dulce,
un poco podrida, pero dulcísima.
mordisqueando una pera te das cuenta
que estar solo en la hora roja de la tarde
es como dejar que del cuerpo
salga una hoja y de esa otra y otra.
de Viajar sola, Abeja Reina, Bs. As., 2009.
"Deseo tanto tener noticias tuyas"
esa manera pulcra de decir
"deseo tanto tener noticias tuyas"
si dijeras por qué te fuiste
por qué estás trepando
el monte Kenia como cabra.
No trepo el monte Kenia como cabra
soy un carnero vuelto de espalda sobre la piedra
tengo las patas y las manos atadas en ángulo recto
y espero paciente que alguien me dé un nombre.
Quisiera llamarme como un río: Cumene
Cumene es apropiado para renacer.
Washington DC
Otra lengua, la otra, ronda
y en mi cabeza persevera
mientras la tarde es
un negro cuervo
que urde malabares
sobre el techo emprolijado.
Escaso
apacible
calinoso techo.
Elizabeth Bishop borda el blanco
zurce grafías, entona el viento.
Pero el viento soy yo.
Sus tropicales decires soy yo.
Más blanca y fría.
Blanca nieve presumida,
exacta, relojera.
Afternoon, night, morning
y mi vida en DC es la del negro cuervo
graznando a lo loco
sobre el blanco colchón
de plumas frisadas
calles O y thirty first.
*
Tigre hembra grande y poderosa
me alimento de ciervos.
No me pregunto sobre la salud de los ciervos
ni sobre mis músculos
más rectos que curvos.
Busco la semilla, el olor
el rastro
y mastico cada hueso, si es lo que me toca,
aunque a veces bajo el árbol
como gato que se abandona
puedo olisquear la densidad en el aire
florecer inmutable
si monzones soplan como vientos.
*
Propuso rasquetear árboles de ébano
y descansar bajo la sombra de una higuera.
Le pregunté sobre sus animales y sus hijos
ella contestó es simple, hay que marcar el territorio
protegerse de los predadores, apiñarse
y cargar aves en la grupa.
*
Yo nací en el desierto, les tengo miedo a los monos
y los mosquitos se atiborran en mi espalda anémica
también tengo manos de tero aunque no soy tan esbelta
ni tan indiferente.
*
Ocurrió durante el mes de las cebras.
Cuando la chita alcanza su presa y la mata
no puede devorarla ni tampoco defenderla
cansada se echa a un lado y respira
profundos y agotados jadeos.
*
La luz le besa primero una mejilla
luego la otra
la sangre que maquilla su hocico
se vuelve cárdena, rojo turgente
púrpura y después naranja.
*
El cazador me visita en sueños.
Está apurado, cosas urgentes lo llaman.
Antes de partir me guía hasta los pájaros negros:
se cuelan entre las rejas y roban alpiste.
OBSTINADA COSTA ORIENTAL
Contará de sus fiebres de la costa
de semillas que dieron la madera de sus muebles
y de sus amigos nadando bajo el palmar
una noche, mientras él proyectaba
sombras chinas con las manos
plateado y solo como un gorrión.
*
Obstinada costa oriental
los vicios y las virtudes
te rodean como cualquier flor que germina todo el año
sí, la tierra te lame los pies en Bombasa, quiero decir
el mar es turquesa y la arena
en la arena aplastan frutos los hombres buhoneros
las mujeres se cubren y limpian
engarzan collares.
NAIROBI
En el City Market apareció Mercedes
untada de olores y con párpados azules.
Se agitó al oír mi nombre y celebró la coincidencia
ofreciéndome pulseras y collares
envolvió mi brazo con piedras celestes.
En casa nadie me espera
pero yo vine al Market por mangos y espinaca
Mercedes.
TODO TOMA SU CUERPO
Tigre hembra grande y poderosa
me alimento de ciervos
no me pregunto
sobre la salud de los ciervos
ni sobre este andar
más curvo que recto.
Busco la semilla, el olor, el rastro
y mastico cada hueso si es lo que me toca
aunque a veces, bajo el árbol
como el gato que se abandona
puedo oler la densidad en el aire y florecer
si el mar es oscuro
si monzones soplan como vientos.
*
Las hembras cazan de noche
esperan y clavan colmillos en garganta
en épocas de celo las hembras
tenemos el pelo brillante
en épocas de celo cambia
el sentido de las palabras
en épocas de celo puedo
quitarme el velo, partir de viaje
brillar o permanecer
-el ritmo es el mismo en cualquier música-.
PREGUNTAS PARA PEREGRINAS
Si me presento en forma de lagarto
sigilosa bestia
si me visto con ramas de olivo
que son lo más parecido
a la piel de lagarto que yo conozco
¿podré pasar la noche y comer?
Solamente te sirven las manos, me dijo
y los huesos, cuando son fuertes.
*
Si fuera lagarto hembra
usaría esa piel y flotaría en el río como madera
para tratarme con lagartos
de igual a igual
y que me teman como yo a ellos.
*
Hay una pesca del hombre
y otra pesca de la mujer.
Si aislamos un tramo del río
con diques hechos de palo y barro
y dejamos que el sol nos queme las manos
y decimos cosas
como esa tortuga es astuta
esa es una pesca de mujer.
VI LO QUE VI
Vi que no todos los peces toman el aire del agua
no todos tienen una base ósea, placas
y arcos bronquiales
no siempre no todo el laberinto
está cubierto por una membrana.
Vi cómo un belicoso pez - viejo y macho- sondea
arma un nido de burbujas, toma el aire
lo conduce por el laberinto de su cuerpo
y forma el nido.
Lo vi llevar a la hembra debajo de él y abrazarla
vi a la pareja caer en letargo.
Nosotros también ensayamos movimientos mínimos
acuáticos y subacuáticos.
Vi que no todos los peces toman el aire del agua
no todos tienen una base ósea, placas
y arcos bronquiales
no siempre no todo el laberinto
está cubierto por una membrana.
Vi cómo un belicoso pez - viejo y macho- sondea
arma un nido de burbujas, toma el aire
lo conduce por el laberinto de su cuerpo
y forma el nido.
Lo vi llevar a la hembra debajo de él y abrazarla
vi a la pareja caer en letargo.
Nosotros también ensayamos movimientos mínimos
acuáticos y subacuáticos.
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