jueves, 22 de junio de 2017

SALOMÓN VERHELST MONTENEGRO [20.226]


SALOMÓN VERHELST MONTENEGRO 

Salomón Verhelst Montenegro (Cartagena, Colombia   1981) estudió Filosofía en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y se especializó en Cooperación Internacional para el Desarrollo en la Universidad San Buenaventura - Universidad de Pavía. Actualmente es docente en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad San Buenaventura (seccional Cartagena) y en la Facultad de Educación de la Universidad Santo Tomás (CAU-Cartagena). ha publicado. “A las puertas del Apsu” (2011) y El canto de la libélula (2012).



A las puertas del Apsu

A las puertas del Apsu está compuesto por cinco libros —Transeúntes, Diálogos, Epifanías, Quaestiones morales y Tetraktys—, cada uno de los cuales viene acompañado de una obra del pintor bogotano Jean Paul Moulin. Se aprecian también los otros textos que le acompañan de los escritores Ernesto Zarza González (prólogo) y David Herrera Serna (epílogo).

Se caracteriza por ser un libro que retoma formas antiguas y crea nuevas para darles legitimidad, cuando la poesía colombiana pasa por un momento de oscuridad —dada la supremacía de la narrativa y de otras artes—, puesto que no se conoce, no se edita y, según dicen las casas editoriales, no se vende.

Sobre la lírica de Verhelst Montenegro dice Zarza González: “En su arsenal de versos encontramos diversas formas métricas que van desde los trabajados pentasílabos a los laboriosos heptasílabos y de los esmerados octosílabos a los complicados decasílabos. Incluso, versos alejandrinos y mezcolanzas que forman sextillas, cuartetas, sonetos, tetraktys, etc. [...] Además, Verhelst Montenegro nos impresiona con los diálogos filosóficos que versifica espléndidamente [y] nos muestran de forma diáfana la sapiencia con la cual el autor supo afrontar los temas que plantea, de la misma manera en que nos divierte con los relatos y las moralejas que semejan las fábulas clásicas en las que la concepción etiológica prevalece”.

Por eso este libro es un esfuerzo conjunto que brilla y se abre camino frente al imperante verso libre y las formas postmodernas, como una propuesta que, desde su clasicismo, nos devuelve a reflexiones y sentires universales y contemporáneos: el destino, la muerte, la locura, la desesperanza y el amor, tratados desde una postura filosófica.

Verhelst Montenegro, a su vez, realiza traducciones y versiones poéticas de otros textos, rescatando y dándoles validez de esa manera a autores que él cree que merecen ser leídos hoy y tener reconocimiento. Pero este libro es, sobre todo, un homenaje a la familia, a los amigos y al Caribe.




Los desterrados

A Eduardo Ribón

El tiempo en su corcel
cabalga en la llanura
jinete entonces él
procede con premura
vástago de Azrael
con adarga y armadura
mira desde el dintel
y ataca con bravura.





Monólogo I

Séneca:

Nuestro paso por la Tierra es exilio,
una ruptura interna, un sinsentido;
no es sólo una cuestión de domicilio,
es como si ya hubiéramos partido.
Para curarlo no existe utensilio,
no está cabe las cosas presentido
y lo exacerba todo hasta un graznido
y no lo aplaca Bruto, ni M. Atilio.
Lucio está solo pero está consigo.
Tocan la puerta y no llama un amigo.
Un tiempo corto, se escucha un sonido.
Lucio está solo, mas no está consigo.
Un tiempo corto, y ni un leve sonido.
Es como si ya hubiésemos partido.





Escombros

Los palacios se construyen con
los escombros de los sueños.

Nicolás Gómez Dávila

Hay despedidas que anticipan nuestra partida;
fracasos que simulan nuestra impotencia.

Aislados, miramos con desdén la Moira implacable,
escribiendo con sangre el libro de los ensueños rotos.

¡Ya nada nos convoca!

Asistimos a la última puesta de sol ante un mar inclemente.

Se desvanece la espuma, mientras murmuramos su nombre en las aguas.

La marea termina por destruir todos los baluartes.

La arena es el material de nuestras vagas ilusiones.

Una voz ciega nos conmina entre la niebla.

Retorna el abandono y la amargura, y se hacen las estaciones de los años.

Se escurre de pronto una mirada, una grieta diluye nuestro mundo:
es Dios caminando entre la hierba.



Fuente:
Verhelst Montenegro, Salomón. A las puertas del Apsu. Domingo Atrasado, Bogotá, 2011.








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