Nació en San Salvador de Jujuy, Argentina, el 2 de agosto de 1954. Naturalizado mexicano desde 2003. Radica en Toluca, Estado de México, desde 1977. Poeta. Estudió filosofía y letras en Córdoba, Argentina. Jefe del departamento editorial y director de la Revista de la UAEM. Colaborador de El Sol de Toluca, La Voz del Interior y Revista de la UAEM. Actualmente dirige la revista y editorial Norte/Sur. Premio Estatal de Poesía 1983, Toluca, por Manuscritos de la memoria del sueño. Premio Nacional de Poesía Joven de México Elías Nandino 1985 por De monstruos, biografías y pájaros. Premio Nacional de Poesía Clemente López Trujillo 1986, Mérida, por El alucinante viaje del afilador de cuchillos. Premio de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada 1991 por Navegaciones. En el año 2000 la Sociedad Argentina de Escritores y la Municipalidad de Córdoba, Argentina lo nombraron Visitante distinguido. En el año 2001, el H. Ayuntamiento de Toluca le realizó un homenaje con una serie de conferencias y exposición de su obra. La poesía de Pedro Salvador Ale es motivo de estudio en América Latina y en los Estados Unidos, como es la tesis de doctorado que realizara Ronald Haladyna: La poesía postmoderna mexicana en 1999, publicada por la UAEM. La grabación de Norte/Sur titulada Amar hasta la muerte (2004) reúne algunos de sus poemas musicalizados.
RELACIÓN DE OBRAS PUBLICADAS
- CONCLUSIÓN, Ed. Cooperativa de Escritores de Córdoba, Argentina, 1973.
- ARADO DE CARNE Y HUESO, Ed. Toluca, Mex, 1978-
- RETORNO A LA TERNURA, Ed. Al Yunque, 1979-
- VIOLINA, Ed. Al Yunque, Toluca, Mex. 1979
- EL HOMBRE HABITADO, Ed. Al Yunque, Mex. 1980
- RECLAMO DE VUELO, Ed. La Rosa Blindada, Toluca, Mex. 1981
- AUTOFRAGIA DEL NAUFRAGO, Ed. Universidad Autónoma de Querétaro, Querétaro, México.
- EL CORAZON EN LA RED, Ed. Planeación Educativa, Estado de México.l982.
- MANUSCRITOS DE LA MEMORIA DEL SUEÑO, Ed, Patrimonio Cultural del Gobierno del Estado de México.1983 (2da Edición l985)
- POESIA EN NUEVE VOCES, Ed. Patrimonio Cultural del Gobierno del Estado de México.
- SOBRE LAS CICATRICES DEL TIEMPO, Ed. Trópico de Capricornio, Jujuy, 1984, Argentina.
- DE BIOGRAFIAS, MONSTRUOS Y PAJAROS MIGRATORIOS, Ed. Educ- Arte, Toluca, Edo de México, México.
- EL ALUCINANTE VIAJE DEL AFILADOR DE CUCHILLOS, Ed. Instituto de Cultura de Yucatán, México, l986.(2da Edición l998. Norte-Sur )
- LAS NOCHES DEL FUEGO, Ed. Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, Mex. 1989.
- NAVEGACIONES, Ed. Instituto Mexiquense de Cultura, UAEM, 199l.
- AZUL DE DISTANCIA, Ed. La Tinta de Alcatraz, l993.
- LA DANZA DEL GUERRERO, Ed. Astrolabio, Toluca, México.
- LOS REINOS DEL RELAMPAGO, UAEM, 1997
- AROMAS, UAEM, 1999.(2da Edición I.F.F. 1999 )
- EL SENTIDO ETICO DE LA VIDA ( I , El Retoño) ED. INEDIB, Toluca, 2000.
- EL SENTIDO ETICO DE LA VIDA ( II, Diálogos con la Maestra), Ed. INEDIB, TOLUCA ,2001
- EL SENTIDO ETICO DE LA VIDA ( III, El Místico)
- EL SENTIDO ETICO DE LA VIDA ( IV, La Morada), Ed. INEDIB, TOLUCA, 2001.
- EL SENTIDO ETICO DE LA VIDA ( V, Correspondencias) Ed. INEDIB, TOLUCA,2001.
- EL SENTIDO ETICO DE LA VIDA ( VI, Voces), Ed. INEDIB, TOLUCA, 2001.
- YOSADHARA, Ed. NORTE- SUR, TOLUCA, 2001.
RELACIÓN DE RECONOCIMIENTOS
- Primer Lugar en el Premio Provincial de Poesía BOHEMIA Y FIGURA, Córdoba, Argentina, l976.Convocado por la revista Bohemia y Figura.
- Primer Lugar en el Premio Estatal de Poesía ACAMBAY DE LETRAS, Toluca, México,l980, Convocado por Patrimonio Cultural del Estado de México.
- Primer Lugar en el Premio de Poesía JOAQUIN ARCADIO PAGAZA, 1983, Convocado por Patrimonio Cultural del Estado del Estado de México.
- Primer Lugar en el PREMIO NACIONAL DE POESIA ELIAS NANDINO 1985, Convocado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Gobierno de Jalisco.
- Primer Lugar en el PREMIO NACIONAL DE POESIA CLEMENTE LOPEZ TRUJILLO 1986, Convocado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Gobierno de Yucatán.
- Primer lugar en el PREMIO NACIONAL DE POESIA CARLOS PELLICER 1991 para Obra Publicada, Convocado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Gobierno de Tabasco.
- OTRAS DISTINCIONES
- Está incluido en el Tomo I del DICCIONARIO DE ESCRITORES DE MEXICO, UNAM, 1988.
- Está incluido en el DICCIONARIO DE ESCRITORES CONTEMPORANEOS DE MEXICO, ED. SEP, BRIGHAM YOUNG UNIVERSITY, Dirección de Publicaciones del INBA, 1989.
- Está incluido en el TOMO I DE LITERATURA EN EL ESTADO DE MEXICO 500 AÑOS, Ed. Gobierno del Estado de México, 1993.
- Está incluido en la ANTOLOGIA DE POESIA JOVEN DE LOS PREMIOS ELIAS NANDINO, Ed. Gobierno de Jalisco, CONACULTA, l999.
- Está incluido en el libro LA POESIA POSTMODERNA MEXICANA, ED. UAEM, l999-
- En el año de 1990 fue propuesto para LA BECA ROKEFELLER por la Dirección General de Educación, La Universidad Autónoma del Estado de México y la Secretaría de Educación Pública, resultando finalista a nivel latinoamericano.
- En mayo del presente año fue nombrado Visitante distinguido de la Ciudad de Córdoba, Argentina, por la Sociedad Argentina de Escritores. Mayo del 2000.
- En Julio del año 2001, el H. Ayuntamiento de Toluca, le organizó un Homenaje, por su contribución al desarrollo de la cultura en el Estado de México.
Hembras
Dictados
No sé qué pueden envidiar los dioses
a los hombres,
si el poeta sufre lo adverso
como un guerrero,
su honestidad con la palabra
le otorga
lo inmortal en la memoria,
donde ni los mismos dioses caben,
sólo la poesía, ese puente
en donde ellos quizás sean nombrados.
Mas ahora no hay dioses,
el poeta es el guardián
de aquellos mensajes,
el fuego antiguo
que preserva el asombro
de crear mundos, de vencer a la muerte
y enseñar su amor a ciertas cosas,
eso es todo.
Mujer de cirugía
No mujer de ciencia, mujer de cirugía,
objeto de lujo, no de belleza,
mujer, mujer de cirugía, deslumbras
a otras mujeres, los hombres no te tocan.
¿Quien te goza? muñeca química,
inatrapable, inquebrantable, drogada,
objeto erótico de museo, ¿qué desnudez
natural será la tuya? ¿quién te conoce?
¿qué deseo te toma el cuerpo, quiénes
son felices? tocando dinero, acariciando
billetes bajo tu piel, ¿qué placer material
de goma, de goma de mascar? billetes sí,
deseante el objeto del ser y no ser, mujer
Hamlet tercermundista, mujer, mujer banal.
Hombre con armadura
Si cambié hembra por hembra,
ellas lo hicieron
diez veces más,
pensé que cada una
era lo mejor que me pasaba,
mas
no fui el sueño de ninguna,
quizás
las amé vestido de ninguno
es decir, con armadura,
es decir, de mí mismo,
es decir, de apariencia.
Más allá de la suerte o del azar,
lejos de toda filosofía,
insisto en una mujer:
hallar a otra que no sea yo
sino ella sin parte de mí:
amar entero,
sin nada de ella lo que fui,
no caer ya más en el pozo
sin agua
con
esta sed
del cid
mismo
campeador.
¡Atención, Musas!
Un poema no se escribe para una mujer, aunque lo motive:
si dices mirada no importa desde qué ojos,
son todos los que viste y te miraron desde siempre,
si pronuncias manos o muslos o labios son aquellos
que cumplieron, y si hablas de caderas son esas tardes,
noches, madrugadas plenas; aunque todas tengan distinto
nombre, país, edad, sean hadas o brujas o las dos cosas,
no por machismo o por igualdad lo son, no por estatura,
humores o gordura, no por permanencia o por méritos en
días, meses, años, no por fieles o infieles, malas chicas o
por deseo o sin él, ni por dinero o sin él, por ser parte de tu
vida o no, el poema aunque lleve señal, carta, destinataria,
es para una y todas, porque no eres otro, sino el mismo,
el que las amó, el de lo vivido, el que escribe esas palabras.
Bancarrota griega
Si no me das eros con dineros
no zafo,
Safo mía,
no podré decirte
palabras de amor;
ni pensaba verte,
me quedé sin un peso,
hay entrepiernas que son
caro, descaro monedero;
camino por la ciudad,
al filo del sí mismo,
ardo como un viejo sueño,
la plata y la juventud
se hicieron humo,
estoy quebrado,
Safo mía, harás bien
en darme unas monedas,
se sabe a toda edad,
lo que cuesta pagar,
eros con dineros,
para vivir
Fugitiva
A ella la quise como sólo el yo sabe hacerlo,
ese espejo que se repite por el recuerdo;
yo en movimiento, demandante, abandonado;
ni posesión ni soltura resultaron: ella era el
personaje irreal pero hiriente, inapresable por
no ser; el yo incondicional no pudo, ella será
lo que no amó o no supo en otros brazos yos.
Borgeana
Prometer pueden los dioses,
ellos tienen la eternidad
para cumplir lo prometido;
mas, si te quedas esta noche
con la promesa del instinto,
dejarás en la cama algo de lo
inmortal.
La danza del guerrero
Luna en la memoria, no es polvo
si bebes
el resplandor: el delirio no se
derrota: extingue a la muerte, el
instinto nada sabe, si supo ni sabrá:
vive.
No vale la máscara, el polvo de la idea.
¿Dónde el sueño si no hay el rostro cierto?
Sólo el pensamiento de alguien que ya murió.
Y aún baila.
El bárbaro clava a una hembra de espalda
al infierno
enseña su muerte
la fosforece en pájaro nube estrella
así el guerreador de siglos no muere
amando al irse en temblores de sus mieles
El tacto lúcido, la lengua un instante
cierta.
Distancia es la piel nunca entera. Siento
quemar el río en los labios. Soy.
Otro cielo el ser. Otoño arruga del mundo.
La sed que no se cumple, la razón niega
lo que la mano desea. La luz se tiende
al celo. La caricia percibe las orillas
de la muerte.
Aún en el misterio. No confío en el pasado ni
en lo que veo. Toda idea es una imagen perdida.
Mentira pura es tocar, besar, saberse en otro
cuerpo. Arde en acciones que si fueron ya no
son, sino memoria.
Mujeres he visto nunca una cintura como la tuya
perfecta al ángel de mi deseo
jamás la vértebra dócil de tu espalda a pesar
el otro cielo
pechos que apunten así a la muerte
muslos de vértigo en espera del potro suicida
no me existirán tus ojos en otro ombligo
no tendré la brasa íntima en que soñaron mis peces:
¿ qué tesoro busca el mapa de tus pies?
¿ en qué sábanas con mis manos amas lo que no fue?
¿ tu desnudez de pájaro ciego anda por dentro
su mar?
Yosadhara
(Síntesis de 7 capítulos, utilizado para espectáculo poético, teatral, musical, de 43 personajes femeninos, de los cuales aquí sólo hay una muestra)
Yosadhara durante años vigila a un tigre, desde su ceguera vislumbra los dorados del animal: él la cela desde su instinto, son rejas su pelaje para las manos blancas. El tigre ronronea su pereza lunar, danza un aroma a hierbas machacadas, devas ruedan a besos y entran al sueño de los suicidas: las dudas sobre el amar se hacen pájaros de piedra.
Yosadhara
Soy ciega y veo. No viajé mas conozco
la tierra. La selva me cuenta lo que
adivino. El mundo huye de sí mismo
en cada latido. Mas sé, el amor alumbra.
Y es el acto. La violencia es prisión del
vuelo. La magia es voz del ser al sentir
el soñar. Laberinto arduo la memoria.
Tigre
El follaje me cuida en su verde luz,
vine a la tierra a recordar el cielo,
dejando mundos distantes de la forma
cercanos al fulgor del pétalo, al temblor
del mar en los ojos. Selva donde la
aurora le nace a cada ser, más allá
del filo de arena, del dormir por siempre.
Lucía
Lucía atrapa con sus pinzas, fidelidad de perro a un hombre.
mucho tiempo cree poseer la memoria, las braguetas,
los pasos del viril.
Así lo encierra en sus brazos: prisión de carne,
ternura callosa en manos, codos de apresar.
Lejos de la violenta calle, ruidos del amanecer,
lo hace imaginar territorios, frutos, animales eróticos y más:
deseos humanísimos en su dispersa, gozosa manera de amar.
-Linda es la vida- exclama, dirigiéndose a la necesidad
de su piel.
Sueños que cumplir en menos que canta un gallo
tiene la centinela mujer,
no suelta los zapatos nuevos del hombre atado
al palo de su casa,
intentando cantar o volar o dejarse caer en peleas.
- ¿ cómo será lo real?-
Se pregunta el ojo de la mujer al vigilar al cautivo.
La casa no es el mundo fuera del mundo o del universo.
- La casa no es barco ni tren ni bicicleta-
El hombre sin alas sueña:
¿ a qué sabrán los helados de tabaco
o el licor en Afganistán?
¿ Cómo será la vida sólo a la par de mi pasión?
- Si se abrieran las ventanas, conociera un mapa:
¿ cómo ver sin la otra mitad allá en un rincón
de sombra y deseos?, se pregunta ella.
De este modo los siglos de sufrir que son los años al fin pasan,
Lucía ve en el parque a un niño soltar un globo azul,
él llora y hace crecer vientos en ella,
su espíritu viaja con el globo y no es igual.
Regresa a su casa con alas, se suelta del hombre que apresa,
así de sencillo, lo deja dormido por el cansancio milenario,
se va a comer helados de tabaco y a beber licor en Afganistán,
mientras el viento rompe las paredes del mundo pobre.
Yosadhara y el tigre saben. Lo que debe existir es amar, gozar, beber, cruzar sin morral el amanecer violento o la tarde sin melancolía de lo que no es, ni ambición por los palacios que nunca serán el asombro de vivir, qué certezas del latido, qué dulce aguja cose la trama del arcoiris, oh mañana.
Tigre
Aspiro de tu belleza el nombre. Entre lo
vivo en su pureza, como otra esencia te
espero. Soy en mi cárcel de oro el tigre
que vuela. Tus labios lo dicen, soy instinto,
mas no muero. Corre el loto, el mar, las nubes,
no tengo nombre. ¿ Quién llama? Si soy lo
inasible. El oculto guardián de tu piel.
Yosadhara
Ahora lo que soy es cielo abierto:
siento: la vida llena de voces.
Es música. Los seres son palabras
encarnadas en luz, movimiento.
Poema no dicho, intocado silencio.
Escritura que leo en aire, sentido
absoluto de lo fugaz. Signos, tiempo.
Paula
Paula es madura como el árbol de manzano,
bien plantado, bien crecido, bien frondoso.
De pronto sabe que lo hermoso es en sus
ojos, algo que se extiende por sus labios,
por sus cabellos largos como esperanza cierta:
signos de que le viene un misterio.
Su ombligo retiene sueños de la noche anterior,
vuelan en arcoiris por el barrio,
salen de su memoria sombras animales.
Qué mujer nace, con su fervor por delante,
ya sin rabo de maldad,
florece en sus entrañas el hijo aún en espíritu.
Nada que hacer para el dolor
el pasado en arena, eso es más que tarde de
repetidos encuentros,
más que consuelo pobre,
más que abundancia de naranjos en flor: todo lo
que sale de ella mueve las cosas de otro modo.
- Qué hora de mi cuerpo sin falso acontecer o
fantasmas caprichosos, no me importa el destino
de mis labios si ya besaron la muerte,
no hay congoja, ni vergüenza ni perdón-
Una paciencia real tiene el tigre. La pasión de Yosadhara es recorrer la selva, hizo de sus ojos dos monedas de ámbar que abren los senderos, para que él la guíe de la otra mano de la muerte, la mano constelada, la mano que fecunda primavera de huesos en ceniza, de piel ya hecha cielo.
Tigre
El mapa que trazan las estrellas del negro
al azul. La caligrafía de la lluvia en el
musgo. Las huellas del cazador.
El rastro del siervo, la raíz del relámpago,
son anuncios del que escribe en lo oculto,
el vertedor de los posibles encuentros:
lo que veo es tenue reflejo de otra luz.
Yosadhara
Yo leo en los colores del sonido, descifro
en el río las imágenes del sueño.
Todo me dice las antiguas memorias,
el pulso sin sello del infinito, signos del
vivir y morir, donde el amor resiste.
Símbolos de doble filo donde sólo la
verdad se atreve. Camino, soy cierta.
Xochitl
- Yo amo los ríos- se dice ella al repasar sus latidos.
- Será que el verde está cerca de la lentitud del tiempo
o siempre en el presente, no pasa ni queda, es libre
en su conciencia bajo firmamentos cambiantes o la
apariencia de lo inmóvil-
Xochitl se lleva todo el río bajo la hondura de su mirada,
que el río no sea otra cosa que sus ojos presentes,
así como digo,
guarda el río mezclado con cielo en sus ojos.
Bella mujer tendida en la cama como en aguas profundas,
abierto día que empieza a ser y no ser,
lluvia del estío que arde en aromas.
Renace al amor de otra manera, turbia
con el temporal de su ayer,
verdeclara como el espejo en que la muerte no se refleja.
Nunca existió mujer más valiente a no morir,
enlaza caballos bebedores con su ombligo alumbrador
de los perdidos,
allí pescan sueños gordos en la paz de su piel,
fundan templos de caña flotantes para adorarla con
frutos, flores, inciensos
que calman a sus demonios escondidos.
Claro que llega al mar,
ama hasta con sus sombra de río donde descansan
los ángeles del sol,
de las dulces naranjas, de los lugares tristes.
Los hombres quieren entrar a su belleza,
saben que beberla es detener el pulso, conocer otro mundo.
Así ama la naciente Xochitl, devora caricias con sus
tareas pacientes al viento, con sus brazos de diosa,
no es en río turbio como ella se funde al mar,
sino en resplandor por cada memoria que toca,
para ejemplo de las que vendrán.
Yosadhara recuerda el suceder. Ve el mar con sirenas y delfines, criaturas que siembran la esperanza en los oleajes o niños coloreando la tierra con sus espíritus o elefantes blancos cabalgados por sus ancestros: habían perdido el regreso a la vida. Beben alcoholes, brebajes, rocíos, que les hacen crecer alas azules, vuelan más allá del más acá, poeman en la memoria del guerrero.
Yosadhara
Ser sólo amando no es de verdad. Amar es no ser,
abandonarse al aire ligero, por eso quien ama con
certeza respira, lo amado vive así lo sentido sin
materia. Los dos vuelan un mismo vuelo, cada quien
con sus alas compartiendo el cielo. Poseer es distinto,
es imposible, uno le pertenece a la sangre y toda
sangre es inasible. El atardecer vuelve, no concluye.
Tigre
Soy quien acecha el asombro, quien mata el agobio,
quien nace en cada latido, quien une luz y sombra,
el que se planta al filo de los mundos, por el filo
vuela, no duerme, sueña avanzando en secreto rayo.
La noche no desmiente, así se conoce la muerte,
porque el sentir no tiene aurora ni tarde, sin dudar
sabe. La espera es voluntad en el caos, vivir sin orden.
Papane
Parecen moverse alas desde los pies de la danzante
aire aromado, aire lunar, aire sale sin por qué,
sin saludos, sin quedarse, sin partir.
Su cabeza sostenida por la estrella más lejana
gira con gracia de flor, entrega las sensaciones a las
pobres vidas.
Qué alegría de las cosas extrañas , ella baila y
sabe el delirio verde de los caballos,
sus muslos comen las miradas.
Papane ama en movimiento su nacer, quiere
los frutos de los dioses,
baila como fosforescencias de ella misma,
en este lugar, en países, mundos por encontrar,
sólo tocada dentro por el mar, sola sólo inclinada
al ombligo lunar, sola sólo haciendo de esto su sol
que le abre los ojos los brazos las piernas
cuidándola, acariciándola, liberándola como mariposa al cielo.
Mientras se vuelven ciegos los que no quiere ver ni saber,
como ignorancia silenciosa sin nombre de animal todavía.
Los siete mil pasos del amor no se apagan para
Papane, pisa, camina, vuela la tierra como aire o luz en aire
o fuego que fertiliza tiempos de mañana en la ceniza que besa,
leve leve los pasos enfrente de las acciones de lo real.
Papane baila este sueño y no deja sudor por amor a nadie
sólo aromas a maderas, una nostalgia
de haber perdido a un ángel, vuelos, la sombra, no sé más.
Aromas
Altos de Vuelo
Y la mujer es una esquirla bajo la piel del hombre
a veces florece espinuda, otras pesa, se mueve por
todo el árbol andante.
La mujer es una esquirla con la que el hombre tropieza
no se la quita del zapato ni en los pasos del sueño
habita en los pensamientos está bajo su sombra.
Y el hombre es un zombie que naufraga en los oleajes
de cerveza, la esquirla con labios rojos
hunde su barco de amanecer.
Y el hombre es la bala que se mueve bajo los párpados
de la mujer,
a veces florece , otras estalla por todo el cuerpo.
Y la mujer es una casa vacía que rechina con furia
sus recuerdos en los vientos que entran y salen en
tormentas de pájaros ciegos.
Prueba de fuego
El muchacho en su primer amor pule
una semilla, graba en ella el rostro
amado, la siembra en su latido más
fino, le pone tierra del bosque, la
apisona bien, la llueve con ausencias.
La mujer crece, baja, sube, toma las
costillas del joven como peldaños,
asalta su reino, se asoma a las ventanas
de sus ojos, se dibuja desde allí en
las miradas. El la ve en todas partes,
en cada cosa, no es él mismo. Al final la
mujer se le esconde como una hoja
de afeitar en el entrecejo, allí se mueve fría
cuando él mira las estrellas, cada acto le
duele en todos el cuerpo. Al tajo del
desencuentro se queda vacío, solo y
suficiente con sus alas. Sin embargo el
viento trae otras semillas, otras leyendas
rostros de mujer: qué lluvias bajo la
lengua, sí, que tierrita firme las ausencias.
La Sola
Hay una mujer devorante, su lengua es un animal de fuego,
tiene diez filos, su piel de hielo y un ardiente tajo.
escala la cumbre del sexo, orbita con sus humedades de
cal, con devoción silenciosa, en la raíz más gruesa
quiere ser árbol o ángel o sólo ella,
como si no existiera más que su pasión, se trepa, se abre,
se precipita con sus pezones en punta, se contempla dentro
de sí misma con los ojos cerrados, en un vaivén sin retorno,
saca la nieve, la besa, la oculta, la hace humo en su antigua
herida cósmica. Y de nuevo escala su propio vacío y reposa
en su ámbito donde su voraz necesidad la hace estar sola,
aunque ame.
A mediatarde
El dorado estío regresa en tus piernas buenas
como un país sin fronteras,
atacan la calle sin piedad con su relámpago
en medio de los tristes.
Piernas dibujadas por todos los ojos que nunca
fundaron más belleza que los vinos
en la hoguera de los otoños.
Alucinan en tus pasos leves casi sobre la tierra
con su escultura natural a mediatarde
van tus piernas con toda la delicia en busca
de sí mismas o el olvido de las manos en temblor
de su voluntad.
Piernas andando por sobre las catástrofes
las profecías el fin del mundo un suponer,
piernas cuya bandera es el resplandor de sus
largos cabellos que lloran a gritos mudos por su
espalda el abandono de los besos tan ciertos
como sus pechos magníficos en su tibieza clausurada.
En el rostro de toda perfección sus ojos anclan
en ella misma, el tiempo fuera de su piel es irreal,
sólo sus piernas crean el pacto secreto de las miradas
inventan lo impuro del gozo ¿ a quién?
así palpitante esplendor tocando tantos destinos
violenta la rutina la lentitud de las cosas por sobre
la muerte el dolor íntimo y colectivo la suave avidez
de sus piernas fabulosas hacen suceder los escombros
del deseo
cómo resuenan vuelan sueñan aún tus pasos
en la huérfana ciudad cruel en su desamparo.
El Abrazo
Hay un abrazo tan pequeño, tan redondo,
tan de venas fulgentes, que parece
abarcar sólo el vacío,
mas, otro cuerpo lo percibe y es un
abrazo que no se va ni se queda, nadamás
siente en un círculo de calidez al ser.
Abrazo que no imagina, que no desea mostrar
que existe, sólo sabe el espacio lleno
de latidos y aromas tibios donde guarda
su ausencia cuidada como un fruto.
Abrazo ni tan pequeño, ni tan suave, ni tan
indiferente, sólo en su hoguera , sin lugar
para el error por breve, sin división,
perfecto en dos cuerpos unidos en un instante
y para siempre.
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