miércoles, 19 de noviembre de 2014

EILYN LOMBARD CABRERA [14.064] Poeta de Cuba


Eilyn Lombard Cabrera

Cienfuegos, Cuba 1978. Poetisa y editora. Licenciada en Letras. . Cursa la Maestría en Estudios Lingüístico-Editoriales Hispánicos. Miembro de la AHS. Editora principal de la casa Reina del Mar Editores. Tiene publicados los cuadernos de poesía Suelen ser frágiles las muchachas sobre el puente (Reina del Mar Editores, 2005) y Todas las diosas fatigadas (Ediciones La Luz, 2012). Por su poemario Las tierras rojas obtuvo Mención en el Premio Reina del Mar Editores, 2008. Textos suyos han sido incluidos en las antologías Los Parques (Editorial Mecenas y Reina del Mar Editores, 2001); La isla en versos. Cien poetas cubanos (Ediciones La Luz, 2011); Papeles de la Mancuspia (México, 2011) y El libro verde. Ha publicado poemas, crítica y ensayo en numerosas revistas, periódicos, suplementos culturales y sitios web.




DE: Todas las diosas fatigadas 
(Ediciones La Luz, 2012).



Soy todas las diosas fatigadas

Nuevas marcas desfiguran mi belleza
sunday morning
vamos a soñar con esta música
todas las lágrimas conozco
sin embargo
cantando estoy
lisamente observo la bruma de tus ojos
cómo mostrarme
soy todas las diosas fatigadas
vamos y no sé a dónde
estos ritmos adornan los campos, oscuros,
puedo inventar palabras
cantando
¿y alguien oye?
Reverdezco, me cosecho,
soy mi propio alimento
todas las lágrimas conozco
y la música salvará mis recuerdos
¿dejaré algo a los otros?
cada vez menos bella,
¿era feliz?
letras, palabras, música
¿era eso?
esposo, hijos, casa
soy todas las diosas fatigadas
quiero cantar de nuevo
sunday morning
no entiendo tus canciones
puedo inventar palabras
inventar palabras
cantar
cantando estoy
esta música me salva
viene de otro tiempo, mi propio tiempo,
guardará también mis recuerdos
vamos
sin embargo
conozco todas las lágrimas
soy todas las diosas fatigadas
me decías
¿dónde estás?
sunday morning
termina
y yo reverdezco
recojo minuciosamente mis propios frutos
me recojo
mi canto
¿era feliz?
cantando estoy
puedo decir lo mismo muchas veces
¿y alguien oye?
o me ahogo en las palabras de los otros
todas las lágrimas conozco
sin embargo
cómo mostrarme
la canción empieza en el final
último acorde
tu sonrisa, tus ojos
tratando de salvarme
mis manos ya no son
nuevas marcas desfiguran mi belleza
áurea decías
tratando de salvarme
vamos a soñar
esta es mi nueva voz
agradecida
y tu canción
sunday morning
ya termina
soy todas las diosas fatigadas
todas las lágrimas conozco
cantando.



Todas las piedras luminosas

Y Emily dijo:
puedo ver cada trozo de piedra en el cielo
sin necesidad de abandonar estas paredes.
Ver cada piedra,
sentir sus luces entre mis lágrimas.
Él las puso aquí,
todas las piedras luminosas dentro
y hasta otras luces trajo
para poder apagarme después,
a mí, vuelta luz desde entonces.
Hoy veo las piedras encendidas,
lejos,
mientras muero.



Kiss, kass, Katherine

Primer disfraz
Llevo relucientes cachetes,
vestidos blancos de niña feliz,
mis padres me quieren mucho.
Me casaré con este prometedor joven,
tendremos hijos.

Segundo disfraz
El colegio es maravilloso,
tengo dulces amigas    acaricio sus pechos,
son blancos    aletean.
Les hago historias muy raras
mi vida es fascinante.

Tercer disfraz
Oh, yes, I’m Mrs. Beauchamp,
coqueteo con todos      con todas
y me aman por igual
voy a Londres,
donde podré vivir otros sueños.
seré rica, famosa.
Voy …voy a Londres.

Cuarto disfraz
Vivo en amores diversos y convulsos
pero me casaré
y seré libre.
Ella,
la que me ama cuidará de que así sea
tendré aventuras,
y, sí,
me enfermaré para toda la vida.

Quinto disfraz
Ahora  publico lo que escribo,
he elegido a un joven prometedor,
muestro mis ropas llamativas …
mis poses
tengo amigos     ellos me protegen
también  un sombrío amante,
de quien no podré ya separarme. 

Sexto disfraz
Esto sí es un auténtico “pájaro negro”
nada ya será igual,
viajo,
me caso,
viajo,
y escribo cartas y cuentos.
Quiero que todo sea primavera,
para nosotros.

Séptimo disfraz
Mi flamante esposo se olvida
abandona  mis dolores,
mi esposa los cuida tiernamente.
He ido rompiéndome
y todo duele,
pero,
“en primer lugar, soy una escritora”.

Octavo disfraz
Apenas unos pasos hasta el tilo,
dos libros que me cuesta leer
y sí,
tal vez la última taza de té.
La última carta,
les dejo todo lo que escribí,
es lo que soy.

Noveno y último disfraz
Este, el sitio definitivo,
puedo afanarme con leña y vegetales,
La Prieuré ocultará mis vestidos.
Ya viene el último acto.
Ya muero.
Este es un buen lugar,
todos están en él y lo desconocen
este es un buen lugar
tranquilo              oscuro

Ya he muerto… antes.




Del cuaderno Suelen ser frágiles las muchachas sobre el puente (Reina del Mar Editores, 2005)


ELENA, COMO EL MAR

Elena sabe del mar y de peces tan rojos como velas de un barco. Elena tiene canciones, marineras suaves para la playa en las mañanas, lentas en el verano.
Sabe reírse con las olas, pero asustan los peces su tristeza. Y ella no comprende: demasiada dulce soledad para la playa.
Se le escapa la arena y ella sólo sonríe: el mar no ha sido nunca sólo el mar. Elena sabe de él, —lo prueba todo, es suficiente—. Pero el mar parpadea, se abre y se cierra. Y Elena no dice que lo sabe.
Peces rojos que duelen porque el mar no es de agua, sino de agua terrible. Peces para conjurar los días con los sueños de Elena.
Elena, el mar la lleva a ningún sitio, pero la guarda siempre. Irreal como el tiempo, los peces y las velas.
Elena, como el mar. Prefiere el mar.




SUELEN SER FRÁGILES LAS MUCHACHAS SOBRE EL PUENTE

Suelen ser frágiles las muchachas sobre el puente, son dueñas de todo lo impreciso: las tenues malvas, las líneas del artista, su reflejo en el agua. Acaso en otro tiempo ya no estén detenidas, pero esta noche son gotas olvidadas, caprichosa leyenda con el color del vino, malva como flores de nadie. El puente engaña sólo a los vecinos, que tiemblan de la historia, que lloran… Las muchachas no engañan, sólo deben quedarse sobre el puente, tranquilas, lentas como la tarde, las flores. Con sombreros de paja y esperando la risa. Ellas lo cuidan todo, hasta la piedra que sabe de los días el mensaje callado. Suelen ser frágiles las muchachas en el tiempo, el puente las guarda desde entonces.




SOY TODAS LAS DIOSAS FATIGADAS

Nuevas marcas desfiguran mi belleza sunday morning vamos a soñar con esta música todas las lágrimas conozco sin embargo cantando estoy lisamente observo la bruma de tus ojos cómo mostrarme soy todas las diosas fatigadas vamos y no sé a dónde estos ritmos adornan los campos, oscuros, puedo inventar palabras cantando ¿y alguien oye? Reverdezco, me cosecho, soy mi propio alimento todas las lágrimas conozco y la música salvará mis recuerdos ¿dejaré algo a los otros? cada vez menos bella, ¿era feliz? letras, palabras, música ¿era eso? esposo, hijos, casa soy todas las diosas fatigadas quiero cantar de nuevo sunday morning no entiendo tus canciones puedo inventar palabras inventar palabras cantar cantando estoy esta música me salva viene de otro tiempo, mi propio tiempo, guardará también mis recuerdos vamos sin embargo conozco todas las lágrimas soy todas las diosas fatigadas me decías ¿dónde estás? sunday morning termina y yo reverdezco recojo minuciosamente mis propios frutos me recojo mi canto ¿era feliz? cantando estoy puedo decir lo mismo muchas veces ¿y alguien oye? o me ahogo en las palabras de los otros todas las lágrimas conozco sin embargo cómo mostrarme la canción empieza en el final último acorde tu sonrisa, tus ojos tratando de salvarme mis manos ya no son nuevas marcas desfiguran mi belleza áurea decías tratando de salvarme vamos a soñar esta es mi nueva voz agradecida y tu canción sunday morning ya termina soy todas las diosas fatigadas todas las lágrimas conozco cantando.

Del cuaderno Todas las diosas fatigadas (Ediciones La Luz, 2012)




TODAS LAS PIEDRAS LUMINOSAS

Y Emily dijo: puedo ver cada trozo de piedra en el cielo sin necesidad de abandonar estas paredes. Ver cada piedra, sentir sus luces entre mis lágrimas. Él las puso aquí, todas las piedras luminosas dentro y hasta otras luces trajo para poder apagarme después, a mí, vuelta luz desde entonces. Hoy veo las piedras encendidas, lejos, mientras muero.




LA NOCHE DE ALEJANDRA PIZARNIK

Esta es la noche de Alejandra: algo menos oscura que el silencio la noche soy, debió susurrarme en algún momento (un momento antes) dice ella. Alejandra está lejos y no entiende que yo lea su historia, menos oscura que el tiempo. Con miedo y desmesura me creo ella cada vez familiar       dolorosa.
Yo estoy lejos de aquellos que maldicen, su tristeza no es mía, soy yo enferma de islas de palabras dichas al azar, de actos consumándose absurdos ¿dónde está la noche? dónde dónde dónde todos habitamos, una vez, la casa del vacío.
Estar a oscuras casi siempre gratifica, ennoblece. El dolor no es un pájaro agrio retorciéndose, convoca suavidad, cierta dulzura. Nos tendemos a encontrar dolores pájaros vértigos. Alejandra respira se ahoga gime Mis ojos ya no ven.





SUICIDAS       CRIMINALES DIOSAS

Una muchacha de ojos grises descubre a Monet entre mis dedos, refiere comer  su propia carne las manos rotas toda la piel sus vísceras humeantes deseos y beber sangre escarbada del fondo de sí misma fluidos demenciales, excrecencias líquidos profundos fracturando historias de mujeres suicidas criminales diosas.
Recorta papeles y florilegios diversos: siluetas, recorta escribe juega con todos los nombres de mujeres me recuerdas a Monet, dice, y de su propio cuerpo se alimenta enferma muere claro, coquetea desde sus ojos grises y vacíos.

Textos inéditos especialmente cedidos a Isliada




DIOS DE AGUJAS 

rascando con finísimas agujas invisibles casi un poco de piel diminutos trozos mezclándose con el polvo cósmico de los astros sangre y agua de piedras tutelares este dios de agujas poderosas funde tiempo y prohibiciones desmenuza la piel y las costumbres y yo ofrezco mis formas le permito descubrir mis secretos y tatuarlos.




LAS HORAS

pitonisa perdida de misterios borrosos conozco la belleza de la lucidez
guardo todas las horas son horas del hastío
lúcida y sucia encendidos abiertos como nunca los ojos tibios que puedes mirar y mi piel blanquísima de dudas de verdad alerta yo expectante bella
sé detenerme en cada hora en el misterio, enfrentarlas destruirlas recogerlas otra vez ellas son quienes absolutamente te definen las horas vencidas viciosas añoradas.




ANTES DEL ÚLTIMO CÍRCULO

he visto la piel de la muerte la piel amarilleando detrás del cristal abyecciones detenidas o el eco de la maldad en tu piel en mí.
creo que nací mirando el cristal iluminado de  la muerte crecí desgarrándome los dedos con materiales diversos hilo alambres papel rugoso para mis ojos limpios todos los dolores desgarrándome.
creo que aprendí a cortar los mejores trozos de piel tela hombres y mujeres que estuvieron palabras corté y recorté lastimando mis manos en la oscuridad rompiéndome los ojos contra la luz.
finalmente desde lejos puedo ver los círculos donde habité que me habitaron caminar por sus bordes deshacerme de ellos esperar otra vez las horas únicas que definan mi lucidez.




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