martes, 18 de noviembre de 2014

ALBERD YOLLAKA [14.045] Poeta de Finlandia


Alberd Yollaka 

Poeta y lingüista finlandés (1974 Haajaiskylä), cuyos orígenes provienen de la región de Livonia, que forma parte hoy de la República de Letonia. Junto a otros jóvenes intelectuales, inició un movimiento para la conservación y revitalización del idioma livonio (līvõ kēļ o rāndakēļ), que pertenece a la rama baltofínica de las lenguas urálicas y está estrechamente relacionada con el estonio. Es una lengua actualmente en riesgo de desaparecer ya que sólo es hablada por unos 35 individuos, de los cuales solo diez la hablan con fluidez. Estos intelectuales, racialmente livonios, han aprendido el idioma de su pueblo en un intento por revivirlo, pero como los livonios son un grupo étnico minoritario, las posibilidades de empleo de esta lengua son limitadas. Yollaka escribió sus poemas directamente en livonio, asumiendo que tendría muy pocos lectores, pero confiando en que su traducción y publicación en otras lenguas podría despertar interés en sus propósitos. Sus textos han sido traducidos al ruso y al húngaro y esta es la primera versión de dos poemas suyos en español, lo que constituye una curiosidad filológica.


(Traducciones del húngaro de György Ferdinandy y versiones al castellano de Heriberto Hernández Medina.)


EL REMANENTE

Irse ya, pero siente aún la angustia,
su mano en la barrera áspera.
Mientras permanece, tiene derechos
y sería mejor tal vez esperar.

Lo habría hecho, pero su ánimo no es el de antes,
da vueltas en vano, no encuentra su lugar.
Quizás allá será mejor, lo espera en secreto,
junto al paso del tranvía.

No entiende, por qué prefiere el tranvía
si puede caminar alegremente
y esperar que el cartero traiga su pensión
hasta que los ángeles vengan por él

Se queda aún, pero mañana habrá de marcharse,
el viento trae ceniza desde la colina.
En la plaza murmuran todo tipo de gente
y en su bolsillo no hay salvoconducto

Su mano en la áspera barrera,
se iría ya, le detiene el derecho ancestral.
Fuera, la ligera rama del álamo ondea
Dentro, a sus pies, gruñe un viejo perro.





LA EXCUSA

No le importa si usted le desprecia
y tolera en silencio la mentira,
oculta que añoraba hace tiempo otra cosa
y esconde la herida ulcerada.

Como si todo estuviera en orden –se atreve−
aprecia la joya que se le muestra. Nunca se rebela
y casi te pide que le humilles
si con eso puede agradarte.

Usted lo sabe, un día se hartará
de que te refieras a él constantemente:
ah, ya no soy el amable viejo,

dirá tamborileando sobre tu espalda
y tensará la bufanda en tu garganta
hasta que digas al fin su nombre: Arrepentimiento Tardío.






A maradó

elmenne már, de még kicsit szorong
kezét felejti érdes támlafán
amíg marad, megilleti a jog
hát jobb lesz várni egy kicsit talán

maradna még, de kedve nem a régi
hiába fordul, helyet nem talál
talán ott jobb lesz, titkon azt reméli,
majd ott, ahol a villamos megáll

nem érti, mért is vágyik villamosra
eléldegélhet vígan itt gyalog
és várja csak, a postás pénzét hozza
amíg majd érte jönnek angyalok

marad ma még, de menni kell már holnap
a dombon túlról pernyét hord a szél
a téren mindenfélék szónokolnak
s az ő zsebében nincsen menlevél

kezét teszi az érdes támlafára
elmenne már, de tartja még a jog
meglebben kint a nyárfa könnyű ága
lábánál benn egy vénhedt eb morog





Félig fényből félhomályba

homályban élni lenne jó sorod
s ha rosszat lépsz, azt mondanád, hogy végzet
tán az isten is mohón szeretne téged
amért a sors csak ellened forog

homályban élni mégsem vagy merész
mert kívül mégis sokkal jobb a konyha
és nincs fölötted úr, hogy egyre mondja
majd túlnan lesz a fényesség egész

de itt is melléfogsz, ha elkapod
a napsütést a körbejáró gangon
hiába kéred, hogy veled maradjon
egy röpke perc és már tovább forog

             a félig fényből így jutsz félhomályba 
             s a fal tövében szörnyethal egy mályva





A mentség

nem érdekli, ha félvállról veszed
és némán tűri el a hazugságot
eltitkolja, hogy régen másra vágyott
és elrejti a felkapart sebet

és mintha minden rendben volna – mered
a felmutatott ékre. sosem lázad 
és szinte kéri azt, hogy megalázzad
ha ezzel bármi jót tehet neked

de tudd meg, egyszer mégis megelégli
hogy folyton folyvást rá hivatkozol:
hja, én sem vagyok már a kedves régi

– ezt mondja majd és hátadon dobol
és torkodra feszíti jól a sálat
nevét hogy mondd ki végre: Késő Bánat.

Balla D. Károly fordításai






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