viernes, 24 de agosto de 2012

DANIEL OLIVEROS [7.545]


Daniel Oliveros 

(Valencia, Venezuela, 1991)  Colabora con revistas literarias y es miembro del consejo de redacción de  La tuna de oro, publicación del Departamento de Literatura de la Universidad de Carabobo.


Bestias.

Hay un punto
exacto
entre el viento
y la guacamaya
que ella usa
para sostenerse
sobre el paisaje
hay algunos
que las han visto
entre edificios
iluminando las ventanas
de los carros estáticos
sé que vuelan
a no sé dónde
llevando su color
a cada punto blanco
que pueda iluminarse
sobre las aceras


Lanza el anzuelo
y éste se hunde
con el peso del plomo

ya habrán peces que 
caigan
bajo la tentación
del color   forma   perfume

y cuando el sol
quema las escamas
y cuando el aire
enfría los ojos

el pescador
juez del apocalipsis
decide
qué pez pasará
por el umbral
del hambre
o cuál volverá
con las aletas
maltrechas
a seguir nadando


Cuando un oso
deja de hibernar
sale y hace cosas
de oso
pesca con las patas
duerme sobre hojas
cuida sus cachorros
como un oso
sin necesidad
de gallo
caña de pescar
colchón
o niñera
cuando un hombre
despierta
jamás será oso


Sin necesidad de vértebras
se retuerce sobre la cama
buscando escabullirse
sabe que quiere huir
y por vez primera
el crujir de una espalda
no delata la partida de una mujer
al contrario de la mantis
me ignoras aunque
esté tendido en la cama
te retiras un poco más
y con cansancio te arrodillas
a suspirar plegarias entre la noche


Sigue habiendo un color en la montaña
y los párpados se caen
los animales buscan refugiarse
pero los árboles son menos
tú pajarito continúa el canto
yo sigo estando dormido
por favor advierte a las otras aves
que sigo estando sin remedio
o vuela a otro lado a ver si escampó
cualquier cosa que decidas
estará bien pero vuela a algún lugar
no te quedes en este sitio
pon tu canto en los árboles y calla


Sé que todo hombre necesita un
zoológico para domar sus bestias
que toda persona tiene un lince
aguardando al momento del escape
y que una mujer es una garza que
lamenta su encierro cada semana
he escuchado las historias de los
niños que brincan cual monos
por entre ramas de árbol de mango
y los patriarcas aullando en desaprobación
también sé de los becerrillos que con
tanta calma pastan el campo
y de otros que más caballos persiguen
sus estrellas apagadas durante el día



Al mundo lo sostienen
huesos antepasados
sacrificio de la
misma tierra que los vio
nacer entre ratas
que nada más de pan y
agua viven   en nidos
así como en la tierra
entre costillas y cráneos
de lo que pudo haber
sido un héroe más del
silogismo patriota


Un tordito baja
para tomar agua
se posa callado
en el barro
lava sus plumas
con cuidado de no
dañar los detalles
picotea la tierra
buscando comida
el tordito mira el sol
ya es hora de irse



Aquél perro me mira
su calma aquieta mi
alma extranjera
él estuvo primero
que yo sentado en la
calle frente al cují
se lame sus partes 
lava su pelaje 
qué cuidadoso ese perro
mi piel   en cambio
la restriego
con culpas que
hago mías
y se quedan conmigo


En tanto caiga
el elemento
seré corcel
de tus victorias
pisando el polvo
con el hierro de
los cascos
seré caballo
en llanuras   montañas
cruzando ríos
y tempestad
serás jinete
ambos nos mereceremos
pero sólo seré
tu bestia
en tanto caiga
sobre tus pies
el elemento
o las lluvias
torrentes imaginarios
que deslíen de
la serenidad


Me dijo que tuviera
cuidado con el tigre
pero no sé
cómo es un tigre
no sé si ruge
                       o pía
si es carnívoro
aunque quizá coma fruta
cuidado del tigre
me dijeron a mí
sin saber siquiera
si es un animal
o una mala persona



Una ardilla se sienta 
en las raíces
de un árbol anónimo
y roe los despojos
de un paquete de
frutos secos
esa misma ardilla
se mueve haciendo
ondas de polvo en
el camino
bebe agua del riachuelo
y vuelve a la copa del árbol
con su botín en la boca

                              Para Alexandra


Caballo   caballo
trota   trota
mejor no olvidar la yegua
caballo   yegua
trotan   trotan
estepas   sabanas
da lo mismo
el trote será igual
con la yegua de crines blancas
galopar   trotar
es similar aunque el tiempo
a la distancia sea
más corto
caballo   caballo
la yegua se fue al
otro lado del valle
a pastar sola
caballo   caballo
mejor detenerse y no seguir
unos dicen que el pasto
es más fresco por acá
                                     a Reynaldo


Se vuelve plata el monte
y la liebre se resguarda
nunca el bramido del león
había sido tan furioso
un destello delata su lugar
en seguida me agacho
hay otras bestias
guardándose de la lluvia
sigo mirando al animal
otro rugido después del
estallido plateado 
ahora siento la grama
en el cuello
y la valentía en la garganta

Dios no es un ser
inmisericorde
de ser así
no fuera el gallo
que me despierta
para gastar mis manos
contra tierra y piedras
no fuera perro
comiendo sobras del suelo 
para que mi madre 
no me regañe
no fuera guacamaya
acompañando una anciana
tampoco fuera buey
para trabajar el campo
es la leña
para cocinar
es la carne desgarrada
por los colmillos
de sus animales
Dios son las costillas
que me rompo
castigándome
por no amar a las bestias
él es el caballo que uso 
cuando no doy para más

http://alpialdelapalabra.blogspot.com.es/2012/07/daniel-oliveros-bestias.html




Dejo una vela a quien no puede
recibirla ni alumbrarse con la llama
Este rito no es para quien
ha desaparecido sino para quien aguarda
del otro lado con la esperanza
de iluminar un alma perdida

He aquí mi regalo, lo único que puedo dejar
Una mecha encendida en medio de la sala
frente a una fotografía.
El milagro no está en el objeto,
sino en todo lo que toca la luz.


*

Este reino ha caído con sus ídolos
de piedra y deseos oscuros.
Todo ha ocurrido frente a nuestros ojos

Una casa vieja comida por el monte
donde los árboles crecen torcidos
y desviados.

Eso quedó del rey:
una casa ajustada para el ciego
la carta del Idiota en el tarot, ahora invertida:
         un rey que no siente
         un rey que no observa
         un rey llevado al borde de un barranco

Todos los árboles suben desde el polvo
hasta alcanzar los techos de las
casas más altas. Rey mío, ¿dónde dejaste
tus ídolos?

Junto al río los dejaron. Solos. Rígidos,
iguales a sus leyes sobre los hombres.
¿Dónde está la flexibilidad del barro,
qué quedó de la materia prima
con la que hacen a nuestros ángeles?

El deseo de enderezar los árboles,
la angustia de ver el reino hecho polvo.
Casa del rey que habito, ¿todavía
hay preguntas dentro de este palacio?

Hoy suena el peso de los jinetes
sobre los cascos del caballo
Hoy se pierde el silencio
Hoy la soledad será una sola
Hoy el reino ha desaparecido.



INFIDELITY

a Devyn Cole

Ver dos actores dentro de su teatro
cada uno dispuesto a traicionar eso que
a través de la ficción vendemos como genuino.

Los amantes que se descubren en el acto
de fuga, ciegos a sus partes con un ojo puesto
en eso que no es real, en eso que no está pasando.

Detrás del telón queda la utilería precaria
y el papel con los parlamentos de un corazón suicida:

-Vengo de tu voz hacia la mía.
-Y hacía la mía el favor de tu mentira.
-Confesamos con el cuerpo el dolor de no ser únicos.
-¿Dónde dejamos lo que es verdad?
-Dentro del cuerpo marchito que nos fue genuino.

Un cuerpo que padece el dolor del parlamento
y confunde su papel de personaje
con su vida de actor que no es verdad.

Debemos ceder al peso de estos tiempos desastrosos;
Hablar de lo que sentimos, no de lo que debemos decir.
El más viejo de nosotros es quien ha sufrido más:
nosotros que somos jóvenes, jamás viviremos tantos males
ni viviremos suficiente para sufrirlos.



ORGY/GROUP

a Rebecca Linares

He aquí la masa
en la que estoy mezclado,
entre el sudor de las carnes descompuestas
por el engaño de sentirse único
en este ensamble de huesos que
se frotan tensos y perdidos.

No soy quien digo ser.

Entre todo este tumulto de
hombres y mujeres, no consigo
mi propia luz entre los pliegues
y miembros de nuestros cuerpos adoloridos.

En silencio busco
y mi nombre se confunde con
los gemidos perdidos
de quienes padecen en este infierno.

Todos estamos sufriendo,
nos sentimos temblando, juntos
hambrientos por la carne del otro,
el aliento del otro.

Desenfrenados en nuestros deseos,
todavía esperamos a que los nuestros
se cumplan. Y entre todo eso me observo.
Sin saber a dónde voy.



POV

a Dillion Harper

Detrás de este cristal adornado
está la mujer amada: amada por mí
amada por su busto, por sus nalgas
por su forma de mover el cuerpo
en el tedioso ejercicio de fingir
el coito frente a una cámara.

¿Dónde podré alcanzar lo que me es
deseado? Día y noche sueño, y solo
me recuesto a pensar en ella. Me vuelvo
hacia la cámara, hacia el cristal adornado
de luces que reflejan el engaño.

Hoy he decidido buscarte. Buscarte
entre las asian, latinas o brunettes.
Buscarte entre los threesomes, gang
bangs, o bukakes. No puedo pasar
un día más sin ti, pero estás en
tantas posiciones. Tantas que no
te encuentro en ellas.










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