Jenny Bernal, Bogotá, COLOMBIA (1987). Estudiante de Licenciatura en Español e Inglés de la Universidad Pedagógica Nacional. Coordinadora editorial del periódico de poesía Aldabón durante los años 2009 y 2010. Gestora cultural y co-fundadora del Festival de Narrativa y Poesía Ojo en la Tinta llevado a cabo en diversas bibliotecas y universidades de la ciudad de Bogotá desde el 2009. Actualmente es colaboradora de la revista Contestartede la Universidad Nacional de Colombia. Miembro del colectivo literario La Raíz Invertida. Ha participado con la lectura de sus poemas en diferentes escenarios y festivales de poesía. Algunos de sus poemas han sido publicados en diferentes revistas nacionales e internacionales.
Bienvenido a esta casa
su casa
aquí se respira el frio hiel
de ese aliento ausente.
Bienvenido a esta casa
de enojos y lágrimas
siéntese donde sus pasos se agoten
donde su piel se seque,
la casa ha cambiado un poco
-usted perdone-
pero he evitado pintarla
para que las grietas del tiempo
le regalen un poco de ese matiz familiar.
Es la misma casa no se asuste
esa misma que construimos hace tiempo
esperando estar lo suficientemente solos
para habitar en ella.
ALQUIMIA DE UN HOMBRE
Un buen día le observas
despojándose de quien se cree ser
meditabundo en su mirada de miedo
con ese aliento apagado que produce el vacío
reviviendo cadáveres;
con un credo por camino
y las grietas de sus manos
desviándose entre llagas
que tímidamente bordean su corazón.
Va conservando su sombra
bebiendo sonrisas.
Amando
porque no hay otra forma
de conducir la lava
hacia esas tierras errabundas
y evocar del aire
el soplo
que espanta la muerte.
ÚLTIMO CREDO
A ver quién baña primero
de bálsamo sus manos
y extiende sus ojos
para abrazar estrellas.
¿Quién canta hasta balancear
las caderas del viento?
¿Quién acelera sus pasos
hacia senderos de bruma?
¿Quién enciende velas en mitad de la noche?
A ver quién aguarda un último suspiro
propaga la luz
y apacigua de la llama el calor.
ORÁCULO DE EROS
Majestuosas se abren las hojas
bajo cada una de sus silentes pisadas.
Él es un inmenso instante
y sus ojos
destello, aire cálido
sabe que es la tarde y no la noche su morada
por eso extiende sus escamas antes de oscurecer
y reviste el fuego con sus manos
Es su piel
sus labios
sus brazos
la caligrafía completa
del papiro del deseo
la llave a la contemplación misteriosa
el oráculo de Eros.
EL ENCUENTRO
Me regocijaré
a la hora
de atrapar el instante.
Me sumergiré en tu voz
sin importar ahogarme en los riscos de tus tormentas
llenaré de aves mis bolsillos
y las liberare justo en el momento del abrazo.
Invitaré a tu sombra
a habitar el lugar
donde aguardan nuestras almas
ansiosas de encontrarse desde antes.
Pronunciaré tu nombre
boomerang que retornará a mis oídos
y hará eco en el infinito
las veces necesarias
para reinventarte.
LA OTRA RESURECCIÓN
Surge su voz
de un lugar desierto
retumbando
en un espacio sin memoria,
escupiendo míseros soplos
a unos ojos
que han decidido cerrarse.
TRETA DE CELOS
Su silencio insoportable
artificio perverso de la incertidumbre.
Imagino a esta hora sus palabras atascadas;
en la lengua donde alberga el beso,
sus formas mutando bajo la luna.
Han de estar desiertas sus manos
escudriñando gotas de agua en el vaho de la noche
con seguridad sus huellas se reflejan en ventanas de humo
su lenguaje ha de reducirse
al movimiento de sus formas
y la exaltación de otras figuras donde desemboque su silencio.
http://www.laotrarevista.com/2011/08/jenny-bernal/
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