lunes, 30 de enero de 2012
5710.- ROSA AMELIA ALVARADO
Rosa Amelia Alvarado
Rosa Amelia Alvarado Roca nació en Guayaquil, Ecuador en 1944. Es poetisa, promotora cultural y periodista.
Cursó estudios de filosofía y literatura en Francia. En 1964 funda y dirige en Guayaquil la revista femenina “Hogar”, una publicación dirigida a la mujer ecuatoriana. Dicha revista se convirtió, con el tiempo, en la de mayor prestigio del país. En el presente, continúa en el cargo de directora de aquella publicación.
En 1967 y hasta 1972, estuvo colaborando con la televisión ecuatoriana, donde ejerció el cargo de Directora de Programación de Canal 2 de Guayaquil, especializándose en la dirección y organización de programas de índole cultural. Actualmente continúa como asesora y crítica de televisión. Es miembro de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas y actualmente es la presidenta de la institución.
Obra publicada
1981: Hogar, el mensaje y el recuerdo
1984: Canciones sin tiempo
1988: Entre abanicos y recuerdos
2003: El silencio de las palabras
2006: Hilaré mi nostalgia
2008: Mas allá de la Rosa
Premios y condecoraciones
Condecoración Nacional Al Mérito, en el grado de Caballero, otorgada por la Presidencia de la República del Ecuador.
Añoranza
No me había
dado cuenta
cuánta falta me hacías
hasta que te volviste
a meter furtivamente en mi copla.
Me envolviste en
tus ojos de aguamansa
como envuelve el mar a
la arena dormida.
No me había
dado cuenta
cuán tiernas eran tus manos,
paseando,
explorando sobre mi piel,
cuánta falta me hacía
tu sol sobre mi sombra,
(dos cuerpos en danza ceremonial)
y había olvidado
cómo se sentía tu beso
enclavado en la mitad de mi deseo.
No me había
dado cuenta,
pero es así.
Cosas Absurdas
El sol me conoce bien
sale cada mañana,
pero se acuesta cuando yo quiero,
a veces duerme al mediodía,
a veces padece de insomnio,
entra por la ventana
con la familiaridad del dueño de casa,
se mira largamente en el espejo,
me sonríe,
me hace un guiño,
por un momento
se queda atrapado en mi pupila,
luego se va danzando,
jugueteando con alegre premura
para perderse por las hendijas
del contraluz de mi propia sombra.
De Lo Profano (II)
Yo soy la resurrección
y la vida,
el que vive y cree en mi,
no morirá para siempre
Juan XI. XXV
Quiero desclavar a Cristo de
su cruz.
No quiero verlo así,
con la cerviz inclinada,
el rostro inmutable
y una gota de agua sangre en
el cáliz.
Quiero quitarle los
clavos oxidados
que lo fijan, inútilmente
al maderámen,
acaso ya estuvo allí suficiente tiempo.
Si logro bajarlo de esa cruz
de siglos,
recobraré al hombre,
y con el hombre, la palabra,
y con la palabra, la parábola,
y con la parábola, la esperanza.
Quiero que descienda del tosco palo,
que retorne el predicador,
que retorne el profeta,
que retorne el rabino,
para que termine la tarea inconclusa,
porque todavía hay muchos mercaderes
en su templo,
porque los que padecen hambre y sed
de justicia no han sido saciados,
ni los pobres han encontrado el reino de
los cielos
y los camellos están pasando por el ojo de
la aguja.
Quiero desclavar a Cristo de su cruz.
Hay una parábola que aún no ha dicho.
Ya es tiempo.
El Sermón De La Montaña
Los austeros templos
aquejados de severidad absoluta
vestidos de estuco, pan de oro y mármol
con sus ángeles enanos
impúdicos y asexos
cantando en extraño
concierto barroco
y las imágenes adustas
desnudas de sonrisas
de ojos severos
cual gárgolas siniestras
parecen querer treparse por mis
pecados culposos
terminan por asfixiarme
en una claustrofobia mística,
preferiría que los altares ceremoniales
salieran de su encierro
y que la palabra tuviera
sabor a hierba fresca
y se diera en lo prosaico
de un campo cualquiera
bajo algún ceibo frondoso
o junto a un espejo de agua mansa
donde se beba el aire para que
perfume el pecado
y donde la palabra
llegará más rápido a su destino
sin mediadores innecesarios
es tiempo de volver al
sermón de la montaña.
La Vida Va Y Viene
La vida es como un guinguilingongo
sube y baja
baja y sube
a veces se gana
a veces se pierde
en mi vida de todo he hecho
y a lo mejor he hecho muy poco
sube y baja
baja y sube
marea poderosa
poderosa resaca
nada se detiene,
es una barca que no llega a puerto
si te bajas, ya es muy tarde
para volver a subir
mejor es seguir con las velas al viento
peinando las barbas enmarañadas de
las tormentas.
Trepada en lo alto de un nido de pájaro
me puse a mirar mi vida
como colgada de un balcón imaginario
igual que un actor ausente de una extraña
tragicomedia.
No me arrepiento de lo vivido
lo bailado nadie me lo quita
lo que hice, sin duda lo volvería a hacer
ya nada quiero de la vida
me ha dado mas
de lo que he devuelto
y las cosas que quedaron por hacer
quizás, quien sabe
una nueva vida habrá como tiempo
suplementario
para otra estación de siembra
y otra de cosecha.
La vida es como un ginguilingongo
sube y baja
baja y sube
a veces se gana
a veces se pierde.
CUESTION DE TIEMPO
Madre, te estoy alcanzando
cada día hay menos distancia
entre tu edad y la mía
somos dos lejanías encadenadas
compartiendo el lecho de flores
del mismo jardín
hoy te conozco mejor
pero no soy tan sabia como tú
apenas soy aprendiz de peregrina
en esta romería camino al exilio
sahumada de naranja fresca
y ahora que hay menos distancia
entre tu edad y la mía
dime
cuando te dé alcance
¿quién atará mis sandalias
que de tanto caminar
han desgastado sus rosas?
DESCUIDO
La muerte
se murió
en un descuido de la vida
EL LLANTO DE UN VIEJO MAR
El mar viene a la orilla
a pescar sus recuerdos
viejo barbado que huele a sombra
lleva el peso de todas las
miserias del universo
cruje su recia calavera
a la puerta de cada amanecer
sangra su alma por la herida de luna
esqueleto de piedra
gime como niño solitario
viene con un dolor antiguo
a contar sus misterios
y en su lenguaje de aguas taciturnas
me habla al oído.
LA DESNUDEZ DEL MAR
Danza arena encarcelada
moja tu piel de sargazos
quiero beber del hoyuelo del sol
un sorbo de vino caliente
llora mar desnudo
la soledad de la lágrima
deja que gotee la sal
por tus algas azules de insomnio
danza mar herido
sobre tu vestido de luz
quiero escribir un nombre
sobre el vino
para guardarlo en la
botella de tu vientre
POEMA EN GRIS
Este silencio tan mudo
que me nombra
esta vida tan errabunda
que me viste
esta sed tan mía
que me hiere
esta luz que me hace sombra
este olvido que me recuerda
este cuerpo tuyo que me habita
este ayer tan reciente
que me lo devuelve
este adiós tan desnudo
que me lo quita
PEREGRINO DEL AGUA
Peregrino del agua
te busco entre la espuma mansa
y sobre la gran tumba verde del mar
te busco en mi arena de luna
y en mi canto de leña tibia
te busco en el puerto de los desterrados
y en los pájaros de agua
que retornan del olvido
te busco en el cántaro ciego
de la rosa
y en la brisa mojada de sangre
te busco en mis corales de otoño
y en el olor de la distancia
peregrino del agua
tu ausencia es larga
como el azul del olvido
he de encontrarte
en el mediodía de mis recuerdos
SED
La sed de vivir
tiene fuentes en todos los desiertos
ROSA DE AGUA
Camino sobre las olas
el sudor del sol
moja el plumaje de mi silencio
cuán blanca
blanca y larga es la herida
de una sábana desnuda
cuán blanda
blanda y muda es la arena
calcinada de huesos
soy la rosa de agua
loba de arena y fuego
de donde penden las sandalias del pescador
SI EL VINO ME DIERA
Si el vino me diera
todo lo que le pido
me colgaría de un velero
o fuera mástil de un delfín
sería sol de medianoche
con una vida por estrenar
estuviera por llegar
de donde aún no vengo
si el vino me diera
todo lo que le pido
llegaría del pan hasta la migaja
pasando por el trigo de la memoria
fuera el amén de un padrenuestro
y la jaula donde se encierra el ave fénix
si el vino me diera
todo lo que le pido
fuera una voluta de humo
para envolver todos los absurdos
y nada sería más perfecto
que lo imperfecto de la utopía
mas el vino no responde
pues la copa se bebió su último silencio
Del poemario “Arena Blanca” (2007)
LEGADO CÓSMICO
Cuando muera
quiero donar mis órganos
Mis ojos
se los dejo a la noche
(para el paso del caminante)
Mis oídos
a los necios
(que nada entienden)
Mi boca
se la lego al beso
pero mi corazón,
que se lo lleve el viento
UNA SOMBRA ERRANTE EN PAITA
A Manuelita Sáenz
En Paita hay una cruz
En la cruz una sombra
En la sombra una voz
En la voz un nombre
En el nombre un silencio
En el silencio
solo el silencio
II
La brisa es mansa sobre Paita
(como es manso el recuerdo)
para no perturbar las cenizas
que aún vagan por el viento
buscando una tumba que las acoja
III
¿Dónde hay un cartero
para una carta olvidada en Paita?
la que suscribe
ya no está
dicen que solo queda una sombra
que vaga por la playa
recogiendo de una en una sus cenizas
dispersas en el olvido
La carta está escrita
en hojas de tabaco
¿Cuándo llegará el cartero
para entregarla antes que se muera de humo?
la carta es de aquella sombra mutilada
que en el espejo busca la otra mitad
que se le ha perdido
IV
¿Qué haces aún en Paita, Coronela?
bravía Caballeresa incorpórea
¿que sudario envolvió tu alma?
¿que oscura bruma devoró tu osamenta?
Es hora que termine tu destierro
recoge tus cenizas
arrebátaselas a las fauces siniestras del olvido
y que el viento las devuelva
a esta tierra que te aguarda
para que se duerman
bajo la sombra tutelar de un eucalipto.
Poemario “El Silencio de las palabras” 2003
POEMA DE LA DUDA
No se qué hacer con este poema
lo meto en el mar de una botella
lo coloco bajo la ceniza
o lo empapo todo en recuerdos
tal vez lo doy en préstamo
o pago alguna deuda
no sé qué hacer con este poema
lo echo al río junto con mi silencio
lo lanzo al viento convertido en pájaro
o lo meto bajo mi piel desnuda de sangre
no sé qué hacer con este poema
lo pongo en la grieta profunda del fuego
o lo disipo en la niebla sonámbula
no sé qué hacer con este poema
quizás será mejor que no lo escriba
RESURRECCIÓN
Si es cierto que
hemos de resucitar en el último día
¿habré de nacer de nuevo
en otros huesos?
si hemos de resucitar en el último día
¿qué rostro vestiré para que tú
me reconozcas?
si hemos de resucitar en el último día
¿recordará Dios mi nombre?
si hemos de resucitar en el último día
¿quién me prestará un alma?
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