sábado, 3 de septiembre de 2011

PAOLO ASTORGA [4.567] Poeta de Perú



Paolo Astorga Requena 

(Lima-Perú, 1987) Es estudiante de Educación en la especialidad de Literatura y Lengua Española de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle – “La Cantuta”. Es miembro fundador del grupo literario cantuteño “Letra en Llamas”. Fue Director y editor de la revista digital de creación literaria Remolinos (45 números publicados). Ha publicado los libros de poesía: Anatomía de un vacío (2006 y 2010), Sin llegar a lo invisible (2008 y 2010) y De Lima a Chosica (2010), así como innumerables plaquetas. Ha editado vía web la I antología digital de poesía “La Voz del Mundo” (2006) y la II Antología digital de poesía “Una voz en el abismo” (2007) las cuales reúnen en su conjunto a más de 50 poetas de diferentes lugares del planeta. Ha sido publicado en las antologías: Reflejos del Alma (Lima-Perú, 2005), Poetas Solidarios (Almería-España, 2007), en Perú S. XXI. 60 poetas contemporáneos (Fundación Yacana, Lima-Perú, 2007), en la Primera Antología de Poesía “Catástasis 2008”, en Tránsito de fuego (Selección de jóvenes poetas latinoamericanos, edición bilingüe Español-Portugués, Caracas, 2009), Letra en llamas: Mitomanías (Ediciones Letra en llamas, 2010) y en el Dossier de poesía Cuervo Iluminado (Pájaros en los cables editores, 2010). Fue editor de la Editorial Electrónica Remolinos, la cual publicó más de 30 libros digitales de descarga gratuita a través de Internet. En el 2006 y 2007 fue Finalista del II y III Premio Internacional de Poesía “Desiderio Macías Silva” y ganador del segundo lugar del III Concurso Internacional “Revista Hybrido” Modalidad Poesía. Ha dirigido vía blog, un espacio radial de poesía llamado “Una voz en el abismo”. Actualmente dirige la revista literaria de alcance internacional Delirium Tremens. Su trabajo creativo se encuentra en revistas literarias tanto físicas como digitales. 




Quiero escribir con sangre y sólo salen lágrimas. 
Las lágrimas son transparentes. Nadie ve. 
Xavier Echarri. 

Cada persona es un mundo. 
Esperemos que no sea este. 
David González 


HURTANDO HUMANIDAD 

Los hombres buscan una flor celeste 
bajo las piernas del Uranio. 

El camaleón se esconde en las pupilas de 
camellos rastreros y malolientes 
abandonados a su suerte por Irak. 

El desconocido tiene derecho sobre ti 
y te pisa, 
pero es libre 
por un dólar que escribe miseria en Inglés. 

El espejo se confunde de rostro, 
las sombras desaparecen desunidas 
cuando se oyen timbales de guerra. 

La guerra de no sé. De comerme tu aliento tal vez 
y expandir mi mercado internacional, 
reírme de tus lágrimas 
y hacer máscaras falsas para pulular por la ciudad 
donde se ha explotado un perro ciego y herido. 

Pues esconderán sus palabras en el honor, 
y los niños soñarán con ser soldados 
y ver morir al hermano 
que ha compartido el pan en silencio. 







AMÉRICA (LOS HIMNOS OLVIDADOS) 

En las esquinas he visto extinguirte. 
Atrapado por los semáforos y las manos 
de metal 
he oído un grito en tu mirada pálida 
mendigando un sueño a las fábricas. 
Tus piernas se han hundido 
en la miseria de los postes. 
En un agujero de fuego 
tus ojos desnutridos se han olvidado de que existes. 
Son las banderas sangre entre los pasillos del alba. 
Son esquinas interminables de 
compradores de cuerpos, 
son niños destruidos hechos hombres fantasmas 
felices por un sol gris. 
Sus bocas están heridas, son dos en uno, una sola sombra, 
cadenas que suenan a monedas vacías en los bolsillos, 
esclavos de las habitaciones 
esclavos de los cuartos de hotel. 
Tu rostro sin nombre 
pesa, 
has dejado en un espejo la alegría 
en un arenal la Fe 
en una canción el sueño 
la ceniza ahogada en el río 
quebrada como una ventana en los suburbios. 






LOS MONSTRUOS 

Entre formas ajenas que van a morir a un árbol orinado 
por los perros 
la alegría de las corbatas 
nos han quitado el nombre, 
han violado cada uno de los años 
con sus botellas rojas y sus ojos amarillos en la piel. 
La multitud 
se esconde en un burdel, 
la calle se enfría 
las máscaras ametrallan con su hambre 
desgarran la carne de un cisne inocente. 
Y el sueño, un musgo delante de los letreros, 
pingüinos que cantan en las márgenes del silencio 
lágrimas de arena 
una voz de papel. 
Y tu corazón se vende 
a los insectos de la capital 
en un puente, 
hecha un banquete para las arañas. 






CANCIÓN DE CEMENTO 

Hay restos de mi figura y ladra un perro. 
Me estremece el espejo: la persona, la máscara 
es ya máscara de nada. 
Leopoldo María Panero 

Miramos a los perros 
a los gatos 
y entonces sus sombras 
nos llevan a las esquinas 
y sólo una adelgazada nube de humo blanco 
nos contenta. 

La felicidad, me dicen que existe 
si miras por las discotecas 
detrás de 
dos jóvenes 
dopados y apunto de vomitar. 

La ciudad es un imán 
y cada poste de luz una tétrica mentira. 

Mis ojos palidecen y se enredan a una 
sorda cicatriz que se vuelve a abrir lentamente 
rasgando la tierra violenta que bebemos 
mientras fugaces estómagos curvos 
giran alrededor de filudas aves urbanas y con cuerno. 

Estoy con la cara roja 
y mirando todo como un triste objeto 
mientras mi corazón es degradado 
por las últimas luces de neón reflejadas hacia la luna 
que siempre estalla en el olvido. 






ESPIRAL 

cariño, hubiera querido mostrarte cada roja 
columna que yergue mi piel 
quisiera desafiar 
los abismos con mi sola canción 
con mi solo límite, una línea que arde. 

El obstinado reflejo de la luz 
Tus cabellos canos la fuerza que hereda el sol. 
Cariño, tus labios no son tus labios. Ni los míos, míos. 

Las pinturas del cielo se alzarán 
Como rocío derramado sobre tus pies. 

No hay razón para brotar 
Tu perfume en las paredes. 

Cariño, soy un deudor de tu espesa sombra 
Porque así no exista 
Necesito correr tras el fuego 
Que extraviaré... 




ESTE ES EL AMOR APRISIONADO 

La blanca mejilla de tu rostro 
bajo mi sueño te atan con mi caminar. 

Estas allí, bajo la aurora esperando mis palabras. 

Quiero desnudarme ante tus labios, 
no quiero despertar sin tu perfume, 

sin tu sombra a mi lado. 

Las calles me repiten tu voz. 
Todas las aves me reflejan tu cuerpo 
que inunda mis pupilas. 

Pero el amor 
siempre bajo una flor desconsolado 
te busca entre los días 
bajo el vestido de la luna 
bajo una pequeña quemadura 
se pierde en un laberinto 

Tu silencio lo tiene 
prisionero. 





DÓNDE ESTAS 

Busco la nieve, encerrado en mi habitación 

reviviéndote. 

Busco sin forma tus labios albinos 
en esta atmósfera plana y desgarrada 
desnudando tu pecho llano, 
bajo las tétricas formas de la mar 
recordándote. 

Me pierdo por los espejos 
por las playas rojas estirando bajo la espuma mi 
grito desesperado, 
fábula interminable 
que se extravía por tu neblina, 
y mi habitación que se desprende 
de sus cinturas 
y de los albatros que se incendian 
bajo la hoguera del olvido. 





CAFÉ COMPASIVO 

Tu espalda es mi poesía. 

La noche decrece es ahora más anciana 
y las caricias inútiles. 

Son sólo reflejos mis amigos, tenues moscas 
disolviéndose en mi café. 

Cuando siquiera esta último bramar de mi soledad 
te toca las mejillas 
te esconde entre sus últimos lamentos, 
sonríe desesperado. 





EL TERCERO 

Dos palomas se visten con tu silencio. 

Has despertado 
tus ojos se desnudan a la soledad de la mesa, 
el silencio otra vez. 

Es 1945, es un día como hoy 
tal vez habrá una noche y estaremos juntos 
sin tristeza 
Quizá sea 1945, y no alguna de sus horas 
que se suicidan en el hambre, 
o las otras horas que se sientan sobre su propia sombra 
y esperan. 

Dos palomas con tu silencio, 
las horas que se sacuden con nuestra sangre 
donde no hay manos 
sino mutiladas palabras sin sentido. 
Has despertado 
con otro día por recoger. Las ventanas al mundo, 
donde es muda la tierra. 





NOCTURNO DE NORMANDÍA 

Cerebro dormido 
naciste sin sueños 
viste la cara de la luna despintada 
el cuerpo de las hierbas pulverizadas 
de las miradas cantando de pie. 

Del campo recuerdo la sonrisa desnuda de crueldad. 
Eran amigos sordomudos 
los que se fueron a morir sobre ahogados tanques. 

Aquellos ojos llorosos bajo las trincheras 
el humo de las fieras 
desgarrando el silencio. 

No los dejan en paz. 

Sus arrugados cuerpos de acordeón 
sus trajes blancos en el pavimento 
vagan por las calles desunidas, 
por un barco que los trae 
para soñar, con los que quedan. 





FARÁNDULA 

(¿Y?) 

Sin confirmar 
negué que era un perro 
o un loro 
o un suri 
pero cuando besé a una rana 
no pude 
convertirla en una bruja 
o en un caballo 
o en un trasbordador espacial 
para irme a Plutón 
a hacer un Pic Nic eterno sin los 
medios de comunicación. 





EL VIOLINISTA


Tú eres la tercera sombra 
que no sirve de nada. 

El sonido de tu violín en el vacío 
rasguñando el viento de una cárcel de cartón. 

El fantasmal eco de tu violín 
nadie lo recuerda. 

Eres el tercero de dos hombres. 

Eres el cuarto ojo de una mosca. 

Es tu lugar. No te imagines otro. 

No puedes detenerte 
sangran las dos últimas sombras 
y te quedas solo 
y con una conciencia ajena que te golpea el rostro 
para siempre






EL SECRETO DE ESCRIBIR 

Tengo que escribir sobre una lucha 
y amar sobre todas las cosas. 

No puedo crear ante la luna que se incendia de dolor. 

No puedo dormir ante la máscara de espanto que se asoma 
a los rostros de cartón que se venden por un 
simple plato de arena. 

Tengo que escribir sobre una batalla feliz 
y furioso 
amar. 

No puedo crear un nuevo murmullo en las flores. 

No dejan acercarme tus latidos. Despierto. 

Tengo que quejarme y levantarme cruelmente 
por un lamento que no termina de crecer. 

Y sin sentido, amar. 





ENA-MORADO


A la fuerza, digamos, 
tenemos la materia en nuestras manos 
y volvemos a nacer sin ojos. 

Encarcelarnos 
en una jaula para pájaros, abrir las alas, 
querer volar 
mirarnos a los ojos. 

Espléndida, digamos, 
colgar su foto en el mostrador 
hacerla mía 
y de cambiar de nombre 
cambiar de cuerpo 
y abrir la jaula. 

A la fuerza, digamos, 
es simple amar 
cuando ya 
no es necesario llegar hasta el final. 





INMANENCIA


Te dieron poder 

Inmanencia plumas 

Te dieron una piel para no sentir 
la avenida 

Para que puedas correr, sin entristecerte 
con la miseria que nos asfixia 

Te dieron voz una costilla 
huesos 
carne un corazón 
te quitaron las lágrimas 
pobre 
míseras lágrimas arrastradas 
por las calles. 

Todos lo saben 
todos te ven 
te dicen que hay una vida mejor 
más cálida 
fuera de tu piel, fuera de tus huesos 
de tu propia ciudad 
un campo inmensamente 
vacío 
y rosado que jamás creerás. 






PUERTO DE ENTREGA 

(la costa verde) 

Un policía mira el cadáver 
y controla su asco hablando por su radio. 

La gente traga moscas se acercan al cadáver. 
Mover las piezas de ajedrez; una roca manchada de sangre. La tristeza. 

La gente alrededor se baña con su sangre verde 
embarrada de desperdicios 
y en su propia inmundicia 
comiendo la sal, un fajo de basura, objetos no identificados, 
y haciendo de una botella de cerveza 
un monumento de arena, aún más basura. 





PAÍS CONFUSO


En este país 
puedo cargar un arma 
y matar al primero que se me acerque 
a pedirme la hora. 

Puedo seguir a los leones 
y castrarlos sin sentirme culpable. 

Puedo descansar entre basura 
y beber Coca Cola hasta morir de sobredosis. 

En este país se puede cambiar de nombre. Desnudar 
a una mujer con dos soles. Babear, sin limpiarme la cara. 

Puedo destrozarte la cabeza 
quemar tu casa y presenciar muertes 
sin sentirme culpable. 

En este país puedo 
ser 
un 
hombre 
y también un presidente analfabeto. 





AUSENCIA


Quizá detrás de una piedra o de un recuerdo 
podré esconder cada imagen de tu rostro 
cada posición de tu sombra. No cambiarán las calles 
pero se perderá tu perfume como palomas blancas de mis manos. 

Dejar de entender la razón de un caminar 
dejar de ver a las aves volar por los cielos 
y volver a ver el cielo 
e imaginarme dormido sin ti; 
realmente caer. 

Por desgracia no puedo esconder mi corazón 
por desgracia no lo puedo dejar sangrar acariciándote en nombre del olvido. 
Mis ruegos son campanas 
mis lamentos el silencio de los vientos 
y sólo una palabra que me deja desnudo y desarmado 
me atrae hasta lo más lejano de ti. 

Un poema desgarrado que no termina de escribirse 
en nuestros corazones. 







GRIS: Ruta de Poeta
GRIS del poeta Paolo Astorga

Por Ursula A. N. Podestá Sánchez & Orlando V. Bedoya Pineda


“… si es verdad que soy poeta por la gracia de Dios ─o del demonio─, 
 también lo es que lo soy por la gracia de la técnica y del esfuerzo, 
y de darme cuenta en absoluto de lo que es un poema.” 
Federico García Lorca.



Uno.

Paolo Astorga es conocido como un joven dinámico, audaz   e incansable con la promoción literaria y las letras desde Lima hacia el mundo. Esto se refleja desde cuando era estudiante en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle –“La Cantuta”. Alma mater de este poeta prolijo, quien viese sus primeros trabajos, la dedicación a la enseñanza y el desmedido amor por la poesía así como a la Literatura.

Aunque en tiempos actuales, las políticas educativas están sufriendo cambios; también, muchas veces denosta a los docentes.

Paolo Astorga (P.A.), frente a este torbellino incierto y de inestabilidad laboral, brinda a los adolescentes y jóvenes que inician desde aulas, recitales; etc., el ejemplo de la disciplina, talento, sacrificio, y producción.

P.A. no se intimida frente a los riesgos sociales que sufre el país, no se rinde; sino más bien ama y construye como estudiante, como profesional, como esposo, padre, hijo; y como un personaje de las letras del s. XXI.  Realidades que hilvana con la fe firme hacia la poesía, la literatura y las letras; como respuesta de que se puede dar un cambio o mejora social a través de la cultura de las letras. Sentimiento que compartimos, y quizá sea una característica generacional.

Entonces, su quehacer poético, en general, se anuda a la problemática social, al entorno decadente, a la esperanza ácida del mañana. Su preocupación se alista a una literatura seria del autor con relación a la sociedad y a la poética; como el compromiso del “poeta negro”.

Mientras que, su obra en narrativa explora escenas pícaras, de ternura, de frialdad y de naturalización de comportamientos lúdicos y de riesgo para sus personajes. La ilusión, la cruda realidad, comportamientos recalcitrantes; frente al acto como caso, como libertad enjaulada, como amor en mesa, como ave en biblioteca.

A demás que este creador, es un dedicado promotor de poetas, narradores, ensayistas; así como de trabajos de reseñas, críticas. Trabajos que se reflejan a través de plataformas virtuales como en fuente impresa; y así lo evidencia la revista literaria de alcance internacional que dirige: Delirium Tremens. ¿Otra característica generacional del Perú?

Dos.

En esta ocasión nos entrega el texto poético titulado “Gris”. Y como exigencia crítica literaria, desde ya, el título, tiene diversas connotaciones y sugerencias, como función poética.

Entonces “Gris” nos lleva al símbolo del entorno geográfico de Lima, pero a la vez a la categoría existencialista de Unamuno, Heidegger, Sartre; y más cercana a las poéticas de los poetas malditos de Francia, y los neologismos como las correspondencias, “el gris” color connotado por Verlaine. Pero este gris, a la vez se inmiscuye en las venas del hombre y la sociedad, en el paso incierto, en la duda, la rutina, en el hartazgo, en el miedo, en el desvarío, en la decadencia, inseguridad…; aunque también al estancamiento y a la “comodidad” de jerarquías sociales.

El texto de P.A. está integrado en una espiral de cinco apartados (Placer, Culpa, Apariencia, Después del Balazo, Parir Nuevamente); y teniendo de pilar la suma de treinta y cuatro poemas (con sus respectivos títulos).

Su estética, se concentra en el trabajo pulcro de los apartados como balotarios, en donde los títulos de cada poema fortifican la estructura temática y enriquecen semánticamente al poemario en general, recordándonos así al poeta negro, Antonin Artaud.

Por lo que, la voz del poeta se encumbra bajo la música airada de la moral dolida, la ironía, la sentencia…; donde los valores de la verdad, y del amor evitan las máscaras. Esta es la espina dorsal de su poesía conjugada a la belleza del verso libre con matices sórdidos y nublados. Es un canto lanzado con grito de fuego o claxon, grito de afiebrado espacio suburbano, muelle y metrópoli.

Tres.

El apartado Placer, reúne cinco poemas, cuyos títulos segregan al acto indefinido y convulso de la ansiedad.

”El abismo es para después”, ubica la desconfianza, luego como segundo acto la decisión; y por último la consumación de lo inevitable, la desvirgación. Pero hay que añadir que la maestría versal de P.A.  se encuentra en que lo sugiere.

“Aproximación” manifiesta la desnudés de la vida difícil, merodeados por dos aves gigantescas como la depresión y el suicidio; en una cotidianidad cruda. Aunque esto no aleja al placer, sino más bien lo facilita; a través de la conciencia de que la cultura es artificial, y por ende, hincha la idea de transgredir sus normas por parte de la colectividad como acto natural.  He ahí el poeta, como queriendo salir de ese útero, como si quisiera renacer y salir de esa burla social decadente de facilismo y embrutecimiento de pautas; quiere salir y para ello tendrá que acuchillar la niebla, que no es más que la realidad; con miedo a no encontrarse nunca más (¿poesía como camino?, ¿poeta poseso?, ¿poética del poeta?).




“Sólo falta la zozobra de los días
la rúbrica indecencia de las horas y los amaneceres
hace falta cuerpos etéreos tiritando su indecencia por los puentes
culminación de los adioses
un día común para violar la culpa de los relojes
las metáforas sumisas después de la huida de los témpanos de la memoria 
un día sobre el engranaje de palabras precisas
exacta canción baldía
monumento de piedra para el ahogado corazón del desaire
aproximación de siluetas perpetuas
libertad creadora de pecados húmedos
penetración, delirio, mutilación,
un beso restringido
primera sangre mutua
virginidad desfasada en deudas
burocracia de himen y letra muerta
hace falta el morir abriendo los ojos 
hace falta el azar de la piel fragmentada en miedo
transmisión de caricias levemente tiernas
holograma de nuestra última celebración,
nuestro recuerdo en filigranas
mientras acuchillamos la niebla 
hasta perdernos para siempre.”




“Delirium”, encumbrado poema, nos confirma el sentir existencial, como sol o como fantasma; aunque el dolor se agrava, y el sentimiento hacia la sociedad es de manera gótica y burda, renace el placer en su más alto grado: lo “hipersexual”. Es así que, ello fabrica al hombre en acto de gozo sólo para desvanecer en el sueño o ¿en la saciedad?

“Hilachas a mil”, es la representación de la ilusión y la realidad, donde la postmodernidad se encarna como desvalidador de las palabras (lo más preciado entre los hombres).

“Sigue”, desde el título, es la exaltación de lo irrefrenable; que, se mimetiza al secreto y a la cobardía como gozo. Es la histeria misma de la mentalidad en crisis social.




“Pero más inútil me hago con el tiempo
más intrascendente y agónico
sin embargo lacerado y furtivo es el placer
de lo que frecuentemente sobra y continúa
imprecisa intuición cuando voy a tirar mis últimos restos
al mar y entonces me nacen nuevas alas y nuevos tambores
nueva rabia y posesión
otra vez todo se erecta en mí
y los colores existen
el sonido y los espasmos y a la mierda el miedo
siempre el miedo
el miedo
y un millón de explicaciones más
para negar que soy un cobarde
mientras gozo.”




El segundo apartado, engarzado al primero, es Culpa (con 8 poemas). Que nos acerca sin más al remordimiento y al morbo.

“La hermosura de liberarnos de la presión después del trabajo es una patraña”, ubica al lector a un duelo moral y de contemplación; que, después del placer nada ha cambiado. El rostro de la culpa se transfigura en la descarada rutina.

“Muchacha camina en círculos “, lo grisáceo alude a la prematura vejez; donde el cobijo del amor destruye al cuerpo juvenil. En donde lo ruin y la virtud se encierran en una alcoba junto a situaciones delicadas, como destellos de la realidad; configurando así, la elección de vida.

“Noticia antes de terminar la noche”, es la angustia como rol comercial, atiborrada a la condición humana y al esfuerzo de sobrevivencia con la razón equívoca, con pasión, como acto animal; enjaulados de incertidumbre. Aquí, y en otros poemas, lo gris se manifiesta  encarnado en la ceniza.

“Quien ama se contenta con el placer de los últimos minutos de su reloj, pero algo más quiere”. Poema que confirma los títulos reflexivos y ácidos de los poetas negros. Los versos en general recrean lo inconcluso, aunque hay indicios de un hermetismo como letrero. A especie de art poética, el poeta nos sugiere el salir del romanticismo, y brincar al vitalismo. Y aunque la batalla es ardua, existe un muro, que es traslucido y que sólo deja impotencia al no poder atravesarlo. Construyendo, así, al recuerdo y los egos, que al final caen como consuelo estúpido de nostalgia.




“Liberarnos
y nada más liberarnos
hastiarnos de la belleza postiza de las palabras
y jadear y nada más jadear
el infierno como un laberinto erótico
tan conocido hasta el bostezo
alucinaciones de caricias certeras
y pensar que es para siempre
torpe mía 
cuestionar desde una ventana mojada por la lluvia
desde una luminosa infamia
y luego con la cara dura
sonreír
hacia la inmensidad
terriblemente condenados
terriblemente afanosos y ardientes
haciendo de nuestros cadáveres
conocidos nichos de estúpida nostalgia.”




“Canción del extinto”.  Es un poema que asume la vida para expresar el miedo a sufrir, a fracasar; en una realidad insolente que frustra con las tantas máscaras de la cotidiana vida en tragedia.

“Niña es encontrada muerta en su casa con una nota entre sus manos”. Alude, sin taras, la hipocresía social. Es una crítica a la publicidad descontrolada como reflejo del entorno, que arrastra a los niños y a la juventud a los rincones de los juegos sexuales, al pragmatismo de la soledad, del placer…; u otra forma de muerte a través de lo lúdico. Es la realidad suburbana, las condiciones de una metrópoli, la deuda social.

“Otra vez decapitada y a comprar una corona”. Aquí, el poeta refuerza la intención del poema anterior, en donde el ojo púnico hace morbo del aborto, y de la belleza de gestar vida; después de aprovechar  la inocencia…

“Cuarto menguante”, con matices simbolistas y herméticas contiene la relación mística de la vida y la muerte, las migajas de la memoria, el acero del sistema cultural, y la santidad como acto que no purifica las conciencias.

Apariencia, los poemas de este apartado (que son 9), no se alejan de este título.

“Apariencia”, hace que el gris se transfigure en un estadío, como es el limbo. El canto, es una queja de la utilización de la luz de las palabras en actos vacíos. Es decir, el poeta reclama el compromiso pleno a las palabras, o a los actos; más allá del “aparentar” las falsas normas y las falsas creencias.

“¿Qué puede hacer un murmullo sobre el abismo?”,  aquí, P.A., señala la falta de comunicación como problema naturalizado en los tiempos actuales, en plena era de la información, donde la soledad es más rauda:




“… 
Todo se lentifica 
adquirimos un cuerpo indolente
nos hastiamos de los abrazos, de los objetos deseados
bebemos fuego blanco y viciamos las palabras con ruegos
atendemos un teléfono que nunca suena
vivimos como insultando 
ardemos en una hoguera de presagios
y aun así
la agonía nos excita
a cumplir con la vida
a arrancarle la virginidad a la luz
y hacerla más pura 
eternamente pura
entre ladridos de perros
y voces que no dicen nada
sobre la aglutinada soledad…”




“Poseer”, es la envidia, la falsedad. Los actos saludables que pueden ser borrados por la historia e intereses individuales, donde las bajas pasiones se ajustan a proclamar y construir lo efímero.

“Jugando a ser divertido”, es sombra y espejo de los intelectuales de coyuntura, de los mercenarios de las letras. La tristeza del poeta convulsiona de compasión por el hombre y el mundo que avanza con zapatos de luto hacia el mañana, junto a la falsedad del hombre que se engaña a sí mismo.




“A mí no me interesa ya la tarde.
El baile se acerca.
Al mono se le caen los lentes 
y a mí los oídos mientras como una fruta amarilla y jugosa.
No interesa la tarde o parte de la noche
si no has movido tus ojos, tus pies, tu columna, tu trasero al mundo.
La llama ha de encenderse con la sangre inocente de un cuento para niños
No podré ver más que mis manos embarrándose en el piso
éxtasis de ya no volver a la insuficiente sonrisa de una barbie
éxtasis del paisaje que me desgarra los latidos afilados en el rumor de
                                                                                                         [voces            
que gritan sus tristezas digitales
la locura apedreada en el último rincón donde no hay más que decir
sino estirar el tiempo y no poder mirar atrás
el espacio que ha quedado sin final
bajo la frontera de los ojos alunados de primavera
la orbe abriendo su boca como mujer humeando por la niebla de zapatos
negros                   
                                                
la magia de retratarse ante el olvido de cíclopes
mordiendo un par de senos 
                     donados al sistema.
Ahora desvestida 
bajo la profundidad de un matorral
tu pecho es una pala
que cava su tumba lentamente y en silencio 
estallando una ternura tan postiza como 
tus excesos.”




“Mujer y varón”, se inserta al tema de género, como una discusión que envejece sin solución a ambos géneros; ¿distracción intelectualoide hacia las masas?

“Tartamudeo del lobo”,  es el poema que ubica a los falsos líderes.

“Ileso”. Poema donde la verdad lanzada a las masas ¿qué importancia tiene en estos tiempos actuales? Luego: ¿terapia?

“Creación”. Nos acerca al bosquejo del autorretrato poético. Rostro que se reconoce desde lejanos orígenes, hasta ubicarse frente a falsos poetas, donde se confirma, en reclamo, el compromiso hacia las letras.




“Cerebro sobre sangre 
mi cuerpo es un monstruo 
que muerde senos malditos 
atrapados en los tachos de basura del abismo, 
voces en forma de espinas 
atravesando a los gorriones 
una llanta, sueño, 
una llanta, columpio de los niños amarillos 
intentando nacer una sonrisa 
bajo el blanco pañuelo 
cayendo en medio de vampiros sordomudos, 
una muchacha recogiendo una manzana mordida, 
sólo la carne entregada al éxtasis de volarse las manos 
sólo la tarde 
como un recuerdo 
de calles mojadas 
por el aullar de perros malolientes 
tratando de lamerme las heridas 
y estas palabras eyaculadas en un papel solo y oxidado 
que ya llegó 
tan sólo para irse.”




Después del Balazo. Apartado que contiene 6 poemas.

“Gestos de labios que pueden ser siniestros en la noche”, nos enmarca en lo mucho que falta por hacer y no se hace, en el espejo del hombre en una condición social de autómata.

“Para desvestirse todo”, es la semilla lanzada con el anhelo que florezca el ánimo de rehacer (lo más preciado como lo más vil), y así sentir al mundo con el extrañamiento, como algo nuevo. En este poema, al estilo simbolista ruso, alude a la “muerte” como otra forma de nacer. Aunque la realidad es dura para desencadenarse hacia una mejora de cambio.

“Órgano oscuro, sangre invadida”. Algo gótico, al estilo de E. A. Poe, el poeta persevera para no perder su espíritu, y esa imagen se encarnará en una muchacha que bien puede ser una musa, la poesía, o un fantasma; esperanza de ruta para no envejecer ni ser enjaulado.

“Representación de inercia”. Todo acto tiene su precio, es la consigna en este poema. Es la batalla que evita que los sublimes anhelos ingresen en la estructura de la cultura.

“Junto al manicomio”. Durante toda pugna emergen sentimientos de luz, como oscuros. Es así que la duda, el temor…; tratan de resquebrajar el compromiso del poeta como humanista. Aunque el poeta, a través del amor, la libertad; y,  la literatura; realiza y confirma su elección de vida hacia estas últimas; incluso lejos de sí mismo.




“Intento dar explicaciones 
Dar la cara a todos decirles que la inocencia 
Es el erotismo de las palabras mientras nos crece la vergüenza 
Y seguimos dormidos mientras nos violan sin control 
La luz me ha abandonado miserablemente 
No tengo más conciencia que la que me ha dado la inutilidad 
Entonces me enamoré de un cuerpo que fingía ser un cuerpo 
Me enamoré de un nada más y quédate allí 
Pensé en la esperanza mientras los gusanos 
Se comieron mis ganas de decir algo cualquier cosa 
Preferí entonces alucinar 
Copular contigo en la incoherencia 
Llegar hasta donde todo se desprende 
Aguardar de ti algún cumplido 
Que el mundo se haga caricia o puñalada 
Pero que empiece la música pronto 
Que empiece la música pronto 
Y mi alma no desee estúpidamente regresar 
Hipnotizada por la exacta pulcritud 
De lo que nunca será merecido 
Sino hasta reconocer lo podrido en el dolor 
Mientras sencillamente se coge un corazón cualquiera 
Y se lanza lejos, lejísimos 
De la memoria 
Y de la culpa.”




“Aunque estalles mil veces”. En este poema, el gris, se manifiesta como el color de las tumbas. Es así que la libertad, como acto de discurso o creación, debe reventar las máscaras, hasta que emerja el rostro verdadero de los humanos.

Partir Nuevamente, es el último apartado que (contiene 6 poemas). Hace de fin de ciclo y de reencuentro con el poeta en su arduo camino por el “gris”, y así volver a empezar.

“Nos cae el mundo como si fuera el último día”, a especie de monólogo, el poema se hace tierno, confesional, desgarrado; y así el poeta reinicia  su camino, reconociendo las rutas, y sabiendo evitar las caídas.

“Retorno a un jardín muerto”, aquí Paolo Astorga, sabe que tiene que ir en busca de un lenguaje más allá de las correspondencias simbolistas; es decir, es un atisbo de que el poeta está en busca de su voz, de una poética nueva. Por lo tanto, el poeta no sólo batallará en lo visible, sino en lo invisible, en el camino metafísico, pero siempre atado a su sentir humano (los sueños y el dolor), que es lo único que lo identifica como ser vivo y creador.

“Nostalgia de una señal perdida”. Representa el camino lejano, el destierro…

“Seguir escribiendo después de la sangre derramada”. Continúa el camino del poeta, pero esta vez como ruta de iniciación, más allá de los ideales y el frágil corazón; tratando de pintar a los abismos islas de cielo.

“Discurso del pusilánime”, al estilo mesiánico, el poeta anuncia su retorno desde la muerte; y el continuar  de su camino hacia el “algo”.




“Estoy absolutamente solo
con la tapa de los sesos reventada
apesto a muerto
pero he de seguir
mi ternura es multa
droga de los días de la misma sinrazón 
o quizá solo un ungüento para llenar los mismos obituarios
del olvido.

Estoy absolutamente solo
y no paro de vendarme los ojos
y creer sólo en mí y en la música y en la ventana atestada de moscas
y en tu vestimenta de alondra psicodélica y en tu nave de metal oxidado 
y en tu sombra y en mi sombra sobrando explicaciones
y en la luna asqueada de inútiles mutilaciones 
y ser disfraz en cuerpos desmoronándose
y ser lo que se alcanza al incendiarse las manos y escupir furioso
sobre algún lugar del universo
y decir 
vamos
vamos
vámonos.”




“Última coronación”, es la adquisición plena de conciencia del poeta y de su circunstancia. Es así que, aparece una revelación: el “gris” existe en todas las dimensiones. Pero, el poeta nunca debe ceder a la quietud; sino, siempre avanzar.

“Agárrate bien, entrena tinieblas y arremete
el amanecer castra y ya no hay fuerza
o intestino sideral del mundo absorbido en un trago
esto es magia de úlceras y ungüento de voces urgentes
engendro final de arropados sueños
nadie susurra plegarias de colectividad solidaria
manos y fantasmas apenas
oscura ofrenda de licuación interior
y mírate ahora codiciando el mismo color que todos deseamos
brillantez de búsquedas sin encuentros
olfato atroz del humanoide que vive de ti y palabrea
y palabrea y danza estúpidamente y hace chistes y conmueve
mientras tú sigues en la cuestión de preguntarte a cada cinco minutos 
o cada vez que la belleza te dice vamos hagámoslo
y no hay temor
sino para qué vives si igual vas a morir en medio de orines 
y puertas quemadas
corpus del miedo a vencer la ignorancia de tus alas eternas
y la misma motivación que aunque te tomes y te destripes apasionadamente 
lo gris que es gris siempre seguirá siendo gris
todos los días.”

Cuatro.

En la poesía de este nuevo libro de P.A. se anuncia la decadencia, la batalla por la mejora social, la lucha interna del poeta en contextos de postmodernidad o tradición. El camino de elección es su horizonte y fortaleza. Aunque los ideales, como educador, hacen de su moral la inmensa estrella de esperanza de que todos deben y pueden recibir las  mismas oportunidades. En ello, se manifiesta una gigantesca utopía, la construcción de una sociedad con conciencia a través de las letras, en este caso la poesía (que no es extraño en los poetas de esta generación que emergen desde el año 2000); para que se evite el exceso del placer, la culpa, la apariencia, la muerte…; el gris. Y más bien, que germine la elección de vida; no sólo de manera individual sino en un devenir de familia, de colectividad, de humanidad…

Este poemario, entonces, se une a la voz de muchos de los poetas jóvenes que exaltamos el retorno del poeta a la sociedad.

Felicitamos a Paolo Astorga, por reafirmar y compartir con su obra nuestro compromiso con las humanidades y las letras, en estos quince años que cumple la revista y sello de creación literaria Enroque y más Versos. Además que Paolo integra, desde ya, a los poetas trascendentes del Perú, y que este, su verso, se hace valioso para entender la mentalidad del s. XXI, por lo que nos es un honor y satisfacción su amistad.

Éxitos y reconocimientos, para el poeta y su canto que confirma el camino que ha elegido.



Ursula A. N. Podestá Sánchez. 
Orlando V. Bedoya Pineda. 
Investigadores, críticos, poetas, escritores, promotores culturales, 
editores; desde la ciudad de Arequipa.

Arequipa, 13 de febrero de 2014.



Título: Gris.
Autor: Paolo Astorga Requena.
Editorial: Enroque y más Versos.
Ciudad: Arequipa-Lima.
Año de publicación: 2014. 

Género: Poesía.


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