domingo, 5 de junio de 2011

3892.- PABLO GIORDANO


Pablo Giordano (Las Varillas - Argentina -1977) publicó en los suplementos culturales de los diarios El Especial de Nueva York-Nueva Jersey, La Voz del Interior de Córdoba y Perfil de Buenos Aires, entre otros. Ha publicado en revistas de Argentina, México, Cuba, Estados Unidos, Portugal, Brasil, Perú, Colombia, Venezuela y España; entre las que se destacan: Punto en línea (de la Universidad Nacional de México) yAlex Lootz de Madrid. Integró las antologías: 25 ciudades. Las mejores lecturas de verano de La Voz del Interior (Universidad Católica de Córdoba – 2007) y Es lo que Hay. Narrativa Jovén en Córdoba. (Babel Ediciones – Córdoba – 2009), entre otras.
Publicó La Felicidad es un Gordini (Textos de Cartón - poesía - Córdoba 2009) y La Muerta (La Propia - cuentos - Montevideo 2009) Sus textos fueron traducidos al inglés, portugués y serbio.




amanece
en lo viejo de la plaza
abrazo las ventanas
les doy de beber a los manteles
baño de luces los muebles

otra vez no tengo qué hacer ni qué decir

voy a comerme de un bostezo
la vía pública









corro descalzo
sin moverme de mi cuarto

a mi lado
el frío se come un perro
me mira de reojo
espera
relame los huesos
los estudia
les arranca lo que queda

(el problema es que siempre quise decir nada)







LA CIVILIZACIÓN

nuestra guerra fue en los yuyos
soñando captar
las alas rojas
o fucsias
de las langostas

trepar a los techos
para ver el futuro
las líneas marcianas cruzarse en las llanuras

a lo lejos
el hombre construyó la civilización
la muerte de los padres

las nubes del atardecer en el horizonte
como montañas nevadas
anhelaban animales del frío
trepando las laderas
o rutas
surcadas por camiones

vivíamos en un pueblo donde
los vecinos
se ahorcaban en los árboles de la vereda





GÜERO BAR

las patas de las sillas apuntan al techo
estacas de una aldea esperando
sus decapitaciones

somos
fantasmas del vacío
migas de luna
lagañas

restos de olvido en los vasos







La noche es una señora con calmantes
deshace las camas y ensucia los vidrios
tira un colchón
y duerme con los perros

hay una organización de faroles
que ama literalmente a las nubes

de vez en cuando alguna casa
abre un ojo y lo cierra enceguecida

seres extraños
realizan partos a los mármoles
se oye cantar a un muerto
—una vez un niño se murió de alegría
sacándole jugo a unas piedras—

animales raros que quieren ser perseguidos
trepan árboles y ríen

deambula un temible señor viejo
que quiere enseñarnos
dulzuras espeluznantes

me detuve a ver los alumbramientos
el inconmensurable ejercicio de los climas
las luces tenues

parece el pueblo una cabeza que sueña
una almohada con perfume maduro
vida sabia lavándose las piernas

perdoname sin gracia
como quien tira un carozo
al fondo del ropero
perdoname despacio
con silencio de gruta

y abrí el ataúd
para que el loco huya
el silencio es
presencia deshidratada
el agua de la primera palabra y las que siguen
no justifica la vida
la mistifica

más allá
se despliega completa una llama
desde que nace
es un reino tranquilo
interpretar mil veces
la misma foto distinta

afuera
pastan los árboles la noche acuosa
el mudo aprende nuevas eremitas
insomnes y felices ante el viento
no diremos nada nunca y para siempre
amanece
en lo viejo de la plaza
abrazo las ventanas
les doy de beber a los manteles
baño de luces los muebles

otra vez no tengo qué hacer ni qué decir

voy a comerme de un bostezo
la vía pública





Poemas enumerados


38

no nací ayer ni hoy sino mañana
tampoco vengo ni voy ni se me da la gana
no como a los poetas las alas
otras cosas me pesan.


39

recuerdo radios nocturnas pobres
una habitación prohibida

el mundo estaba ya
hecho y habitado
para mí solo quedaba
el miedo
la espera
el espectáculo de ser

nunca tendremos la altura exacta de una puerta.



40

Y pensar que mientras como esta hamburguesa
trescientos cables secuestran algún cuerpo
y por trágica extensión, a su familia
un puñal penetra la hora delgada
revuelve las razones de la vida
alguien muere
pero también alguien nace y llora

Una pollera demasiado corta
levantada por el viento otoñal de Lisboa
decide el futuro de un microbio

pensar que mientras escribo poemitas
es imposible que una mujer
escape de su novio muerto

un farolito
quema pétalos de tulipanes en Mongolia
en algún lugar
alguien descubre la dulzura de la ausencia
o el camino atiborrado de perezas

pensar que pensar
pone luz sobre todos los bosques
que jamás comprenderemos.


54

he aquí todos mis nervios
y la noche que los mira anonadada

si no basta toda una vida
tirada a la basura
basta ser la vida misma

porque no es más que una lluvia
aunque los hombres se mojen
y se quejen


65

ojos negros
labios dadores
jarrita de leche
vamos a dejarle el pasto a los camellos
debe concluirse lo irremediable
para que comience lo resumible.

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