sábado, 15 de noviembre de 2014

CRISTIAN PAREDES [14.022] Poeta de Chile

CRISTIAN PAREDES

Poeta. Nació en Calama, en la Región de Antofagasta, Chile el 8 de diciembre de 1978. Participó en los Talleres “El mundo en movimiento” (2003) y “Aullido” (2004), en la Universidad “Arturo Prat”, de Calama, que dirigió el poeta Aristóteles España. Estudia Pedagogía en Educación General Básica en la Universidad de Los Lagos, sede El Loa. Ha participado en Encuentros Literarios en el norte de su país  y es coautor junto Katty Araya  y Claudio Andrés Sánchez del libro “Estiletes, Crónicas del Bien y del Mal”, (Antofagasta, 2007), recopilación de la obra del profesor y cronista de esa región, Samuel Muñoz  Mayorga.  Actualmente trabaja en la biblioteca pública Nª 220 de su ciudad. El año 2006 publicó su libro “Serpiente de agua” (Ediciones Aullido, Calama).

Poemas extraidos de la página revista LA PATA DE LIEBRE, Chile.
Director: Aristóteles Espana - www.lapatadeliebre.cl/ 



VIDRIOS

Cristales huesudos
nacidos del fuego y los elementos:
cortantes, ceñudos,
deformadores de rostros.

constelación de infinitas posibilidades,
cuando el vítreo dormir
de moléculas
in-so-lu-bles se hace
cómplice de mis ojos.

de arenisco nacimiento,
de la muerte quebrada.

¡arrogante pedazo de cacharro!

¿es  borde filoso lo que hay que pulir?

talvez la mancha que empaña
al incoloro maquillaje.

frágil aspecto del arma
improvisada

¿intentas semejarte a los hombres acaso?



 HERMANA DE AGUA

la sierpe se desliza,
lento hacia el océano,
jamás descansa,
nunca se detiene,

-¡soy hermano del reptil!-,
hija de la montaña,
madre del valle “yalquincha”

a un costado de Calama; llora.

nos embriagamos juntos
de desolación.

ella; sufre contaminada
por todos sus hijos
y su peste.

yo; solo por ayudarla con ojos
a humedecer el desierto.




LA FIESTA

salten las lombrices hacia los charcos,
bailen las cucarachas
al ritmo rojo del jazz alacrán

¡viva!

la sangre alucina de vigor y jauja
danzan las cañas doradas de día.

¡luz!

es solsticio vernal,
nacerá la vida
amaos todas las bestias.

se inicia el circulo.


TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de Antonio Miranda


VIDROS

Cristais ossudos
nascidos do fogo e os elementos:
cortantes, carrancudos,
deformadores de rostos.

constelação de infinitas possibilidades,
quando vítreo dormir
de moléculas
in-so-lú-ve-is se faz
cúmplice de meus olhos.

de arenoso nascimentos,
da morte quebrada.

arrogante pedaço de vasilha!

é borda filosa o que há por polir?

talvez a manha que embaça
a maquiagem incolor.

frágil aspectos de arma
improvisada

tentas acaso assemelhar-te aos homens?




IRMÃ DE ÁGUA

a serpente desliza,
lenta para o oceano,
jamais descansa,
nunca estanca,

—sou irmão do réptil!—
filha da montanha,
mãe do vale “yalquincha”

a um costado de Calama; chora.

nos embriagamos juntos
de desolação.

ela; sofre contaminada
por todos os seus filhos
e sua peste.

Eu, só por ajudá-la com olhos
a umedecer o deserto.



LA FESTA

saltem as lombrigas nos charcos,
bailem as baratas
ao ritmo rubro do jazz lacrau

viva!

o sangue alucina de vigor e fartura
dançam as canas douradas do dia.

luz!

o solstício de verão,
nascerá a vida
amai todas as bestas.


se inicia o círculo.





LA SERPIENTE Y LA POESIA
Libro "Serpiente de agua", poemas de Cristian Paredes, (Ediciones Aullido, Chile, 2006)


Por Aristóteles España
Mayo, 2006


El mito de la serpiente en la poesía occidental tiene sus bases y contornos temáticos en Antoine de Saint - Exupéry, el autor de El Principito; en los cánticos lejanos de Isidore Duccase (Conde de Maldoror); y en Chile, los ecos de Rosamel del Valle o Humberto Díaz Casanueva aún resuenan en las serpientes del lenguaje y del tiempo. Poesía del decadentismo (precursor del surrealismo), la angustia metafísica de su poemario, instalado, en este caso, en el desierto más árido del planeta, es un canto a la soledad, al derrumbe de las ilusiones en un mundo que busca un camino que recupere utopías y sueños de un mañana mejor, especialmente para los desposeídos.

Su poesía, a ratos escéptica, es un paso desesperado por indagar en territorios prohibidos, en la bohemia metafísica y en la otra, en la carne que se corroe en el desierto chileno, lejos de los dogmas a las palabras y a los encantadores de reptiles que pululan en la fauna literaria. Sus textos están llenos de espejos de agua donde el hablante entra tambaleante y sale sangrando de narices.
"Serpiente de Agua" es un libro con referencias literarias a El Quijote, a la Antipoesía, al surrealismo daliniano. El resultado es particular: una síntesis con objetos perdidos, amores perdidos, que busca en imágenes que salen de sus dedos como cuervos mientras un peñasco rodea el entorno de una luna triste que el poeta observa desde Calama, su espacio cultural, con una serpiente, un pañuelo rojo, paquidermos fantásticos, nubes amigas llenas de extraños pájaros que susurran blasfemias por las calles y paseos de la ciudad desértica.

La serpiente es también La Muerte que asola por las noches vestida de señorita. Y un pretexto para revisar la historia contemporánea de su entorno a través de una poesía construída en los espacios vitales de su crecimiento y no en las bibliotecas ni en los libros de historia, a pesar de su formación literaria donde no deja nada al azar. Lector de los clásicos, de la poesía latinoamericana y chilena, este joven escritor se transforma de esta manera en un precursor de nuevos temas en el mapa literario chileno de su generación en el Norte Grande.

La serpiente del poeta es un río como El Loa. Fotografías de las dunas en la noche cuando las serpientes avanzan lentamente y observan la ciudad dormida, lejanos ruidos de insectos, música de cañerías al estilo de Bukosky, en los tugurios de la capital minera de Chile, esos lugares que sólo son visitados por fantasmas. El reptil se pasea por las cloacas de la ciudad en medio de un paisaje (al interior del texto) desolador; mendigos, ovejas metálicas, cajas de vino, almas en pena que vuelan por la plaza, cerca de la iglesia, del estadio de Cobreloa, de los edificios en construcción, de los miedos, angustias de los pueblos que aún no sueñan y esperan confiados un destino que nunca llegará.

"La poesía es una salva por el porvenir", como decía René Char. En este caso, Cristian Paredes dibuja un paisaje con todas las señales de un paraíso perdido; un rincón donde los sueños de futuro permanecerán intactos pero siempre en movimiento, ya sea para que llegue el polvo del olvido y los haga desaparecer o bien, los jóvenes de hoy y mañana los hagan vivir para transformarlos en túneles hermosos para que las pesadillas y los adjetivos del mal que acecha, se vayan para siempre y La Serpiente pueda descansar en el desierto por los siglos de los siglos.



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