Hester Knibbe nació en 1946 en los Países Bajos y en la actualidad trabaja como analista farmacéutico clínico. Como poeta, hizo su debut con su colección 'Tussen Woorden Gebaren en' (t: Entre gestos y palabras) en 1982. Desde entonces, ha publicado varios volúmenes más de poesía, entre ellos "Zwerfmotief" (2006, t: motivo Roamer). En 2001 fue galardonada con el 'Premio Anna Blaman' por sus obras completas.
Bibliografía:
Een hemd van Vlees
De Prom
Baarn, 1994
Een bittere navel
De Prom
Baarn, 1997
Een dunne duurzaamheit
De Prom
Baarn, 1999
Verstoorde grond
De Prom
Baarn, 2002
Lichtjaren: gedichten
Perfect Service
Schoonhoven, 2004
De buigzaamheit van steen
Arbeiderspers
Amsterdam, 2005
Twee Spaarne gedichten
Mercator Press
Santpoort, 2005
Zwerfmotief
Stichting CBK Zeeland
Middleburg, 2006
Fue música incluso en el momento
en que el enmascarado le exigió que compusiera
su canción de retirada a toda prisa. Y aunque
no quería, cantó; cantó
And my voice be still / as it was
before. Cantó, se hinchó los pulmones
y arremetió con If there is
a choice / let your mercy spill.
Hasta las lágrimas – no quería
pero debía y compuso y compuso hasta
su punto más desnudo: los huesos, compuso
sin parar mientras un temporal se contraía
en su organismo, compuso aun cuando una nube
penetró como la cal en su campo visual, compuso
hasta que ya no quedaron sino arañazos
hasta que calló.
(Con alusión a: If it be your will, de Leonard Cohen)
(título original: Een requiem)
© Traducción española: Diego J. Puls 2006
(con ocasión de una velada poético-musical en homenaje a Mozart, organizada por la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006)
UN DÍA ENGAÑOSO
Aquel día empezó con tanto
azul que salió el sol. Del cielo
cayó una cetonia dorada y en la playa
encontramos un perro que era de madera
de los de raza sarnosa que apartas de un puntapié
blanquinegro tozudo se había echado a dormir. Nosotros
aquella mañana nadamos hacia mayor profundidad y
aquella tarde escalamos una montaña. Había en la luz
un blanco que cuajó en fotos y extrajo
todo el color de las sombras. Al caer la tarde
de regreso junto al murmullo del agua y
hombres hojeando en sus vidas
bajo plátanos de azabache, nos tocó vivir
que el cielo mudara de color y las montañas a lo lejos
escondieran sus pequeñas taras detrás de algo
que olía a cavilación. El viento
se disipó en el aire, las golondrinas empezaron
a papar moscas, juntaron volando
las trizas del día y mujeres de
tacones domingueros abrazaron
sus bolsos. Aquella tarde no había
vespertinos así que por un rato
nadie tuvo guerras que leer, del cielo
cayó una cetonia dorada y pasó
alguien encorvado por la gota
de la vida, que saludó: sea paz.
(título original: Een bedrieglijke dag)
© Traducción española: Diego J. Puls 2006
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006)
CABEZA DE NIÑO EN MUSEO
Primero fui yo y después
mi figura. Mientras el maestro
me modelaba, yo jugaba.
Endurecido en el fuego, me volví
frágil y permanecí como de piedra
en la chimenea de mi siglo. Luego
llegó la hora de caerse
y de quebrarse; hecho añicos
también yo morí, desaparecí. Hasta que
en otro tiempo con mil
malabarismos una mano diestra
supo darme nueva vida. Pero
nunca quedé sano; atraviesa
siempre imborrable mi vieja cara
esa raya que jamás se olvida.
(título original: Jongenskopje in museum)
© Traducción española: Diego J. Puls 2006
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006)
TALÓN DE TETIS (*)
Aun los dioses, nacidos en cabezas,
se extinguen y se vuelven mitos.
Igual que nadie sabe interpretar la fuente
de la fuente ni decir después en alta mar: esta
agua fluía en las entrañas de la Tierra, aquélla
en lo alto de las montañas, así
fluyen mortales y dioses.
De modo que nada sé de mi
origen, casé con la Tierra, dentro
de mí creció un niño, cayó
de mí por fin, y yo
susurré: bicharraco mío, te
llamo, te sumerjo en la invulnerabilidad.
Me sonrió, me sujetó
por el talón al proferir mamá.
(*) La diosa Tetis, madre del famoso héroe Aquiles, casó con el mortal Peleo, lo que hizo que también sus hijos fueran mortales. Recurrió a la astucia de sumergir a su hijo Aquiles en las aguas del río Estigia para hacerlo invulnerable. Sin embargo, al sujetarle por el talón, éste no entró en contacto con el agua, convirtiéndose en su punto vulnerable.
A mi entender, en esta historia no se trata únicamente de la invulnerabilidad de Aquiles, sino también, y ante todo, de la vulnerabilidad de la madre. De ahí el título: Talón de Tetis.
(título original: Thetis’ hiel)
© Traducción española: Diego J. Puls 2006
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006)
ANTIMUERTE - 4
4
Anoche tenía un hijo, hacía poco.
Íbamos por la calle mientras
era invierno. Le había arropado
con guantes, gorro y saco de dormir,
abrazándole bien fuerte. Y cuando
aun así se quedó aterido completamente
le cobijé en mi piel, pero
se congeló; una película de hielo
le cubrió los ojos, la boca. Grité,
llamé a un timbre. Cogieron al niño
por muerto, mas cuando entró en calor apareció
a mi lado, de pie, consolando, grande.
(título original: Antidood - 4)
© Traducción española: Diego J. Puls 2006
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006)
ANTIMUERTE - 3
3
Con garbo él nos enseña la vida: coges
un día, te metes en él, te descuelgas
de lo que está
fijo, cantando tomas impulso. En un
ligero y palpante equilibrio
tu camarada cuerpo te llevará remando
a través del día que te envuelve
como aire y fuego y
agua. Esto es hoy
tu tierra. Luego lo atracarás
y lo contarás
salvando después.
(título original: Antidood - 3)
© Traducción española: Diego J. Puls 2006
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006)
ANTIMUERTE - 1
1
Al príncipe heredero de un viejo linaje
le acusan de pronto de proliferar;
demasiada división, reproducciones que
se adensan formando una niebla
telón que emboza las palabras y
la luz que se apaga, y alguien vio
que llevaba una bola en la cabeza.
No hay madre que crea que eso está
permitido; al príncipe heredero se le ha de
considerar por hogar y trono y
mesa festiva, para cuando el rey
esté viejo y sordo o muerto.
(título original: Antidood - 1)
© Traducción española: Diego J. Puls 2006
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006)
EL ARQUEÓLOGO
Quien no habla, deja que la historia en su interior
se petrifique, acaba tropezándose con ella, se hace daño. Entonces,
dice el hombre que sabría de antaño, entonces es
una palabra que debes aprender ahora. Entonces
vivía vive tenía tiene
un nombre un cuerpo, manos que ofrendaban a
por Dios. Tú vuelve palpando con pies y manos
sobre aquel sinnúmero de pasos y escucha
el eterno zumbido sanguíneo, presencia
roja turbia. Eso en otras palabras
afirma el hombre que señala el corredor
profusamente pintado del templo, conjurando
el altar en el punto de fuga.
(título original: De archeoloog)
© Traducción española: Diego J. Puls 2006
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006)
PERSÉFONE (*)
No fue él quien me raptó, fui yo
la curiosa, que por propia voluntad bajé
y dejé que me hiciera suya, casta. Así
ofrecí la casa a la muerte de forma
imperecedera. Mi madre no lo entiende,
pretende que baile para los segadores
en la fiesta de la cosecha, el verano
metido en la cabeza y en el
pelo. Pero yo también tengo
un lado de invierno, que busca las raíces
cavando más hondo, que va en pos
de los gérmenes en la simiente. Esto
no se contradice con lo que pone arriba;
quiero interpretar las fuentes
de lo que alimenta, de lo que ha de caer
en los brazos de los segadores. Así me pierdo.
(*) Perséfone es hija de Deméter, diosa del grano y la fecundidad. Fue raptada por Hades, dios del Averno, al menos según la historia oficial. En este poema dejo que hable la propia Perséfone, en una versión apócrifa.
(título original: Persephone)
© Traducción española: Diego J. Puls 2006
(con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006)
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