EMMA-MARGARITA R. A.-VALDÉS
Nació en Luarca (Asturias), España. Con tres años de edad fue admitida en el colegio de primera enseñanza porque ya sabía leer y escribir. Desde muy pequeña asistió a manifestaciones artísticas: conciertos, exposiciones de obras de arte, conferencias, etc
Tras el examen de ingreso, en Oviedo, a los nueve años, estudió en el Instituto "Eusebio da Guarda", en La Coruña, el bachillerato de los siete cursos, obteniendo Matrícula de Honor en todas las asignaturas y un premio literario por un ensayo sobre la obra de Cervantes.
Por enseñanza libre, en La Coruña, terminó Peritaje Mercantil, hizo los cinco cursos en tres convocatorias, con sobresalientes y notables. Se matriculó en Bilbao para obtener los títulos del Profesorado e Intendencia Mercantil, haciendo en tres años los cinco de la carrera superior y las correspondientes tesis, igualmente con destacadas calificaciones.
Particularmente estudió música, pintura, literatura, latín, griego, alemán, inglés y francés.
Finalizada la carrera, se especializó en Economía Financiera y Contabilidad, para acceder a esta Cátedra, a la vez se preparaba para la Cátedra de Alemán y para un cargo en la Administración. En este tiempo vivió en Madrid. No pudo opositar a la Cátedra de Alemán porque se exigía permanecer dos años en Alemania. Se presentó a los otros dos puestos y ganó la plaza en ambos. Eligió la Cátedra por ser la enseñanza su vocación. En esta Oposición obtuvo el número dos, de diez plazas, a las que concursaron 758 opositores.
Actividad profesional:
Al terminar el bachillerato, presentó su curriculum para ejercer como Profesor Ayudante en el Instituto y en la Escuela de Comercio de La Coruña, la consideraron idónea en ambos Centros e impartió las asignaturas de Matemáticas, Inglés y Dibujo; después, de Contabilidad, en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de Madrid.
Tras la oposición a Cátedras, desempeñó su labor docente en Cádiz, Ciudad Real, Málaga y en la Universidad de Valladolid, impartiendo clases en Burgos. En la Universidad de Valladolid fue elegida Directora del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad. Al crearse la Universidad de Burgos la nombraron Directora de la Unidad Predepartamental de Economía Financiera.
Actividad literaria:
A la edad de ocho años escribió una novela romántica, que fue elogiada por un inspector de enseñanza. En el Instituto obtuvo un premio, el día del libro, con un ensayo sobre el estilo de Miguel de Cervantes. Hasta el año 1994, su obra poética permaneció oculta. Salió a la luz en una tertulia organizada por la Fundación Fernando Rielo. Fue invitada a un recital que organizó esta fundación y en él dio a conocer algunos de sus poemas. A partir de ese momento accedió al mundo literario y sus poesías tuvieron eco en revistas, libros, folletos, televisión, radio, en un audio-libro de la Cadena COPE, "Poemas Eucarísticos y Marianos", editorial EDIBESA, etc.
Su primer libro, "Maternidad..., es poesía", prologado por Antonio Gala, fue bien calificado por literatos y críticos. La Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) editó su libro "Versos de amor y gloria". Participa, con destacados escritores, en los volúmenes extraordinarios de la BAC: "Felicidades, Jesucristo", "Bienaventurada", "Sobre el aprecio de la vida", y "Hablemos de la amistad". La Obra Social y Cultural Cajasur ha publicado su ensayo poético "Algarabía". Su libro "Antes que la luz de la alborada, tú, María" recibió una buena acogida por su documentado contenido y por sus poemas místico-religiosos. Tiene nuevos trabajos en preparación. Intervino en ediciones de homenaje a pintores y literatos. Ha sido entrevistada en programas de radio y televisión. Sus poesías se publican en varias revistas y se retransmiten en emisoras de radio. Está incluida en la "Antología de poetas valdesanos". Figuran sus poesías en el "Misal de la Asamblea Dominical", editorial San Pablo, en la publicación mensual "Magníficat", y en otras publicaciones. Sus obras aparecen en muchos sitios de Internet y en diversos libros. Dirige la sección de poesía en la revista Arvo, y colabora en numerosas páginas. En las especializadas en poesía figura entre los poetas contemporáneos.
¿POR QUÉ ME HAS DESAMPARADO?
- I -
¡Oh!, madre, ¿por qué me has desamparado?
Clamé en la noche por el nuevo día,
por beber de tus pechos la ambrosía
de tu amor, presentido y esperado.
Sentí el mortal puñal en mi costado,
taladró el corazón la mano fría,
aplastaron mis huesos, mi alegría,
como un despojo, madre, me han dejado.
Derramaron mi sangre sin piedad.
Una hambrienta jauría de mastines,
ansiosa de dinero y de festines,
descuartizaron vida en libertad.
¡Que indiferencia! ¡Cuánta atrocidad!.
Yo soy un ser creado en tus confines
por un Dios, para acometer los fines
dispuestos por sagrada voluntad.
Me han arrojado, madre, a la escombrera,
soy del mundo uno más en la basura
que acumula el pecado, es la locura,
y tú me has abatido, ¡qué ceguera!.
Adiós, madre, me alejo de tu vera,
de tus brazos colmados de ternura,
me uniré con el Padre de la Altura
y rezaré por ti en mi dulce espera.
- II -
¡Oh!, hijo mío, yo nunca te he olvidado,
tu grito permanece en mis entrañas
como un eco de luz.
Llegaste en mal momento,
cuando rondaba el sanguinario lobo
y el mundo lo admitía.
Quería y no quería acogerte en mis brazos,
vacíos y anhelantes.
Luchaban en mi pecho halcones y palomas
sobre el nido desierto.
Circunstancias humanas, presión social, temor,
trabajo, desamparo, soledad,
fueron tus asesinos.
Y yo también te di mi puñalada,
la mancha de tu sangre está en mis manos
aún caliente y espesa.
Recuerdo el mal momento,
deseaba saber si tú eras niño o niña,
me ahogaba la ansiedad de ciego olvido
del vientre acuchillado en cobardía.
Y aún te evoco, hijo mío, y me pregunto:
¿cuántos años hubieras granado para el fruto
si en mi pecho encontraras protección?,
¿en qué te ocuparías? ¿cómo serías hoy?,
¿mi corona de espinas o mi flor?.
¡Oh!, hijo mío, te pido
perdón por tu dolor y mi pecado.
- III -
¡Oh! mundo, ¿por qué me has abandonado?.
Soy tu Dios creador, tu Padre eterno,
que sufrí por salvarte del infierno
y fui, por tu ambición, crucificado.
Confeccionas un ídolo dorado,
te ciegas con fulgor de lo moderno,
te envuelves con las nubes del invierno
y asesinas el fruto fecundado.
Algún día la cima alcanzarás,
el lugar de la luz en la alborada,
y escucharás la voz: ¡No matarás!.
Triunfaré en la batalla a Satanás,
te guiaré por la oscura encrucijada
y en mi morada, ¡oh! mundo, habitarás.
- IV -
Perdóname, Señor, yo no sabía
que en mi interior habías santificado
al hijo, al nuevo ser que en mí crecía.
Le tejiste en mi seno, le has formado,
desde la eternidad le conocías
y yo rompí un designio tan sagrado.
Fui arrastrada por nuevas herejías
y no quise aceptar el sacrificio
cegada por humanas cobardías.
¡Evocar es desgarrador cilicio!.
Sólo Tú eres el Dios de muerte y vida,
tu Espíritu habitaba en su edificio.
Para su alumbramiento fui elegida,
por generoso amor en mí sembraste
la divina semilla concebida.
¡Indúltame, Señor!. Tú condenaste
sacrificar al vástago inocente.
Quizá por mi dolor me perdonaste.
Yo derramé su sangre, soy consciente
de que dice tu ley "No matarás".
Tu veredicto es merecidamente.
Ahora sé que cuidándonos estás
y respetas la libertad humana.
Cometí un triste error. ¿Te apiadarás?
Siento a mi hijo en la noche, en la mañana,
en ráfagas dolientes del recuerdo,
y me arrepiento, ¡oh, Dios!, pues fui inhumana.
Si me condenas, Padre, estoy de acuerdo.
- V -
Yo soy tu único Dios,
el Señor de la muerte y de la vida.
¿Quién eres tú para adueñarte
de lo que yo formé en tu seno?
Yo había consagrado
el fruto vivo de tu vientre.
Un porvenir que tú tronchaste en lozanía
antes de amanecer en su trayecto.
Tu pecado acrecienta tu delito,
infanticidio injusto, crimen abominable.
¡No matarás!, te dije un día.
Era un ser indefenso
creciendo en el calor de tus entrañas,
latiendo para amarte.
Hoy sientes un vacío y un dolor
que asciende hasta la cumbre
de tu sediento corazón herido.
Jamás lo olvidarás, ¡jamás!,
tu pensamiento será tu carcelero,
te mostrará tu culpa y tu tristeza,
no podrás evadirte.
Mas, por mi redención
y tu esencial clamor atormentado,
serás justificada.
LA BODA
Al contemplarse en ojos que subliman
con fuego del amor en la mirada,
y el beso y la caricia llenan, miman,
las almas del amado y de la amada;
al brotar goces místicos que animan
una esencia recóndita, olvidada,
y los cuerpos ardientes se aproximan
con más luz que la carne en llamarada,
entienden que algo vive eternamente,
que un ser etéreo y vivo les habita,
distinto de su cuerpo y de su mente.
Por este amor, sentido plenamente,
la gracia celestial brilla, palpita,
y hoy consagran a Dios su amor ferviente
EL PASO DEL TERROR
Contemplo con asombro, con miedo, con dolor,
la maldad que erradica la rama del olivo,
que cercena la vida con pulso primitivo
y somete gobiernos a golpes de terror.
Jamás serán escoria mis raíces de amor,
nunca doblegarán mi valor combativo,
seguiré rebelándome, no viviré cautivo
con cadenas forjadas en fraguas del temor.
No me harán un esclavo por más que me amenacen,
por encima del miedo está la libertad,
con su acoso y derribo mis semillas renacen
regadas con la sangre de humana dignidad,
las víctimas del bien por su holocausto esparcen
raudal de blancos pétalos con aroma de paz.
EL SEXO
I - INICIACIÓN
Nací con la inocencia original,
mis ojos ciegos, virgen mi lenguaje,
nací desnuda, libre de equipaje,
a cumplir un destino universal.
Por mi sexo dictaron mi final
y por él se orientó mi aprendizaje,
de este modo fue el único bagaje
valioso en este infierno terrenal.
Desdeñaron la fuerza de mi mente
y mi rico tesoro espiritual,
valuaron mi carácter animal,
el que unifica enamoradamente,
para darme una vida desigual
regida por un código sexual.
II - ESPLENDOR
Crecí teniendo al sexo como guía,
como el eje importante de mi ser,
crecí bajo su influjo y su poder,
esclava de su enorme tiranía.
Sólo en él se midió mi valentía
y por él repudiaron mi saber,
el pensar, gobernar u obedecer
dependió de sexual anatomía.
Fue el sexo mi obsesión de juventud,
predominó en mis noches y mis días,
fue el causante de penas y alegrías,
el origen de toda mi inquietud,
de dudas metafísicas sombrías
y de mis ignorantes rebeldías.
III - MADUREZ
Alcancé la experiencia con la edad,
cuando el alma domina los sentidos
y la mente recorre conocidos
senderos de mentira y de verdad.
Sexo es, en juventud, fogosidad;
en madurez, placeres añadidos
a una vida con otros cometidos
por encima de la sexualidad.
Olvidemos el sexo en el futuro,
edifiquemos nueva humanidad
cimentada en amor y en igualdad,
que el sexo no construya un necio muro
limitador de ciencia y libertad
y el alma sea nuestra identidad.
SANGRE Y MUERTE
- I -
Siempre hay guerras de hermanos
que dejan huellas rojas en los tiempos.
Mareas de ambición impulsan su oleaje.
Con hambruna de pobres
engordan los países poderosos,
el fuego de sus muslos incendia las cosechas.
Una lluvia escarlata gotea en el cerebro
por el reino del mal
que origina catástrofes del cosmos.
La enfermedad, la muerte y la miseria
obedecen su ley.
Se asesinan palomas para el tráfico
de angelicales plumas.
Fluye sangre inocente por nuestros pensamientos.
Año tras año luchan tambores de las tribus
y gemidos de antiguas plañideras
contra piedras del muro carmesí.
Muchedumbre de muertos
clama por la venida del Dios de la esperanza
cuando alcanza su barca la otra orilla.
Si tocáramos la orla de su Túnica,
nuestros dedos sangrantes
curarían al tacto de su paz,
vestiría la piel su primavera,
la luz florecería en viejos párpados
con el rocío orante de una lágrima pura,
la tierra, maternal, acunaría
al inocente niño que llevamos
gritando en el silencio.
- II -
Pero los niños mueren.
Vendaval de soberbia despliega los sudarios.
Un Caín vertical pisotea los lirios
en las verdes praderas.
La luna, plata y fría, perfila su creciente
peregrinando noches sobre los rascacielos.
Los cuerpos inmaduros son mercancía de órganos.
Esclavos de los medios, títeres del poder,
alucinan a jóvenes sin rumbo.
Habitan el asfalto
enfermos marginados del sistema.
Con herrumbre en las rejas se aprisionan
los años terminales.
Fluye un denso dolor
que ahoga la garganta y nos destruye.
Si junto al mar dijéramos: Maestro,
acabo de morir, ven, pon tus blancas manos
sobre mi alma infantil y di "Talitha qumi",
izaría la arcilla
su bandera de tierra rescatada,
despertaría hambrienta de manjares celestes,
el vino de la sangre
bebería el olvido por las venas
y una cálida hogaza de pan tierno
bendeciría al hombre matutino.
El verbo, hecho color,
grabaría su luz en las pupilas,
revelaría el fuego a la materia
y seríamos soles del espacio.
CARTAS DE AMOR
Añoro aquellas cartas de los antepasados,
cartas de amor guardadas en la hondura del alma
y en un cofre secreto, con un lazo de seda,
por temor a que el tiempo se lleve las palabras.
Olían a hogar y a pan, a jardín florecido,
al amado perfume de alejada presencia.
Cartas como gavillas de adorados recuerdos.
El corazón vibraba entre gozo y tristeza.
Sus letras desvaídas al paso de los años,
letras fuertes, sinceras, de entrega y de futuro,
rezumaban amor en largas líneas rectas.
Testamento romántico que aún vive vagabundo.
Hoy las cartas de amor son palabras virtuales,
llegan en los mensajes, sin perfume, sin rastro
de los trazos queridos, sin notarse en sus letras
la emoción, la nostalgia y el temblor de las manos.
Se guardan en carpetas de archivos personales
del correo electrónico, son otro documento
del área de trabajo. Quizá un malvado error,
en un día cualquiera, elimine el recuerdo.
La grafía aparece con la fuente instalada,
en un modelo estándar, carente de latidos,
llegan sin un cartero que llame a nuestra puerta
y nos deje el tesoro del palpitar cautivo.
Añoro abrir con ansia el sobre deseado
que trae sabor a besos, a caricias perdidas,
el tacto de sus dedos, a huellas de su piel,
y leer expectante las amadas noticias.
Guardar con gran ternura en íntimo cobijo
las cartas del amor, atadas con la cinta
de la seda del alma. Y, pasados los años,
alegrar mi vejez con flores de la vida.
Ahora espero un mensaje: tus amadas palabras
en mi triste bandeja, que está, sin ti, vacía.
Quiero ver encendido tu fuego en mi pantalla
¡Que ardores cibernéticos franqueen la cortina!.
Transito por la red, quiero alcanzar tu módem.
Es tuyo mi perfil, mi clave es tu recuerdo,
la memoria instalada tu imagen reconoce.
Sólo soy internauta varada en tu escarceo.
Navego cada día por las aguas virtuales.
El sistema binario, del amoroso idioma,
elabora la ruta marcada en nuestros mares.
Como un gris timonel piloto hacia tu sombra.
Formatea tu amor el disco de mis sueños,
los pines de mis puertos reclaman tu presencia,
tu oleaje de bits inunda mi cerebro
y, enlazada a tu aurora, mis páginas diseñas.
La voz que desencripta binaria soledad
teje la telaraña que en las noches me aflige,
sistema operativo de realidad virtual
que aloja tu programa en mi árido arrecife.
Fragmentada, anhelante, por múltiples estrellas,
viajo para ensamblarme en un feliz destino
y espero tu mensaje en mi triste bandeja.
¡Tú pulsas el botón de mi amante suspiro!
EUCARISTÍA
¡Qué milagro se ofrece cada día
ante la humanidad indiferente!,
todo un Dios, infinito, omnipotente,
da su cuerpo, cosecha de agonía.
Nos espera en amante cercanía
como agua, vino y pan, limpio torrente,
zumo añejo de paz, viva simiente,
alimentos de célica alegría.
¡Qué humildad!, en el fruto consagrado
está Dios, el espíritu inmortal,
en silencioso amor esclavizado.
Olvidó su dolor, nuestro pecado,
nos ofrece su reino celestial,
y le dejamos solo, abandonado.
CONSAGRACIÓN
I.- EL TRIGO DE LA CASA DEL PAN (BELÉN)
De ignorada semilla,
del primigenio origen,
broté hacia mi destino
de tormenta y bonanza.
¿En qué pan
o en qué inútil abrojo
acabaré muriendo?
A Ti, amor,
a Ti, pan de la Vida,
te pido que, otra vez,
como en aquel pesebre,
germine generosa
en tierra de promesas
y beba en la fontana
de tu costado abierto.
Que maduren al sol
las espigas humildes,
que sean el manjar
del último banquete.
Y cuando llegue el tiempo
de la trilla final,
a Ti, amor,
a Ti, pan de la Vida,
te pido que, otra vez,
como en la Santa Cena,
los granos de mi trigo
sean la harina blanca
del pan que tu conviertes
en carne salvadora.
II - AGUA -> VINO -> SANGRE
De una ignorada fuente,
del manantial lejano,
broté hacia mi destino
por quebradas y valles.
¿En qué mar,
en qué postrer marea
acabaré fluyendo?.
A Ti, amor,
a Ti, cauce de Vida,
te pido que, otra vez,
como en aquella boda,
recojas mi agua clara
en un tranquilo lago
para inundar de júbilo
terrenales viñedos.
Que maduren al sol
las uvas en las viñas,
que sean dulce vino
para días de rosas.
Y cuando llegue el tiempo
de la fermentación,
a Ti, amor,
a Ti, Verdad y Vida,
te pido que, otra vez,
como en la Santa Cena,
mi rojo vino añejo
de la última hora
lo conviertas en sangre
con tu esencia divina.
LOS TALENTOS
Yo sé que he recibido lo que soy
y sé también que vivo día a día.
Hay algo en mi interior que me reclama
el precio de mi ser y de mi vida.
Parábolas de reyes y de haciendas
susurran el misterio.
No ocultaré en silencios la llamada
y pagaré mi precio.
Yo sé que hay una voz en mis latidos
y puedo interpretarla.
Hay algo inmaterial que me habla y dicta
el texto de mis páginas.
Es sólo amor lo que la voz requiere,
el amor a la tierra, al hombre, al cielo,
el amor que acrecienta y que libera,
el amor que es la vida estando muerto.
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