sábado, 18 de diciembre de 2010
2500.- FORREST GANDER
Forrest Gander es autor de varios libros de poesía entre los que destacan Eye Against Eye, Torn Awake, y Science & Steepleflower en la editorial New Directions y la reciente novela As a Friend también traducida al francés. Se presenta en España con una selección de su poesía editada más una serie de inéditos traducidos por Valerie Mejer en Libreto para Eros. Es traductor de Coral Bracho, Pura López Colomé y Jaime Saenz, (con Kent Johnson). También ha editado dos antologías de poesía Mexicana.
Para C
Dentro, dentro del regreso, dentro, el héroe se disminuye.
Ellos colocan un velo en la nave de ella y cuando es alzado
el nombre de la nave se ha perdido. Considera la
oscuridad del agua que no tiene olor y que tampoco puede tragar.
Aún así la proa se extiende sobre el proscenio como un caballo
en una valla y la orquesta se levanta y sale en fila.
En el largo camino a casa, añoro ver tu rostro.
Libreto para Eros / Forrest Gander
Edición bilingüe
Traducción y prólogo de Valerie Mejer
Ediciones Amargord, Madrid, 2010
Evaporación
Les llaman paisanos
a los correcaminos, hermanos de la tierra. Una docena
de cadáveres mexicanos yacen abandonados a su suerte
bajo el sol del desierto.
En los álamos junto al río
chillan los gavilanes colirrojos. Visible
sólo desde el aire, el craquelado
de una pista de aterrizaje abandonada
por la fuerza armada
tapizando
desechos tóxicos y municiones sin estallar.
Bordeada de tallos en floración
púrpura y amarillo, la lechuguilla.
Y las chimeneas volcánicas que se yerguen
en los llanos áridos. Brillantes
en un afloramiento de basalto, los cristales
de feldespato. Los viejos senderos
de la Comanchería convergen
en una vereda cubierta de huellas de cascos.
¿Puedes oír
el alarmante ki-dier ki-dier de una
lechuza de campanario en
la valla alambrada? 225 kilómetros
vigilados por un aerostato blanco
con forma de ballena. Entre esos picos
está la Roca Pantera. Y los fantasmas de dos vaqueros
que murieron sin ropa y estacados sobre un hormiguero vivo.
Las hembras saltamontes agitan el tímpano en su pata delantera
hacia los estridulantes machos. La misma
magma de granos finos que llenó de venas la montaña
formó también el antepecho de la colina Paint Gap.
Su caballo tembló agonizando, sujeto a la tierra por una lanza.
Sobrevuela el campo una bandada de Elminias de Cola Blanca.
El perro de la patrulla fronteriza levanta la pata
junto a la llanta del Skywagon. Las vallas hechas con gruesos
saguaros siguen paralelas el camino de tierra. El sendero de Chihuahua
corre al hilo del río Alameda. Lo llaman
cactus manca caballo.
Sondas sísmicas de los años de Vietnam
enterradas en terrenos privados. Rocas de lava
limitando el horizonte.
Ruiseñor, calla un momento.
El Despoblado. Yucas gigantes y bolas de zacate.
¿Y quién se aventura a salir en el calor de la tarde?
Sólo las hormigas faraonas. El blindado escarabajo oscuro.
Una libéula.
A cada lado del pavimento sensores magnéticos
registran movimientos y direcciones. Por la noche
las cigarras eclipsan a los grillos de árbol.
Mil cabezas de ganado
bajo grandes formaciones de traquita.
Mordisquea
una tuna. Conejos al anochecer. Famosos
por su fauna enana invertebrada, estas camas
fósiles sedimentarias. Deposiciones
de matanza. Capturas
de luz.
Ligadura 1
Cuando el intenso arrastre de la adolescencia del hijo tira a través de ellos, la familia se alza hacia el afinamiento y empieza a romperse como una ola.
Cuando te besé, te echaste para atrás, dice la mujer. ¿Por qué?
Días somnolientos en la puerta del invierno.
Cuando señala hacia la mujer, el niño mira su mano como lo haría su perro.
La mandíbula del niño se traba. Como si detrás de sus muelas, dentro de la carne suave de su garganta, una nueva camada de dientes estuviera cortando caminos. ¿Una boca, para qué?
Cada uno ve las cosas desde su esquina. Los argumentos toman giros en cada rincón, y ¿quién podría seguirlos? Una secuencia de frases en ruinas entra como un vendaval.
Cuando uno, cuando una palabra, cuando la palabra suicidio entra en la habitación donde ellos están gritando, el sistema se colapsa, prematuramente amansado.
El hombre escribe, no me fue dado un sujeto, mas estoy entregado a mi sujeto. Estoy dentro de él como un parásito.
Mira el rostro crisparse frente a la aproximación de otros futuros distintos a aquel futuro para el que su rostro estaba naturalmente preparado.
Así que brevemente habitan sus cuerpos como lo hace la música. Y aún así él continúa actuando como si hubiera porvenir.
Uno de ellos grita: Yo sólo quiero que te vayas.
Inexpresiva y plana como una tortilla, la luna de la tarde tendida sobre la casa.
Ella llama al hombre a una esquina en el sótano. Esos no son huevos de araña, dice él, echándose para atrás. Esos son sus ojos.
Cuando el encuentro con el ser es volcánico, nada puede seguirlo.
Abriendo el capullo para manifestarse a sí mismo, un niño en una familia.
Ellos, como a la espera. Como si dentro de la experiencia, destellante de significado, hubiera otras experiencias pendientes, innombrables.
Forrest Gander en Libreto para Eros
El molde de su torso..."
El molde de su torso
-corsé de yeso- erguido sobre la cama, hendido,
la moldeada expresión de los senos. Cada
pájaro se desvía un poco de la canción habitual
y yo escucho como si así
respondiera a todo.
Vocablos que se suelta
de la referencia. A través de
columnas inflexibles de coches,
con un trapo rojo en la mano, un sordomudo,
surge:
su exhausto rostro frente al parabrisas.
Forrest Gander en Libreto para Eros
Ligadura 2
Me temo que has confundido mi intención, pienso esto, pero no se lo digo a ella. De manera que no volveremos a hablarnos.
Un perrito ladra "como si pidiera algo". Aunque los pájaros no cantan para pedir.
Luna naciente, feto iluminado.
Ese profundo, íntimo olor a niño enfermo me lleva a decir: la fusión de la fiebre, la piel, el pelo, el sudor de la nuca. Sin embargo mi traducción es tan lenta que los que están cerca de mí toman las palabras niño y olor y empiezan a sintetizar: el olor a Pomada de la Campana cuando tuvo varicela, el aroma del aliento del bebé después de ser amamantado.
Indispensables: los tragos de tequila. El rostro mirando hacia atrás, consumido, rayado por líneas profundas.
El oído humano parece más sensible a los sonidos agudos. ¿Así que los pájaros están vocalizando la pena de los árboles?
Una perra en la azotea de tetillas negras y alargadas escruta al niño que camina por delante de nosotros, en la acera opuesta.
Una extraña busca la respuesta de él haciendo un rizo con su dedo seductor.
Al pasar frente al mendigo que está recostado en la pared con la palma abierta en la rodilla me pregunto si todavía es el cielo de los cielos ó los cielos del cielo.
Observar en los ojos de ella cómo se hunde la línea de flotación de su angustia.
Durante una hora, en el hotel insolado y triste, el niño pilotea al estilo Immelman en la piscina.
Recuerdo: anoche soñé que él me amaba.
Forrest Gander en Libreto para Eros
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