Vicente Basso Maglio
Vicente Basso Maglio es un poeta y periodista uruguayo nacido en Montevideo en 1889 y fallecido el 14 de septiembre de 1961 en la misma ciudad.
Basso fue fundador de diversos periódicos uruguayos, así como de la emisora de radio comercial El Espectador. En esta inició las emisiones de noticias en Uruguay.1 Hasta agosto de 1961, Basso escribió los editoriales de la emisora, bajo el título de Opina el Espectador.
Utilizaba el seudónimo de Pocas Plumas y compaginaba la redacción de los editoriales y los comentarios de actualidad con la transmisión de emisiones deportivas, incluyendo la publicidad insertada en las mismas.
Poesía
Basso representa la fase más simbólica y hermética de la influencia modernista en Uruguay, con su antología Canción de los pequeños círculos y los grandes horizontes.
Obras
Tragedia de la imagen.
La expresión heroica.
Aptitud constante
Morir todas las veces que nos sea posible...
Hasta agotar tus tonos, claridad desenvuelta!
Y madurar como la fruta, hacia una muerte,
Entre esmaltes lejanos, sobre viejos matices.
Acérquense mis días...! Sus riberas serenas
Pulirán bordes duros y guerreros perfiles
Como endulza el guijarro de las playas inmensas
El eterno cantor de las conchas marinas!
Y porque voy perdiendo todo el rudo contorno,
Oh muerte, y ya comprendo a mi estrella finísima
El color de mi sangre es tapiz de los ojos;
Costumbre de esperarte, esta profunda herida.
Y no salto del lecho con la misma viveza
Del que salta del barco a la orilla, de pronto;
Y no saco a través de la vaga pereza,
Los cuernos delicados, caracol de la noche...
Morir todas las veces que nos sea posible...
Hasta agotar tus tonos, claridad desenvuelta!
Hasta hacer de la muerte, una aptitud constante
Y llevarla lo mismo que el hábito tranquilo.
Llegada a la hierba
Con garganta de nieblas, cantaremos aún
Sobre el árido cauce,
Antes de trasponer el suelo erguido
De los gajos sin siega;
Y antes de atravesar enrojecido
Campo de resonante estrella...
Pero, sangriento pie del abierto sendero,
Al fin, sobre la fresca verdad fina,
-Hierba plateada-,
Te posaré!
Para aquel que es mi abeja
Aquel que tiene dentro de su garganta, días;
Lleva bajo del párpado, el grano de las noches.
Aquel a quien perfila
Clarín de recio brote,
Luego se hace arpa fina,
Miel resonante y lluvia de otoño.
Yo, estrella sin almohada, descanso en la ceniza!
Él duerme sobre marfiles
Y su sueño es el trigo de la luna.
Su nuez es mi tormenta;
Mi rencor, su guijarro que ahoga en la marea...
Y tú, hora profunda,
Vienes de sus grandes colmenas.
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