Luis León Velásquez
(Lima, Perú 1983).
Ha publicado:
-Absolutamente nada (2008).
-Bástate alegría (Paracaídas, 2011)
A pesar de la diversidad y eclecticismo imperantes en la literatura actual, especialmente en la poesía, todavía existen algunas propuestas que llegan a abarcar a escritores de varios países. Es el caso del neobarroco, presente en casi toda Latinoamérica y que en el Perú ha sido una de las tendencias más interesantes dentro de la poesía de la llamada generación “post 2000”. Lo podemos comprobar leyendo Bástate alegría (Paracaídas, 2011), segundo poemario de Luis León Velásquez (Lima, 1983).
Dieciséis sonetos integran este libro, muchos de ellos en versos alejandrinos, a la manera de los sonetos que escribiera el joven Martín Adán hacia 1930. La única diferencia, dentro de las normas estróficas, es que Velásquez prescinde de la rima, reemplazándola por un sistema de asonancias al interior de cada verso: “Como oscila así filosa influye sin oírse”, “que lleva par e impar silencio ciego más cierto”. Pero al dejarse llevar por la sonoridad, el poeta cae en giros gramaticales extraños y rupturas semánticas, aunque sin perder nunca lo cultista y “elevado” del discurso.
Con estos recursos, lo que se quiere es representar el complejo mundo actual: “una vorágine de sensaciones y sentimientos enfrentados y, a la vez, fragmentarios”, como se afirma en el prólogo del libro. Los críticos han encontrado que esta forma de experiencia conduce casi inevitablemente a la estética neobarroca, a su empleo de los pastiches, las parodias y las alusiones intertextuales, y a su énfasis en lo formal más que en lo temático. Son virtudes o defectos que se pueden apreciar claramente en los sonetos de Bástate alegría.
Stanislavsky
1’50’’ - 2’27’’
Ted Bundy, Matthew Bright, 2002
En risa brotada reina y arquéase un brote
que ignora universal fuegos paridos de mares
y exagera olvidos y dos más qué exagerado
esto que mana e imanta muecas en la cara.
Humana ahora es certeza fruncida aureola
que lleva par e impar silencio ciego más cierto
en la ulcerada y rechinas bástate alegría
aquí extremas y te alzas izando callados.
Y ahora aquí dónde aquí ríes fin y sentencia
dura de oscuro y qué saber callar qué bailar
qué medir que mido con lo tenue lo fruncido.
Fin a siempre lo turbulento dicho del brote
enfilado en el lóbulo hilárase hacia fina
estocada que inquieta al extenso de las muecas.
Estado de Gracia
Inquieto muy islado ay hipodérmica
cascadas me echas cadenas echando
lluvia ácida a mi sangre asida de asco
quietado mi tan poro ay anestesia.
Yacido de mí tan vereda ay dosis
nubosa me balseas bien mecido
con vista cegada en la sena fosa
alzada mente ve soles ay coma.
Un ojo enterrado de sólo párpado
besa e hila su latido palpado
y duerme urgente el inminente autismo.
Un ojo manco y cojo cabecea
a la pupila abierta yerta y púrpura
suspensa en cataclismo pensativo.
Sancho & Quijote
Huye palabrita rucio saltador de arroyos
con Sancho bello bellito sin serlo y sédalo
que ya una bizca tensión lo aboba y suspende
de refranes ahora fríos sin cero gozo.
Y ya te vas Quijote visto yéndote qué ido
en el lujo atroz de lo sólo siendo y estado
como dónde Dulcinea no y sí Sancho al miedo
de tu ideal hoy sensual que se ríe de rudo.
Qué rucïo de feria que sudas sanchas asmas
por roces llenos de coito en vacío Quijote
que te sanchan hasta hacer rodar a tu Sancho
y vuelves al Quijote queja hija del caído
con tic en fémur y en ojo opio de sonrisa
para unir letal y triste la Triste Figura…
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