Efraín Bartolomé
Efraín Bartolomé (Ocosingo, Chiapas, 1950) es un poeta mexicano, ganador de múltiples premios de poesía: desde su primera publicación, en 1982, el Premio Nacional de Poesia Aguascalientes, Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer, de Literatura Carlos Owen, Internacional de Poesía Jaime Sabines, Premio Arte de Chiapas, Ledgi~Rowoloth Fellowship Suiza, Legacy Award Literary Arts at the International Latino Arts Awards. Fue elegido Stipendiaten por La Munchen Kultureferrat en Alemania. Es miembro del Pen Club y de The International Academy of Latino Arts. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores.
Publicaciones
Ojo de jaguar,1982.
Ciudad bajo el relámpago,1983.
Música solar,1984.
Cuadernos contra el ángel,1987.
Mínima animalia. México, CIDCLI, 1991.
Poemas para la joven concubina y otros poemas dispersos. México, Cuarto Creciente, 1991.
Música lunar. México, Joaquín Mortiz, 1991.
Ala del Sur. México, CNCA-UNACH, 1993.
Agua lustral. Poesía 1982-1987. Mexico, CNCA, 1994. Incluye Ojo de jaguar, Ciudad contra el relámpago, Música solar y Cuadernos contra el ángel.
Corazón del monte. México, CNCA-ICC, 1995.
Ocozingo diario de guerra,y algunas voces, 1996.
Partes un verso a la mitad y sangra, 1997.
Anima mundi, 1997.
Oro de siglos, 1999.
Avellanas, 1999.
La casa sola, 1999.
Oficio: Arder. 1982- 1999. México, UNAM, 1999. Recopilación de toda su poesía hasta 1999.
La poesía. México, Praxis, 2001. Con ilustraciones de José Luis Cuevas.
Ojo de jaguar. Disco fonográfico, 1991.
Música lunar. CD acompañado con música de Daud Aljerrahi, 1996.
A la orilla del sueño algo de mí despierta...
A la orilla del sueño algo de mí despierta
Brasas que miran la otra parte que
como siempre
duerme
Hay una barca que se abre ante el mar como una espera
Hay una vertical sombra sin rostro que me invita a subir
A irme de viaje por estas aguas turbias
en estas horas que alzan su ramazón
su tallo oscuro
en el tiempo que crece antes del alba
Hora de gallos asustados
que concentran pavor bajo sus alas
Estancias tibias en donde irrumpe el frío
como un silbido de cristal
Alza su pecho gris la incertidumbre
Entra mi pie en la barca
Despierta la otra parte de mí
que siempre duerme
y unta un frío sudor sobre mi frente
Enciendo luz
Salto fuera del sueño
Tiemblo.
"Música solar" 1984
Canto en voz baja
"Triunfará del olvido tu hermosura"
Francisco de Quevedo
Éste es un canto para ti
Entero como el aire que pasa y acaricia las flores del durazno
Feliz como una noche total
Dulce como los niños que se enamoran de su maestra
y no saben decir dónde les duele y lloran
Éste es el canto de tu cabello largo como la tarde
Arroyo donde el sol se sumerge
Agua donde mis dedos arden como peces
Red que sale del mar cargada de colores
Arena fina entre mis manos
Éste es el canto de tu mirada que hace danzar los árboles
Que hace hermosos a los perros y al aire triste de la ciudad
y a la ciudad y sus muertes innumerables
Canto a tu mirada Refugio de la luz
casa del día como quien canta las pozas bajo la espesura
de los bosques
Canto la frescura y el brillo
la calma y la tentación del hundimiento
Este es un río que de golpe avanza
y se transforma en viento sobre los pastizales
y se hace luz sobre el espacio azul.
Canto tus labios que tienen el grosor de la dicha
y se encienden como mínimos astros
en el instante en que los rosa levísima el ala del deseo
Canto tu lengua frutal
que deja reposar su tacto sobre los labios rojos
que se posa en los dientes y los envuelve y acaricia y enloquece
y los hace morder
raíz oscura
la pulpa del deseo
Canto tu talle besado por el día
Luminoso tobogán que va de la razón hasta el delirio
Canto tu grupa tensa de potranca
Viva como el trino de todos los pájaros del mundo
Tus ancas plenas como sandías
jugosas y mordibles como manzanas madurísimas bajo
el ocio del sol
Nido de mis manos hechas palomas tibias
Libro en que se lee la historia verdadera del hombre
De los hombres
Tus nalgas pesan en mis muslos con la densidad de la tibieza
Se mueven con un sentido exacto de rotación
Duermen junto a mí por el tiempo necesario
Y no se sacian nunca
Y no me sacian nunca
Canto tus rodillas vivas relucientes
Tus muslos tersos y fragantes como el interior de un mango
Tus pies tibios y dulces suaves y delicados
amorosos y tiernos como la mirada del huérfano
Canto tus pechos que se levantan de la blancura total
Tus pechos y su redondez total
Tus pechos y su aureola perfectísima
impresionable como la planta sensitiva al soplo al toque
mínimo
Canto tus pezones
Canto el color de tus pezones
Canto el color de tabaco en tus pezones
Éste es en fin el río que gota a gota te construyo
He querido cantar sobre el papel como sobre tu cuerpo
He quedado rendido
Lacio y fatigado como los días después del temporal
Déjame descansar junto a tu cuerpo
Sobre tu vientre
Arrópame.
"Música solar" 1984
Cantos para una joven concubina
Son tres
Están juntas
Presentes en una
La Negra
La Blanca
La Roja:
LA LUNA
Para mi joven concubina
La Hechicera
esta lenta madrugada que se alarga
en el canto quebradizo del gallo
esta luna creciente cuya punta filosa
ha comenzado a desgarrar la cuajada negrura:
una brillante sangre empezará a fluir
Para mi joven concubina
este pequeño montón tibio:
ceniza del insomnio
y este hueco: mi costillar vació
donde golpea mi corazón
con un sonido que se apaga
poco a poco
en la noche
*
Pequeña concubina:
no mires hacia atrás
Yo te estaré mirando desde cualquier rincón
como un duende
como un desasosiego
como un presentimiento
como una sombra rápida que cruza la ventana.
*
Sólo una Diosa es Antes y es Después
Sólo una Diosa sobrevive al Desastre
Y ella está con nosotros.
*
Me mordió con su diente suavísimo el Amor
por la joven concubina
la pequeña paloma
de luminosa risa
la hija de la Gracia
en cuyo nombre enciendo
junto a mi corazón
esta violeta blanca.
*
Recuerdo su perfume su piel
su cabello mojado por la lluvia amorosa
y lo siento llegar:
como Zeus ante Europa
en mi cuerpo se está forjando un toro.
*
El vino de sus pechos purificó mis manos
El de su lengua enrojeció
-todavía más-
mi corazón.
*
Amada concubina:
¿me amarás en uno en tres
en nueve en veintisiete años?
No lo sé
Pero he amado tu cuerpo en Primavera
y basta.
*
Regálame tu larga cabellera
mi joven concubina
Déjame verla ondeando con el viento
Envuélveme con ella
Óyeme bajo ella decir cuánto te amo
Te amo tanto así
pero quiero saber si con tu cabellera
crece también mi amor
¿Por qué quiero jugar con el Abismo?
Sólo la Luna sabe.
*
El año en que naciste yo era un joven.
Tenía quince años:
soñaba con muchachos como tú.
*
Mil kilómetros separan nuestros cuerpos
Ahora justo ahora que vemos los dos
en este mismo instante
la misma Diosa Luna
a la que amamos con un único amor.
*
No tengo imagen tuya:
mi Imaginación es tuya.
*
En tu frente en tus mejillas
en tus ojos en tu cabello
deposité con besos mi ternura
En tu boca no: en tu boca
sólo el salvaje Deseo el loco amor.
*
Te amo tanto que no me importa si tú me amas a mí.
Pero me amas, oh Fortuna
¡Me amas!
*
Ah, el Amor en el sueño. Cómo crece, cómo acentúa su gloria, cómo se magnifica. Yo soñaba con una concubina de risa deliciosa, de boca fresca, pechos a la medida de mi Amor y muslos del tamaño del ardiente deseo.
Despierto
Y aquí estás sonriendo.
Oh mi Luna creciente.
*
Es cierto: yo adoro a una Diosa que no se sacia nunca. Ahora habita en tu cuerpo y - aunque es imposible- me gustaría que en ti se quedara para siempre.
*
¿La joven concubina recuerda mis palabras, el tono de mi voz, el tacto de mis manos en sus redondas nalgas, el sabor de mis besos, mis más dulces miradas? ¿Se estremece, suspira, sonríe tiernamente, llora a veces?
Sólo la Luna sabe
*
¡Cómo luchamos contra el Sueño para estar juntos un corto tiempo más! Pero el Sueño venció para nuestra fortuna, pues, como un dios bondadoso, nos hizo estar más juntos bajo su mano amante.
*
Gracias, oh Dios, por los pies de mi joven concubina. Gracias por sus piernas y sus muslos; mas, sobre todo, gracias por la divina perfección de la pequeña plaza de su vientre, donde su ombligo luce con tal delicadeza que compite con el triángulo amado de crespo vello renegrido, donde ahora hundo mi rostro en busca de una perla para ti.
*
He visto aparecer el sol desde tu cuerpo, tras una noche en vela junto a tu desnudez, en compañía de la Luna y las ardientes constelaciones. ¿Por qué, entonces, estas lágrimas inexplicables?
*
Digo con Li Tai-pe:
La nueva amada
es fascinada como una flor
mas la antigua
es tan preciosa como el jade
¿Uno qué puede hacer
sino besar la flor
acariciar el jade
y adorar a la Diosa?
"El oficio de arder" 1982 - 1997
Cartas desde Bonampak
Para Balam, mi hijo
1
Llueve.
Llueve desde hace días.
Hoy desperté con una sensación de tibia soledad.
Desde mi hamaca escucho el chasquido parejo de la lluvia.
Días atrás los chicleros mataron un gran tigre: me dolió, pero
me gustaría llevarme la piel para que en ella duermas.
Ayer salí a caminar bajo la lluvia en ruinas: algún día estaremos
paseando entre estos árboles, contemplando estas piedras.
La lluvia hace sentir un aire tembloroso que llega hasta los huesos,
y se va por segundos y regresa, más callado que antes todavía.
Doy gracias a la lluvia. Gracias a la mañana que avanza con paso sigiloso.
Gracias al jaguar que dejó su huella sobre la tierra blanda de la selva.
Gracias a mi hamaca compañera, al cielo desatado, a mi memoria niña de siete meses
que arranca desde tu primer día.
2
Viene la noche pariendo niebla
Soplando lenguas de líquido dolor
Viene la lluvia pasos de tigrillo
Viene la noche tapir ciego
Viene el hambre puma grande
Viene mi hijo sonrisa de la selva
Fruto silvestre Tempestad de alegría
Mi hijo viene guacamaya
Viene mi hijo quetzal
Viene el tigre niño
Viene Balam Balam Balam
Se alegra y se retira la noche nauyaca
Atrás viene la gran Luna
con pasos de tortuga.
"Ojo de jaguar" 1982 - 1982
Cielo y tierra
Y las aguas de Arriba amaron a las de Abajo
y eran las aguas de Abajo femeninas
y las de Arriba masculinas...
¿Has oído, amada?
Tú eres la Tierra y yo soy el Cielo
Tú eres el lecho de los ríos y el asiento del mar
y el continente de las aguas dulces
y el origen de las plantas
y de los tiernos o duros o feroces animales
de pluma o pelo o sin pluma ni pelo
Yo soy la lluvia que te fertiliza
En ti se cuecen las flores y los frutos
y en mi el poder de fecundar
¿Has oído, amada?
Nuestro lecho es el Universo que nos contiene
¿Has oído bien?
Tú eres la Tierra y yo soy el Cielo
Y mi amor se derrama sobre ti como la lluvia
o como una cascada que cae del sol
rompiendo entre nubes como entre peñascos
y entre los colores del arco iris y entre las alas de los ángeles
como entre las ramas espesas de una vegetación inverosímil
Tú eres la Tierra y yo soy el Cielo
¿No lo escuchas?
Y aunque digas que sí
tal parece que no porque ahora Tierra
cabalgas sobre mí (en el lecho que es el Universo)
y eres tú el Cielo y tu amor se derrama sobre el mío
como una lluvia fina
Y yo era la Tierra hasta hace unos instantes pero ya no lo sé
porque hemos girado y descansamos sobre nuestro costado
y los dos somos Tierra durante unos minutos deleitosos
Y ahora estoy de pie con los pies en la tierra y los ojos en el cielo
y tú no eres ni Tierra ni Cielo porque te hago girar
con los muslos unidos ferozmente a mi cintura
y eres el ecuador o yo soy el planeta Saturno
y tú eres los anillos que aprendimos en la escuela
y giras
Y ahora somos Cielo los dos y volamos
elevándonos más allá del Universo
Y en lo más alto del vuelo algo estalla en nosotros y caemos
vencidos por la fuerza de nuestro propio ecuador que se ha quebrado
Pero seguimos siendo Cielo aunque yazgamos en tierra
Derrumbados en tierra pero Cielo
Tierra revuelta y dulce pero Cielo
Cielo vencido cielo revolcado pero Tierra
Círculo de calma
Con un callado golpe de alas negras
se mete al pensamiento
Después arropa con su aliento tibio
Nos rasca la cabeza con amorosas manos
Nos tiende brazos cálidos sobre la cama dura
Es cuestión de dormir
Entrar al sueño con el pie derecho
Palpar los muslos de agua o de ceniza
de esta amiga reciente sin rencor y sin miedo
Y sin ninguna prisa.
*
Es cosa de comer amar dormir
Es el diario latir de lo imprevisto
La ciega interrupción
La faz de piedra de la vida monótona
vacía
Es la mujer que amamos tan odiada
Tan paloma tan vista tan sentida
Tan tigre tan serpiente tan sin vida
Tan perra tan maldita
tan deseada.
*
Es la mujer pasándonos encima
como nos pasa el mar
Como pasa ese viento:
ese ínfimo huracán por los cabellos
Cómo pasa
con callado temblor
por las tímidas canas de los veintinueve años
o por la voz de plata de Celina
Animal terco
A diario nos retuerce
el tierno cuello de cada palabra.
*
Se duerme Se ama Bebes tu llanto o tu hambre
Entramos puntualmente al catafalco del día
A vanzamos a tientas
con el tacto vendado
Corriendo siempre
Sabiendo oscuramente que un instante cualquiera
surgirá
como a veces un charco a nuestro paso
la línea de la muerte:
un barco transparente donde no viaja nadie
un círculo de calma que te envuelve
una piedra de sombra en medio de la frente.
"Ciudad bajo el relámpago" 1983
Como una lenta piedra
La noche y sus lamentos
El rumor sordo de su respiración
No sé qué sangre fluye bajo el piso de la ciudad
Una imagen de mí como una lenta piedra
llega de las finales marejadas del día
de las horas quemadas por el sol
Viene del horizonte
De la línea dolida de la sombra
De las cenizas recientes del pasado
Del fondo de esta noche
En estos días he visto tantas cosas de mí
Me he aprendido en tu voz
En el atrevimiento de tus manos
En tu cuerpo arrojado al reposo después de la tormenta
reflejándome oyéndome
Te recuerdo de pie frente al espejo tocada apenas por la luz
Llenos de ti mis ojos Mis manos insaciables
El húmedo cabello derramado en el lecho
Tus hombros salpicados por la sombra
La lengua de la luz en tus caderas blancas
Al fino talle prendo garras dulces
Mis brazos de hacen alas y te envuelven
Hundo sobre la alfombra cascos de minotauro
Embisto
Rasgo
Aúllo
Me despeño
Soy agua derramada sobre ti
Soy la más tibia lengua
El río más tierno
Agua.
*
Ahora quiero gritar
Contárselo a mi sombra
Pero no
Hay ojos que vigilan
Cada ventana es una luz
La luz construye sombras
Oh amante
Sangre mía
¿A quién decirlo ahora?
Piedras descenderán sobre nosotros
Pero habrá que decírselo al frío y a mis manos
al perro y al silencio
Porque de otra manera
tanta felicidad me va a estallar adentro.
"El Oficio de Arder" 1982 - 1997
Desde el más personal de todos los silencios
Desde el más personal de todos los silencios
tu vestido desciende
para aclarar el mundo
Cubres de sol mi piel
Propagas en mis muslos el motín de la carne
Mis párpados se cierran
Siento tu tacto hundiéndose
Buscando suaves luces
piel adentro.
"Música solar" 1984
Después te dormirás
Después te dormirás
Bajo tus ojos se dormirá el sueño
La piel no duerme nunca
Me mantiene despierto
Por eso no quiero ver tus labios
en silencio
dormidos
Quisiera despertarte
Traspasar la delgada película del sueño
Habla
Que todo viva
No quiero más este apagado grito.
"Música solar" 1984
El regreso
Las tres de la mañana
El invierno planea
entre girones densos de la noche
y los pies trashumantes de la niebla
Las ráfagas que vienen de sus alas
zumban entre las ramas:
congelan el rocío en las ventanas
Afuera todo es frío
Pero yo vengo de tu cuerpo
Y estoy alegre
reposado
tibio.
*
Por las calles vacías sigo tu auto
La madrugada arrastra su cabellera larga
Vengo de estar en ti
Con cada fibra muscular bebí tu cuerpo
Fui por el túnel del deslumbramiento
como el que va cayendo en sueños
Vengo de ahí
De los labios donde una herida roja
bebió la vida en otra
Ahora recorremos las calles somnolientas
Vamos por la ciudad
como si fuera una extensión del lecho.
*
Ante el golpe de luz con que las hiere el auto
las piedras se incorporan van cerrando la calle
Los árboles arrancan su cuerpo de la sombra
Ahora somos la calma
el reposo del mundo
la oscuridad
El pozo de lo diario.
"Música solar" 1984
Elegía frente al río
...el triste corazón de los humanos.
Percy B. Shelley
Las once de la noche
y el trópico descansa de un combate feroz contra sí mismo
Vuelan nocturnas mariposas torpes
Hiende la luz el agua
Canta un sapo en la sombra que parte en dos la noche:
denso muro de grillos
Y estoy aquí
sin tus libros a mano
Oigo pasar el río
que un kilómetro abajo se junta con el mar
Fluye despacio la memoria:
te conocí bajo el árbol de imágenes
con el que reconstruiste el universo
Pardeaban los sesenta
Se hacía más confusa la confusión de los dieciséis años
Adivino la palabra por tu voz
de algún modo
Pero sucede que no será posible decírtelo
ni oírte
ni mostrarte jamás mi primer libro
A veces
la vida muestra todo su obsceno resplandor
Entonces
el tiempo es una gota congelada
un golpe suave que nos calla un segundo
y fija con extraño poder la circunstancia
Sucedió hace dos noches
Iba a leer en público
y alguien dijo tu muerte de repente
Ahí empezó todo esto
Sembrada está en el fondo del oído esa semilla amarga
A orillas de mi voz pienso en Manrique:
oigo el río de Tuxpam que un kilómetro abajo se junta con el mar
El trópico descansa
Entra Raúl Garduño al pensamiento
Adviene la palabra
Muerde el tiempo:
las once de la noche
para siempre.
"Música solar" 1984
Eres de agua
Eres de agua
En ti
la claridad
a golpe de sí misma
se oscurece
De agua
Lo supe siempre
Eres de agua
Profunda
Transparente.
"Música solar" 1984
Este cuaderno pesa
Este cuaderno pesa
Es pura luz
Es pura sombra:
es mi sangre total cargada de sentido.
Escribo este desorden
"Cuadernos contra el ángel" 1987
Fin de fiesta
Esto empezó con besos
Ahora es un rosario infinito de dolores
y sordos y llagados lamentos
Alacranes en doble dirección
fluyen
cuando los labios quieren acercarse
de nuevo.
*
Miro a la bestia sonreír
resbalosamente
De su hocico fluyen palabras negras:
se transforman al contacto del aire
en gotas de una rarísima baba purulenta
que caen
y corroen la madera del piso.
"Ciudad bajo el relámpago" 1983
Fuego en voz alta para encender la primavera
Vibro
Estoy cantando
Ilumino la oscuridad cantando
De la fruta ligeramente amarga del corazón
se levantan delgadas capas de una suave corteza
Capas ligeras como el aroma que se desprende bajo el sol
de un paquete compacto de grandes hojas de tabaco
Estoy cantando
Me descubro extendiendo mi voz como la piel de un animal
que se pone al sereno llena de sal y estacas
estirada en la noche como una mancha
Estoy cantando
Voy extendiendo la noche como una piel enorme
y clavo las estacas de mi canto en la piel de la noche
y la cubro de sal con la sal de mi canto
y la pongo a secar con el calor pálido de la Luna
bajo el temblor de las estrellas
Abro la noche en dos
afilo las estacas doradas de mi canto
parto su corazón luminoso
y lanzo la blanca sal de mi palabra
sobre la piel recién desollada de la noche
y la pongo a secar con las estrellas pálidas
Abro en dos cada estrella
y de su corazón cercenado por la estaca feroz de mi palabra
brota mi canto para regar de polvo estelar mi corazón sombrío
y parto en dos mi corazón sombrío
y en mi mano sólo brilla una estrella alargada
y en el fondo de mi sombrío corazón sólo hay polvo de estrellas
que cae sobre la piel recién cortada de la Medianoche
que se extiende clavada contra un cielo vacío
donde sólo hay un canto como sal derramándose
Estoy aquí Oigo las cosas crepitar bajo un incendio
subterráneo
Me persigue cada ínfimo sonido de la noche cada rama delgada
cada crujido leve de la hojarasca
Cantando
he hundido mi mano hasta el fondo de mi sombrío corazón
y no sangre
y no dolor
sólo mi mano resplandeciendo de polvo estelar vibra bajo la noche
Y estoy cantando
Y estoy ardiendo
Y hay un enjambre luminoso en mi palabra negra
Yo soy la lengua de la noche
Soy sus negros pulmones
Y canto
Y ardo
Y me desprendo en capas sucesivas
en delgadas cortezas de mí mismo
como el aroma de las hojas compactas de tabaco
bajo la mano bienhechora del sol
Ah pero la noche hizo fogatas bajo las construcciones
Y hay hombres calentando sus manos junto a las fogatas
Y los hombres tiemblan de frío y repiten entre dientes mi canto
y una fogata interna los calienta y humean
y se desprenden de sí mismos cantando
como en delgadas capas como en cortezas sucesivas
Y en las casas hay madres preocupadas agitando termómetros
que vigilan la fiebre de sus hijos
Y hay hijos convalecientes que agradecen
con la flor débil de su risa
los labios de las madres sobre su frente febril
Y los niños febriles y las madres cansadas
cantan entre dientes conmigo
Y la luz los arropa
Y hay un enamorado con los ojos llenos de noche
que prepara una soga
y hay un adolescente arrodillado frente a un arma pequeña
y hay una joven fea preparando somníferos
y una muchacha hermosa preparando veneno
y desde la ceniza de su amor quebrantado
asoma poco a poco mi canción
y sube a su garganta
y mueve con dificultad sus mandíbulas tensas
y entre dientes repiten mi canto
y una sonrisa cada vez menos triste va naciendo en sus ojos
y el Orgullo comienza a crecerles por dentro como una rama tierna
Canto
Y mientras canto la Noche se desliza por el tren subterráneo
donde los hombres danzan una danza lentísima
con los brazos en alto sujetando quién sabe qué Seguridad inútil
con los ojos vacíos
o llenos hasta el borde de un material vacío
o mirando al vacío y reflejándolo en el espejo tibio de sus ojos
Danzando apenas con un ademán ciego y detenido en el aire
y sus piernas valsando un ritmo cada vez más ruinoso
a medida que el tren comienza a detenerse para entrar
en la próxima estación
Y las manos
otra vez empuñando con desesperación ese poco de Seguridad
mientras beben el aire narcótico y la noche del túnel se alarga
nuevamente
con un temblor que vibra bajo la danza insomne
de los hombres que avanzan con los ojos abiertos
hacia un futuro pequeño
Y yo canto
mientras la noche y su billón de pies danzando muellemente
sobre el tren subterráneo
les da a los hombres un espejo sucio donde ellos sólo miran
el vacío
Pero todos los hombres cantan de pronto conmigo
y el cielo vuelve a descansar sobre sus rostros con sueño
Y sueltan la seguridad
y flotan
y van a la salida invitando
mientras la noche teje un alba lentísima
Cantemos todos ahora
Sumerjamos nuestras manos en el polen oscuro de la noche
Hundamos nuestras manos hasta el fondo del corazón sombrío
Veamos nuestras manos iluminadas por el polvo estelar
Lavemos nuestras manos en el agua celeste
Con la mano derecha
hagan más grande la concha de su iodo:
mi canto llega más allá de la estrella polar
porque de más allá viene mi canto.
"Música lunar" 1991
Inundación
El río trajo troncos y lúbricos helechos:
la creciente mantuvo mi memoria anegada.
La inundación es gris. La niebla húmeda nada
entre ruinas y patos y lúgubres desechos.
Mundos rotos, barcazas, heridas en el pecho
del río, y un olor como a selva concentrada;
un hedor incipiente y una aguda parvada
de gritos en la cumbre del paisaje maltrecho.
Tiembla un dolor de siglos en las aguas impuras
que arrancaron raíces y carcomieron tumbas
que ahogaron yeguas, potros, jardines y espesuras.
Hay un salmo en el viento y un soplo de amargura
y donde antes fluía el licor de las rumbas
sólo queda el gemido donde el aire supura.
Mujer
Viajar en ti
quiere decir quedarse
"Avellanas" 1997
Nacimiento del potro
El potro negro del deseo
Ancho Impaciente Sudoroso
viene
Sus cascos firmes quiebran la hojarasca
La hierba tierna tiembla y se marchita
con la caricia humeante de sus belfos
Rompe el follaje
Avanza
En sus ojos se encabrita el fulgor:
un potro salvaje.
*
Primero es la mirada lento río
Superficie pulida sobre aguas turbulentas
que arrastran ramas troncos flores ahogadas lodo
La luna pez brillante sobre la calle larga
Otra vez la mirada
Me hundí en aguas donde peces terribles esperaban.
*
La tentación es la fruta más limpia
Despierta como la piel de las adolescentes
Enloquecida como un ángel loco
Como un demonio que se ríe y se burla
y se pone a llorar de pronto con las manos en llamas
y se rebela y grita
mientras el eco de su carcajada
resuena y marca el tiempo el tiempo el tiempo
"El Oficio de Arder" 1982 - 1997
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