miércoles, 17 de agosto de 2011
4443.- JAVIER GUIPPONI
Javier Guipponi, nació en 1978 en Santo Tomé (Santa Fe, Argentina)
Estudia letras en la Universidad Nacional del Litoral “U.N.L”
En el año 2005 publico por cuenta propia “Inocencia“, cuentos de niños. Dos de ellos: “Inocencia” y “Aerosol”, fueron publicados por el diario El Litoral, de Santa Fe, en el suplemento “Artes y Letras”, en abril y en junio de 2006, respectivamente.
Tu foto tirada al lado de mi cama
Tu foto tirada al lado de mi cama
Un vaso de cerveza caliente sobre la mesa de luz
Tu foto tirada al lado de mi cama
El cenicero repleto
Tu foto tirada al lado de mi cama
El ventilador prendido
Tu foto tirada al lado de mi cama
Tengo los pantalones puestos
Tu foto tirada al lado de mi cama
La puerta esta sin llaves
Tu foto tirada al lado de mi cama
Me pica la espalda
Tu foto tirada al lado de mi cama
Tengo nauseas
Tu foto tirada al lado de mi cama
El baño quedo perdiendo
Tu foto tirada al lado de mi cama
Tocan el timbre
Debe ser Fernando o Sebastián…
Nadie abre la puerta
Tarjeta de invitación a una vida normal
Esperan un día al mes para sentirse vivos
Ahora se automatizaron y recibieron una tarjeta
Siguen siendo simios que esperan la banana
Pero tienen tarjeta
La maquina me la chupo y encima no pude sacarle plata, me dicen
Mierda
A mi casi nadie me la chupa
Y cuando me la chupan, el que paga soy yo
¿Será porque no tengo tarjeta?
No
Ellos tienen un jíbaro dentro de sus cabezas
Todo el tiempo diciéndome
¿Por qué no te conseguís un trabajo?
¡Te van a dar una tarjeta!
Yo me río
Contento
Pero sin tarjeta
Rebota, rebota y rebota
La piedra, la piedra y la piel
El agua, del agua y el alma
Del frío, los niños
Y el filo del río
¡Aleluya a la alfombra de algas!
Alegría a la vera del riel
Del invierno
El pastar de esas vacas,
Y el isleño aquél
Panorama pantagruélico de un pez
Enganchado al anzuelo de tripas
Casi descarnadas
Pan o rama
Ensartado hasta el cogote
Y las escamas
Arrancadas.
Las llamas, las yagas, las yemas
Heladas, dálmata
Preñada
De larguísimas lágrimas
Larvas ensoñadas
Al borde del alba
Zen
En el almacén, el pan
O rama
U hoja la ra la la Lara…
Huesos
Los huesos de las mariposas son frágiles
se rompen cuando los piso.
Se rompen y se astillan,
porque son muy pequeños.
huesos que se rompen,
huesos que vuelan,
huesos que volaron,
huesos que quizás no tienen la intención de ser jaula,
ni alas,
ni mariposas.
Pero quiero confesar mi verdad,
me encanta pisar huesos rotos,
y si son de mariposas mejor.
Ste
Contigo
Conmigo,
Consigo
Apresar aromas.
Vestir moléculas desnudas,
Desnudar el parnaso,
Lucir de gala un día feriado
Y feriar la incertidumbre.
Contigo
Las luces quedan cerca
Conmigo
La vuelta al universo montados en un poema
Consigo vivir, a veces, de tu lado del mundo.
Cobijo
Es un suave cobijo de la carne húmeda,
La lengua de un tiempo que pasa inadvertido,
La que los vecinos de abajo ignoran.
La que suavemente degusta la aureola
De mi sexo animado.
La que censa mí carne circuncisa.
Dama de mis doce infiernos
Dame el tibio cobijo una vez más.
Solo en tu boca puedo acabar.
Y acabaré mi vida,
Acabaré,
Entre tus brazos, en tu pecho
con mi arma
En tu almohada.
Me encanta
Me encanta verte tendida
bajo el sol.
Puedo reconocer
láminas de cobre en tu piel
reverberando la distancia
que me separa de tu cuerpo.
La proximidad me aleja
lentamente,
hundido en el ensueño de aquel reflejo opaco.
Imágenes que no se atreven a pronunciar palabras,
porque se saben magnas,
magmas,
madres.
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