jueves, 3 de marzo de 2011
3234.- HERNÁN ZAMORA
Hernán Zamora nació en Caracas (Venezuela) en 1964. Arquitecto, egresado de la Universidad Simón Bolívar en 1988. Fue responsable del proyecto de recuperación del Antiguo Hospital de Caridad (Lutowsky,1870), ahora Centro de las Artes en Ciudad Bolívar. Se desempeña como docente en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela y es aspirante al doctorado en arquitectura de esa institución. Entre 1998 y 1999 participó en el Taller de Creación Literaria, mención poesía, del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos. Ha colaborado en distintas publicaciones periódicas, impresas y digitales. Recibió el XIII premio de poesía Fernando Paz Castillo, en junio de 2000, auspiciado por el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, con el poemario titulado Desde el espejo del baño, publicado por la editorial la liebre libre en octubre de 2002.
Ofrecemos una selección de su obra Desde el espejo de baño, Editorial La liebre libre, Maracay, 2002.
Presencio
una encarnizada batalla
quien-soy
contra
quién-soy
sin treguas
sin sangre
sin cruce de espadas
Sólo
un silencio ensordecedor
Un día, de tanto verte, te vi.
Rafael Cadenas
De tanto ver
me
vi
nadie
Me hallo
semejante
al que habita en el espejo
Temo
¿Habrá
alguna diferencia?
¿Soy el reflejo de otro?
¿Soy sombra
en mí?
El cuchillo en una mano
garra la otra
ambas
atenazadas con terror por las de él
Los gritos caían
como un millar de invisibles aguijones
sobre el niño
convertido en misérrima esfinge de sal
El cuchillo en la mesa es otro
y de hombre son sus manos ahora
Su boca está llena de noche
y sus ojos
de más nunca
Hoy te levantaste
creyendo
en cualquier cosa
(no exiges mucho)
sólo quieres
creer que crees
que la ciudad espera tus ojos
que la mañana refresca las razones para despertar
que no te deterioras
que no estás cansado
que tus manos no son pequeñas
que no estás tan gordo
que no sufres de eyaculación precoz
que no eres una eyaculación precoz
que a treinta y tres años no serás clavado
por ladrón por iluso por amable
que embriagarte de alegría te hace bien
y a nadie dañas
que sabes amar
y decides ser amante
que puedes
que quieres
y vivir no es la dificultad
que todos predicen y comprueban
Hoy te levantaste
creyéndote
(inútil)
una vez más
Autorretrato
Una línea dibuja el vacío
se curva frente al olvido
contiene los rasgos mortales de la memoria
Otra línea se sumerge hasta el fondo de los ojos
busca lo inasible
lo que nunca ha estado
lo perdido
se hunde en esa luminosa arena
de la que se hacen fuegos
y lagartos
Fluye horizontal una tercera línea
hasta aquella presencia azul de tan lejana
escurridiza certeza entre las manos
fluye aún entre la piedras rueda cantos
moja tierra y pie rostros sombras
en su vientre un dragón sueña
un puente que no alcanza las orillas
una palabra presa en las telarañas de un antiguo corredor
La cuarta línea está de punta
parece inmóvil
en torno a ella giran
unos niños que juegan a la ere
comienza a ras del suelo y no sé su nombre
nadie sabe de qué está hecha
hacia dónde va.
La luz se fractura cuando atraviesa la celosía
y se dispone sobre el suelo según
el riguroso designio de la madera
Sobre el mismo suelo se halla mi cuerpo
horizontal
extendido
un ojo en luz
el otro en sombra
y mi boca en cuenco
esperando que lluevan
palabras
Todo continúa igual
otra mañana se alboroza cuando trepa entre las ramas
los mismos obreros vuelven a desmontar
el mismo encofrado
ruedas piernas y motores
se cruzan diariamente por las calles
Todo parece continuar igual
los despojos de aquella noche interrumpida
se han desdibujado
y el eco de promesas fracturadas
no ha dejado rastros visibles en el aire
Todo se anuncia igual
pero nada permanece
en su sitio es decir dentro de mí
o dentro de ti tal vez
aunque en ti todo es adentro y todo es afuera
todo es luz y sombra sólido permeable
ausencia memoria resguardo y olvido
Todo eres tú
y yo
oculto en las aceras
soy la sombra avergonzada
de un errante
tránsfuga del tiempo que me muerde
incapaz de mencionar tu nombre
sucio como estoy de toda culpa
cubierto con andrajos de mentiras
y adicto al miedo
ese miedo áspero de forma
que sostiene todo igual
igual
como si nadie nunca hubiese despertado
agazapado en las retinas
Pantera herida tras las rejas
de mis propios sentimientos
Bestia ululante hecha de furia y ruego
sigilos torpezas
orgullo y terror
Quizás nada permanezca sólo yo
ciego de tanta certeza
inútil de comprender que todo continúa
igual día tras día
para que reconozca tu aliento breve e infinito
como tu nombre
Dios
Temo que no pueda soportar tu compasión y me deshaga
después de todo sigo apegado a esta vida que me diste
por eso tengo miedo de tus ojos
por eso temo que al buscar
un rostro limpio
sólo halles en mí la cicatriz
que tu palabra
bendita
me dejó
en las comisuras de los labios
Llegará tu nombre
a la vanguardia
conjurado entre fuegos de medianoche
Traerá
trozos de sombra por bastimento
empuñará silencios
Habrá de buscar
una casa desolada
algún umbral que arroje
su figura a contraluz
así podrá conquistar
cuanto aún perdure del presente
Escuchará un llanto
hallará
polvo telarañas
un nombre de manos desnudas
una oscura voz
un rincón
Antiguas ventanas serán abiertas
De tu vientre
otra voz
lejana
por venir
será grito alas blanquísima arena
cayendo sobre el cuenco sediento de la mañana
Tu nombre y las manos desnudas
abrasarán palabras
para condenar toda soledumbre
Tu cuerpo seguro
habrá de llegar varios días después
Todas las mañanas me asomo a la ciudad
desde el espejo del baño
extiendo mi mano buscando algún rastro de lluvia
extraviado en la madrugada
algún resto de sueño
negado a despertar
Aunque todo parece permanecer
siempre algo revela
una diferencia
un mínimo despojo
un imperceptible amago de renuncia
después de todo
el rito matutino consiste
en desvestirnos la noche
La inexplicable insistencia
de caminar descalzo
sobre un suelo silencioso
cuando el día despierta
requiere de una bizarra disposición
sé
que al llegar a esa íntima ventana
hallaré
sobre la vista que contemplo
otro surco que presagia
el advenimiento
de una noche inexorable
[http://www.sololiteratura.com/hernanzamora.htm]
Amigos
No se puede
respirar este aire mineral lleno de fuego
sin mover cosas y palabras
escribir con las manos limpias húmedas
en medio de tanto polvo
volar sobre las piedras que nos miran
fabricando precarios artilugios
esculcar la casa
sin otear despiadadamente el horizonte
No es posible
servir la mesa que nos une
o nos separa
sin razón
roces o risas
rosas ni arroz
Apenas se puede
nada
sin nosotros
"No somos nuestros", 2003, En obra.
Antología de la poesía venezolana 1983-2008,
Editorial Equinoccio, Caracas, 2008
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