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Michael Morse
Michael nació en la ciudad de Nueva York y criado en Roslyn, Nueva York. Tiene una licenciatura en Inglés de Oberlin College y una maestría en poesía de la Universidad de Iowa.
Su primer libro, Void and Compensation, está editado por Canarium Libros y fue publicado en abril de 2015. Michael ha publicado en diversas revistas - The American Poetry Review, Jubilat, The Literary Review, Ploughshares, Spinning Jenny, y Tin House - y en las antologías Ploughshares, Spinning Jenny, and Tin House — and in the anthologies Broken Land: Poems of Brooklyn; Starting Today: 100 Poems for Obama's First 100 Days; and The Best American Poetry, 2012. Beneficiario de becas del Centro de Bellas Artes de Trabajo en Provincetown y residencias en la MacDowell Colony, Millay Colony, Ucross, VCCA, Vermont Studio Center y Yaddo, vive en Brooklyn, Nueva York, y enseña en la Ethical Culture School Fieldston.
Michael también da clases de poesía en el Festival de Verano de Escritura de Iowa y en los Talleres del Programa de Verano en el Centro de Trabajo de Bellas Artes.
Michael Morse
(Traducción de Berenice González)
Void and Compensation (Karaoke Genesis)
Since when did keeping things to ourselves
help us to better remember them?
We need tutorials from predecessors.
To restore what’s missing makes a science
of equating like with like, or touching
small pebbles on a larger mental abacus.
We hitch a memory of order to ourselves:
From rotating bodies in space comes wind,
by which we’re buffeted, cooled, or graced;
The sun warms both the sunflower
and the angel with whom we might wrestle;
We get some lyrics from a higher power
and then we act on or for each other.
In calculated reunions of broken parts,
the latter must always feel the former,
inherit both the track and the turn.
A situation like an empty orchestra.
And when we try to sing above it, intuit,
and even in our singing are mistaken—
if pitch is something sought and never pure,
if latter sounds like something we can climb
as opposed to where we find ourselves
more recently in our relations, in time,
having been left or starting our leave-taking
something happened—someone followed someone.
Someone had. Even held. Our formers.
We’re doppelgangers, saintly or undone;
pick a song and listen for your cue.
Here’s the void. Now sing some compensation.
Vacío y Compensación (Génesis del Karaoke)
¿Desde cúando el guardarnos las cosas
nos ayuda a tener un mejor recuerdo de ellas?
Necesitamos tutoriales de quienes nos precedieron.
Recordar lo que falta hace ciencia
y se iguala gusto con gusto, o se tocan
pequeñas cuentas en un ábaco mental más amplio.
Adherimos un orden del recuerdo a nosotros mismos:
De cuerpos en rotación en el espacio viene el viento,
que nos golpea, enfría o bendice;
El sol templa tanto al girasol
Como al ángel con el que podemos luchar;
Obtenemos las letras de canciones de un poder superior
y entonces actuamos para nosotros o para cada uno.
En rencuentros calculados de pedazos rotos,
el que precede siempre debe de sentir al que antecede,
heredar tanto la pista como el cambio.
Tal como se da en una orquesta vacía.
Y cuando intentamos cantar sobre él, intuimos,
y aún en nuestro canto erramos—
si el tono es algo que se busca y nunca es puro,
si éste suena como algo que podemos escalar
y no como el lugar en el que nos encontramos
recientemente en nuestras relaciones, en el tiempo,
en el que nos dejamos y comenzamos nuestra despedida—
algo sucedió—alguien le siguió a alguien más.
Alguien lo hizo. Inclusive lo sostuvo. Nuestros anteriores.
Somos dobles, santos o incompletos;
elige una canción y espera tu señal.
Aquí está el vacío. Ahora canta su compensación.
Void and Compensation (Pug-nosed Dream)
If most things speak for themselves, can’t it be said
that really you’re doing the thinking for them?
The first step is all about obsession with exclusion,
the cold front coming in and forcing you to hunker down,
the migrants winging their way to some gold coast
with enough fat in their chests to burn down a barn.
Isn’t your own heart that way from what or whom you can’t have?
Wasn’t Sarah Vaughn singing this all along?
Polka dots and moonbeams, for sure, and that dress
that loves your body suddenly put aside, and that touch,
oh brick wall, oh tin car, oh small space
inside the crumple zone of either/or.
Vacío y Compensación (Sueño chato)
¿Si la mayoría de las cosas hablan por sí mismas, no se puede decir
que en realidad estás pensado por ellas?
El primer paso tiene que ver con obsesión y exclusión,
el frente frío que entra y te obliga a encogerte,
los migrantes emprendiendo su camino hacia alguna costa dorada
con suficiente grasa en su pecho como para incendiar un granero.
¿Qué no es tu corazón igual ante lo que no o ante quien no puedes tener?
¿Qué no ha estado cantando lo mismo Sarah Vaughn todo este tiempo?
Por supuesto, lunares y rayos de luna, y ese vestido
que ama tu cuerpo de repente hecho a un lado, y ese tacto,
ah pared de ladrillo, ah carro de hojalata, ah breve espacio
dentro de la zona plegada del ya sea/o.
Void and Compensation (Last Quarter)
No overtime. Because we tend the rose,
and when it curls into itself, its head,
weak neck, inevitably droops as if its lids
can remain no longer in light, need sleep;
because little packets offer small sustenance
and the water powdered has taken on
a sheen and some silt; because the scent
that fills the house now takes the hallway out;
because we’ll snap said stalk in two, throw
out the thornier version and, stuck,
bleed a little, see some crimson, and think
a colored runner to a gilt chair might make,
if we would walk it, our footing, our odds,
and our over; because we play to win;
because we will not tie but go for two,
all preparation garnered and playbooks dispensed,
and all wonderful things having blossomed;
because what takes the hallway out must have
a plot out in the world, some trellis for growth,
some ribbed safekeeping for the heartfelt,
we with the heavy heads—wake up—must sing,
because, because, because, because, because.
Vacío y Compensación (Último cuarto)
No hay tiempo extra. Porque nos ocupamos de la rosa,
y cuando se enrosca en sí misma, su cabeza,
cuello débil,se inclina inevitablemente como si sus párpados
no pudieran permanecer en la luz, necesita dormir;
porque los pequeños sobres ofrecen poco alimento
y el agua rociada se ha ocupado
del brillo y algo de sedimento; porque el aroma
que llena la casa ahora se va por el vestíbulo;
porque nos desprenderemos del tallo en dos, desecharemos
la versión espinosa y, atascados,
sangraremos un poco, veremos algo de carmesí, y pensaremos
que un corredor de color en una silla dorada podrá hacer,
si lo llevamos a caminar, nuestro cimiento, nuestra suerte,
y nuestro fin; porque jugamos para ganar;
porque no buscamos el empate sino que vamos por dos,
todo el entrenamiento obtenido y el libro de jugadas dado
y todas las cosas maravillosas que habrán florecido;
porque lo que se va por el vestíbulo debe de tener
una trama allá afuera en el mundo, algo de guía para crecer,
un resguardo nervado para los sinceros,
nosotros con las cabezas pesadas -despertamos- debemos cantar,
porque, porque, porque, porque, porque.
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