Ana Martins Marques
Nació en Belo Horizonte, Mina Gerais, Brasil en 1977. Debutó en 2009, con La vida submarina, y en 2011 publicó, también con la editorial Cia. Das Letras, El arte de las artimañas, vencedor del premio Biblioteca Nacional como mejor libro de poesía del año.
Obras publicadas
2009 - A vida submarina(Scriptum)
2011 - Da arte das armadilhas (Companhia das Letras)
2015 - O Livro das Semelhança.
Colección
Coleccionamos objetos
pero no el espacio
entre los objetos
fotos
pero no el tiempo
entre las fotos
estampillas
pero no
viajes
lepidópteros
pero no
su vuelo
botellas
pero no
la memoria de la sed
discos
pero nunca
el pequeño intervalo de silencio
entre dos canciones
Coleção*
Colecionamos objetos
mas não o espaço
entre os objetos
fotos
mas não o tempo
entre as fotos
selos
mas não
viagens
lepidópteros
mas não
seu voo
garrafas
mas não
a memoria da sede
disco
mas nunca
o pequeño intervalo de silêncio
entre duas canções
*Poema publicado en Once Poetas Brasileros, nuevo título de Libro al Viento. Edición bilingüe. Antología que abarca 50 años de poesía brasilera, de 1963 a 2013. Selección y prólogo: Sergio Cohn. Traducción: John Galán Casanova.
12 + 1 poemas de Ana Martins Marques
Por: Ana Martins Marques
Curador de la muestra: Fabrício Marques
Traducción: Julia Sanches
http://www.vallejoandcompany.com/12-1-poemas-de-ana-martins-marques/
Ancla
El sol recorre
toda la extensión de un muro
Rayas en el paisaje
escrito a lápiz
La calle empieza en la escritura –
esta en la que te sigo
Este poema es un ancla:
para que te quedes siempre aquí
Pero huyen las horas sin caricias
horas que son como una pecera sin peces
Mi mano cubre la tuya
con su sombra
Este poema, pesado, se hunde.
mesa
más importante que tener memoria es tener una mesa
más importante que haber ya amado algún día es tener
una mesa sólida
una mesa como una cama diurna
con corazón de árbol, de bosque
es importante en cuestiones de amor
no meter la pata
pero más importante aún es tener una mesa
porque una mesa es como un suelo que apoya
a los que aún no se han caído del todo.
Iceberg
Nuestra infancia se separó de nosotros
como un iceberg
que miramos alejarse
lentamente
el brillo ciego del hielo contra el sol
y todo lo que dicen que hay por debajo.
Diario (verano de 2007)
día 5
llegamos tarde, la casa desordenada
y sucia (alguien dijo: el olor de mar
come como un animal)
en vez de limpiar, nos sentamos en el suelo,
abrimos botellas
bebemos casi en silencio
hasta agotar
la noche.
día 7
me despierto muy temprano para ver
los peces muriendo plateados
sin gritar
imagino cosas que ni las redes
capturan
de noche, acostada en la playa
veo fuegos de artificio
ardiendo sobre el mar.
día 8, mañana
un gato cruza el patio
decido que ya no te amo
las fotos del mar nunca quedan bien.
día 9, tarde
subrayo en el libro una frase sobre peces voladores
este libro nunca acaba
cocino patatas, duermo la tarde entera
ya no te amo.
día 10, mañana
las casas cercadas bordean la playa
huertos imposibles
esconden pájaros roncos
de todos modos no hay nada en esas casas
para apaciguar el miedo
qué tristes son estos jardincitos de arena
día 11, tarde
espero a que todos se vayan para vivir
en fin
en la casa vacía.
día 13, mañana
todos se enfadan cuando digo
que hoy tampoco iré a la playa
sobre todo F.
les presto la cámara a los niños y les pido
fotos del mar.
día 14, mañana
mientras leía en la terraza
varios caballos pasaron frente a la casa
caballos negros, robustos, rápidos
a ellos les preguntaría
qué hacer de mi deseo
día 17, noche
cigarros & cigarras
por un momento
recuerdo qué simple y alegre era amarte
todavía es tarde
en las fotos.
día 18
hoy la lluvia
lava los platos.
día 19
estuve todo el día mirándome las manos
las coloqué al sol
para que se quemaran con una luz limpia
todo lo que toqué no fue feliz
ganas de herirme, de cargar cosas pesadas.
día 20, mañana
en la playa encuentras una de esas estrellas redondas
voy a mostrársela a los niños
para probarles que el mundo es extraño
nos sentamos juntos y de repente
nos reímos, de nuevo entregados
a la feliz costumbre de las palabras.
día 21
aún no han notado que ya no te amo
caminamos toda la tarde
el enorme mar desenfocado por detrás.
Archipiélago
Él es la isla.
Entre nosotros, el agua duerme
llena de corales, erizos,
peces sin ojos.
Soy yo la isla.
Entre la noche de sargassum
y el día de coral,
recojo del mar infinito
una sed infinita.
Medimos la distancia,
nos hacemos señales,
escribimos cuidadosamente
la palabra que
en una botella
se lanza al mar
para la lectura de las sirenas
o para la ciencia de la sal.
6 posturas para leer
en la cascada
Cuando el cuerpo por fin se acomoda
en la piedra caliente
abre
un libro mineral
con la atención dividida entre el cielo y las letras,
que el sol nubla,
y la página se vuelve blanca
como el agua.
en la cama
La relación entre la lectura y el sueño
está por estudiarse.
Ambos exigen una especie de concentración
al revés.
En ambos uno piensa
el pensamiento de otro.
Ambos se hacen mejor en la cama.
La posición no siempre es cómoda,
pero la comodidad no lo es todo.
La relación entre la lectura y el amor
está por estudiarse.
en voz alta
Un ejercicio de voz:
cuerdas y musculatura
para
atrapar al vuelo
las palabras,
que – de nuevo sueltas en el aire –
rápidamente
pasan.
en el tren
Un libro que viaja corta el paisaje
(un meridiano)
por la ventana se escriben ciudades rápidas
mientras corro a vivir
lo que aún no he leído.
a alguien
te leo
estas palabras
que no son mías
ni tuyas
pero desde ahora
nuestras
te leo
para alargar el desierto
de lo que somos
de lo que tenemos
para perder
te leo para impedir
que escribas
para no estar
en fin
solos
te leo
nombres
sueltos
escritos para otros
pero desde ahora mismo
para nosotros.
en la playa
Cuando se confundan la arena y las letras y el ritmo de las olas se imponga al ritmo de las palabras y cuando las nubes se paseen por las páginas y cuando tengas en las manos un libro caliente habrás leído.
(De A vida submarina, 2009)
Acantilado
Hoy tuvimos
un día despejado
caminamos y comimos
en silencio
buscamos el punto más alto
de la ciudad y hablamos
sobre una casa
que no se construirá
hablamos sobre esa casa
plantada en los acantilados
abierta
a los gritos del mar
hablamos
de esa casa
cada vez más improbable
dónde ninguno de nosotros vivirá
volvimos en silencio
yo pensando en ciertas criaturas
que sólo se aparean
con dificultad.
El descubrimiento del mundo
Intento alcanzarte
con palabras
con palabras
conocerte
como quien
con una linterna y un mapa
cree empezar
a descubrir el mundo
me levanto
estoy sola en la oscuridad
con los dos pies
en el cemento frío
(¿dónde estás
en lo que escribí?)
Fotografía
Enmarqué
una fotografía tuya
en esta misma sala:
sentado en el sillón
rojo
levantas los ojos del libro
fingiendo haber sido sorprendido
A una cierta hora del día
cuando la luz se inclina
y los colores
caen dentro
de sí mismos
te pareces
a ti.
Naufragio
De dentro de la noche
la ciudad
expulsa automóviles
sirenas perros inquietos
gallos prematuros
pero lejos
lleno de plantas que son piedras
que son flores que son bichos
el mar golpea
contra la playa
alrededor de la cama
como de un barco partido
nuestra ropa nuestros cigarrillos
nuestros libros se ahogan
en seco
Cinema
Encontramos en la calle
una fila de sillas
de un cine antiguo
las llevamos a casa
las pusimos en la terraza
nos pasamos toda la tarde
bebiendo y fumando
viendo pasar
un día cualquiera
A un paseante
Eres
el que pasa
y deja
su rastro
el lugar
imantado
por el hecho
de que
en él
hayas
estado
Nosotros
Y aquí
estamos
yo
pronombre
tú
pronombre
en lugar de
nosotros
(Ardiendo
busco tu cuerpo
pero sólo encuentro palabras:
estas)
(De Da arte das armadilhas, 2011)
(Poemas en idioma original)
12 + 1 poemas de Ana Martins Marques
Âncora
O sol percorre
toda a extensão de um muro
Riscos na paisagem
escrita a lápis
A rua começa desde a escrita –
esta em que te sigo
Este poema é uma âncora:
é para que você fique sempre aqui
Mas fogem as horas sem carícias
horas que são como um tanque de peixes sem peixes
A minha mão cobre a sua
com sua sombra
Este poema, pesado, afunda.
mesa
mais importante que ter uma memória é ter uma mesa
mais importante que já ter amado um dia é ter
uma mesa sólida
uma mesa que é como uma cama diurna
com seu coração de árvore, de floresta
é importante em matéria de amor
não meter os pés pelas mãos
mas mais importante é ter uma mesa
porque uma mesa é uma espécie de chão que apoia
os que ainda não caíram de vez.
Iceberg
Nossa infância separou-se de nós
como um iceberg
nós a olhamos afastar-se
lentamente
o brilho cego do gelo contra o sol
e tudo o que dizem que há por baixo.
Diário (verão de 2007)
dia 5
chegamos tarde, a casa desorganizada
e suja (alguém disse: a maresia come
como um bicho)
em vez de limpar, sentamos no chão,
abrimos garrafas
bebemos quase em silêncio
longamente
noite adentro.
dia 7
acordo bem cedo para ver
os peixes vão morrendo prateados
sem gritar
imagino coisas que nem as redes
capturam
à noite, deitada na praia
vejo fogos de artifício
queimando sobre o mar.
dia 8, manhã
um gato atravessa o pátio
decido que não te amo mais
nunca ficam boas as fotografias do mar.
dia 9, tarde
grifo no livro uma frase sobre peixes voadores
esse livro nunca acaba
cozinho batatas, durmo a tarde inteira
não te amo mais.
dia 10, manhã
as casas cercadas beiram a praia
pomares impossíveis
escondem pássaros roucos
de qualquer forma não há nada nessas casas
para apaziguar o medo
como são tristes estes jardinzinhos de areia.
dia 11, tarde
espero todos irem embora para viver
enfim
na casa vazia.
dia 13, manhã
todo mundo fica irritado quando digo
que novamente não vou à praia
F. em especial
empresto a máquina para as crianças e peço
fotografias do mar.
dia 14, manhã
lendo na varanda
vários cavalos passaram em frente à casa
cavalos negros, sólidos, rápidos
a eles eu perguntaria
o que fazer do meu desejo.
dia 17, noite
cigarros & cigarras
por um momento
recordo como era simples e alegre te amar
ainda é tarde
nas fotografias.
dia 18
hoje é a chuva
que lava os pratos.
dia 19
passei quase todo o dia olhando as mãos
coloquei-as no sol
para que se queimassem de uma luz limpa
tudo o que toquei não foi feliz
vontade de me ferir, de carregar coisas pesadas.
dia 20, manhã
na praia você encontra uma estrela das redondas
vou mostrar às crianças
para provar que o mundo é estranho
sentamos lado a lado e de repente
estamos rindo entregues de novo
ao hábito feliz das palavras.
dia 21
ninguém ainda reparou que eu não te amo mais
caminhamos a tarde toda
o grande mar desfocado por trás.
Arquipélago
É ele a ilha.
Entre nós, a água dorme
cheia de corais, ouriços,
peixes sem olhos.
Sou eu a ilha.
Entre a noite de sargaço
e o dia de coral,
recolho do mar infinito
a sede infinita.
Medimos a distância,
fazemo-nos sinais,
escrevemos com cuidado
a palavra que
numa garrafa
se lança ao mar
para a leitura das sereias
ou para a ciência do sal.
6 posições para ler
na cachoeira
Quando o corpo finalmente encontra lugar
na pedra quente
abre
um livro mineral
com a atenção dividida entre o céu e as letras,
que o sol ofusca,
e a página torna-se branca
como a água.
na cama
Os parentescos entre a leitura e o sono
estão por ser estudados.
Ambos exigem uma espécie de concentração
às avessas.
Em ambos pensa-se em nós
o pensamento de um outro.
Ambos se fazem melhor na cama.
Nem sempre a posição é confortável,
mas o conforto não é tudo.
Os parentescos entre a leitura e o amor
estão por ser estudados.
em voz alta
Uma ginástica da voz:
cordas e musculatura
para
apanhar no voo
as palavras,
que – de novo soltas no ar –
rapidamente
passam.
no trem
Um livro em viagem corta a paisagem
(um meridiano)
pela janela se escrevem cidades rápidas
enquanto corro a viver
o que ainda não li.
para alguém
Leio-te
estas palavras
que não são minhas
nem tuas
mas desde agora
nossas
leio-te
para alargar o deserto
do que somos
do que temos
a perder
leio-te para te impedir
de escrever
para não estarmos
enfim
sós
leio-te
nomes
soltos
para outros
mas desde já
para nós.
na praia
Quando se confundirem a areia e as letras e o ritmo das ondas se impuser ao ritmo das palavras e quando as nuvens passearem pelas páginas e quando tiveres nas mãos um livro quente terás lido.
(De A vida submarina, 2009)
Falésias
Hoje tivemos
um dia limpo
caminhamos e comemos
em silêncio
buscamo so ponto mais alto
da cidade e falamos
sobre uma casa
que não será construída
falamos sobre essa casa
implantada nas falésias
aberta
aos gritos do mar
falamos
dessa casa
cada vez mais improvável
onde nenhum de nós vai morar
voltamos em silêncio
eu pensando em certos bichos
que só se acasalam
com dificuldade
A descoberta do mundo
Procuro alcançar-te
com palavras
com palavras
conhecer-te
como quem
com uma lanterna e um mapa
crê empreender
a descoberta do mundo
levanto-me
estou sozinha no escuro
com os dois pés
no cimento frio
(onde estás
no que escrevi?)
Fotografia
Coloquei no quadro
uma fotografia sua
nesta mesma sala:
sentado na poltrona
vermelha
você levanta os olhos do livro
fingindo ter sido surpreendido
A uma certa hora do dia,
quando a luz se inclina
e as cores
caem para dentro
de si mesmas
você se parece
consigo
Naufrágio
De dentro da noite
a cidade
expele automóveis
sirenes cães inquietos
galos prematuros
mais longe
cheio de plantas que são pedras
que são flores que são bichos
o mar bate
contra a praia
em torno da cama
como de um navio partido
nossas roupas nossos cigarros
nossos livros afogam-se
a seco
Cinema
Encontramos na rua
uma fileira de cadeiras
de uma velho cinema
levamos para casa
colocamos na varanda
passamos toda a tarde
bebendo e fumando
assistindo passar
um dia qualquer
A um passante
Você é
o que passa
e deixa
seu rastro
o lugar
imantado
do fato
de que
nele
você
tenha
estado
Nós
E cá
estamos
eu
pronome
tu
pronome
no lugar de
nós
(Ardendo
procuro teu corpo
mas só encontro palavras:
estas)
(De Da arte das armadilhas, 2011)
*(Belo Horizonte-Brasil, 1977). Graduada em Letras, tem mestrado em literatura brasileira pela Universidade Federal de Minas Gerais. É redatora e revisora na Assembleia Legislativa de Minas Gerais, e autora de vida submarina, Da arte das armadilhas (vencedor do Prêmio Biblioteca Nacional em 2012) e O Livro das Semelhanças.
.
Por: Ana Martins Marques
Curador de la muestra: Fabrício Marques
Traducción: Julia Sanches
http://www.vallejoandcompany.com/12-1-poemas-de-ana-martins-marques/
Ancla
El sol recorre
toda la extensión de un muro
Rayas en el paisaje
escrito a lápiz
La calle empieza en la escritura –
esta en la que te sigo
Este poema es un ancla:
para que te quedes siempre aquí
Pero huyen las horas sin caricias
horas que son como una pecera sin peces
Mi mano cubre la tuya
con su sombra
Este poema, pesado, se hunde.
mesa
más importante que tener memoria es tener una mesa
más importante que haber ya amado algún día es tener
una mesa sólida
una mesa como una cama diurna
con corazón de árbol, de bosque
es importante en cuestiones de amor
no meter la pata
pero más importante aún es tener una mesa
porque una mesa es como un suelo que apoya
a los que aún no se han caído del todo.
Iceberg
Nuestra infancia se separó de nosotros
como un iceberg
que miramos alejarse
lentamente
el brillo ciego del hielo contra el sol
y todo lo que dicen que hay por debajo.
Diario (verano de 2007)
día 5
llegamos tarde, la casa desordenada
y sucia (alguien dijo: el olor de mar
come como un animal)
en vez de limpiar, nos sentamos en el suelo,
abrimos botellas
bebemos casi en silencio
hasta agotar
la noche.
día 7
me despierto muy temprano para ver
los peces muriendo plateados
sin gritar
imagino cosas que ni las redes
capturan
de noche, acostada en la playa
veo fuegos de artificio
ardiendo sobre el mar.
día 8, mañana
un gato cruza el patio
decido que ya no te amo
las fotos del mar nunca quedan bien.
día 9, tarde
subrayo en el libro una frase sobre peces voladores
este libro nunca acaba
cocino patatas, duermo la tarde entera
ya no te amo.
día 10, mañana
las casas cercadas bordean la playa
huertos imposibles
esconden pájaros roncos
de todos modos no hay nada en esas casas
para apaciguar el miedo
qué tristes son estos jardincitos de arena
día 11, tarde
espero a que todos se vayan para vivir
en fin
en la casa vacía.
día 13, mañana
todos se enfadan cuando digo
que hoy tampoco iré a la playa
sobre todo F.
les presto la cámara a los niños y les pido
fotos del mar.
día 14, mañana
mientras leía en la terraza
varios caballos pasaron frente a la casa
caballos negros, robustos, rápidos
a ellos les preguntaría
qué hacer de mi deseo
día 17, noche
cigarros & cigarras
por un momento
recuerdo qué simple y alegre era amarte
todavía es tarde
en las fotos.
día 18
hoy la lluvia
lava los platos.
día 19
estuve todo el día mirándome las manos
las coloqué al sol
para que se quemaran con una luz limpia
todo lo que toqué no fue feliz
ganas de herirme, de cargar cosas pesadas.
día 20, mañana
en la playa encuentras una de esas estrellas redondas
voy a mostrársela a los niños
para probarles que el mundo es extraño
nos sentamos juntos y de repente
nos reímos, de nuevo entregados
a la feliz costumbre de las palabras.
día 21
aún no han notado que ya no te amo
caminamos toda la tarde
el enorme mar desenfocado por detrás.
Archipiélago
Él es la isla.
Entre nosotros, el agua duerme
llena de corales, erizos,
peces sin ojos.
Soy yo la isla.
Entre la noche de sargassum
y el día de coral,
recojo del mar infinito
una sed infinita.
Medimos la distancia,
nos hacemos señales,
escribimos cuidadosamente
la palabra que
en una botella
se lanza al mar
para la lectura de las sirenas
o para la ciencia de la sal.
6 posturas para leer
en la cascada
Cuando el cuerpo por fin se acomoda
en la piedra caliente
abre
un libro mineral
con la atención dividida entre el cielo y las letras,
que el sol nubla,
y la página se vuelve blanca
como el agua.
en la cama
La relación entre la lectura y el sueño
está por estudiarse.
Ambos exigen una especie de concentración
al revés.
En ambos uno piensa
el pensamiento de otro.
Ambos se hacen mejor en la cama.
La posición no siempre es cómoda,
pero la comodidad no lo es todo.
La relación entre la lectura y el amor
está por estudiarse.
en voz alta
Un ejercicio de voz:
cuerdas y musculatura
para
atrapar al vuelo
las palabras,
que – de nuevo sueltas en el aire –
rápidamente
pasan.
en el tren
Un libro que viaja corta el paisaje
(un meridiano)
por la ventana se escriben ciudades rápidas
mientras corro a vivir
lo que aún no he leído.
a alguien
te leo
estas palabras
que no son mías
ni tuyas
pero desde ahora
nuestras
te leo
para alargar el desierto
de lo que somos
de lo que tenemos
para perder
te leo para impedir
que escribas
para no estar
en fin
solos
te leo
nombres
sueltos
escritos para otros
pero desde ahora mismo
para nosotros.
en la playa
Cuando se confundan la arena y las letras y el ritmo de las olas se imponga al ritmo de las palabras y cuando las nubes se paseen por las páginas y cuando tengas en las manos un libro caliente habrás leído.
(De A vida submarina, 2009)
Acantilado
Hoy tuvimos
un día despejado
caminamos y comimos
en silencio
buscamos el punto más alto
de la ciudad y hablamos
sobre una casa
que no se construirá
hablamos sobre esa casa
plantada en los acantilados
abierta
a los gritos del mar
hablamos
de esa casa
cada vez más improbable
dónde ninguno de nosotros vivirá
volvimos en silencio
yo pensando en ciertas criaturas
que sólo se aparean
con dificultad.
El descubrimiento del mundo
Intento alcanzarte
con palabras
con palabras
conocerte
como quien
con una linterna y un mapa
cree empezar
a descubrir el mundo
me levanto
estoy sola en la oscuridad
con los dos pies
en el cemento frío
(¿dónde estás
en lo que escribí?)
Fotografía
Enmarqué
una fotografía tuya
en esta misma sala:
sentado en el sillón
rojo
levantas los ojos del libro
fingiendo haber sido sorprendido
A una cierta hora del día
cuando la luz se inclina
y los colores
caen dentro
de sí mismos
te pareces
a ti.
Naufragio
De dentro de la noche
la ciudad
expulsa automóviles
sirenas perros inquietos
gallos prematuros
pero lejos
lleno de plantas que son piedras
que son flores que son bichos
el mar golpea
contra la playa
alrededor de la cama
como de un barco partido
nuestra ropa nuestros cigarrillos
nuestros libros se ahogan
en seco
Cinema
Encontramos en la calle
una fila de sillas
de un cine antiguo
las llevamos a casa
las pusimos en la terraza
nos pasamos toda la tarde
bebiendo y fumando
viendo pasar
un día cualquiera
A un paseante
Eres
el que pasa
y deja
su rastro
el lugar
imantado
por el hecho
de que
en él
hayas
estado
Nosotros
Y aquí
estamos
yo
pronombre
tú
pronombre
en lugar de
nosotros
(Ardiendo
busco tu cuerpo
pero sólo encuentro palabras:
estas)
(De Da arte das armadilhas, 2011)
(Poemas en idioma original)
Crédito de la foto: Rodrigo Valente
12 + 1 poemas de Ana Martins Marques
Âncora
O sol percorre
toda a extensão de um muro
Riscos na paisagem
escrita a lápis
A rua começa desde a escrita –
esta em que te sigo
Este poema é uma âncora:
é para que você fique sempre aqui
Mas fogem as horas sem carícias
horas que são como um tanque de peixes sem peixes
A minha mão cobre a sua
com sua sombra
Este poema, pesado, afunda.
mesa
mais importante que ter uma memória é ter uma mesa
mais importante que já ter amado um dia é ter
uma mesa sólida
uma mesa que é como uma cama diurna
com seu coração de árvore, de floresta
é importante em matéria de amor
não meter os pés pelas mãos
mas mais importante é ter uma mesa
porque uma mesa é uma espécie de chão que apoia
os que ainda não caíram de vez.
Iceberg
Nossa infância separou-se de nós
como um iceberg
nós a olhamos afastar-se
lentamente
o brilho cego do gelo contra o sol
e tudo o que dizem que há por baixo.
Diário (verão de 2007)
dia 5
chegamos tarde, a casa desorganizada
e suja (alguém disse: a maresia come
como um bicho)
em vez de limpar, sentamos no chão,
abrimos garrafas
bebemos quase em silêncio
longamente
noite adentro.
dia 7
acordo bem cedo para ver
os peixes vão morrendo prateados
sem gritar
imagino coisas que nem as redes
capturam
à noite, deitada na praia
vejo fogos de artifício
queimando sobre o mar.
dia 8, manhã
um gato atravessa o pátio
decido que não te amo mais
nunca ficam boas as fotografias do mar.
dia 9, tarde
grifo no livro uma frase sobre peixes voadores
esse livro nunca acaba
cozinho batatas, durmo a tarde inteira
não te amo mais.
dia 10, manhã
as casas cercadas beiram a praia
pomares impossíveis
escondem pássaros roucos
de qualquer forma não há nada nessas casas
para apaziguar o medo
como são tristes estes jardinzinhos de areia.
dia 11, tarde
espero todos irem embora para viver
enfim
na casa vazia.
dia 13, manhã
todo mundo fica irritado quando digo
que novamente não vou à praia
F. em especial
empresto a máquina para as crianças e peço
fotografias do mar.
dia 14, manhã
lendo na varanda
vários cavalos passaram em frente à casa
cavalos negros, sólidos, rápidos
a eles eu perguntaria
o que fazer do meu desejo.
dia 17, noite
cigarros & cigarras
por um momento
recordo como era simples e alegre te amar
ainda é tarde
nas fotografias.
dia 18
hoje é a chuva
que lava os pratos.
dia 19
passei quase todo o dia olhando as mãos
coloquei-as no sol
para que se queimassem de uma luz limpa
tudo o que toquei não foi feliz
vontade de me ferir, de carregar coisas pesadas.
dia 20, manhã
na praia você encontra uma estrela das redondas
vou mostrar às crianças
para provar que o mundo é estranho
sentamos lado a lado e de repente
estamos rindo entregues de novo
ao hábito feliz das palavras.
dia 21
ninguém ainda reparou que eu não te amo mais
caminhamos a tarde toda
o grande mar desfocado por trás.
Arquipélago
É ele a ilha.
Entre nós, a água dorme
cheia de corais, ouriços,
peixes sem olhos.
Sou eu a ilha.
Entre a noite de sargaço
e o dia de coral,
recolho do mar infinito
a sede infinita.
Medimos a distância,
fazemo-nos sinais,
escrevemos com cuidado
a palavra que
numa garrafa
se lança ao mar
para a leitura das sereias
ou para a ciência do sal.
6 posições para ler
na cachoeira
Quando o corpo finalmente encontra lugar
na pedra quente
abre
um livro mineral
com a atenção dividida entre o céu e as letras,
que o sol ofusca,
e a página torna-se branca
como a água.
na cama
Os parentescos entre a leitura e o sono
estão por ser estudados.
Ambos exigem uma espécie de concentração
às avessas.
Em ambos pensa-se em nós
o pensamento de um outro.
Ambos se fazem melhor na cama.
Nem sempre a posição é confortável,
mas o conforto não é tudo.
Os parentescos entre a leitura e o amor
estão por ser estudados.
em voz alta
Uma ginástica da voz:
cordas e musculatura
para
apanhar no voo
as palavras,
que – de novo soltas no ar –
rapidamente
passam.
no trem
Um livro em viagem corta a paisagem
(um meridiano)
pela janela se escrevem cidades rápidas
enquanto corro a viver
o que ainda não li.
para alguém
Leio-te
estas palavras
que não são minhas
nem tuas
mas desde agora
nossas
leio-te
para alargar o deserto
do que somos
do que temos
a perder
leio-te para te impedir
de escrever
para não estarmos
enfim
sós
leio-te
nomes
soltos
para outros
mas desde já
para nós.
na praia
Quando se confundirem a areia e as letras e o ritmo das ondas se impuser ao ritmo das palavras e quando as nuvens passearem pelas páginas e quando tiveres nas mãos um livro quente terás lido.
(De A vida submarina, 2009)
Falésias
Hoje tivemos
um dia limpo
caminhamos e comemos
em silêncio
buscamo so ponto mais alto
da cidade e falamos
sobre uma casa
que não será construída
falamos sobre essa casa
implantada nas falésias
aberta
aos gritos do mar
falamos
dessa casa
cada vez mais improvável
onde nenhum de nós vai morar
voltamos em silêncio
eu pensando em certos bichos
que só se acasalam
com dificuldade
A descoberta do mundo
Procuro alcançar-te
com palavras
com palavras
conhecer-te
como quem
com uma lanterna e um mapa
crê empreender
a descoberta do mundo
levanto-me
estou sozinha no escuro
com os dois pés
no cimento frio
(onde estás
no que escrevi?)
Fotografia
Coloquei no quadro
uma fotografia sua
nesta mesma sala:
sentado na poltrona
vermelha
você levanta os olhos do livro
fingindo ter sido surpreendido
A uma certa hora do dia,
quando a luz se inclina
e as cores
caem para dentro
de si mesmas
você se parece
consigo
Naufrágio
De dentro da noite
a cidade
expele automóveis
sirenes cães inquietos
galos prematuros
mais longe
cheio de plantas que são pedras
que são flores que são bichos
o mar bate
contra a praia
em torno da cama
como de um navio partido
nossas roupas nossos cigarros
nossos livros afogam-se
a seco
Cinema
Encontramos na rua
uma fileira de cadeiras
de uma velho cinema
levamos para casa
colocamos na varanda
passamos toda a tarde
bebendo e fumando
assistindo passar
um dia qualquer
A um passante
Você é
o que passa
e deixa
seu rastro
o lugar
imantado
do fato
de que
nele
você
tenha
estado
Nós
E cá
estamos
eu
pronome
tu
pronome
no lugar de
nós
(Ardendo
procuro teu corpo
mas só encontro palavras:
estas)
(De Da arte das armadilhas, 2011)
*(Belo Horizonte-Brasil, 1977). Graduada em Letras, tem mestrado em literatura brasileira pela Universidade Federal de Minas Gerais. É redatora e revisora na Assembleia Legislativa de Minas Gerais, e autora de vida submarina, Da arte das armadilhas (vencedor do Prêmio Biblioteca Nacional em 2012) e O Livro das Semelhanças.
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