JUAN DE DIOS REYES FRANZANI
Nació en Cauquenes, Chile en el año 1931
SALITRE
COLECCIÓN POESÍA JOVEN DEL NORTE
"PRIMERAS PIEDRAS"
SALITRE EN TOCOPILLA
Luz
de luna
granulada;
rosada
harina
de la pampa;
levadura
concentrada;
escamas
en que se escarcha
el frío
titilar
de las estrellas
en gotas de rocío,
en neblina,
en sales
minerales.
El sol
y el desierto
en cada gota
de salitre
condensan
su universo.
Salitre genital,
que impulsas
las savias
vegetales
emigrando,
de la noche
de la tierra,
al horizonte
del alba,
en la mañana
de los tallos.
ascendiendo
por el cauce
de las plantas,
hasta reventar
en hoja,
en fruto
o en grano.
Salitre
de la pampa,
aromado
por el mar
de Tocopilla,
vas sembrando
a Chile
en cada zurco
DESIERTO
Tierra oblicua en cuya extensión
tangente, la mirada vuela
sin tener el reposo de las alas.
Hasta el aire espesa
el sonido.
El calor vibra
preñando el vientre
de las dunas.
En perfilada lejanía
emerge la montaña
y en la piel
tersa
de la pampa
se desgranan
los colores minerales:
el verde
en las ojeras de los montes,
el ocre
en las manos
y en las nalgas
y el rosa pálido
en el cielo
y en los labios.
Hiperbólica
presencia
de la tierra,
conjunción
del tiempo
y del espacio,
en la síntesis recia del desierto.
LLEGADA AL NORTE DE CHILE
Llegué al norte perfumado de poleo,
me herían las pupilas los racimos de avellanas;
aún siento de los campos el perfume de retamas;
el río Maule vibra en mis recuerdos;
los espinos retorcidos con su oro,
el árbol con sus flores y naranjas
y potreros ardiendo de manzanas.
El norte y su textura tiene el rojo
violento de los cobres y el blanco
rosado del salitre. El azul, de los puertos
y la bóveda desnuda de los cielos.
El susurro del viento en la arboleda
lo imita, en el desierto, la queja de las quenas
Me circula por la sangre el Chile amado.
ANTOFAGASTA
Perla antigua y sensitiva,
del mar y el cerro, Antofagasta,
entre sus senos doblegada,
de minerales, mieles liba.
El mar, por flores, le da peces
que en la carne traen y en la escama
luna de rocío y luz de agua:
metales tiene que no mieces.
En su costa de paz y maravilla
se amalgama el desierto con la espuma.
Oasis de quietud y de blancura,
entre pájaros y hombres se adormece,
en el lecho del cobre, del salitre.
¡Sangre y viento, las fuerzas que la embisten!
COBRE ROJO
El verde de las olas tomó el mar
del vaporoso óxido de cobre.
Con los súlfuros vistió la camanchaca
la mortaja de sus sábanas de azogue.
Agua y fuego efervecente extraen
el cobre de la tierra triturada.
Al cerro, no los golpes lo combaten,
explosivos convulsionan sus entrañas,
y entre cardúmenes de polvo al aire alados
el mineral aflora grávido,
parido en trozos de montaña.
No de flores jardín tiene el desierto,
sino cobre concentrado en láminas y barras.
¡Su rojo es color de fuego y lágrimas!
PÁJAR0 DEL NORTE
El exilio de los pájaros,
sombras voladoras
sobre el mar,
he visto cruzar
frente a la costa.
Elíptica ruta suspendida
ancho surco de los vientos.
Imantado Sur antártico
en la brújula del vuelo;
en el océano
los peces
agitan sus pañuelos
en la encrespada espuma de las olas.
Al límite del frenético aletear
algún peñón marítimo
detendrá la urgente huída.
Con su rítmico latir
unas tras otras se alejan
las bandadas, por legiones,
en el vuelo
de limpio frenesi.
Las compactas escuadras voladoras
seguirán
su impertérrito avance por el cielo
hasta la densa cortina de la lluvia,
arriando su bandera
en algún ausente ventisquero.
PAMPA ÍGNEA
La pampa en noche clara
color de ausencia viva,
silencio que se expande, no respira
cual si espera despertar al alba;
encendido horizonte, llama viva
iluminada lámpara de estrellas
-amada, del minero, la más bella-
pampa nocturna y sensitiva
esplendente de arreboles,
desgranado y lumínico racimo
cuyos granos son luciérnagas.
Viajera luna solitaria,
hermanan su silencio y tu belleza
¡Eres, del salitre, cuna desbordada!
UNIVERSIDAD EN EL NORTE
Fina
presencia
sensitiva,
desdoblada
al pié
del corte
O cantera.
que marca
el límite
de la nueva
cordillera
florecida,
como rojo
pétalo
del Inca
coronado,
donde el desierto
desnudo
en el mar
posa
su planta,
en la delgada
línea
de la playa,
tras cruzar
la pampa
prolongada.
Donde antes
fundían
minerales.
Huanchaca
en ruinas
lo señala,
sutil
crisol
a hora
se levanta.
Trapiche
desbordado,
marmita,
horno,
veta
conquistada,
La Universidad
del Norte
se levanta
como faro
o ancla,
que ilumina
Antofagasta
o la ruta
del progreso,
por el sendero
de las olas
le señala.
Entrégote
mi canto
casa del Norte
y su esperanza.
HOMBRE ANDINO
I
¿Que es nacer
en la tierra
del silencio?
Es ser espora
mineral
cabalgando
en los brazos,
o en las alas
de los vientos
que estrechada
Contra
el cerro,
entierra
su guía
germina1
y extrae
la savia
del capullo
algodonado
de la espesa
camanchaca.
Luego crece
y sobrevive,
edificando
su silueta,
estructurando
el perfil
de su existencia
hasta que, cacto
erecto,
se adelgaza,
se retuerce,
florece
y entrega
su belleza.
El hombre
de esta
Zona
es hilo
dolmén
elaborado
y monolítico,
cual las piedras
de la pampa
en manadas
dcscansando ...
Elevada
la mirada
imitando
a las gaviotas
en la infinita
libertad
elíptica
del vuelo.
Construído
con espuma
forjado
con el hierro,
elaborado
en el trapiche
de los tiempos,
como el cobre
y el caliche,
es una fecha
disparada
en el desierto.
II
... Y fue
rodando
por el surco
del desierto ...
El hálito
del sol
lo consumía
en llama
viva
cruzando
la frente
de los montes,
las nalgas
transparentes,
el pubis
de los cerros.
Quien sabe
de que tiempo
estaba
suspendido
candil
o lámpara
en espera
en la noche
inexistente,
tu alarido
de hombre
fuerte,
ascendió
quebrajando
los milenios
y en el hijo
ha florecido
tu simiente.
III
Llegaste,
compañero
como un río,
que en su avance
hacia el cauce
infinito,
en que el mar
lo espera
violento
y vengativo,
va regando
la tierra
en sus orillas,
con la entrega
de si mismo,
reverbera
en selva
densa,
en pájaros
y flores,
en aroma
y música
de trinos.
En la triptica
soledad
de este desierto
te volcaste
como un eco
hiperbólico
del grito.
En formarte,
esbelto
como una estalagtita.
he ido construyéndote
destino:
Arco
y flecha;
hombre
y niño;
En el tiempo
muestras huellas,
solo una
y un camino...
SALITRE
Por las venas
de la pampa
circulaba
hinchando
de linfática
energía.
las moléculas
de piedra
o tierra
derretida
extendiendo
ocultos
capilares
por toda
la piel
del desierto
entumecido.
Hermano
catalítico
del grano,
partero
de la vida
subterránea.
que oculta
entre genes
y nitratos
y otras sales
que tiene
adheridas,
el turgente
poder
de expandirse
y florecer.
Jazminero
de lágrimas
de luna
desvestido
de neblina
y camanchaca,
oculta
en el polvo
su sentido,
los poros
de la pampa
absorvieron
su granito
y abonado
el desierto
por su hálito
construyó
sus perfiles
de infinito.
Todo el salitre
granulado
es desierto,
es pampa,
es vértigo,
sol y luna
amalgamados.
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