ARMANDO RODRÍGUEZ BALLESTEROS
Bogotá, Colombia, 1956. Poeta, ensayista, editor, profesor universitario. Autor de: Presagios y Migraciones, (Ulrika Editores, 1986); Lubros (Ulrika Editores, 1988); Postal de fin de siglo (antología de poesía colombiana, Kolibro Editores, 1995); Ojos de ritual (Kolibro Editores, 1997); Pasos de gato (Ediciones Perro Azul, Costa Rica, 2002); De ceniza y memoria (Ediciones Andrómeda, Costa Rica, 2008); Lunada poética / Poesía costarricense actual, Vol I, Ediciones Andrómeda, 2005 y Lunada poética / Poesía costarricense actual, Vol II, Ediciones Andrómeda, San José, 2006). Coautor de los volúmenes antológicos de poesía hispanoamericana publicados en 1993, 1994, 1995 bajo el título Poesía viva, con el sello editorial Ulrika. Ha sido incluido en diversas antologías colombianas e internacionales.Director de la colección Mono a Cuadros / Cuadernos de poesía. Poemas, relatos y ensayos críticos de su autoría sobre arte, literatura y producción audiovisual han sido publicados en revistas y suplementos literarios de diversos países. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, francés, portugués y esperanto.
MENDIGO
Silba ebrio el mendigo
Cambia de acera
Gesticula teatral
Su mano en ristre
Siempre con él
La elemental riqueza
Del harapo
Pobres de nosotros
Tan estables y temerosos
Tan llenos de cosas.
(Del poemario “Pasos de gato”)
CAMINO CON LA NOCHE
HASTA QUE LA CIUDAD DESPIERTA
Me encuentra la noche rumorosa
Mientras deambulo entre sones y boleros.
Primero guiña su gran ojo de neón
Luego toma mi mano y me conduce.
Bebo muchas cervezas con la noche.
Ella y yo viajamos transeúntes en los buses
Y nos juntamos con oscuros hombres en el bar.
Embriagados miramos a los ángeles
Que descienden con sus boquitas pintadas
Hasta las esquinas de los burdeles
Y luego ignoramos con soberbia
Las predecibles siluetas que nos acechan.
Ahora voy contándole mis recuerdos:
Le he dicho que desde mi más niña memoria
He soñado con los pájaros del trópico,
Le he descrito mis pánicos,
Sabiendo su certeza al escucharme;
Ya está enterada de mi cotidiano rondar por
los presagios,
Ha palpado mi llaga y mi alegría,
Y entonces, después de las horas,
La noche y yo, aún del brazo,
Caminamos por la ciudad que despierta.
(Del libro “Presagios y migraciones”)
ALEGNA Y EL POETA (II)
No fue tierna, ni condescendiente, ni novia,
ni detallista, ni descomplicada, ni prometedora, ni fiel,
ni confidente, ni veraz, ni delicada, ni amiga, ni solidaria,
ni afecta a la lectura, ni amante, ni confiable, ni sobria,
ni sensible, ni compañía para un cine, ni noble,
ni agradecida, ni emprendedora, ni tolerante, ni sincera,
ni camarada, ni prudente, ni afinada,
ni paciente, ni puntual,
ni aplomada, ni firme en el empeño.
No dijo nunca los motivos de su habitual desafecto
y menos expresó las razones de su adiós.
Él se quedó amándola en silencio y sin mesura
hasta que la envidia de la muerte hizo lo suyo.
Lo encontraron aún tibio, con una sonrisa final
dedicada a ella y a todas sus virtudes.
A RAS DE TIERRA
Envidio de la tortuga
Más que su longevo transcurrir por el mundo
Y su mítica victoria sobre la liebre
La habilidad que tiene para tomarlo
Todo con calma
Y la frecuencia con que escucha
El tamborileo de la lluvia
Sobre el tejado.
ARAÑA
La que pisa en el aire
Y dibuja una estrella atada por lazos invisibles
La trapecista de traje negro
Que asesina en un suburbio
de la casa
La inocente
La que pende
De un hilo.
PEQUEÑO MILAGRO
Muchacha de menta
Pasas y la mañana se detiene
A contemplarte
Nos unimos a ese feliz asueto
Dejando por un momento
Palustres y cemento
Ahora nos sentimos
Más cómodos en el andamio
Hasta nos parece
Que amamos nuestro oficio
ESTATUARIA
Las estatuas del país
Tienen como motivos
Guerreros, prelados y políticos
Las gentes del país
Pasan simplemente sin mirarlas
En cambio los pájaros del país
Asisten puntuales
A defecar sobre los volúmenes soberbios
Dejando constancia de su opinión
Sobre tanta gloria.
ORACIÓN
Para la siembra
Posea yo las palabras y la constancia
Acaso vientos serenos
Traigan lluvias oportunas
Entonces yo hortelano
Pueda recoger la cosecha
Y en gesto antiguo
Hacer ofrenda al sabio universo
Con las palabras frutecidas
Para llamar sobre mí
Su mirada insondable
Y nacer al fin
En algún lugar de su misterio.
PLAN DE GOBIERNO
Paz que no conceda a la rapiña
Plaza donde no se confundan
aletear de palomas
v manos de mendigo
Puente que no aísle las orillas
Cárcel para el miedo
Desagravio para los pájaros
v vendedores de algodón dulce
Calles sin rejas
Templos donde no se prohíba
amar apasionadamente
Campanas al vuelo
por el advenimiento de la risa
Reeducación primaria
para los maestros de escuela
Dignificación para los libreros
Clínica de reposo
para los malos juglares
v los falsos poetas.
PARLAMENTARIOS
Vedlos ahí
Bajo estrictas normas de etiqueta.
Por la cara que exhiben
Parecen deliberar sobre lo probo
Pero en verdad comercian en el acto:
Urden, aplazan, pactan y conspiran.
Son los comensales del gran banquete
En el salón elíptico.
La conciencia es el plato
Que devoran.
ESTATUARIA
Las estatuas del país
Tienen como motivos
Guerreros, prelados y políticos.
Las gentes del país
Pasan simplemente sin mirarlas
En cambio los pájaros del país
Asisten puntuales
A defecar sobre los volúmenes soberbios
Dejando constancia de su opinión
Sobre tanta gloria.
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