sábado, 24 de diciembre de 2011
5536.- JULIO BARRENECHEA PINO
Julio Barrenechea Pino fue un poeta, escritor, diputado y diplomático chileno. Nació en Santiago el 13 de marzo de 1910, y falleció en la misma ciudad el 9 de noviembre de 1979.
Julio Barrenechea Pino, fue hijo del periodista Julio César Barrenechea Contreras y de Claudina Pino Salazar. Realizó su enseñanza primaria en el Colegio de los Padres Franceses continuandolos en el Anexo primario del Liceo de Aplicación y cursando de manera brillante su enseñanza secundaria en el Instituto Nacional, en dicho establecimiento Barrenechea tuvo grandes maestros que despertaron su interes por la poesia. Aprobo de manera sobresaliente el bachillerato con apenas 16 años de edad, lo que le permitió comenzar sus estudios de Derecho en la Universidad Católica de Chile , donde estuvo menos de un año. Al siguiente, ingresó a Derecho en la Universidad de Chile , de donde egresó.
Durante su juventud participó en el Teatro Municipal de Santiago donde tuvo algunos roles en la ópera, adquiriendo habilidades actorales y declamatorias.
Vida Literaria
En el Instituto Nacional le correspondió tener como profesor al poeta Samuel Lillo, quien descubrió su vocación poética. A los quince años fue admitido en el Centro de Artes y Letras Latinoamericanas, que funcionaba en el salón de actos del Diario Ilustrado.
Corría la época de la dictadura del general Ibáñez (1927 - 1931), y en medio de la represión del pensamiento, la poesía era la única manifestación de todo aquello que pugnaba por expresarse entre la juventud. La revista Mástil, del centro de alumnos de Derecho de la Universidad de Chile, era el espacio que recibía los aportes intelectuales de Ricardo Latcham, Orrego Vicuña y otros. Eran tiempos agitados y difíciles, pero Barrenechea ya preparaba su primera obra. "El mitin de las mariposas" apareció cuando el poeta se encontraba relegado en el norte, y fue editado por su amigo Oscar Waiss e impreso bajo las costas de sus compañeros de la Escuela de Leyes, quienes lo vendían clandestinamente. Algunos años más tarde, en 1954, publicó "Diario morir", obra que marcaría un importante giro en su proyecto escritural.
Es el autor de la letra del himno de la Universidad de Chile.
Vida Política
Julio Barrenechea Pino comenzó muy pronto a delinearse como el dirigente natural de los estudiantes en contra de la dictadura de Ibáñez. Militó en el grupo socialista "Avance". Sus dotes de gran orador lo consagraron definitivamente en un viaje que hizo a la Universidad de Concepción, donde participó en una mesa presidida por Enrique Molina. En 1929 encabezó la primera huelga en contra del general Carlos Ibáñez del Campo, quien lo envió relegado a Combarbalá y Caldera, al norte de Chile.
En 1930, asumió la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.
El 22 de julio de 1931, Julio Barrenechea Pino, siendo presidente de la Fech, convocó a un paro en la universidad, que se transformó en la llama que hizo estallar el descontento hacia el gobierno autoritario de Ibáñez. A este movimiento se plegaron todos los gremios que no se habían atrevido a hacer lo que un joven como Barrenechea logró. Se produjo un paro general indefinido y a los pocos días la gente comenzó a salir a protestar, comenzando los disturbios de grandes proporciones. Tanto así, que los Carabineros fueron retirados de la calle porque no se podía controlar a la masa. Ante esa situación, el Presidente Ibáñez tenía dos opciones: sacar al Ejército y continuar en el poder, o renunciar y así evitar el derramamiento de sangre. Optó por lo segundo, renunciando el 26 de julio de 1931. Y de ahí, al exilio. Este hecho fue el inicio político de Julio Barrenechea Pino.
En 1933 volvió a ser elegido presidente de la Federación de Estudiantes. Por aquellos años el poeta había ingresado al Partido Socialista y se había alejado de las aulas universitarias. Fue diputado por Temuco entre 1937 y 1941, y por Santiago entre 1941 y 1945. En estos años se retiró del Partido Socialista de Chile, cuando éste giró hacia el marxismo. Denunciando el peligro que representa para la democracia, adscribió al Partido Agrario Laborista. Así, y paradójicamente, fue parte de los militantes de éste y otros múltiples partidos pequeños que formaron el Partido Nacional en 1956, en pleno segundo período de Ibáñez, sirviéndole de soporte político al general en su segundo gobierno (1952 - 1958).
Barrenechea Pino fue el primer Presidente del Partido Nacional a cuya cabeza estuvo entre 1956 y 1958.
Como diplomático chileno fue embajador en Colombia y la India. En el país sudamericano se lo considera uno de los príncipales poetas chilenos, al nivel de Neruda y Gabriela Mistral. También es recordado por su gran defensa del derecho internacional de asilo, al salvar muchas vidas durante el régimen dictatorial de Rojas Pinilla.
Despues de 1973 Barrenechea apoyó abiertamente al gobierno militar del General Augusto Pinochet Ugarte argumentando que "los militares chilenos son serios y si han intervenido en política en forma conjunta y coordinada como nunca lo habían hecho en la historia patria es por la sencilla razón de que los políticos chilenos no conocían el verdadero valor de la democracia y respeto por las instituciones . Los militares reconstruirán las instituciones y el imperio del derecho, la lección será dura al estilo de los cuarteles, el disfrutar la nueva democracia será una responsabilidad para todos nosotros y ojala las futuras generaciones sepan que en el respeto, la tolerancia, el dialogo, en la verdad y esfuerzo de todos está el secreto de una democracia libre y plena"
Actividad Gremial
En 1959 fue elegido presidente de la Sociedad de Escritores de Chile e integró la Alianza de Intelectuales; además fue invitado a incorporarse, como miembro de número, de la Academia Chilena de la Lengua.
En 1960 se le otorgó el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al año siguiente recorrió nuestro continente promoviendo la integración cultural latinoamericana a través de la creación de un mercado común del libro.
Obras publicadas
“El mitin de las mariposas (1930); “Espejo de sueño” (1935); “Rumor del mundo” (1942); “Mi ciudad” (1945); “Diario morir” (1954); “Poesía completa” (1958); “Antología. Prólogo de Alone” (1961); “Israel: un árbol por cada muerto”, (1962); “Frutos del país” (1964); “Ceniza viva” (1968); “Estados de ánimo” (1970); “Voz rendida” (1975); “Poema de Colombia y del ser” (1977); “El compadre mucho gusto” (1978). Tras su muerte se editaron: “La India no misteriosa” (1982); “El sol de la India” (1986)
Obsesionado desde su juventud por la idea de la muerte, trató este tópico en distintas formas en la mayoría de sus libros de poesía, cuya culminación es Sol de India, escrito en su estancia en ese país.
La obra de Julio Barrenechea Pino, ha sido comentada por diversos autores: Alberto Hermosilla, Alone, Rodolfo Garcés Guzmán, Carlos Ruiz-Tagle, Pepita Turina, Hernán del Solar, Jaime Quezada, Sergio Montecino, Braulio Arenas y Hernán Poblete Varas, han dejado plasmadas importantes miradas a la obra de Julio Barrenechea. Pero sin lugar a dudas, el estudio más completo, profundo y abarcador, lo constituye "Contra mi voluntad: biografía de Julio Barrenechea", de Miguel Laborde.
CANTO DE VIDA Y MUERTE
Amo la vida, amigos, amo las bellas cosas,
la mujer en su tallo y en su alambre la rosa.
El viento, las ciudades, el imperio salino,
la tierra, los sabores, el desborde del vino.
Los metales, las formas, la proclama del árbol,
las columnas de luz, los paisajes del mármol.
El sonido, el perfume, las piedras, las palabras,
el dibujo en el aire de la danza, y el agua.
La fuerza alzada en rocas y en caballos de espuma.
El cielo vivo, el cielo, con su techo de plumas.
El taller de la noche, la mañana desnuda,
la madera del mundo tallada por la luna.
Y las piedras preciosas de brillantes pupilas
bajo el párpado duro de la tierra dormida.
Amo la vida, amigos, y su bella batalla
por seguir, por durar, por crear nuevas alas.
La vida es bella, es bella, es la luz de la sangre,
pero la muerte es sola, dura como el diamante.
La vida es una isla, es color y movimiento,
pero la muerte es grande, honda como el océano.
La vida resplandece como un pájaro de oro,
pero la obscura muerte es el espacio todo.
Nací para mirar el rosal de la vida,
y vi que era la muerte con las uñas floridas.
El pálido secreto de mi melancolía,
es que encontré la triste piedra de la alegría.
Que contemplé mi rostro modelado en el aire,
suspendió en la sombra, solo como una máscara.
Y he aprendido a llorarme y a tenerme piedad,
y a sentir mi abandono frente a la eternidad.
Y supe que no hay nada que sea más lejano,
que el muerto que podemos tocar con nuestras manos.
Y es éste mi brevario, y es ésta mi agonía,
el sudor de mi sueño y el dolor de mi día:
No pensar en la muerte
es no ser uno mismo,
Es caminar dormido
al borde del abismo.
Si vivir es morir
un día cada día,
si es esta lenta muerte
la razón de la vida.
Si sentirnos es ver
que perdemos el día,
no pensar en la muerte
es no armar a la vida.
[de "Diario Morir"]
GLORIA A O’HIGGINS
Padre nuestro, sin padre cercano.
Hijo tú del amor, sin amor.
Chillán Viejo exprimió con su mano
el racimo de luz de tu sol.
Amanece la Patria nacida,
y prospera en tus manos su flor,
con la espada que guarda su vida
y la ley que le da su esplendor.
Juventudes, mujeres, chilenos
en la gran unidad nacional,
vuelta bronce la voz entonemos
gloria a O’Higgins, el padre inmortal.
Con Bolívar, con Sucre y Artigas,
con el gran militar San Martín,
tú sentiste la América libre
como un solo y amado país.
Por la Patria desvelos y afanes.
Niño solo, de joven: dolor.
Fue tu sueño al morir: Magallanes.
Grande fuiste en la abdicación.
Juventudes, mujeres, chilenos
En la gran unidad nacional,
Vuelta bronce la voz entonemos
Gloria a O’Higgins, el padre inmortal.
Gloria a O’Higgins inmortal.
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