miércoles, 3 de agosto de 2011
4392.- CARLOS BECERRA
Carlos Becerra. Chiclayo, Perú 1971. Pertenecio al extinto Circulo Literario "Argos". En 1995 publico la plaqueta de poesia "Poemas olvidados en el pubis de un ocaso". Ha publicado algunos poemas, cuentos y reportajes en el Diario "La Industria" de Chiclayo; tambien en la Revista de Literatura "La pluma del ganso" de Mexico; en la Revista "Camion de ruta" de Trujillo. En 1995 obtuvo el 1er premio de poesia de los V Juegos Florales de la Universidad Particular de Chiclayo; en 1996 el 1er premio de los Juegos Florales "Jose Eufemio Lora y Lora" de la Universidad "Pedro Ruiz Gallo" de Lambayeque y ese mismo año el 1er premio de poesia en el Concurso Literario "LUNDERO" que convoca anualmente el diario "La Industria" ded Chiclayo y Trujillo. Y en 1999 obtuvo el 2do. premio en el Concurso "El poeta joven del Peru" de los Cuadernos Trimestrales de Poesia. Recientemente publico su primer libro de poemas titulado "ojos contra la arena".
Ahora esta escribiendo lo que sera su 2do libro de poesia titulado "ESTIGIA". Actualmente reside en Puerto Ordaz, Venezuela.
poema por las puras
La perra costumbre de llamarme Carlos
De ver los árboles crecer a través de los años
Cuando son los años que crecen a través de los árboles
Y terminar el día todo aniquilado por tus clímax hercúleos
La insana costumbre de revolcarme entre poemas
Y contar y cantar
Todos los chistes de mis sueños en technicolor
El desquiciado final de quemarme como calendario
En el muñeco de año nuevo o
Como árbol hecho leña en una casa sin paredes
Así con mi cuerpo enllagado de llagas
De llagas que cuelgan de mi cuerpo
Como si fueran otro sexo
La perra costumbre de llamarme Carlos
Y aullar desde la luna
Crucificado en el cráter de un aburrido Apocalipsis
ilusión de un animal
Un hombre se atrevió
Una vez
A levantar la mirada hacia el cielo
Y contempló largamente las estrellas en el terrible infinito
“Quiero estar entre ellas”, se dijo
Pero de pronto sintió un tímido ardor en su corazón
Entonces con sus manos se abrió el pecho
Vio dentro de sí todas aquellas estrellas que contempló
largamente arriba en el terrible infinito
“Tengo dentro de mí un espejo”, exclamó
Corrió luego hacia el borde de un precipicio
Y levantando nuevamente la mirada se lanzó al vacío
queriendo alcanzar el cielo
Cayó boca arriba en lo más profundo del abismo
Con el pecho abierto donde las estrellas comenzaban
a apagarse una a una
ojos contra la arena
Me cansa la vana tarea de las palabras…
Luis Cernuda
Cuarto en llamas número trece
Pasas y ves que el cielo parece una inútil sombra
Aquélla que el alma lame gritando bajo los árboles
Donde un hombre revisa su último récord de bestia
Y esconde en su pecho el puñal con el que devora su niñez
En un acto que el infierno celebra con el llanto de mami
Que a esta hora choca su cabeza contra la pared
Gritando mi nombre entre las páginas en blanco
Que sobreviven como lúgubres bostezos que el corazón deja
olvidados en las manos del día
Como sirenas que se alejan del mar para morir
al pie de los tubos de escape
Como un río que mis palabras no detienen
Horizonte donde tu mirada descansa como un pajarillo
Jugando en mi nido del árbol próximo al suicidio
El ocaso fue escupido por papi cuando la mañana todavía
Es la paranoia que me hace correr como escandaloso sudor
Por tu cuerpo de tormenta dormida
Palabras que se entrelazan tendiendo en el aire sus olores
De orgasmos destilándose bajo el sol del insomnio
Palabras que se quedan mirando la ruina de la hoja en blanco
Quietud de cabellos abandonados sobre la hierba
que a duras penas crece porque tu vida
Significa nada para todos y nadie sólo tu alma te sufre
Tu corazón te abandona como arrugado papel en la Nada
Papi y mami un día se amaron como dos animales salvajes
Bajo el silencio que las estrellas suelen derramar
Sobre los amantes que hacen el amor tendidos
en el cuello desangrado de dios
Pasas y ves que el cielo es una inútil sombra
Pasas y ves que el mundo es tan bello
como la duda que te asalta todas las noches
Pasas y ves que el infierno es tu duda
Pasas y ves que tu duda es el propio mar
donde papi le dio el primer beso a mami
Entonces las hojas en blanco se suceden unas tras otras
Como las lágrimas de risa que caían de tus ojos
El día que escribiste tu primer poema
Porque sabías que estabas destinado a la burla
Ah conque eres poeta pobrecito vete a otro lado
Ah conque eres soñador el mundo es un disparate date cuenta
Entonces las hojas en blanco se sucedían unas tras otras
Palabras que papi nunca le dijo a mami porque ya era tarde
Siempre es tarde para que yo pueda decir algo a mami
El sol vuelve a salir cuando doy vuelta
al rodillo de la máquina de escribir
Y arranco la hoja en blanco que me ha derrotado toda la noche
Y desentierro el puñal del pecho reviso mi último récord de bestia
Hundo el puñal en el mar
Y arrojo mis
ojos contra la arena
a Emilio
Soy el terco final de una candelilla
En tu cielo hijo mío
En tu cielo de estrellas de arena
Lanzadas a mis ojos avergonzados y escondidos
En mis bolsillos
Como tus canicas que olvidas
Debajo de los muebles y en severos rincones de la casa
(Si algún día quieres lanzarme desde algún puente
hazlo como si lanzaras una rosa
o un montón de hojas a la hoguera)
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