HÉCTOR ALFONSO MONSALVE
Héctor Alfonso Monsalve Viveros.
Chileno, 15 de Septiembre de 1970.
YO NO SOY HÉCTOR
Dejé de serlo un día
en que me vi caminando hacia la luz
en una calle perdida de Ciudad de Panamá
Era tan bella la luz
Sentí calor en el cuerpo al acercarme
Dolían los párpados, la cara
Quemaba la noche
y como único gesto
ante el peligro y aún de pie
cerré lo ojos, dije tu nombre
Son las 5 de la mañana
y la luz es un sueño repetido
Pienso en mis hijas
En dejar de hacer algunas cosas
En que estar solo es parte de la vida
¿RECUERDAS ESA TARDE?
Tomabas café y decías
que querías volver el tiempo atrás
Así, casi desnuda, como estabas
creías poder delimitar, redefinir
Y yo te dejaba hablar
leer mis versos
tocarme a veces la rodilla
Ahora pienso que esa tarde
así, vestido aún, con mi corbata
fui realmente el que soñaba ser
POR ESO SALÍ Y LLOVIÓ EN EL VALLE
Mi abuelo se llamó Héctor
Mi padre se llama Héctor
¿Cuanto abarca ese nombre?
¿Está en él la furia de la vida?
¿Cuántas miradas hacia el cielo en la mañana?
En la mañana las sombras se retiran
y se ve el verde del camino
el amarillo de los cerros
Entonces
yo voy hacia el gran río que brilla:
No soy Héctor
Como una hoja que se desprende del tiempo
y se desvanece
y se olvida de si misma
yo voy hacia el gran rio
Sé
de los peces que ahí habitan
Sé
de la humildad de las piedras
bajo el agua
que ahí habitan
Conozco la orilla de ese rio que se alarga
hasta el bosque infinito
en donde renace también
Sé, secretamente
de las posas profundas de agua limpia
en donde sólo la oculta zonja crece
Del pájaro que ama la superficie del río
(porque se ve volar en su reflejo)
Del tigre que bebe en esa agua el tiempo
Del pequeño animal que pierde el gran Temor
Yo voy hacia el gran rio
Yo soy en el futuro en ese espacio
Ya no cabe mi canto en el gran canto
Escribo en el agua en movimiento
ARTE POÉTICA
El poeta se pone de pié y reza
al hombre
a la mano del niño que toca
por primera vez el agua
del mar entre las rocas
A la niña que se enamora
y ya no quiere jugar con sus hermanas
El poeta detiene el tiempo
Por eso alza las manos contra el cielo
para devolver la lluvia
para cambiar el orden de las cosas
SÓLO ASÍ ES POSIBLE LA MAGIA
Hay que internarse en uno mismo
reconociéndose
como quien mira a su padre
cruzar la calle
desde lejos
A veces me faltan besos para eso
y me sobran pasos hoy
aquí en México D.F.
mientras Héctor nada en la piscina
yo hablo sólo
Sé que hay una fiesta cerca de esta casa
De Elena (2010)
REGOCIJO
Ahora es tarde y la casa
tiene olor a cera
Hay sombras
de madera intacta
Elena se desnuda sentada
apretada con frío
Olvidó cerrar a tiempo las ventanas
Pero antes
dejó dulces en el velador
QUE COSAS EXTRAÑAS ME TRAJISTE
La primera vez que te vi
volaron en bandada
por la calle Providencia
palomas en la noche
Emigraron a oscuras
El día en que te vi
cayeron cientos de polillas
sobre el capó de mi auto
y yo las confundí con hojas secas
Bailabas arriba de la mesa para mí
Callabas durante horas para mí
Arriesgabas tu vida
Que cosas extrañas me trajiste
¿Recuerdas aquel farol que se apagaba
cada vez que decías: no te quiero?
DENTRO DE MÍ TU CORAZÓN
Sinuoso espejo
¿qué palabras te aterran?
Yo te digo que aún estando no están
aún tomando de la misma copa
saludando con el brazo en alto
no están
Y no es que se hayan ido para siempre
no estuvieron siquiera
Cúmulo de imágenes vacías
Groserías del tiempo
Espejo, ¿supiste del bosque o la neblina
que son recolectores como tú?
Dices: dentro de mí la princesa
corre inconmovible hacia la sala
vestida de azul, de verde, de rosado
corre inconclusa hacia la sala
Dentro de mí
sabe del control de sus pasiones
Nadie la ve llorar porque no llora
Nadie la ve correr porque no corre
Y crece sin embargo
Y reina en su reino indestructible
CERTITUD
Ella sabe que muere
Ese es el punto
Y todos son reflejo y parte de ella
que enfrenta a la muerte
sola y desafiante
con los pies helados
Elena intenta conservar los ritos
doblegar al tiempo en cosas simples
Ve servir la mesa
(Le traen agua ahora en el poema)
Ella mantiene rutinas ya no teme
Olvidó el miedo de golpe hace unas noches
Algo violento en la forma de la tarde
Elena intenta quedarse para siempre
estira los dedos de la mano
busca un rasgo que inicie su fantasma
ESCENA DIEZ
- Único testigo -
Cómo volaba envuelta en polen
cercada por hortensias
transparente entre el ramaje
yo la vi
Pero no sé decir aún ramaje
y menos polen
Apenas puedo escribir
para contarles
soy tan pequeña
Me escondo entre quebrachos
y miro a Elena como es:
Baila a escondidas
Ama a un único hombre
No compara
Cuando me ve
me pide auxilio
Ella está a punto de caer
Y alguien la empuja
Luego todos
no sé si por tristeza
(porque no sé decir tristeza)
inventamos su danza
y ahora
la bailamos en las tardes
bajo el sol
De Poemas Reclinables (1997)
1
Nunca
escribí algo para tí
Ni siquiera rocé el espacio
de tu vientre con mi lápiz
Sólo dibujé tus muslos
reflejados y empañados
en el vidrio de mi auto
con pasión
11
Puedo ver alejándose
su cuerpo acurrucado
por las sábanas vírgenes
donde escribí un poema interminable
recordando lo sacro de sus pies
entrecruzados
Serenata Muda
Un loco sol dice la luna, un loco día.
Yo paso la noche en veda, diariamente. Me paro en puntas de edificios, suyo. Y ella, sólo en la primera lluvia empapa.
Sin seso, aprieto mi vacío cráneo hueco; donde la encuentro desnuda. Desde esa orilla. Parto. Orate de amor por ella. Loco del coco. Loco al fin y al principio. (En la palabra prosa está la rosa y todo un río en la palabra frío. Pero en loco ¿Marisco vino blanco o vino tinto lágrima, llanto?)
Voy y vuelvo yo yo. Vas y sigues. Vas, volantín cortado. Se aleja, se va la cordura y la gordura. Una musa gorda, sorda. (Obesamedueles).
Astronauta de sus astros ojos. Loco de atar. De sus ojos astros, astronauta.
Ya no hay luz. Sólo, una muerte loca, desde una cuerda vida, arácnida.
De acuerdo, los puntos en la tele son estrellas, mar.
Silencio cósmico lo tuyo. Cómico silencio.
Me alejo, con una musa araña. Con un pasado lento a lo mejor. Con un pausado y lento a lo mejor con una serenata muda. (Por ejemplo la vida).
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