Hanan Ashrawi
Hanan Ashrawi (en árabe: حنان داوود خليل عشراوي) nació el 8 de octubre de 1946, en Nablus, su nombre completo es Hanan Daoud Khalil Ashrawi. Es una legisladora cristiana palestina, activista y académica. Ella era amiga y colega del famoso escritor Edward Said. Ashrawi fue una líder importante durante la Primera Intifada, fue portavoz oficial de la delegación palestina en el proceso de paz para Oriente Medio, y ha sido elegida varias veces para el Consejo Legislativo Palestino. Ella es miembro del partido del primer ministro palestino, Salam Fayyad.
Ashrawi es miembro del Consejo Asesor de varias organizaciones internacionales y locales, incluyendo el Banco Mundial de Medio Oriente y África del Norte (MENA), el Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD) y el Consejo de Derechos Humanos del Organismo Internacional.
Recibió su licenciatura y maestría en literatura, en el Departamento de Inglés de la Universidad Estadounidense de Beirut. Ashrawi también tiene un doctorado en Literatura Medieval de la Universidad de Virginia.
Premios
Premio de la Amistad franco árabe en 1996.
Premio Olof Palme en 2002.
Algunos poemas de la conocida líder política Hanan al-‘Ashrawi. En “Metamorfosis” describe la reacción de unas madres ante la muerte de sus hijos, tiroteados por los ocupantes:
Metamorfosis
El día en que Yasir fue tiroteado, su madre se convirtió en piedra.
Envuelta en la bandera, su provisional mortaja,
se tendió en la desierta plaza de la ciudad.
Cada fría madrugada agarraba un puñado de modestas flores
-jazmines, margaritas y rosas de su jardínmientras
soldados perplejos que por allí pasaban,
de vuelta de su turno de noche, se asombraban
ante esa aparición vestida de niebla
que vagamente recordaba a alguna estatua.
La noche en que Rayà fue tiroteada, las luces se apagaron.
Mas su madre encendió una mortecina lámpara
enojada por su miedo supersticioso a los presagios (…)
(Jayyusi, 1992: 335; trad. de C. Mª Thomas).
En una estrofa de “Mujeres y cosas” señala cómo puede actuar con frialdad o calidez según las circunstancias:
Mujeres y cosas
Las mujeres hacen que las cosas sean frías,
punzantes y duras
como un argumento legal lanzado
ante la amenaza de registro o detención.
O cálidas y suaves
como la justicia en un poema,
como la evocación de la imagen de la libertad,
como un baño caliente
y un largo remojo en una casa sin demoler
(Jayyusi, 1992: 336; trad. de C. Mª Thomas).
Cuando en febrero de 1988 los soldados israelíes entierran vivos a cuatro jóvenes de una aldea cerca de Nablus -que los campesinos rescatan al irse los soldados-, escribe “Muerte por enterramiento”, sintiendo que algo de ella ha quedado enterrado con esos chicos:
Muerte por enterramiento
Este terreno no es
apto para plantar.
Aquí la tierra es
dura, áspera, seca.
Las uñas de un muerto
dejan arañazos.
Cierro los ojos. El polvo
obstruye mi garganta.
Yo no sabía que la tierra
pudiera ser tan pesada.
Quizás, si levantara
un brazo, alguien podría
pasar por mi tumba un día
y, como en las películas de terror
nocturnas, ver una mano sin vida,
una mano abierta, unos dedos
semi-encrespados…
y gritar.
Yo no he muerto hoy.
Pero algo de mí sí lo ha hecho.
Y aún sigue yaciendo
en esa pútrida tumba,
fermentado su conocimiento de la oscuridad
(Jayyusi, 1992: 339; trad. de C. Mª Thomas).
MORTE POR ENTERRAMENTO
Este local não é
Próprio para plantar.
Aqui a terra é
Dura, seca, irritante -
Agulhas de folhas mortas
Arranham.
Fecho os olhos, o pó
Sufoca-me a garganta,
Nunca pensei que a terra
Pudesse ser tão pesada,
Talvez se eu
Levantar um braço
Alguém venha atravessar
Um dia a minha sepultura e,
Como nas noites dos filmes de terror,
Veja uma mão sem vida, uma palma aberta.
Dedos meio enrolados...
E grite.
Eu não morri nesse dia -
Outra coisa sucedeu
E ainda permanece
Na sepultura pútrida
Fermentando o conhecimento das trevas.
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