Alexánder Sequén-Mónchez
Hijo de padre guatemalteco y madre salvadoreña. Nació en la Ciudad de Guatemala en abril de 1977.
Poeta y ensayista. Algunos de sus textos han sido recogidos en antologías de España, Chile y Guatemala. En 2001 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo “Luis Cardoza y Aragón”.
Ha sido asistente y asesor legislativo del Congreso de la República de Guatemala, de cuya presidencia fue Coordinador de la Unidad de Reforma Constitucional en 1998. En la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Guatemala, investigó sobre procesos de militarización, seguridad pública, democracia y juventud. Durante cinco años fue profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Rafael Landívar. En 2002, ingresó en la Misión de Naciones Unidas para Guatemala en calidad de Oficial de Comunicación, pero al poco tiempo fue nombrado Jefe de la Sección de Prensa y Análisis Político. Escribió para elPeriódico, entre 1999 y 2003, y para la revista dominical de Prensa Libre, de 2004 a 2006, año en que trasladó su residencia a Madrid. En la actualidad trabaja como Especialista de Política para Casa de América.
La poesía de este escritor guatemalteco, pese a que Esto no puede escribirse en prosa es su primer poemario, ha trascendido las fronteras patrias y ya es una figura en otras latitudes; así, el poeta chileno Andrés Morales, dice: "La poesía de Alexander Sequén-Mónchez es un hallazgo entre tanta palabrería inútil y desbocada en la literatura hispanoamericana actual... Aunque éste es su primer libro, no lo parece en absoluto: la madurez y la decantación de esta obra permiten al lector maravillarse con el secreto y extraordinario prodigio de la gran poesía."
Y es que Alejandro Sequén-Mónchez, pese a su juventud (nace en Guatemala en 1977) es ya un poeta y ensayista, que ha conseguido que algunos de sus textos y poemas figuren en antologías de España, Chile y Guatemala. En el 2001 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo "Luis Cardoza y Aragón". En el 2004, F&G en su décimo aniversario, nos entrega esta joya, que como las buenas, tiene muy buen joyero para guardarla, por la calidad de la impresión y del diseño.
Los poemas que contiene el libro Esto no puede escribirse en prosa fueron escritos entre 1994 y el año 2000, en ellos, su autor se presenta como un consumado poeta, que impresiona por la fuerza de su palabra, por su construcción atrevida y por la autenticidad de su vivencia poética. Proyecta en algunos de sus poemas una sexualidad pura, inocente, sin la malicia del lucro ni la vulgaridad.
El poeta cubano Enrique Cirules, afirma: "Esta poesía se nos muestra impregnada de sutiles misterios y dolorosas evocaciones. Es una voz fuerte. Voz testigo que desdobla y convoca a la reflexión, pero que es capaz de incitarnos a ese milenario tono de palabra herida, como si emergiera de un sueño abismal, con ansia infinita de revelar y revelarse una y otra vez."
Su poesía, no es fruto de prisas, sino de lecturas y relecturas, de correcciones y reconversiones, su poesía es, como los buenos vinos, producto del reposo, del añejamiento, como él mismo dice en su poema La poesía está en el fracaso:
Ya no me atormentan
las sombras que vienen por su página
ni el insulto que me lee por completo.
Escribir ya no es la obsesión
de volverme una estatua
He dejado la prisa a los muertos.
Los ojos de una máscara
La luna de ayer sigue intacta sobre el mundo
Cinco menos cuarto
Amanece
Se escucha el ruido de un motor
La arboleda muriéndose de pájaros
Sobre el mueble un reloj
Haciendo deshaciendo
su infamia
numérica y mortal
Sigo insomne casi derrumbado
en el último libro y la primera palabra
Se comienza a notar
las ausencias
Hay una mujer
lenta como un arpa
Ella es la causa
de este eclipse incomprendido
¿Cuál será de ahora en adelante
la frontera entre el amor y la soledad?
No hay respuestas sino muros
Después de cerrar la mano
el alba comienza a devorar mi sombra
Monólogo del bastardo
No era necesario que anduvieras por el mundo
No tenías por qué morir como los pájaros
Estoy aquí y lo lamento
Hiciste bien
Yo tampoco hago mal orinándome en tu silencio
Ojalá que esta tibia gota de sangre toque tus huesos
Ya vendrán las hormigas a limpiarte los ojos
Antes del poema
Ahora que necesito
una imagen para pulsar la mano
se me viene encima
aquella intención de dejarte en el vientre
un eco de agua
o de colocar a tientas
unos peces de palo
Ya no la imagen
el deseo imaginando a cada quien
por pedazos
No en la mano
sino en el cuaderno una gota
Uno
No quisiera volver de nuevo
es suficiente el número de escobas intratables
Por ahora me conformo con no ver aquella pregunta
Me avergüenza en fin
estar adentro
puesto sin título en el lugar de los ceniceros
sin péndulo ni fecha que postergar
En este sueno alguien pronunció mi nombre
Me cansa estar presente
Mientras uno duerme es imposible escuchar
Es fácil mentir de memoria las verdades
Metales lúcidos no faltan los pájaros
que se acercan con la intención de llevarse un ojo
No sobra ni exagera
la cantidad de cuchillos que vuelven a opinar
Ya todo es estatua
acumulación de sombras
Los árboles son nubes
El invierno un eucalipto a gotas
derramándose sobre la escalera
Cuatro
Comienzo a sentirme mal y abro una mano
¿Por qué
los niños me pican los ojos?
Por qué las niñas me preguntan cosas?
Yo crecí
en el extremo
La palabra puta fue una casualidad
Ser esto o aquello no es razón para jalar el pelo
Esperen
no me gusta estar solo
¿Que si mi madre? No Ella es la dueña
¿Que si mi padre? De Él
ya hablamos
No sé lo que es un pene
¿Vagina es una señora?
La maestra lo preguntaba de otra forma
(ponía ejemplos en la pizarra)
De yeso su mano
de yeso mi familia Enyesado por completo
recogía la basura del salón y del colegio
Así expiaba la culpa de no saber restarle polvo a la sangre
Solo los niños con apellidos indígenas me acompañaron
Mediodìa de puñetazos
volvía a la casa
a rascarle la cabeza al perro sin ganas de almorzar
En los patios supe quedarme quieto
Aquellos caníbales
me abrieron los ojos con su navaja pedagógica
(Nunca más supe cómo taparle la boca a mis palabras)
No hay comentarios:
Publicar un comentario