LUIS ÁNGEL BARRETO
(Maracaibo, Venezuela, 1979). Licenciado en Filosofía. Cursante de la Maestría de Filosofía en La Universidad del Zulia. Ganador del Certamen Mayor de las Artes y las Letras 2006 por el poemario Arqueología de olores otorgado por el Ministerio de la Cultura. Finalista en el III Premio Internacional de Poesía Joven La Garúa 2007 de Barcelona, España. Ha publicado los poemarios Arqueología de olores (2007) y Las máquinas simples (2014), ambos por la Fundación Editorial El Perro y La Rana. Aparece en las antologías Amanecieron de bala, publicada por esta casa editorial, En-Obra, publicado por la Editorial Equinoccio de la UCAB, la antología de jóvenes poetas de la Revista Poesía Nº 153 de la U.C. y en la antología Rosa Caribe de La Mancha Editores. Actualmente labora en el área editorial.
PERTENENCIAS
Tienes un obús humeante
tienes unas calles
tienes tres ciudades a oscuras
tienes un muerto, un cadáver persa.
Tienes una gota de agua en la cara
tienes varios peldaños de una escalera.
Tienes todos los ojos cerrados.
Tienes la madrugada con todas sus horas cortas
tienes una infinidad de días.
Tienes un iluso soplador de Murano.
Tienes la lluvia, todas las lluvias.
Tienes un clarín que no suena
tienes prisioneros de plomo
la desesperación estática del ajedrez
la manía de mirar al cielo.
Tienes la verticalidad de un susto
tienes todos los jardines.
Tienes una perla debajo de la lengua.
Tienes la lejanía.
Pero, a pesar de todo eso
eres bastante parecida a las batallas perdidas.
ANIMAL
Recuerdo que antes te esperaba en la periferia
con mis miedos sumergidos en alcoholes
bípeda y circular salías otra vez.
Sin soportes
de las deformidades del fuego
con la lumbre en los dedos
en reversa como el diablo
como un largo desfile de tractores
de bronce, convencida
pajarraca aleonada que vuela un tiempo
y se sienta en las ramas donde hay sombra.
Eterna y hambrienta
agujereando montañas para hacerlas volcanes
como siempre, cercana, presentida
deambulando con tus pesos
sabiendo que es cuestión de tiempo
sabiéndote mirada por las orillas
bajo el sol de las primeras veces.
Respirada
bestia azul de rugidos
que se ríe abriendo fauces y ventanas
que se ríe porque sabe que se relame lo que en otro tiempo fue una herida.
ADIVINANZA
Qué es por dentro rojo
por fuera, oscuro tornasol, como pluma
áspero hacia arriba, hacia abajo suave amasijo
salado, luego dulce, luego salado de nuevo.
Atravesado desde arriba
tajado con un corte vertical a veces oculto
húmedo de negra humedad
siempre percutido, siempre hurgado con mano impaciente
en ocasiones, usado como máscara de oxígeno
o como edredón tibio de carne
si no hay prisa puede servir para dar olor a las estancias.
Puede ser probado maduro o verdoso
de mañana o de tarde
sumergido en líquidos
o escurrido sobre cualquier superficie con manteles o sábanas.
Los hay también de otros colores, de otros relieves.
Tiene agua y no es río.
Tiene oscuridad y no es noche.
¿Qué es?
Desabotono el disparo
limpio mi camisa del abrazo de la pólvora
recojo mis partes regadas
mi pellejo que luce transparente
la mancha que me pertenece a mí solo a mí
el destino
el proyectil
hoy no es el sueño lo que me apaga
yo soy el desecho
quien mañana solo estará imaginado
ya me pienso sin manos
sin ojos sin la voz
duele
me fui labrando una muerte mía
esta no
por eso tengo este rictus de extrañeza
de Las máquinas simples (2014)
Inicio tocamientos
construyo barcos en botellas
respiro
eso suena
produce metálicos espasmos
busco verdor
estoy cerca
percuto despacio tu caja xilófona
palpo lo árbol de tu carne oscura
lo relámpago
lo vidrio
lo bala
Nada regresa intacto
tampoco tus manos ni el olor
todo está abierto ahora que no quiero pedazos
mañana te buscaré en el aire
tonada cantada en el futuro
tal vez desierta desnuda
y te miro
tan negra aire tan suave tan siempre sexo derramado
como silueta dormida que mira a las bestias y
su diáspora
predicha en el silencio de las lámparas que nos piensan
nada regresa intacto
ni siquiera tus órganos en reposo
que el jadeo nos proteja la fiebre
nos consagre la cólera de lo que te digo
que mis palabras
laman
tus
palabras
He venido como el humo
pájaro e invisible
llegué enorme a husmear cerrojos
tu perfume alcanza millones de años
es una forestación
un arca llena con mis animales
gozo el incendio de nuestra choza
pruebo el mendrugo de rabia que ocupa tu regazo
pero la culpa es toda tuya
me acercaste el agrietamiento
las vegetaciones
las acequias
cuando me broto por el polen
no hay candados que impidan mi oler capullos
Cuento tus partes
les voy poniendo nombres
son todas tantas
en lo oscuro son inmensas
son tibios y quietos rinocerontes
tienen humedad de orilla
son como cofres que guardan otros cofres
Es un constante acechar
es tener calma
aguardar con la quietud del amante
con la tardanza en la boca
disparar con mis ojos
no matar
herir
vengo como un sosegado cazador
como la miel que cae
así lento
el amante es un caracol
casi siempre
Acostado respiro
yo que fui acera o baldosa
ansío sudarte toda esta noche
derramar tu cuerpo en los caminos
esparcirlo en multitud de territorios
hacerlo mares de conchas desiertas
hacerlo migajas
hundidos veleros de juguete
destilar por las fisuras el humo de tu pie
cují en el corazón
tu corazón mi estribo mi casa
tañido que lustra mi exterior osamenta
que quiso haber sido barro
abrazando tu desfile en mi parte horizonte
mi parte plataforma memoriosa
lámina que espera la infancia de tu caminar descalzo
El sudor evidencia una candela cercana
quizás en el aire se agolpe una hondísima canícula
si hay oquedad hay casa
todo un océano para ser bebido
para ocultarse boca adentro
si hay calor hay piel con ornamentos
hay olor
lagunas en el cuerpo para respirar
ostras arrojando perlas a tu cuello salado
Me someto a la carne
bajo extrema crisálida me pongo
no pretendo exhumación
no quiero pulcritud ni abluciones
rastreo con lengua filtraciones en la piel
ese vaho que siempre brota de los poros
busco partes negras
busco especias y frutas
busco confinarme en la corteza
reclusiones
quiero no escapar
husmearte las sombras
los dobleces
ansío habitar bajo olor
probar un transpirar que sea perfecto
Tu sudor es precorporal
está antes
y habrá sido
sangre amarilla de naranja
leche de hoja y de corteza
sol por dentro
o por mar
primera llovizna tu sudor
intramundo
portafuego
abreporo
paralabio
Vivo en este escondite cualquiera
sigo expuesto al follaje
a la dureza de la misma parte
a este dibujo que es también de ella
al rugido que se disipa cuando regreso a la orilla
la misma orilla
siempre
me arrimo a la cumbre
a ponerle un rumor en la boca
como sembrar una piedra
disimularla
me desabro para que retoce a ritmo de gota que cae
me deshago a tientas
a golpes de olfato
me vacío de soplo
me desairo
después de horas de viento fuerte
casi puedo olerle su agonía mineral
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