jueves, 15 de diciembre de 2011
5399.- DIANA LICHY
Diana Lichy, Venezuela, 1960
Ha publicado:
En los extremos confines de tu cuerpo 1989, poemas,
Conga de dos lunas 1992, Guión cinematográfico,
Solitario oficio de horas desnudas 1993, poemas,
Sortilegios 1994, poemas
HECHIZO DE LA MARACA
Con frase mágica
refuerzo el poder de mi maraca.
Por un hueco le soplo humo de tabaco.
Las piedras que susurran en su vientre
tienen nombre
cada una, con nombre de un antiguo pariente,
con nombre de mi tribu,
para que sus espíritus
me protejan con grandes poderes
Así,
esperar con ojos alumbrados
entre tanto misterio.
Encandilado
por la sentencia de los antepasados.
Tanto
Tanto guerrear con las palabras
enderezar frases
para no terminar nunca
el último poema
y que la muerte
nos venga
a ganar
al final
de la partida
La noche se escapa
La noche se escapa
por el tejido de nuestra hamaca
las estrellas se despiden bajo tus parpados
el sol
comienza a afilar
la sombra de los árboles
y el aroma del café
desnuda al sueño
cuando cristaliza este poema
AL PRINCIPIO CAEN DISPERSAS…
Al principio caen dispersas
gotas errantes
para formar
un nuevo diluvio
las palabras
que
se huelen
se tocan
se buscan
como animales en celo
caníbales
se devoran unas a otras
como jauría
resuenan dentro de mí
Solitario oficio de horas desnudas, 1993.
CADA PALABRA SALTA…
Cada palabra salta
como un collar que ha perdido sus cuentas
en este difícil sendero
callejón sin salida
del poema
Solitario oficio de horas desnudas, 1993.
EL PUÑAL DE LA PALABRA…
El puñal de la palabra
me atraviesa
Muero en cada intento
en la sagrada ceremonia
del poema
Solitario oficio de horas desnudas, 1993.
EL HOMBRE PERDIÓ EL PODER DEL VERBO…
El hombre perdió el poder del verbo
Ya no convoca tempestades
ni conjura elementos que fecunden la tierra
y prodiguen cosechas
ya no habla con los muertos
ni desvía maleficios
ni destierra plagas o enfermedades
no puede como antes
con asombrosa claridad y precisión
predecir el futuro en los astros y el viento
Olvidó la lengua del chamán
que lo transformaba en lobo o águila
ya no tiene su doble animal
que le otorgue poderes
para sustituirlo en mágicas tareas
Ya no hay ningún profeta
con su verbo purificador
provocándonos para hacernos tambalear
y sacudir el viejo edificio de nuestras costumbres
convirtiendo nuestra alma en zarza ardiente
Perdió hasta la gracia del juglar
que entraba a la corte
precedido por un resonar de fanfarrias
Ya nadie cree en el poeta
no hay gente que se reúna
a escucharlo
con la complicidad de la noche
y de la hoguera
Apenas lo toman en cuenta
como si fuera un extraño animal de feria
Ha perdido el ritmo
y la musicalidad de sus versos
Su voz sólo adormece
nada vibra
y sus libros reposan en paz
mansos cadáveres
Solitario oficio de horas desnudas, 1993.
TANTO GUERREAR CON LAS PALABRAS…
Tanto guerrear con las palabras
enderezar frases
para no terminar nunca
el último poema
y que la muerte
nos venga
a ganar
al final
de la partida
Solitario oficio de horas desnudas, 1993.
ANTROPÓFAGO
Con el puñal escribo.
El mundo late en mis entrañas,
y me hala el cuchillo
un poco más hacia adentro.
De los añicos
reconstruyo
el poema.
Inédito.
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