Paula Einöder (Montevideo, URUGUAY 1974) es escritora y poeta uruguaya.
De familia alemana, comenzó a publicar poesía en los años 90. Es Licenciada en Letras, por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad de la República de Uruguay, y profesora de inglés. Tiene publicados poemas en varias antologías y tres libros La escritura de arcilla (Ediciones Imaginarias, 2002), Árbol experimental (Artefato, 2004) y opacidad (La Propia Cartonera, 2010). Su primer libro recibió dos menciones especiales en los Premios Anuales de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura, Uruguay. Actualmente reside en Munich, Alemania.
Obra
Poesía
Opacidad (2010)
Árbol experimental (2004)
La escritura de arcilla (2002)
La escritura de arcilla
Escribiré sin motivo y sin consideraciones.
Agarraré cada palabra bizca y deshecha
y la haré de arcilla.
La pasaré por el fuego. Le daré aliento.
Cada palabra será un hombre.
Poblaré la tierra de palabras. Llenaré páginas de hombres.
Habrá arcilla en vez de tinta.
Escribiré sin volumen. Me cegaré.
No voy a pisar ninguna palabra.
Serán mi bastón.
No voy a buscar al hombre. Porque un hombre
está hecho de texto.
Está tejido de demasiadas palabras.
No voy a buscar al poema. Porque un poema
está hecho de carne.
Está compuesto por demasiados
tejidos y músculos y nervios.
Escribiré sin propósito y sin esquemas.
Pero nadie podrá reprocharme que no haya unido
la palabra con la arcilla, la tinta con la sangre. Además
mi falta de originalidad es buscada.
Lo novedoso y el olvido son lo mismo.
Pero mi poema está escrito.
De eso trata el asunto.
de "La escritura de arcilla"
Alturas
No puedo escribir sin destruir:
un poema que es un árbol
lo es porque antes chupó con creces
las raíces de un poema anterior
y lo dejó petrificado y esquelético
El poema nuevo en cambio
se puso robusto y en flor
Yo estoy aquí
En esta batalla
de sangre –tinta-
de boca –papel-
de hacha –borrar-
Y estoy dispuesta a matar
sin piedad si logro con ello
mi único objetivo
-lo que yo deseo-
hincarle el diente al fruto
más jugoso y maduro
en la punta del árbol
de "Árbol experimental"
Poema roto
Le quito páginas al río
y cuando digo río
escucho a los pájaros agolparse en los ramajes viscerales
para por fin desmenuzarse en el cielo disuelto
No. Le arranco páginas al río
Quiero decir –intento lo que no se puede
Detener al río no se puede
No se le pueden quitar todas las hojas al río
Detener lo escrito en el agua
Pero le quito las páginas al río
Me defino por eso. Y lo hago
Atravieso una penumbra. Pero el río es una máquina feliz.
Existe aparte de mí. No me espera ni se inmuta
y yo escribo sola
No digo –ahogada- pero pienso que el río
escribe versiones que luego desleo
sintiendo mi problema de enfoque
Igual, las páginas se escriben solas
y yo estoy sola cuando escribo
e intento quitarle páginas al río
de "Árbol experimental"
escribo que escribo
los versos se apoyan en mi cadera
como jinetes sobre negra jaca
los versos empiezan dando saltos trovadorescos
por mi espalda
los versos insinúan poemas a mis oídos
cansados de tanto ruido
los versos se mecen en mi ombligo
y buscan esa combinación magistral
de palabras y sonidos
los versos tienen secretos que espero un día
se transformen en poemas
los versos se escapan en la noche
a buscar experiencias poéticas
los versos se amontonan en mi mente
pero ninguno tiene pasta poética
los versos se escabullen como gusanos
en tierra húmeda
los versos se aprietan contra mi retina
intentan ver algo del mundo
pero yo los aplasto
los versos se disfrutan más
cuando no me dan vueltas por la cabeza
como un remolino de palabras
los versos empiezan con gemidos
y continúan dando sollozos hasta la madrugada
los versos son la espina
el poema es la flor
los versos se entretienen cada noche
ocultándome en cajones
las palabras que necesito
los versos vienen y van
despistándome de mi verdadero cometido
los versos no quieren que yo sepa
el contenido del poema
los versos cantan canciones
pero olvidan la letra
los versos inventan las razones del poema
pero sin razón
los versos a veces se quedan quietos en las puntas de mis dedos
y siento como las palabras invaden mi cuerpo
los versos se juntan muchas noches para hacer estrofas
y a último momento aparece el poema
los versos son máquinas de asociar imágenes
los versos se parecen mucho a unos versos que conocí
los versos componen melodías
que el viento se llevó
los versos vienen a visitarme
fuera del horario de visita
los versos se parecen mucho al bosque
y las palabras al árbol
los versos corren detrás
de los miembros de madera de Dafne
los versos tiene savia
pero no raíces
los versos se queman en la estaca
frente al público ausente
los versos son solo construcciones
me dijo la estrofa
los versos tienen sangre dulce
y sus venas llegan al corazón del poema
los versos están listos para cantar
la canción poética
los versos volverán a colgarse del balcón
los versos ya están aquí
presiento su presencia en mi cuerpo
y abro mi boca
escribo en este papel
salen los sonidos
escribo las palabras
canto la canción del trovador
escribo que escribo
Raíces
La escritura sólo vive en un país subterráneo
Digo, me has visto antes
Pero digo, que lloro porque quiero tocar fondo
y cuando toco fondo me gusta sentir
que navego por mares de tierra
y que el polvo que me cubre es una huella de mi respiración.
Por eso yo vivo aquí
donde el agua necesita bajar hondo
donde los capilares disminuyen su espesor
sólo para consolarme
donde transpirar es darle lugar a que crezca un brote
donde transmirar es mirar más allá
o que me mires ahora como no me habías visto antes
DE ÁRBOL EXPERIMENTAL
Physis
Me voy rodeando de tallos enormes, verdes-quiero
Las raíces del suelo se escapan para decirme
sus subterráneos anhelos
Yo apoyo mi cuerpo contra la tierra para que devoren
los gusanos mi estructura porosa y compartimentada
Les pido a los insectos menos culpa para enfrentarme
y me cae un rocío abierto sobre el cuerpo
-es una lluvia de significados-
Toco los pétalos gigantes, de seda al tacto
y quiero derretirme mientras giro y giro
en esta celebración del encuentro
DE ÁRBOL EXPERIMENTAL
Ellas
Crecen dentro de las uvas
y usan hojas de parra para no provocar vergüenza.
Son polimorfas e inadecuadas
y se pasean entre los tallos de las flores
con la naturalidad de las princesas.
Huelen a jazmín sublimado
y beben vino cuando celebran al dios Baco.
Son dispersas por su capacidad
de desmaterializarse en el aire
pero vuelven a ser visibles
cuando sienten la piel de un hombre cerca.
Se abren en su bulbo
y permiten que las sobrevuele el insecto.
Dejan que sus pies sean huella de una fruta-metafísica.
Su versatilidad les permite volar con altitud de aeroplano
si las persigue una hormiga feroz.
Y son desmesuradas en sus tamaños corporales
cuando van a desflorar a su presa
y la aplastan con el peso de su pasión sin medida.
DE LA ESCRITURA DE ARCILLA
Región de lo inmediato
Región de lo inmediato
Escribir y escribir, dar hachazos
al árbol primitivo, a la madera
primigenia, ser un ebanista
medieval, un monje
de monasterio, un meister
de la pluma, un escriba
del templo, un ermitaño
del grafito, talar firme al árbol
hecho hoja, al papiro egipcio
al pergamino de la antigüedad
al gutenberg moderno
y todo por esa luz al fondo del túnel
por cegarnos con la divinidad inmaterial
a través de la materia
del árbol primitivo, de la madera primigenia
y transformar la nada en un huevo fabergé, escribir
y reescribir ahora comprendo, leer y
releer, ahora me interno y ser la
pausa luego del hacha, el silencio
luego del parloteo, fijar la vista
en el cielo de la escarcha, amar
esas flores amarillas que descongestionan
los sentidos, y volver al punto de
partida para partir el árbol primitivo
la madera primigenia, para crear el
sig-oto-el otro-sig-no-el ver-bo-el-as-ombro
para apoyarte luego del escombro
en el árbol primitivo, en la madera
primigenia y obtener sombra luego de
arder en la caldera que chifla y resuena
campana del jorobado de Notre Dame
y ser el trovador que busca al trovador
que rasca el árbol y encuentra el HUEVO
perfecto dentro de la savia caliente
y las barbas de la corteza:
el huevo que late
el latido que le da
la singularidad
a lo inmediato.
DE LA ESCRITURA DE ARCILLA
You Don't Know What Love Is
Dame un poco de tu infierno
de tu máquina rota
de tu trayecto rasurado.
Es la hora del quiebre.
Justo cuando los relojes se desmoronan
y se ablandan las percepciones
No es este el sitio de la penumbra.
Por eso quiero un poco de tu infierno
de tu fiebre bochornosa
de tu delirio transplantado.
Es el espacio de la náusea
Justo cuando las bocas se preparan para evacuar
un strip-tease del alma.
No hay tiempo, dices
no hay tiempo para aflojar los calambres
para desintoxicar la piel de las toxinas del aire.
Pero quiero un poco de tu infierno
porque quiero sentir el veneno.
Quiero palpar tus sudores nocturnos
tus filamentos delicados.
Quiero escuchar a la mosca cuando se convierte
en un trozo de tus sueños.
Estoy proyectando mi mareo en tu pantalla desnuda.
Estoy depilando mi vientre de monstruos y libros.
Estoy al tanto de que el invierno es fatigoso.
Por eso quiero un poco de tu infierno.
Dame tus noches emancipadas
tus colchas con lunas de incienso.
Te doy mi ombligo por un poco de tu fuego.
Escucho tus bailes a través de mi espejo
y me preparo para la barbarie de tu imagen.
Por eso dame un poco de tu infierno
porque estoy perdida en este paraíso inventado
en estas calamidades asépticas.
Quiero tus altas temperaturas
tus enzimas reventando por el calor.
Sí, dame un poco de tu infierno.
Quiero palpar la irreverencia de tu reino
tus espejos-esperpentos
los tormentos de tu tormenta
tu sinceridad descarada
tu cáscara de existencia
es decir
quiero un poco de tu infierno.
DE LA ESCRITURA DE ARCILLA
Hermosos poemas, tus versos llegaron a mí ser, hasta dejar lágrimas en mis ojos.No tengo palabras para decir lo que sentí al leerlos, estoy orgullosa que seas poeta Uruguaya, abrazo de luz Paula.
ResponderEliminarAfro- charrua: soy kika.
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