domingo, 11 de diciembre de 2011
5329.- ENRIQUE JARAMILLO LEVI
Enrique Jaramillo Levi (Colón, Panamá; 11 de diciembre de 1944) es un poeta y cuentista panameño, autor de más de 50 libros en todos los géneros literarios. Es Licenciado en Filosofía y Letras con especialización en Inglés y Profesor de Segunda Enseñanza por la Universidad de Panamá. Tiene además Maestrías en Creación Literaria y en Letras Hispanoamericanas por la Universidad de Iowa. Ha ejercido la docencia universitaria en México, Estados Unidos y Panamá.
Trayectoria
En 2005 ganó el Concurso Literario Ricardo Miró en la sección Cuento, y en 1964 obtuvo una Mención Honorífica en la misma categoría y en 1965 en la categoría de Teatro. En 1970 obtuvo Mención Honorífica en el Tercer Certamen Cultural Centroamericano. En 1971 y 1972 ganó la Beca Centroamericana de Literatura convocada por el Centro Mexicano de Escritores y la Fundación Ford de México.
En Panamá ha sido el gestor de varios premios literarios: Premio de poesía "Gustavo Batista Cedeño" en el Instituto Nacional de Cultura; el Premio Centroamericano de Literatura "Rogelio Sinán" y el Premio Nacional de Cuento "José María Sánchez" en la Universidad Tecnológica de Panamá; el Premio Signos de Joven Literatura (cuento y poesía), Premio Nacional Signos "Guillermo Andreve" al Mejor Libro Publicado, el Premio Signos de Poesía "Stella Sierra" y el Premio Signos de Ensayo Literario "Rodrigo Miró Grimaldo" en la Fundación Cultural Signos; el Premio "Maga" de Cuento Breve en la Revista Cultural Maga
Ha sido el creador de varias colecciones de libros, y es un editor muy activo. Es fundador de varias revistas literarias, entre las que destacan la Revista Cultural Maga que se ha estado publicando desde 1984.
Es autor de antologías de cuento, poesía y ensayo, publicadas en Estados Unidos, México, Colombia, Costa Rica y Panamá: Sueños compartido (Compilación histórica de cuentistas panameños: 1892 - 2004) Tomos I y II (Panamá, 2005); Cuentos panameños - Antología de narrativa panameña contemporánea (España, 2004); Flor y nata (Mujeres cuentistas de Panamá) (Panamá, 2004); La minificción en Panamá (Breve antología del cuento breve en Panamá) (Colombia, 2003); Construyamos un puente - 31 poetas panameñs naciodos entre 1957 y 1983 - con Salvador Medina Barahona (Panamá, 2003); Pequeñas resistencias 2: Antología del cuento centroamericano contemporánero (España, 2003); Panamá cuenta - Cuentistas del Centenario 1851 - 2003 (Panamá, 2003); Hasta el sol de mañana (50 cuentistas panameños nacidos a partir de 1949)(Panamá, 1998); Contemporary Short Stories from Central Americana (junto con Leland H. Chambers)(Estados Unidos, 1994); When New Flowers Bloomed. Short Stories by Women Writers From Costa Rica and Panamá (Estados Unidos, 1991); Poesía erótica de Panamá (1929-1981) (México, 1982); Homenaje a Rogelio Sinán. Poesía y cuento (México, 1982). Poesía erótica mexicana (1989-1980) (dos tomos) (México, 1982); Poesía panameña contemporánea (1929-1979) (México, 1980); El cuento erótico en México (México,1975); Antología crítica de joven narrativa panameña (México, 1971).
Producción literaria
Teatro
Si la humanidad no pintara colores! (También contiene "Alucinación") (Panamá, 1967); La cápsula de cianuro (también contiene "Gigolo") (Panamá, 1966).
Poesía
Echar raíces. (Panamá, 2003); Conjuros y presagios (Panamá, 2001); A flor de piel (Panamá, 1997); Recuperar la voz (Poesía selecta: 1970-1993) (México, 1994); Siluetas y clamores (Hibridario poético de momentos disímiles) (Panamá, 1993); Extravíos (Costa Rica, 1989); Fugas y engranajes (1978-1980) (México, 1982); Cuerpos amándose en el espejo (1978-1980) (México, 1982)Los atardeceres de la memoria (1970-1978) (México, 1978).
Cuento
Recientemente gano los juegos florales Hispanoamericanos en la sección de cuento con su trabajo 'Escrito Esta' Para más señas (Venezuela, 2005); Híbridos (México, 2004); El vendedor de libros (Antología de cuentos largos) (El Salvador, 2002); En un abrir y cerrar de ojos (Costa Rica, 2002); De tiempos y destiempos (reedición en un solo tomo de los libros "El búho que dejó de latir", México, 1974 y de "Renuncia al tiempo", México, 1975) (Argentina, 2002); Luminoso tiempo gris. Páginas de Espuma, Madrid, (España, 2002); Cuentos de bolsillo (Antología de minicuentos) (Panamá, 2001); Senderos retorcidos (Cuentos selectos: 1968-1998) (México, 2001); Caracol y otros cuentos (México, 1998); Tocar fondo (Panamá, 1996); The Shadow. Thirteen Stories in Opposition. (Estados Unidos, 1996); 3 relatos de antes (México, 1995); Duplications and Other Stories (Estados Unidos, 1994); El fabricante de máscaras (Panamá, 1992); La voz despalabrada (antología) (Costa Rica, 1986); Ahora que soy él (Costa Rica, 1985); Caja de resonancias: 21 cuentos fantásticos (antología) (México, 1983); Renuncia al tiempo (México, 1975); El búho que dejó de latir (México, 1974); Relatos (México, 1973); Duplicaciones (México, 1973); Duplicaciones (edición aumentada) (México, 1982 y España, 1990 y 2001); Catalepsia (Panamá, 1965).
Ensayo
Manos a la obra y otras tenacidades y desmesuras (Panamá, 2004); Nacer para escribir y otros desafíos (Panamá, 2000); La mirada en el espejo - El arte de la creación literaria: visión del mundo, razón de vida (Panamá, 1998); La estética de la esperanza (tomo II) (artículos periodísticos, prólogos, reseñas de libros, conferencias, discursos) (Panamá, 1995); El escritor y la honestidad intelectual (México, 1995); La estética de la esperanza (tomo I) (artículos periodísticos, prólogos, reseñas de libros, conferencias, discursos) (Panamá, 1993).
Barco a la deriva
Hay que salvar la nave,
su tripulación,
el cargamento.
Sálvala tú que sabes el oficio,
que puedes tranquilizar el desorden
de las máquinas y el fragor de las olas
con el simple roce de tus dedos,
con el bálsamo de una sonrisa.
No permitas que naufrague
este terco barco a la deriva.
Ofrécele al final tu puerto,
condúcelo
a su muelle húmedo,
y verás cómo se aquieta
este incendio voraz
que me consume.
Bruja
Habitada por el viento
que en recinto cerrado
se pone a mecer tus cabellos,
nocturnas voces musitan
lapidarios dialectos
por el fluir de tus ojos.
Brilla y parece desvanecerse
el calor de tu piel
cuando platicamos de brujas
y un relámpago enciende
la punta de tu lengua.
Me convierto entonces
en la más fiel
de tus víctimas.
Destiempo
El amor expira
y renace
cuando irrumpe su tiempo
de ser,
efímera rosa a destiempo
espinas en el tiempo justo:
preludio de trinos
que tendrán otra voz
y nueva substancia
mientras dure la cosecha.
El mar
Caracoleando su rumor milenario,
imponente emerge el mar
por entre oscuras rocas
que bordean la costa y me rodean
las mujeres de mi vida.
Sus cuerpos se encrespan,
estallan aquí cerca, a mi lado,
y en la distancia muere el atardecer.
Pequeñas olas llegan suavemente
tras formarse afuera
e irrumpir ahora, palabras
que ya no sé quién dijo
ni cuándo ni su razón de ser.
Líquida caricia me lame los pies,
el pensamiento, casquivana, insistente.
Hacia su origen enfilan residuos
en dulce postración.
El mar: esponja de recuerdos,
cambiante espejo, flujo
y reflujo de otras vidas,
de mi existencia metamorfosis
y resurrección.
Escritura
Afuera llueve
Tu mano escribe a mi lado un poema
Veo caer la lluvia
Los trazos emiten un sentido
En los charcos de la calle flotan palabras
Una lenta humedad de signos nos ciñe al respirar
Estoy empapado de ti cuando te leo
Somos ya una misma esencia
atrapada entre agua y escritura.
Extravíos
I
Como pechos violentos desbocados
hacia manos disponibles, temblorosas;
hacia labios cuyo asedio ya no es necesario.
Como risas desatadas por las noches
cuando llueve y corriendo por las calles
destilamos efímera alegría.
Como flores contráctiles extrañas
halladas de repente
donde uno menos las espera
-¿en el fondo de un sueño?-
y su presencia nos seduce
aún al despertar.
Como sendas que nos llevan
a sitios impensados
en donde ocurren hechos
ajenos a nosotros,
pero ya no deseamos regresar
o no nos dejan.
Como soltamos las amarras,
el pelo, las ropas asfixiantes,
los deberes que se asumen por costumbre
cuando anochece una mañana
o al mediodía caen pájaros gorjeando calamares
desde un cielo enrarecido de presagios.
Así son los extravíos de esta historia
que me teje a su antojo
y me despeña
de mí mismo
cuando encuentro tan cambiado
aquel rostro del espejo,
las viejas fortalezas
del espíritu.
II
No hay secreto sin destino.
y sin embargo me contemplo otro
al perderme en el temblor de líneas
no siempre paralelas,
más bien convergentes,
que apuntan hacia un final
en cuyo vértice
-incógnita abierta-
puede esperar cualquier cosa:
Dios, la tragedia,
la nada sin fisuras
o una pequeñísima gota
de plenitud
en tus brazos.
Ideas
Fluyen en la mente
como peces
enfilando
hacia ignota carnada
y no se detienen
a respirar
ni cuando duermes
porque eres una máquina
perfecta
que sólo habrá de suspender
su ritmo
al final
de la última jornada.
Que yo sea
Las dudas surgen -trenzadas- de las dudas;
la tenaz certidumbre, del amor.
No dudes más, confía.
Come de mi mano, paloma;
de mi cuerpo, antropófaga.
Aliméntate de mí.
Que yo sea
hostia
consagrada
en tu altar.
Resquicios y rescoldos
Hay resquicios como encendidos rescoldos
y rescoldos que son presencias sinuosas
que cotidianamente nos habitan.
Viven en nosotros alimentándose de sí mismos,
de lo que fuimos, de lo que alguna vez
volveremos a ser, bueno o malo.
Sólo somos sus impávidos anfitriones,
incubadoras, matrices donde a veces van creciendo
y cuando en los resquicios los rescoldos
se inflaman, se ponen al vivo rojo,
en los rescoldos los resquicios se destemplan, se exacerban,
pueden salirse de madre.
Entonces hacemos cosas inauditas, acaso terrible:
y nadie nos conoce ya, ni nosotros mismos
nos reconocemos. Porque una sola masa informe,
magma atroz, puro caos, nos desquicia.
Porque ahora es antes y antes después y siempre,
y todo terriblemente diferente, porque todo
es turbio en su inexorable lógica expedita,
porque nada entendemos ya o tal vez demasiado,
y siempre, siempre hay consecuencias...
Sólo el amor
Para Leland H. Chambers
La angustia es siempre
indocumentada ave
que se aposenta
mirando ansioso a todas partes.
Sólo al mirarse de frente
en el trémulo pozo del alma
hasta embarrarse de luz
la médula del ser
brota un largo beso de sombras
permeado de ígneas ráfagas
que son alas de una gran emoción.
Comprendemos maravillados
que a fin de cuentas
por encima de todo
sólo el amor nos salva.
Denver, Colorado
24 de abril de 1988
Sonrisa
A Tatiana, mi primera hija
El día es gris
y están frías mis manos
cuando a través de la ventana
veo agitarse los rosales
en el jardín
azotado por el viento.
Empieza a llover
como un lento aprendizaje
de la naturaleza
hasta que la oscuridad
que ha ido creciendo
entra en mi ánimo.
Oigo un suspiro
leve
a mis espaldas
y me doy vuelta
buscando recuperar el tiempo
de la alegría
en el espacio exacto
que ocupa el pequeño bulto
animado
sobre el tapete.
En su rostro pálido me veo repetido
y pienso que esa sonrisa suya
inocente
es capaz de mover el mundo
en que me muevo
iluminándolo
hasta cortarle las alas
a la tristeza
y restaurar mil veces
el genuino rostro
de la paz.
Vuelo
Se abre, meandro de esplendor;
palpitante, desde su centro me incita,
me ruega, no tardes tanto, ven...
Fuego terso, ríos de lava dulce,
algodón, filamentos desprendiéndose,
blando espacio que desaloja su vacío,
su creciente plenitud,
noche tornándose soleado deleite crepuscular,
complacida expectación,
apaciguada brasa.
Somos trayecto, armonía en expansión,
leche y miel bíblicas
desbordándose,
vuelo a ras,
caída,
llegada.
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