Siomara España Muñoz
Ecuador 1976, egresada de la carrera de Literatura y Español. Primer Premio de “Poesía Universitaria” Universidad de Guayaquil. Finalista en el concurso de cuentos Jorge Luis Borges /revista SESAM /Argentina. Ha publicado “Concupiscencia” - Poemario; “Antología poética C.CN”. – Antología; Antología del Humor” - Alianza Francesa de Guayaquil- ; Múltiples Diarios y Revistas.
Miembro Fundadora del Grupo Literario REVERSO. Se desempeña como Capacitadora Cultural Comunitaria en la Subsecretaría de Cultura, Región Litoral y Galápagos; dirige la Revsta – Blog: REVERSO http://gruporeverso.blogspot.com/, Editora Cultural del periódico “El Emigrante”(de distribución en Europa); Ha participado y organizado diferentes encuentros poéticos y literarios Correo electrónico: gruporeverso@hotmail.com.
La poesía de Siomara España es una confesión desenfadada. Es un verbo que se vuelca en el fondo de las palabras y que no deja espacio para la transpiración de más sensaciones. Los apetitos que la poeta busca en su trabajo poético son de libertad en la expresión y en la forma. Es vivir airadamente en el mundo que las imágenes recrean y que se vivifican en estos textos donde aparece una voz influida por los muros de los significados que siempre han frenado a los poetas. Siomara indaga por la voz poética que en ella habita y se deja llevar por su equilibrada entonación (ese ritmo que envuelve al continente del poema). Es una voz torrencial. Nueva y firme, figura ya entre los nuevos nombres de la poesía del Ecuador. (Javier Oquendo T).
La Casa Vacía
No invites a nadie a nuestra casa.
Pues repararan en puertas,
paredes,
escaleras,
y ventanas,
miraran la polilla en los rincones,
los cerrojos oxidados,
las lámparas ciegas, arruinadas.
No traigas a nadie a nuestra casa
pues no tendrán más que angustia de tu mesa,
de tu cama,
del mantel,
del mobiliario,
se reirán de pena por las tazas,
fingirán nostalgia de mi nombre
y reirán también de nuestra hamaca.
No traigas más gente a nuestra casa
pues te escribirán canciones,
te entusiasmaran el alma,
te susurrarán traviesos,
sembraran una flor en la ventana.
Por eso no debes, te lo ruego,
traer más gente a nuestra casa
pues se pondrán rosados,
verdosos, rojizos o azulados,
al descubrir las paredes rotas
las plantas marchitadas.
Querrán barrer en los rincones
querrán abrir nuestras persianas
y encontraran seguro en nuestros libros
las excusas perversas que buscaban.
No traigas mas nadie a nuestra casa
así descubrirán nuestros absurdos
te llevaran lejos a otras playas
te contaran historias de naufragios
te sacaran a rastras de esta casa.
POEMA 1
I
El tiempo era eterno cuando no existíamos,
tú sin mi, yo sin ti,
no éramos más que marionetas
de templos donde otros dioses
saciaban su sed de cuerpos mutilados,
pero apareció tu canto
y mis pasos lo siguieron en silencio.
II
Cuando asomaron
las primeras grietas de tristeza,
me enrosqué en tu carne,
buscando aglutinantes de ternura
para olvidar la brizna
y perderme entre tus piernas.
III
Vampiros maquillados de metáforas
asechan con su aliento,
cuervos mutilados
se desbaratan de un soplo.
bailo entre palabras
y por los poros abiertos
se van derrumbando
los últimos residuos de tus besos.
LA MUJER DEL MIÉRCOLES
Cuántas veces la mujer del miércoles
desdobla el rostro
lava sus pies
y camina sobre sus palabras.
Cuántas veces recorre los mismos caminos
transita las mismas calles
ve los mismos semáforos
observa los mismos mendigos
sube las mismas nubes
busca la misma cama.
Cuántas veces la mujer del miércoles
busca la boca de su amante
se estremece entre sus brazos
grita de amor desesperada
y llora entre silencios sus palabras.
Cuántas veces la mujer del miércoles
quiere abandonar su pasión
renunciar a su tortura
olvidar sus sueños
y seguir atada.
Cuántas veces ríe y canta
y otras tantas llora enamorada
cuántas veces la mujer del miércoles
tiene que amarrarse el alma
vivir el delirio, la locura
y caminar sobre lo dicho,
caminar sobre sus palabras.
…NAVEGO EN LA WEB
mientras
Sabina descarga…
Y mi último cigarrillo
va chisporroteando sus postreras luces
perezco ante pensamientos desiguales
desfilando sin pausa
van mis fetiches
Silvio, Perales, Serrat y JJ…
Tropiezo con radio rebelde
un retrato del che,
el mundo,
la desigualdad social,
las revoluciones,
el imperio,
Líbano, Israel,
qué mundito, compañero …
me desconecto
me bajo
ya no lloro.
Aunque la realidad estremezca.
A F. GARCÍA LORCA
Los gallos reclaman la aurora
con su copla mañanera
los jornaleros desfilan
balanceando el puentecillo de caña
llegan hasta la ramada
los machetes aguza la piedra
sonríen sus dientes de plata
el desayuno en la mesa
Las seis treinta aún no pasa
plátano, salprieta,
café negro, en enlozadas tazas.
Los peones desfilan contentos.
Sus sombreros ondean de paja
al arrozal caminan contentos
sus cuitas alegres cantan.
El regreso de Lolita
Yo soy Lolita
así los Lobos esteparios
me desenreden
las trenzas con sus dientes
y me lancen
caramelos de cianuro y goma.
Intuí mi nombre aquel día del puerto
con los náufragos
¿recuerdas?
Y aquel combate
con Vladimir, el imperecedero.
Sé que soy Lolita
lo supe cuando me entregó
sus manos laceradas de escribirme.
Por eso cuando apareciste
libidinoso y suplicante
a contarme tus temores
te dejé tocarme
morder mis brazos y rodillas
te deje mutilar entre mis piernas
los ardides de Charlotte.
Sabía que tu vieja espada
cortaría una a una mis venas
mis pupilas
y me burlé cien veces
de tu estupidez de niño viejo
llorando entre mi vientre.
y cuando todos los náufragos del mundo
volvieron a mi puerto
a entregarme dádivas
que yo pagaba con carne
tú saltaste tras mi sombra
mientras yo, huía y bailaba.
Por eso sé que soy Lolita,
la nínfula de moteles y anagramas
que vuelve con la maleta al hombro
a retomar tras años el pasado.
Duelo
Estoy haciendo todos los duelos
a esta muerte:
corto mis uñas,
mi cabello,
lo visto de negro,
así como a mi cuerpo.
Cuelgo una manta en tu retrato
y voy dibujando espacios
ensangrentado besos,
disfrazando fantasmas,
Esquinas inconscientes
de laberintos y bares
mientras manos anacoretas
emparedan los rincones.
Con ojos vendados,
diagramados,
oxidados,
lapidados de salitre,
emprendo los duelos pertinentes.
Hasta que liquide
la hecatombe de la almohada,
de la espalda, del derecho y del revés.
Porque cuando me recupere de los golpes:
contra puertas, ventanas y escaleras,
entregaré a Abrahán, a Isaac
y a todos los profetas
los sacos de cenizas,
donde guardé el duelo de esta muerte.
Me despido de tu cuerpo
de tus ojos, de tus manos
de la cama vieja y de su estruendo
me despido de las fiebres
de los ecos de mis huesos en tus manos
de tus dientes mordedores
me despido porque es temprano
me despido porque aún escucho tus gemidos.
A chorros me sangran tus heridas
aún escarbo la nostalgia de tu cuerpo
porque si no me marcho
podríamos ser felices
El mar se desparrama
se parte en pedazos
los niños lloran
cansados de morder el agua
el duro pan
las algas secas
los náufragos por su parte
buscan látigos de fuego
los heridos retazos
para cobijar sueños
lejos el eco parpadea
nado en turbulencias
y el mediodía asoma su rostro envenenado
Ahora flotan las cosas
hoteles,
frutas,
ventanas
y no son las mismas de antes
las que revoloteaban
ahora hacia el pavimento
los carros van de picada
chocando contra aeroplanos
que corren por la calzada.
Maniobras vías
sobre el viento diseñadas
resucitas tus muertos
y me obligas la mirada
entre tus muslos marchitos
y canciones pasadas.
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