LUIS MANUEL TORRES.
Biografía
POETA, ESCRITOR, PERIODISTA Y CARPINTERO.
Nació en la ciudad de México, D. F. el 15 de noviembre de 1909, creció en un ambiente propicio para ser poeta y escritor ya que desde muy pequeño estuvo en contacto con lo más granado de los intelectuales de esa época, al hacerse cargo de el su hermana Eugenia Torres, dramaturga, poeta, actriz y famosa declamadora, la que por su intensa actividad, aun adorándolo, no podía personalmente dedicarle mucho tiempo. Fue un niño solitario, no obstante esa soledad contribuyó a que adquiriera el vicio de la lectura, convirtiéndose en un hombre autodidacta, artífice del idioma castellano y profundo conocedor de la literatura; un POETA cuya sensibilidad le permitió ver en la sombra, escuchar en el silencio y llorar en la sonrisa. Como ESCRITOR; nació para ello; decía que escribir para el era como respirar y escribía magistralmente. Como PERIODISTA lapidario, vara de medir de acero, negro y blanco definido, sin vericuetos.
Dijo una ves en uno de sus libros de poesía:
“El lector no va a encontrar rengloncitos cortos, tartamudeos de prosa que ávida de originalidad se despeña en el pantano de la tontería. No escribí para ser poeta, nací poeta y por eso escribo y, felizmente, todo el mundo me entiende y muchos, me honran sintiendo el sentimiento que creó mis poemas.”
Sus 13 libros editados la mayoría por la EDITORIAL LUX, y con pseudónimos son:
• EL PERFECTO DECLAMADOR (Leonardo Casallar) Editora Mexicana 1940.
• EL MODERNO SECRETARIO – (Prof. F. de la Serna) E. Lux 1941.
• COSAS DE LA VIDA. — (Malgré Tout) E. Lux. 1942.
• MANUAL PRACTICO DE ORTOGRAFÍA.- (Prof. F. de la Serna) E. Lux. 1942.
• EL SECRETARIO DE LOS ENAMORADOS.-(Juan de Grama) E. Lux. 1943.
• SOMBRAS.- (Malgré Tout) E. Lux. 1944.
• EL MANUAL DEL CARPINTERO.-Luis Manuel Torres E. Lux. 1944.
• LAS TRES VIRGINIDADES DE CATITA.-(Malgré Tout) E. Lux. 1945.
• PSICOLOGÍA DEL AMOR CONYUGAL.-(Malgré Tout) E. Lux. 1945.
• CARTAS DE AMOR DE EL Y DE ELLAS.-(Malgré Tout) E. Lux. 1946.
• LOS SIETE CASOS DE MIS SIETE AMANTES.-(Malgré Tout) E. Lux. 1946.
• POR UN MINUTO DE PLACER.-Luis Manuel Torres.s/f
• EL BÚHO.- Luis Manuel Torres, 1984.
Doce de ellos escritos entre los años de 1940 a 1946 y EL BÚHO, en 1984, éste ultimo autobiográfico. De 1934 a 1946 su intensa labor literaria La desarrolló en la ciudad de México haciendo y colaborando en las famosas revistas de esa época, Sucesos para Todos, Amenidades. Revista de revistas, Social, La Lidia, La Familia. En las que quedaron; sus Cuentos, Diálogos, Poemas y trabajos periodísticos. Después de esa época, abandono la ciudad de México y la literatura y se radico en Acapulco, Dedicándose 11 años a ser carpintero, oficio que le gustaba mucho.
Volvió a la literatura como Periodista, escribió en los mejores diarios de Acapulco. Fue Escritor, Editor, Director, de su periódico PUERTO, que fue el heraldo de la verdad y de la justicia, donde combatía la corrupción, principalmente cuando se cometía contra los parias y los desheredados, fustigaba a los farsantes de la democracia, combatiendo la epidemia sidosa del poder público.
Luis Manuel Torres cuya pureza de verdad fue un verdadero símbolo de cualidades transparentes y propositivas, ICONO del periodismo Guerrerense, que en cada uno de sus actos cintila un ejemplo de grandeza espiritual y de generosidad mayúscula. Su espíritu muchas veces transido de dolor por los dolores ajenos y flagelándose por el silicio de la impotencia para mitigarlos, ese espíritu en carne viva que tuvo que transitar junto a los hombres cuerdos, prácticos, metódicos, y calculadores y por consiguiente antítesis de su hiperestesia; tuvo la osadía de nunca eludir un reto o recular ante el peligro, reto que se explica y siente en toda su obra literaria. Trabajó hasta los 90 años y cuatro meses y falleció el 9 de Octubre del 2003. Dejando una inmensa riqueza de espíritu entre los que lo conocieron.
http://poetacarpintero.blogspot.com
LA PATRIA ES PRIMERO
Señor, estoy avergonzado,
no en lo que a mí concierne
por que siempre he tratado,
dentro de mis pocas fuerzas,
de obedecer fielmente
esa heroica consigna
que nos legaste:
Estoy avergonzado,
dolido hasta las lágrimas
del escarnio que han hecho
de tu célebre frase:
“¡La Patria, es primero!”
No, Señor, ya la patria
ha caído en desuso,
la patria es un sofisma
que late como enorme
tambora martilleada
por puños de mentiras;
está en todas las bocas
ahogándose en saliva,
pero nadie la lleva
como tú la llevaste
fluyendo por tus venas,
encendiendo en tus ojos
las miríadas de estrellas
de tu cielo y tu ensueño.
La patria es un pretexto
para expandir el tórax,
para engolar la voz
con trémolos que intentan
convencer al oyente
de un genuino fervor,
tan falso, como falsa
es la vieja tizona
de palo que en el teatro
reluce cual si fuera
acero bajo el sol.
¡Pobre de ti si vives
como caricia al viento,
como frescura en frondas,
como dureza en rocas
o en murmullos de mar!
Acaso vas buscando
tal si buscaras puertas
abiertas a tus viejos
empeños libertarios;
tal si buscaras nido
en corazón de hombres
de cutis atezado
sobre su sangre azul,
y que amando la patria
sonrieron a la muerte
como lo hiciste tú.
“¡La patria, es primero!”
repiten incansables,
ritornelo que urge
saber cuál es la patria
que veneran y adulan
devotos de tu frase...
¿Es la patria del buitre
que aprovechó el desastre
para hartar su avaricia?,
¿Es la patria que buscan
en la puerca política
de un sistema caduco?....
¿Es la patria que lucra
depauperando al pueblo?...
¿La patria del que premia
la ineptitud supina
con la veste de Themis?...
¿Es la patria que ampara
ladrones que saquearon
la fortuna del pueblo
al que están aherrojando
con voraces impuestos
que resarzan los viejos
criminales dispendios?...
Estoy avergonzado,
señor, de mi impotencia,
de mi voz sin sonido,
de mis puños sin fuerza,
del continuo fracaso
de este mi pobre empeño
de acatar el mandato
de tu frase que ahora
nadie quiere escuchar.
“¡La patria, es primero!”
¿Para quiénes, señor?...
¿Para mí?, ¿De qué sirve?,
¿A quién darle mi vida
para salvar la patria?
Tú tuviste a tu lado
un puñado de hirsutos
gañanes que contigo
se jugaban la vida;
pero yo solo tengo
una larga agonía
de soledad y odio,
tal si fuera terrible
pecado tener patria.
Estoy avergonzado,
dolido hasta las lágrimas,
y no por mi fracaso,
sino por el fracaso
de la patria surgida
de tu sangre y ensueño,
patria, señor, que ahora
¡se ha quedado sin patria!
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
A V A R I C I A
He amado la belleza sobre todas las cosas
y el alma, por mis ojos, con avidez febril;
ha bebido el encanto que se alberga en las rosas
y las rosas llameantes del ocaso de añil.
Avaro de belleza mi espíritu ha guardado
un puñado de estrellas empapadas de mar,
una llama, una cumbre, un perfume ignorado,
una dulce caricia y un alegre cantar.
Sin embargo mi espíritu ya no quiere las rosas,
ni el extraño perfume, ni la gama de rojos
que florece la cima, ni el alegre cantar.
¡Contemplo tus dos grandes pupilas luminosas
y hoy vive obsesionado por apresar tus ojos
más bellos que la cumbre, las estrellas y el mar!
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
S A L V A J E
Mi espíritu es salvaje. Creció como ha crecido
el jaguar en la selva, y así, soberbiamente,
cuantas veces se ha visto por los hombres herido,
ha curado su herida rugiendo sordamente.
Salvaje como el viento que ensayando canciones
en las frondas, de pronto se trueca en vendaval
y retuerce, implacable, las recias ramazones
que le dieran poco antes sus voces de cristal.
Salvaje como el agua, que pedazo a pedazo
va minando el orgullo del enhiesto peñón;
que ha olvidado los rezos y con cada zarpazo
desahoga sus rabias en viva imprecación.
Salvaje como el cóndor soberbio y atrevido
que se funde en las llamas de un inmenso crisol
y después, en el risco donde tiene su nido,
alimenta a sus hijos con pedazos de sol.
Salvaje como el boa que en apretado abrazo
asfixia a la gacela con sádico placer
y, vencida la presa, se envanece cual lazo
de terciopelo en torno de un cuello de mujer.
Es por eso, señora, que mi amor os extraña,
discrepa con los otros que os rinden vasallaje
y a cambio del meloso florilegio que engaña,
sus cantos acompasa con música salvaje.
Es por eso que a veces mi beso es un mordisco
y mis brazos se ciñen en brutal opresión;
y por eso en mis manos hay rudezas de risco
y fulgura en mis ojos una audaz ambición.
Quizás esta locura salvaje que atesora
mi espíritu rebelde, os infunda temor;
dejadme sin recelos, mi angustia nunca implora;
mas si arrogantemente aceptáis este amor,
con mis alas de cóndor alcanzaréis el cielo,
con mis sedas de boa enlazaréis gigantes
y sabréis del reclamo de las fieras en celo
bajo un dosel de sombras cuajado de diamantes.
Y una tarde, señora, contemplando un ocaso
Que haga sangre la nieve del lejano volcán
Con cierto vago orgullo, murmuraréis acaso:
“¡Se ha dormido en mis brazos el último titán!”.
Luis Manuel Torres
(Malgré Tout)
H U M O
Sobre mi mesa de trabajo yace,
como una rara mariposa muerta,
una carta de amor en que se hace
pensar que el paraíso es cosa cierta.
En sus frases mi orgullo se complace,
aunque tanta pasión me desconcierta,
y un “no se que” me obliga a que rechace
lo que a creer mi corazón no acierta.
“Te adoro, dueño mío, no es quimera
ni capricho fugaz; eternamente...”
Pienso, enciendo un cigarrillo, fumo...
Y en la duda de si es o no es sincera,
me he quedado mirando fijamente
el arabesco que dibuja el humo.
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
HONOR AL POETA
Todo en ella es finura, elegancia, belleza,
el ritmo se hace gracia en su cuerpo al andar,
de su altivez emana cierto aire de nobleza
que le confiere un vivo prestigio singular.
Mis brazos han ceñido la seda y la tibieza
de su cuerpo que vibra con leve palpitar
y estrechándola toda, surge dulce terneza
que desborda del alma y se trueca en cantar.
Pero si a Dios le plugo hacerla pequeñita
a fin de que su esbelta belleza principesca
encontrara en mis brazos una ardiente pasión,
En honor al poeta, su bondad infinita,
le concedió la gracia de un alma gigantesca
¡para poder con ella llenar mi corazón!
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
CONDENALA, SEÑOR...
Condénala, Señor, a que me quiera
en forma de que no pueda olvidarme,
y te pido "condénala" que amarme
significa embriagarse de quimera.
Al igual que frondosa enredadera
en torno de su vida he de anudarme
y en el golpe que de para arrancarme
sentirá que su carne se lacera.
Mas si acaso, Señor, en su pasado,
no existiese maldad que le merezca
la condena que anhelo con fervor,
te suplico, mi Dios, ya resignado,
me concedas la pena gigantesca
!de vivir para siempre en su rencor!
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
EN VANO
Comprendo que es en vano. La ilusión aterida
no encontrará en tus brazos refugio ni calor
ni tus morenas manos restañarán la herida
que trueca mis ensueños en un sordo rencor.
Y así, con la certeza de que toda la vida,
sin alcanzarlo nunca, perseguiré tu amor
y de que inútilmente mi boca estremecida
ansiará la frescura de tus labios en flor.
Desplegando las alas de mi espíritu inquieto,
de este espíritu loco, soñador y bohemio
que por cada tristeza devuelve una canción.
por tu amor imposible cincelo este soneto
y sin buscar elogios ni mendigar un premio
¡con el último verso te doy el corazón!
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
¡ P O B R E C I L L O !
Es tan vano tu empeño, majadero
por lograr los favores de mi amada
con intrigas de vieja solapada
y desplantes de bobo con dinero,
a no ser que detesto lo rastrero
y mi amante su calma ve turbada,
te pagaba con una carcajada
tus argucias de crápula usurero.
Tu pasión en sí misma se malogra
que el amor no se compra ni se logra
conquistando, tenaz, futura suegra.
Y palpable lo ves, desdeña todas
las ventajas del fausto de unas bodas
y mis versos con besos me reintegra.
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
en forma de que no pueda olvidarme,
y te pido "condénala" que amarme
significa embriagarse de quimera.
Al igual que frondosa enredadera
en torno de su vida he de anudarme
y en el golpe que de para arrancarme
sentirá que su carne se lacera.
Mas si acaso, Señor, en su pasado,
no existiese maldad que le merezca
la condena que anhelo con fervor,
te suplico, mi Dios, ya resignado,
me concedas la pena gigantesca
!de vivir para siempre en su rencor!
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
EN VANO
Comprendo que es en vano. La ilusión aterida
no encontrará en tus brazos refugio ni calor
ni tus morenas manos restañarán la herida
que trueca mis ensueños en un sordo rencor.
Y así, con la certeza de que toda la vida,
sin alcanzarlo nunca, perseguiré tu amor
y de que inútilmente mi boca estremecida
ansiará la frescura de tus labios en flor.
Desplegando las alas de mi espíritu inquieto,
de este espíritu loco, soñador y bohemio
que por cada tristeza devuelve una canción.
por tu amor imposible cincelo este soneto
y sin buscar elogios ni mendigar un premio
¡con el último verso te doy el corazón!
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
¡ P O B R E C I L L O !
Es tan vano tu empeño, majadero
por lograr los favores de mi amada
con intrigas de vieja solapada
y desplantes de bobo con dinero,
a no ser que detesto lo rastrero
y mi amante su calma ve turbada,
te pagaba con una carcajada
tus argucias de crápula usurero.
Tu pasión en sí misma se malogra
que el amor no se compra ni se logra
conquistando, tenaz, futura suegra.
Y palpable lo ves, desdeña todas
las ventajas del fausto de unas bodas
y mis versos con besos me reintegra.
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
UNA CUALQUIERA
Se me dio como el agua de la fuente
que desgrana en canciones su caudal,
como da sus perfumes el rosal
a la brisa que gime dulcemente.
Sin embargo en sus criticas la gente
califica su entrega de inmoral;
pues amor no es amor sin la ritual
ceremonia de un cura diligente.
Por lo tanto la dama encopetada
que al marido traiciona cautamente
o la linda y alegre divorciada
que ha obtenido permiso de ramera
de mi amada dirán cándidamente:
“¿Fulanita de tal?... ¡Una cualquiera!”
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
A PESAR DE TODO
Se la compré a la vida y no hubo nada,
ni una sola palabra de ternura,
ni un temblor en las manos
ni una seda en los labios,
ni un fulgor azorado en la mirada,
lo mismo exactamente que si hubiera
comprado en el establo
alguna yegua joven.
Aquello fue el absurdo
de deglutir sin masticar
un pan recién horneado,
de beber con premura,
a grandes sorbos,
el fuego de su carne;
bastaba la precisa
convicción murmurando:
“La tendrás que pagar”,
para que no pudiera,
ni gozarme en el vino
ni saciarme en el pan;
para que toda el alma,
negada ya tres veces,
filtrándose en mis venas,
anonadara de asco
la voluptuosidad.
Y en el todo sin nada
que le compré a la vida,
carne morena y joven
como dorada espiga,
el alma se me duele
con un hondo penar;
por que a pesar de todo
¡no la puedo olvidar!
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
COMO DUELE...!
Con la plena certeza de que su amor es mío
a cada instante temo que me deje de amar.
¡Su amor es una llama y a veces tengo frió!,
¡Me enloquece el silencio y su amor es cantar!
La duda lacerante que me torna sombrío
se diluye en su risa y me pongo a soñar;
mas después, implacable, adquiere nuevo brío
y fustiga mi ensueño hasta verlo sangrar.
Quiero darme en caricias de infinita ternura
y con falsas querellas mi inquietud la tortura
para ver en sus ojos el amor hecho llanto.
¡Se me da toda entera y la quiero mas mía!
¡Es mi vida y por ella vivo larga agonía!...
¡Oh, Señor, cómo duele, cómo duele, amar tanto!.
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
A Z O R O
...Si el agua y mi amor casaran
¡que dulcísima canción
los manantiales cantaran!
Si un tronco seco bebiera
la savia de mi ilusión
poco después floreciera.
y si filtrada en las rocas
anidara mi emoción,
¡fueran blandas y sedeñas
lo mismo que frescas bocas
musitando una oración!
Por eso al ver que desdeñas
este amor apasionado
-sedas y flor y canción-,
me pregunto acongojado:
¡¿De que tendrá el corazón?!
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
HA DE SER MUY DULCE...
Mi cansancio mitiga su rudeza
con la tibia caricia de la hoguera
y en la roja locura mi quimera
va trocando en ensueño la tristeza.
Son más vivas la luz y la tibieza,
menos acre la angustia de la espera;
porque se que en la dicha venidera,
cuando tenga a mi lado tu belleza
y traduzca a tu oído la cantiga
que robada de mares muy lejanos
nos desgranen las aguas desde el cielo,
ha de serme muy dulce la fatiga
¡si las joyas vivientes de tus manos
se hacen alas de seda entre mi pelo!
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
M I L L O N A R I O
La gente que ha logrado la fortuna
critica mi raída vestimenta
y en el corro de amigos se comenta
que vivo suspirando por la luna.
La crítica mordaz no me importuna
pues mi clara miseria, no es afrenta,
y el orgullo que tengo se cimenta
en noblezas de seso y no de cuna.
Ellos tienen dinero y yo quimeras,
quimeras y un amor maravilloso
que me hace el más feliz de los humanos.
¡¿ Qué me importan las críticas arteras
si dueño de ése amor llevo orgulloso
una estrella encendida entre las manos?!...
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
SER POETA...
Decís, señora que envidiáis el don
que me diera el arcano con largueza;
ese don que traduce mi tristeza
o mis locos anhelos en canción.
Que colmada veréis dicha ambición
si acaso alguna vez vuestra cabeza
anida de los ritmos la belleza
y trueca en madrigales la emoción.
Ser poeta, señora, es ser maldito
con el don de sentir las alas rotas
y soberbio enfrentarse con la vida
manchando de escarlata el infinito.
¡Mis poemas, señora, son las gotas
de la sangre que mana de una herida!.
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
H O M B R E
Desgarrando mis manos en penosa subida
esperaba del triunfo, un gajo de laurel
y por fin caprichosa, la gloria perseguida
colocó en mi cabeza su gala de oropel.
Esperaba, confiado, encontrar en la vida
un amor deslumbrante como abierto joyel,
y llegó, como llega primavera florida,
todo luz, todo aromas, todo sedas y miel.
En trabajo incesante perseguí la fortuna
y en mis manos, un día, refulgió el vellocino
que me dio todo aquello que me plugo comprar.
Y ya dueño de todo, una noche de luna,
me tendí sobre el duro ribazo del camino
que conduce a la nada ¡ y me puse a esperar ¡
LUIS MANUEL TORRES
(Malgré Tout)
TU PELO
En las noches de lluvia, bien amada,
bajo un beso de luz, tu cabellera
joyante de gotitas, se dijera
otra noche de estrellas constelada.
dulce fuera el dolor de la jornada
si constante mi espíritu bebiera
la fragancia de bosque en primavera
que en tu pelo se encuentra condensada.
Y si acaso, la gente, ésta inquieta
pasión calificaran de osadía
y quisieran truncar mi dulce anhelo,
como al moro corsario del poeta,
dulcísima la muerte me sería
¡Si el dogal lo tejieran con tu pelo!.
Luis Manuel Torres
(Malgre Tout)
D I N E R O
¡Dinero!. . . ¡Dinero!. . . Tenaz ritornello,
estribillo amargo que amarga mi vida,
bajo su conjuro queda el ala herida
y trunco su empeño de tender el vuelo.
¡Dinero!. . . ¡Dinero!. . . Deudas por doquiera.
Afilada garra tiende el usurero
e inflexiblemente, cual a herida fiera,
los hombres me acosan pidiendo dinero.
Lo mismo que un niño tengo el alma inquieta,
odio todo aquello que está prisionero,
no obstante, mi vida se encuentra sujeta
de rudo grillete ¡por ganar dinero!.
¡Y en tanto una dama de la aristocracia
gasta fuerte suma comprando un sombrero,
mi traje raído grita la desgracia
de tener ensueños en vez de dinero.
Floreció en un hijo toda mi ternura,
mas la gente dice sentenciosamente
que engendrar un hijo ¡es una locura
si no es respetable la cuenta corriente!
Muy poco me importa tener servidores,
mansión palaciega, blasones; adoro l
las cosas sencillas, las aves, las flores,
¡pero hasta las flores se adquieren con oro!.
Yo que capto todas las maravillosas
galas que a los ojos brindan los paisajes,
fatigado vivo de cosas tediosas
porque solo el oro permite los viajes.
¡Llevando en el alma viva pedrería,
dueño de un tesoro, soy un pordiosero
pues el mercader, loco se diría
si por mis endechas me diera dinero!
¡Dentro del cerebro, pleno de emoción,
un caudal de ideas llevo prisionero
y pierdo el instante de la inspiración
en cosas vulgares que me dan dinero!
Luis Manuel Torres
(Malgrë Tout)
ORACIÓN DE NAVIDAD
Porque tengo en las venas, quizá, algunas gotas
de la sangre de aquellos que llevaron tu cruz;
porque he mirado todas mis esperanzas rotas
y mi calvario ha sido vericueto sin luz.
Mi plegaria sumisa, como nube de incienso
que se funde en los oros de naciente alborada,
llegará hasta tus plantas despertando ese inmenso,
taumatúrgico anhelo de tu vida pasada.
Ese anhelo de dádiva, ese afán que te hizo
oponer al denuesto dulce frase de amor,
ese afán que te daba como mágico hechizo,
el secreto que tienen la fontana y la flor.
Que de nuevo tu mansa, luminosa mirada,
sobre el mundo prodigue su inefable piedad,
si los hombres se matan en lucha encarnizada
hay muchos que no saben de su ruda crueldad.
Y por esos te pido, por los niños que ignoran
las pasiones quemantes, la ambición desmedida,
las argucias del lobo; por las madres que lloran
y por todos aquellos que flagela la vida.
Ten piedad de los seres que al igual que esos canes
famélicos que ambulan en las noches de invierno
por las calles desiertas, no tienen más afanes
que evadir los zarpazos de un dolor sempiterno.
Anula las bajezas del burlador artero
y dale a cada novia tesoros de ilusión.
¡ Sea su beso furtivo benéfico agorero
que en ruiseñor transforme su loco corazón.
Marca un alto a la furia del dolor que desgarra
la materia y las almas en el blanco hospital.
¡Ten piedad, Jesucristo, dulcifica la garra
de los negros silencios con tu voz de cristal !
Para mí . . . ¡nada quiero !, es muy justo el castigo
que constante cosecha mi pecado de amar.
¡ Si el dolor llega ahora, cual si fuera un amigo,
le tenderé la mano sin que me vea llorar !
Más si acaso te inspira compasión mi desgracia,
no me des ricas viandas ni tibiezas de hogar,
¡ por mi negro cansancio, solo quiero la gracia
de quedarme dormido para no despertar!
Luis Manuel Torres
(Malgrë Tout)
NOSTALGIA
Con los ojos cerrados al joyante
crepúsculo que baña con su lumbre
la nevada cimera de la cumbre,
resucito un recuerdo en cada instante.
Y en el largo desfile alucinante
no puedo mitigar mi pesadumbre
ni encuentra mi rencor la mansedumbre
que suavice su garra lacerante.
Mas de pronto el recuerdo luminoso
de la novia primera de mi vida,
diluye en luz la sensación huraña.
Y en mi espíritu queda tembloroso
lo mismo que la estrella florecida
sobre el vago perfil de la montaña.
Luis Manuel Torres
(Malgrë Tout)
de la sangre de aquellos que llevaron tu cruz;
porque he mirado todas mis esperanzas rotas
y mi calvario ha sido vericueto sin luz.
Mi plegaria sumisa, como nube de incienso
que se funde en los oros de naciente alborada,
llegará hasta tus plantas despertando ese inmenso,
taumatúrgico anhelo de tu vida pasada.
Ese anhelo de dádiva, ese afán que te hizo
oponer al denuesto dulce frase de amor,
ese afán que te daba como mágico hechizo,
el secreto que tienen la fontana y la flor.
Que de nuevo tu mansa, luminosa mirada,
sobre el mundo prodigue su inefable piedad,
si los hombres se matan en lucha encarnizada
hay muchos que no saben de su ruda crueldad.
Y por esos te pido, por los niños que ignoran
las pasiones quemantes, la ambición desmedida,
las argucias del lobo; por las madres que lloran
y por todos aquellos que flagela la vida.
Ten piedad de los seres que al igual que esos canes
famélicos que ambulan en las noches de invierno
por las calles desiertas, no tienen más afanes
que evadir los zarpazos de un dolor sempiterno.
Anula las bajezas del burlador artero
y dale a cada novia tesoros de ilusión.
¡ Sea su beso furtivo benéfico agorero
que en ruiseñor transforme su loco corazón.
Marca un alto a la furia del dolor que desgarra
la materia y las almas en el blanco hospital.
¡Ten piedad, Jesucristo, dulcifica la garra
de los negros silencios con tu voz de cristal !
Para mí . . . ¡nada quiero !, es muy justo el castigo
que constante cosecha mi pecado de amar.
¡ Si el dolor llega ahora, cual si fuera un amigo,
le tenderé la mano sin que me vea llorar !
Más si acaso te inspira compasión mi desgracia,
no me des ricas viandas ni tibiezas de hogar,
¡ por mi negro cansancio, solo quiero la gracia
de quedarme dormido para no despertar!
Luis Manuel Torres
(Malgrë Tout)
NOSTALGIA
Con los ojos cerrados al joyante
crepúsculo que baña con su lumbre
la nevada cimera de la cumbre,
resucito un recuerdo en cada instante.
Y en el largo desfile alucinante
no puedo mitigar mi pesadumbre
ni encuentra mi rencor la mansedumbre
que suavice su garra lacerante.
Mas de pronto el recuerdo luminoso
de la novia primera de mi vida,
diluye en luz la sensación huraña.
Y en mi espíritu queda tembloroso
lo mismo que la estrella florecida
sobre el vago perfil de la montaña.
Luis Manuel Torres
(Malgrë Tout)
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