El poeta Joaquín Caro Romero nace en Sevilla el día 21 de noviembre de 1940. Desde 1979 es académico numerario de la Real Academia de las Buenas Letras de Sevilla.
Ha obtenido, entre otros, los premios de poesía Sánchez Bedoya (1961) y Adonais (1965); el de literatura José María Izquierdo (1967), y los de periodismo Miguel Mañara (1963) y Joaquín Romero Murube (2002).
Obra
Espinas en los ojos (Ed. Veleta del Sur. Granada, 1960)
El transeúnte (Ed. La muestra. Sevilla, 1962)
El tiempo en el espejo (Rialp. Col. Adonais. Madrid, 1966)
Tiempo sin nosotros (Ed. Prensa Española. Madrid, 1969)
Vivir sobre lo vivido (Antología. Ed. Ínsula. Madrid, 1970)
Antología de la poesía erótica española de nuestro tiempo (1973)
Jorge Guillén (1974)
Vida del centauro Quirón (1978)
Ronda (1979)
El libro de las Grayas (Col. Arenal. Jerez de la Frontera, Cádiz, 1986)
Veinticinco poemas de amor (S.l.n.a. Sevilla, 1989)
La cera y el antifaz (2005).
Sé donde la vida empieza
Sé donde la vida empieza,
no donde la vida acaba.
Los gitanos en la Cava
y Ella en la calle Pureza.
Tres veces Cristo tropieza
al salir de la besana.
Y la dulce Capitana
quiere llevar el madero.
Ay, Señor, ¿por qué la quiero,
si yo no soy de Triana?
Después de cruzar el puente
y visitarla en su casa,
yo no sé lo que me pasa
que me siento diferente.
Si la espada del relente
corta en sueño a la mañana,
mi sangre se hace campana
por su nudo marinero.
Ay, Señor, ¿por qué la quiero,
si yo no soy de Triana?
Esperanza Trianera.
Yo con nadie la comparo,
pues siendo de Dios el faro
es su celeste alfarera.
No hay naufragio en su ribera
ni sombra en su atarazana,
aunque un palo de mesana
pueda ser cruz en su albero.
Ay, Señor, ¿por qué la quiero,
si yo no soy de Triana?
¿De dónde este amor, quién puso
raíces en su camarín?
Que este amor no tiene fin
y estoy en su amor recluso.
El mundo es ancho y difuso,
la vida es una Semana;
y cuando Ella se engalana
yo me siento trianero.
Ay, Amor, ¿por qué la quiero,
si yo no soy de Triana?
(Pregón de la Semana Santa de Sevilla, 2000)
TORERÍA CELESTIAL
Va por un puente sin río
y es el puente su escabel,
por si se cae un cairel
del dulce Refugio mío.
Va en un paso con trapío,
que reluce tan gallardo,
que es el clavel y no el nardo
quien con puntería artillera
mide la gracia torera
del barrio de San Bernardo.
LA VIDA ES UNA SEMANA
Sé donde la vida empieza,
no donde la vida acaba.
Los gitanos en la Cava
y Ella en la calle Pureza.
Tres veces Cristo tropieza
al salir de la besana.
Y la dulce Capitana
quiere llevar el madero.
Ay, Señor, ¿por qué la quiero,
si yo no soy de Triana?
Después de cruzar el puente
y visitarla en su casa;
yo no sé lo que me pasa
que me siento diferente.
Si la espalda del relente
corta en sueño la mañana,
mi sangre se hace campana
por su nudo marinero.
Ay, Señor, ¿por qué la quiero,
si yo no soy de Triana?
Esperanza Trianera.
Yo con nadie la comparo,
pues siendo de Dios el faro
es su celeste alfarera.
No hay naufragio en su ribera
ni sombra en su atarazana,
aunque un palo de mesana
pueda ser cruz en su albero.
Ay, Señor, ¿por qué la quiero,
si yo no soy de Triana?
¿De dónde este amor, quién puso
raíces en su camarín?
Que este amor no tiene fin
y estoy en su amor recluso.
El mundo es ancho y difuso,
la vida es una Semana;
y cuando Ella se engalana
yo me siento trianero.
Ay, Amor, ¿por qué la quiero,
si yo no soy de Triana?
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