Use Lahoz
(Barcelona, 1976)
Narrador, poeta y traductor catalán
Su obra más conocida es Los Baldrich (Alfaguara, 2009) crónica de la ambición de un hombre capaz de todo menos de traicionarse a sí mismo. El retrato certero de una familia acomodada en la que los hijos deberán huir de un hogar opresivo antes de que el noble apellido Baldrich acabe con ellos.
La codicia y la incomunicación, pero también la generosidad, el amor y la lujuria dan cuerpo a este relato agridulce de la España del último siglo que posee la maestría de las grandes sagas clásicas.
Esta semana ha aceptado nuestra invitación a ser locutor de Radio 3 en Hoy programa (los lunes de 20.00 a 21.00 horas), el escritor barcelonés de 35 años Use Lahoz.
Periodista y poeta
Colaborador habitual en medios escritos y radiofónicos de España y Latinoamérica como El Periódico de Catalunya, El Viajero de El País o Qué leer, su primera novela, Leer del revés (El Cobre, 2005), fue distinguida en el Festival du Premier Roman de Chambèry, Francia.
Antes de publicar la segunda, la ya referida Los Baldrich (que lleva cuatro ediciones) editó el poemario Envío sin cargo (Renacimiento, 2007). Otro libro de poemas, A todo pasado (Prames, 2010), precedió a su tercera incursión en el género narrativo, La estación perdida (Alfaguara, 2011).
La estación perdida es una historia de perdedores, pero sobre todo una comedia humana con personajes inolvidables: Santiago, un loco entrañable, atormentado por el miedo y los pájaros de su cabeza, y Candela, la imagen de la ingenuidad, la fuerza y el amor incondicional en una época en que a las mujeres se las educaba para servir.
LAS CUATRO COSAS
Teniendo en cuenta
que hoy despierto a tu lado,
puedo decir que estás en mí,
y que la ventana que abrirás
después de tirar el despertador,
traerá el momento de luz
que hará de nuestro abrazo
algo más que un síntoma
o un conjuro rutinario,
teniendo en cuenta todas las premisas,
los axiomas, las persianas, que tosemos
y que la luz esclarece los desastres,
esta mañana te quiero
por encima de la amnesia
de hambre de tu cuerpo
que aún no llega y me permite
instalarte entre mis dedos,
teniendo en cuenta las cuatro cosas
que aún no sé de tí
y quiero no saberlas todavía,
teniendo en cuenta la altitud,
la presión, la afilada verdad con que te pienso
al verte entre ranuras de pereza
que te llevan de la cama a la cocina,
pongo en relieve
este instante
con estos versos tuyos
que se levantan y caminan,
morbidos
contigo para siempre
‘A todo pasado’-
GEOGRAFÍA
Tú eres la brújula
que nunca desprecio,
porque lo que fue mapa
no se da por perdido.
El recuerdo original
acaba siendo el más borroso,
y calcina la memoria
si calca surcos
de razones
sin fronteras,
por eso yo rastreaba ese cuerpo
como un atlas, y anhelaba
tus labios de bitácora
con que atravesar las cordilleras
del barrio
y tu línea divisoria.
Porque cuando uno conoce bien sus sueños
se recuerda mejor
aquellos
en los que jamás llegó a quedarse.
‘A todo pasado’-
LUGARES DE LA CULPA
En la mezquita de un suburbio,
esparciendo las hojas del otoño,
en la entrada del último garito
y en la farmacia de guardia que encuentras como sea,
como un anillo
a ras de cielo
la conciencia.
En las adolescentes carpetas sin pasado,
lubricando paladares a destiempo
y en el sol que se desangra
al final de la obscena madrugada,
como una vela
que se apaga
la conciencia.
En los excesos de sombra
que esconden tus adioses,
en los márgenes que llenas con un nombre,
mordiendo con mala saña el calendario
como una lágrima perdida
en la cerveza
la conciencia.
En las ropas tendidas de los puertos,
en la sartén que no friegas por pereza,
habitando contigo ingratos cuerpos
y mientras dejo en remojo la tristeza,
como por un epílogo
anda suelta
la conciencia.
‘A todo pasado’-
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