lunes, 28 de octubre de 2013

ARTURO LOERA [10.718]


Arturo Loera 

Chihuahua, México,  1987. Pasante de la Licenciatura en Letras Españolas por la Universidad Autónoma de Chihuahua. Fue delegado de Chihuahua en la Red Nacional de Estudiantes de Lingüística y Literatura de mayo del 2011 a octubre del 2012. Es autor de “El poema Vacío” y de la plaqueta “Cruz y ficción” (2011). Sus poemas han sido publicados en revistas locales, nacionales y digitales como Radiador, Punto en línea de la UNAM, Palabras Malditas, Metamorfosis, Onomatopeya, Salvo el crepúsculo y la revista electrónica Bonsái, entre otras. Fue coordinador del taller de poesía “Nellie Campobello” en la Facultad de Filosofía y Letras de Chihuahua. Es miembro del Taller de poesía “Alí Chumacero” dirigido por el poeta Enrique Servín. Premio de poesía “Editorial Praxis” 2013 por el libro “Cámara de Gessel” de próxima aparición. Actualmente es becario de la Fundación para las Letras Mexicanas 2013- 2014.





La generación espontánea

 A Daniel  Espartaco

“Espero una carta todavía no escrita
donde el olvido me nombre su heredero” 
José Carlos Becerra



Somos la generación espontánea
     la generación de las piedras
del maíz y de las ratas
     Una mujer observa una grieta sobre la puerta
          nosotros somos la ausencia y la grieta donde se asoma un ratón

Somos la generación espontánea
    vanas espinas 
generación: áurea decadencia
somos y no somos el canon de las cloacas que nos guía
     la mujer sigue mirando la grieta:
algo
alguien
     deseo
          bestia
               ceguera
debe nacer

Somos la purga del más divino establo
     somos y nos decimos siempre
la palabra nueva que ahora nos forma

Somos la espinilla de Hölderlin
           lo que tú quieras y lo que nos importe

Somos la mano del miedo
     espada de cinco puntas
     clavada en el abismo
que se tiende sobre la sombra
del sol y sus carnívoros residuos

Somos la masturbación del hermafrodita

Estamos aquí reunidos
bajo antiguos preceptos lactantes
así como de nuestros ojos
se ordeña la duda
Estamos aquí reunidos
porque somos hombres
y tenemos hambre
Concordamos que la sífilis
ha llevado más poetas al último destino
que todas las musas del mundo
Con las películas de Chaplin
nos dan ganas de llorar

Nuestra peste es el alimento de las nubes
y así llueven arcángeles de barro
     demonios de plástico
que desbordan el aljibe de nuestra memoria

Adán era solo
y sólo por eso
Eva fue la elegida
     nosotros tenemos
el rebaño de pecadores infinito
de dónde escoger

Somos la generación espontánea

Nosotros llanos microbios
     el sol es un microscopio
     donde brotan palabras y raíces
de una espina

Somos los que temen perder
una vida que no tienen
     Costillas laceradas que no nos incumben

Somos la Patagonia
en la esquina de tu casa

Somos los perros absurdos
que lamen los linderos del tiempo
     Alacranes inmensos que aguardan
bajo la verde arena
y la más tierna larva
que se posa sobre la espina

Somos siempre el instante
     El segundo donde el mago
ha perdido la esperanza
y por lo tanto
 eternos
     Somos la generación espontánea

Somos lo que contempla la noche:
     huesos calcinados por el sueño
     un sol más después del quinto

Somos Juan Pablo el sastre
     aquel que nació
                     creció
     y murió antes de reproducirse
     Su historia es nuestra historia

Somos años
días
     estos días con un ojo de ámbar
y otro de plata
     Hijos de hidrógeno burócrata

Porque la muerte será
nuestro tercer apelativo

Porque la vida es
un apodo que llevamos en la carne

Porque el amor fue
una sombra escondida en nuestro dientes

Porque somos la generación espontánea
y a nadie parece importarle







Ezequiel

La palabra se encuentra blindada
de miel y mugre.
Ezequiel es un perro con rabia que habla en lenguas.
Ezequiel le dijo a Jeremías: Bájate del cielo, no hay espacio
y comenzaron las visiones
desterradas como las mujeres en la vieja profecía del amor.
Allá van, miles de huevos bajo el sol destinados al calor y a las palabras
del pobre perro que les dice: No, no voy a pedir perdón
aunque me vean y laceren con la yema de sus ojos.
Y no lo hizo porque los profetas no conocen la vergüenza,
dejarían de ser profetas y serían simples carniceros
que colman los libros de historia y de la iglesia
con carne y sangre y algunos ojos que no olvidan
o que no quieren olvidar su condición desterrada.







Alumna 

Su nombre es Mirsa y es triste
como la poesía contemporánea.
Abandonó su pueblo por los estudios
y extraña a Moris
porque en sus ojos Moris parece el paraíso.
Extraña a sus padres y los escribe
en cada ejercicio del taller de lectura y redacción.
Yo sólo puedo decirle: Buen trabajo, ánimo,
Chihuahua no es tan triste como tus ojos
pero ni siquiera yo puedo convencerme.
Mirsa lanza una sonrisa quebrada
y en su nostalgia se destruye el mundo.







Tigres

Hoy quiero escribir un libro
en una noche
pero todos los maestros me dicen que eso es imposible
y yo los escucho
y los tigres duermen.
Pienso que los tigres duermen, no lo sé,
no los he visto.
Quizá estén pensando en el día siguiente
en el que las luces y los rayos
les señalan a su presa.
O quizá no piensan ni madres
y yo me preocupo por todo.

Hoy quiero escribir un libro
en una noche
pero en estas pocas líneas amanece
y los tigres tienen
el estómago lleno.
O un libro en la biblioteca siendo un fiasco.







MARKETING #5

Un árbol 
es el anuncio
de un árbol
y el otoño
su propaganda 







CANCIÓN DE LA RAÍZ

Crece
crece
crece
una raíz bajo tierra 
crece
y llega al cielo 
    el infierno es una vena 

baja 
baja 
baja
susurra el nombre de las piedras 
baja
escarba arena 
    la vida fue toda mentira

calla 
calla 
calla y niega 
con dorado silencio 
éste no es un árbol          es la hoguera
donde nace                      lo extinto





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