Arturo Loera
Chihuahua, México, 1987. Pasante de la Licenciatura en Letras Españolas por la Universidad Autónoma de Chihuahua. Fue delegado de Chihuahua en la Red Nacional de Estudiantes de Lingüística y Literatura de mayo del 2011 a octubre del 2012. Es autor de “El poema Vacío” y de la plaqueta “Cruz y ficción” (2011). Sus poemas han sido publicados en revistas locales, nacionales y digitales como Radiador, Punto en línea de la UNAM, Palabras Malditas, Metamorfosis, Onomatopeya, Salvo el crepúsculo y la revista electrónica Bonsái, entre otras. Fue coordinador del taller de poesía “Nellie Campobello” en la Facultad de Filosofía y Letras de Chihuahua. Es miembro del Taller de poesía “Alí Chumacero” dirigido por el poeta Enrique Servín. Premio de poesía “Editorial Praxis” 2013 por el libro “Cámara de Gessel” de próxima aparición. Actualmente es becario de la Fundación para las Letras Mexicanas 2013- 2014.
La generación espontánea
A Daniel Espartaco
“Espero una carta todavía no escrita
donde el olvido me nombre su heredero”
José Carlos Becerra
Somos la generación espontánea
la generación de las piedras
del maíz y de las ratas
Una mujer observa una grieta sobre la puerta
nosotros somos la ausencia y la grieta donde se asoma un ratón
Somos la generación espontánea
vanas espinas
generación: áurea decadencia
somos y no somos el canon de las cloacas que nos guía
la mujer sigue mirando la grieta:
algo
alguien
deseo
bestia
ceguera
debe nacer
Somos la purga del más divino establo
somos y nos decimos siempre
la palabra nueva que ahora nos forma
Somos la espinilla de Hölderlin
lo que tú quieras y lo que nos importe
Somos la mano del miedo
espada de cinco puntas
clavada en el abismo
que se tiende sobre la sombra
del sol y sus carnívoros residuos
Somos la masturbación del hermafrodita
Estamos aquí reunidos
bajo antiguos preceptos lactantes
así como de nuestros ojos
se ordeña la duda
Estamos aquí reunidos
porque somos hombres
y tenemos hambre
Concordamos que la sífilis
ha llevado más poetas al último destino
que todas las musas del mundo
Con las películas de Chaplin
nos dan ganas de llorar
Nuestra peste es el alimento de las nubes
y así llueven arcángeles de barro
demonios de plástico
que desbordan el aljibe de nuestra memoria
Adán era solo
y sólo por eso
Eva fue la elegida
nosotros tenemos
el rebaño de pecadores infinito
de dónde escoger
Somos la generación espontánea
Nosotros llanos microbios
el sol es un microscopio
donde brotan palabras y raíces
de una espina
Somos los que temen perder
una vida que no tienen
Costillas laceradas que no nos incumben
Somos la Patagonia
en la esquina de tu casa
Somos los perros absurdos
que lamen los linderos del tiempo
Alacranes inmensos que aguardan
bajo la verde arena
y la más tierna larva
que se posa sobre la espina
Somos siempre el instante
El segundo donde el mago
ha perdido la esperanza
y por lo tanto
eternos
Somos la generación espontánea
Somos lo que contempla la noche:
huesos calcinados por el sueño
un sol más después del quinto
Somos Juan Pablo el sastre
aquel que nació
creció
y murió antes de reproducirse
Su historia es nuestra historia
Somos años
días
estos días con un ojo de ámbar
y otro de plata
Hijos de hidrógeno burócrata
Porque la muerte será
nuestro tercer apelativo
Porque la vida es
un apodo que llevamos en la carne
Porque el amor fue
una sombra escondida en nuestro dientes
Porque somos la generación espontánea
y a nadie parece importarle
Ezequiel
La palabra se encuentra blindada
de miel y mugre.
Ezequiel es un perro con rabia que habla en lenguas.
Ezequiel le dijo a Jeremías: Bájate del cielo, no hay espacio
y comenzaron las visiones
desterradas como las mujeres en la vieja profecía del amor.
Allá van, miles de huevos bajo el sol destinados al calor y a las palabras
del pobre perro que les dice: No, no voy a pedir perdón
aunque me vean y laceren con la yema de sus ojos.
Y no lo hizo porque los profetas no conocen la vergüenza,
dejarían de ser profetas y serían simples carniceros
que colman los libros de historia y de la iglesia
con carne y sangre y algunos ojos que no olvidan
o que no quieren olvidar su condición desterrada.
Alumna
Su nombre es Mirsa y es triste
como la poesía contemporánea.
Abandonó su pueblo por los estudios
y extraña a Moris
porque en sus ojos Moris parece el paraíso.
Extraña a sus padres y los escribe
en cada ejercicio del taller de lectura y redacción.
Yo sólo puedo decirle: Buen trabajo, ánimo,
Chihuahua no es tan triste como tus ojos
pero ni siquiera yo puedo convencerme.
Mirsa lanza una sonrisa quebrada
y en su nostalgia se destruye el mundo.
Tigres
Hoy quiero escribir un libro
en una noche
pero todos los maestros me dicen que eso es imposible
y yo los escucho
y los tigres duermen.
Pienso que los tigres duermen, no lo sé,
no los he visto.
Quizá estén pensando en el día siguiente
en el que las luces y los rayos
les señalan a su presa.
O quizá no piensan ni madres
y yo me preocupo por todo.
Hoy quiero escribir un libro
en una noche
pero en estas pocas líneas amanece
y los tigres tienen
el estómago lleno.
O un libro en la biblioteca siendo un fiasco.
MARKETING #5
Un árbol
es el anuncio
de un árbol
y el otoño
su propaganda
CANCIÓN DE LA RAÍZ
Crece
crece
crece
una raíz bajo tierra
crece
y llega al cielo
el infierno es una vena
baja
baja
baja
susurra el nombre de las piedras
baja
escarba arena
la vida fue toda mentira
calla
calla
calla y niega
con dorado silencio
éste no es un árbol es la hoguera
donde nace lo extinto
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