Jorge Arzate Salgado
(Toluca, México 1966), poeta, escritor y sociólogo mexicano.
Como escritor ha publicado poesía en las revistas mexicanas Tierra Adentro , Cástalida y La Colmena , así como en la revista española Atril de poesía . Ha realizado diversas lecturas de obra poética en la Ciudad de México, Guadalajara, Toluca, Nepantla y Acapulco, en las ciudades españolas de Salamanca y Zamora, así como en Santiago de Chile. Fue integrante de la X generación de becarios del Centro Toluqueño de Escritores y Becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes en su modalidad “Jóvenes creadores” 1997. A la fecha ha publicado los libros de poesía Canciones para los piratas ausentes (Colección Becarios del Centro Toluqueño de Escritores, 1992) y Recuerdos de la casa azul (CNCA, 1996). Con este último trabajo obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven de México “Elías Nandino” 1996, otorgado por la Secretaría de Cultura de Jalisco y el Consejo Nacional Para la Cultura y las Artes de México.
Literatura
LIBROS DE POESÍA
-2013. Sirena de Tule. Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal, Secretaria de Educación del Estado de México, México
-2010. Pradera de Masonite. Bonobos Editores, México
-1996. Recuerdos de la casa azul. Consejo Nacional para la cultura y las Artes. Distrito Federal, México
-1992. Canciones para los piratas ausentes. Colección Becarios del Centro Toluqueño de Escritores, Toluca, México
PLAQUETTE
-(2011). Princesa de Cristal, Colección de Poesía Chipichipi Bombom, Chile: Los poetas del 5 Editora.
OBRA PUBLICADA EN REVISTAS
-(2013). “Dod”, en: La Colmena. Revista de la Universidad Autónoma del Estado de México, núm. 80, México: Universidad Autónoma del Estado de México.
-(2012). “Guillermo Fernández o la memoria de los elefantes”, en: La Colmena. Revista de la Universidad Autónoma del Estado de México, núm. 75, México: Universidad Autónoma del Estado de México.
-(sin/año). “Fragmento del texto Masonite”, en: Castálida, Revista del Instituto Mexiquense de Cultura, Nueva Época, año. 5, núm. 14, México: Instituto Mexiquense de Cultura.
-(2008). “II” y “III”, en: Revista Literaria Latinoamericana Los Poetas del 5, Año 5, Número 16, Chile: Los Poetas del 5.
-(2002). “Poema”, en: Castálida. Revista del Instituto Mexiquense de Cultura, Nueva Época, año 7, núm.20, México: Instituto Mexiquense de Cultura.
-(2000). “Masonite”, en: Atril Revista Literaria (Segunda Época), Núm. 4, España: Taller Tertulia de Literatura Atril.
-(1998). “Sirena de Tule”, en: La Colmena. Revista de la Universidad Autónoma del Estado de México, núm. 20, México: Universidad Autónoma del Estado de México.
-(1997).”Carmina”, en: Tierra Adentro, núm. 83, México: CNCA.
-(1996). “Dod”, en: La Colmena. Revista de la Universidad Autónoma del Estado de México, núm. 12, México: Universidad Autónoma del Estado de México.
-(1995). “Gotas”, en: Espacio y tiempo, Revista Independiente de Cultura y Humanismo, México.
OBRA PUBLICADA EN ANTOLOGÍAS
-(2008). “Yo necesito al mar”, en: Ríos Martínez, Sergio Ernesto (Compilador), No aceptamos ser iguales. 25 años, 25 poetas, México: Centro Toluqueño de escritores, A.C.
-(2007). “Carmina”, en: Estrada, Francisco Javier (Compilador), Cuando se hicieron palabras. El Siglo XX y poetas del nuevo siglo mexiquense, México: Casas del Poeta A.C. Estado de México.
-(2006).“Poema”, en: Fernández, Guillermo (Recopilador), Reino de nadie. Taller Literario Joel Piedra, México: Instituto Mexiquense de Cultura.
-(2004).“Dalia”, en: Langagne, Eduardo y Juan Domingo Argüelles (Selección), Premio Nacional de Poesía Joven de México. Treinta Años, México: Fondo Editorial Tierra Adentro-CNCA-Gobierno de Jalisco.
-(1999).“Dalia”, en: Langagne, Eduardo y Juan Domingo Argüelles (Selección), Poesía Joven. Veinticinco años de un premio literario, 1975-1999, México: Secretaría de Cultura del Gobierno de Jalisco.
-(1997).“El Caballero”, en: Instituto Mexiquense de Cultura, Camisa de 18 varas. Taller de Creación Literaria “Joel Piedra”, México: Instituto Mexiquense de Cultura.
-(1997).“Carmina, en: Nava, Thelma (Selección), Poetas de Tierra Adentro III, México: Fondo Editorial Tierra Adentro-CNCA.
Escribir todos los días para ti
Julia.
Escribo para mostrar la rabieta que surca todos los días este cuarto justo a media tarde de tu sombra, porque sé que el amor es un coleóptero, tan bajo en sus movimientos como tan alto en su deseo.
Julia.
Escribo porque te quiero. Vale algo más que estás palabras tan débiles. Valen también estas palabras como oración nocturna o como vuelo de pájaro que te come los pensamientos.
Julia.
Pernoctas en medio de mi lápiz, te deletreo al movimiento de una letra eñe, una ka cualquiera, porque resulta que estás ahí acurrucadita, melindrosa como en las mañanas metida en la tasa de café, como en las capacidades del amor que me obsequian tus labios o tu sexo de enorme lóbulo frontal.
Julia.
Escribo para escapar de ti, de quién más, de ese ogro redondo de las sintaxis oscuras y con sabor a vinho verde. Julia, mi amor, escribo porque tú eres mi pataleta, casi mi patria, mi canción (como el murmullo de Lucy in the sky with diamonds), una ecuación ociosa para planificar una vida con tambores y asonancias en Si bemol con quinta.
Julia.
Tú mi mano-cónclave de sonidos: escritura: amor para todos los días eternos: queda todo escrito para el día de mañana también eterno.
FRAGMENTOS DEL TEXTO MASONITE
Desde cuando miro el día
Y lo pienso ensortijado por los reflejos del mar
Descubro las lámparas del azul transcurso de las palabras
(Palabras Sólo eso
Todas tan bárbaras
Inquietas
Danzantes como lumbre que vive en los ojos
Como todas juntos amándonos
Me veo como un oscuro cuarto
Friolento y chueco
Sé que el presentimiento es una concha de caracol atada al cuerpo
Sobre todo a las manos
Sé que todos mis planes son un barco lleno de plomo
Estoy tan cansado que las vocales son semillas echadas a perder
Y cuando se mira el camino del recuerdo
Un nudo se esculpe en las imágenes
Surge un desbarajuste
Un poema-sapo de color añil
Deseo el porvenir con toda su risa de niño
Estar metido en todas las cloacas y ceñerías
Y putear a gusto
Como lo haría cualquier hombre desheredado
Como lo hacen los perros sin dueño cuando pelean por un mendrugo de pan
Quiero salir a correr por los campos llenos de nieve
Aliento mi ánimo
No puedo hacerlo por tanto timpo
Desgajo el melindroso sabor del cansancio
Me tiro al suculento vacío de la palabra VACÍO
Este es el inicio de las historias
Por eso duele tanto escribir: YO TENGO UN NOMBRE
Por eso el sonar de las campanitas de bronce hace estallar la sangre
Y de sus vísceras nacen inocentes doncellas
Que de nada sirven
Veo el día
Lleno de sol y relumbrante el pasto y el aire
Digo algunas cosas rectas para que mis amigos se rían
Qué dulce es la ingenuidad de los presentes
Qué dulces los besos de los amantes
Qué hermoso el desaire de las malas palabras: día azuloso como el despertar:
Ojos Manos Piernas
Desde aquel momento del incierto cansancio
Qué más se puede hacer y pedir que no sea una parábola mal dicha
El recuerdo sana pero vuelve a enfermar de algo peor
Es como la rabia y el olor de la traición
Me levanto
Y con un cinismo bien guardado en los labios comienzo a andar.
Tomado de Castálida. Nueva Época. Año 5. No. 14
Fragmento de Pradera de Masonite
XXVIII
¿Cómo hemos llegado a este desierto?
¡Nunca había visto las estrellas!
En verdad son un gran enjambre de avispas
que por la madrugada caen para fertilizar la tierra,
se hacen racimos de luz.
Sólo la noche puede brillar como el sol en este valle
de espinas y hormigas.
Estoy en el Valle del Mezquital,
a media lejanía de todo el mundo.
No conozco los teléfonos, ni los automóviles.
Me siento eternamente quieto, como una piedra de tantas.
Vaya para Cerro Azul a ver la fábula
de los sin casa,
de los humildes de historia y de ojos llenos de
cansancio y melancolía.
Vaya a Nexni o a San Lucas para que le conviden
agua de la palabra ñahñu,
tan olvidada por estos tiempos.
Vaya al desierto y coma garambullos y mezquites,
alivian del sol, protegen contra las hormigas.
Camino entre una tierra lunar tan seca
que sus gritos no se escuchan.
Hormigas por millones, aquí las hormigas
nos comen por todas partes.
Este es el valle que se hizo el sol para su reposo.
Aquí la luz del fotógrafo iracundo.
Aquí la esperanza de todos los días convertida
en unas gotas de lluvia.
(El niño duerme y la serpiente le amamanta mientras
consume la blanca leche: el asombro de vivir así,
siempre arrodillado ante la madre tierra).
Aquí hay mucha mansedumbre en las manos
y demasiada rabia en las pupilas.
Los cuerpos se ven cansados, pero no: viven, luchan,
piensan, sueñan, aman.
Las figuras también tienen nombre: Esteban,
Jerónimo, Juana.
Y allá, en la cantera, todos pican el rosa de la luz
que luego se hará forma eterna por todo el espacio.
Sí, hay necesidad, tanta como en las dunas de Egipto.
Hay hambre, sí, y nadie la ve del todo.
Queda el pulque y el maguey y las estrellas
de la noche en su marea pétrea.
Ningún héroe griego ha pasado por aquí, tampoco
los dioses vienen muy seguido pero los hombres
y mujeres tejen la palma con paciencia, comen su
pan y su tortilla y hablan por largo tiempo, luego
callan y son piedras de este prodigioso desierto.
¿Cómo es que hemos llegado aquí?
Me voy, ya es hora, que pena: en mis ojos hay
hormigas y mis labios son muy pesados: casi cantera ||
******
II
Soy un animal.
Sé que me alimento de tierra, que labro los campos, que puedo matar: soy Edipo.
Soy un animal solar: puedo ver.
También pruebo los escarabajos y sé que en el corazón existe una piedra solar, es la que brilla con intensidad cuando se huele una presa, se dan pataletas y se rellenan templos con plumas de colores y es parte de mi nombre adosado de vocales.
El animal-escarabajo se puede comer a sí mismo, le pueden salir picos, escamas, branquias; le puede brotar cualquier cosa, cualquier recipiente de seda o porcelana.
Al escarabajo se le puso piel y se le dijo que podía amar; pensó que el amor era una fantasía y creyó en él como quien ama.
Al escarabajo le salieron pezuñas de cerdo y se puso a cantar una canción de cuna.
A este vil insecto llegó Dios y le preguntó si quería ser inmortal y el muy vil dijo no, pero que podía intentarlo.
Dios le hizo una mueca de enojo pero el muy vil le mostró el sexo: el cerdo se castró: el cerdo se hizo cenizas parodiando a Dios: y el vil insecto inventó que tenía boca y lengua: pronunció palabra.
Las palabras inventaron las palabras: rito, certidumbre, actuar, yo, hueco, vacío, tragedia, calor, sonrisa…
Los viles insectos beben tierra y caminan erectos; piden con palabras algo que no escuchan.
De los insectos, el enjambre de tierra que nos viene de arriba y de ellos la lluvia que nos moja y nos hace sentir frío: el verdadero enfado del mundo.
Tengo alas.
Quiero alas porque poseo un Yo: puedo pronunciar el mundo.
Hoy, en esta pradera de masonite, quisiera ver, escuchar, hablar bien pero no puedo del todo ||
III
Alas.
Vuelo muy alto.
Veo la ciudad.
¡He llegado a la ciudad!
El gran circo, el enorme zoológico:
El cocodrilo ronronea cerca del parque central, una marsopa baila un tango entre el edificio de gobierno y catedral, un gato ya me observa, tiene hambre, me quiere, tiene pelo de tigre, es un tigre -los gatos son muy listos-.
El tigre siempre está encerrado en sí mismo, por eso da vueltas todo el tiempo.
El tigre se come a los cerdos, antes se los coge.
El tigre es un animal noble, es como un príncipe.
El tigre come carne porque es un príncipe.
El tigre tiene alas.
El tigre desciende de los escarabajos.
El tigre es de una vileza inaudita.
El tigre tiene un corazón de masonite, de corteza de árbol.
El tigre es sagrado.
El tigre siente miedo.
El tigre tiene un Yo.
El tigre habla con Dios.
El tigre le da órdenes a Dios.
El tigre también se muere.
El tigre es un gato con alas, sólo es eso.
Tengo alas con un corazón de masonite.
Veo un tigre devorando a un niño en el parque central, ¡qué bueno, se alimenta bien!
Alas. Sólo quiero alas para volar y sentir que estoy soñando.
Y me gustaría saber por qué esta luz es tan brillante.
Por qué el sol nunca se cansa.
Me gustaría entender su infinito brillo y por qué hace un páramo en mis ojos ||
No hay comentarios:
Publicar un comentario