GLORIA BOSCH
Poeta y rapsoda, Gloria Bosch nació en Barcelona en 1959. En 1992 fundó en su ciudad natal, con Petry Jiménez, el grupo Veus de Dones (‘Voces de Mujeres’) con el objetivo de dar a conocer la poesía –especialmente la escrita por mujeres– a través de montajes poéticos con música en directo. El grupo ha actuado sobre todo en locales de asociaciones, bibliotecas públicas, teatros, centros de enseñanza y penitenciarios, y festivales de poesía. Individualmente también realiza lecturas dramatizadas y da recitales por toda Cataluña.
Periodista de formación, ha publicado los poemarios “De carne y verso” (1995, Premio Ciudad de Barbastro), “Dédalo del deseo” (1997, Premio Villa de Benasque), “Una llamada tuya bastará para sanarme” (2003) y “Desnudario” (2007, escrito a seis manos juntamente con María José Aldunate y Nora Almada). Algunos poemas suyos han sido incluidos en antologías colectivas.
Ha dicho de sí misma: “Cuando alguien me pregunta por qué escribo, respondo que escribo por una necesidad vital de comunicarme, porque la poesía ha sido y es para mí un espejo donde mirar y mirarme, a veces un reto, otras un juego, una tabla de salvación para no ahogarme, un placer solitario y compartido. Escribo desde pequeña porque a mi alrededor existían demasiados interrogantes que nadie me despejaba y yo, en un intento de poner cierto orden al caos cotidiano y ahuyentar mis fantasmas interiores, acudía a la hoja en blanco. […] Mi poesía nace de mis experiencias vitales, de mi proceso de evolución, pero también de abrir los ojos a lo que me rodea. En pleno siglo XXI se ha avanzado en muchos terrenos pero la mujer, en ciertos ámbitos y culturas, es considerada todavía inferior al hombre, la violencia de género es un hecho cotidiano y cada vez más alarmante, las guerras, el terrorismo, ocupan a diario los medios de comunicación, el hambre sigue azotando en muchas regiones... Como poeta no puedo ser indiferente a todo eso, la poesía es también compromiso y un vehículo para llevar a cabo la denuncia ante la injusticia social”.
(Información biobibliográfica recopilada por Albert Lázaro-Tinaut)
AUTORRETRATO
Soy una mujer nacida en primavera
que tuvo muchas ansias de amar en el otoño.
Que le crecieron las piernas demasiado pronto
y el corazón no tardó en estallarle.
Soy una mujer pero pude ser perro
o gaviota o carnero,
soy una mujer de carne y verso.
De niña quise escalar por las ventanas
preguntar lo indescifrable
pero me veía a mí misma colgándome
de nuevo los interrogantes.
Ahora soy una mujer de amor y hueso
que recoge una a una las caricias
que se fueron desprendiendo.
Soy una mujer que saborea despacio
cuando aflora el sentimiento.
Que se cuelga en el tiempo de los ojos amados.
Que un día aligeró su peso y hoy tiene un espacio.
Soy una puerta entreabierta que finaliza en mis brazos
pero no sé adónde voy aunque sigo insistiendo
en ceñir de nuevo el lápiz entre mis dedos.
No quiero ir en contra de mi propia marea,
soy sólo una mujer nacida en primavera.
que tuvo muchas ansias de amar en el otoño.
Que le crecieron las piernas demasiado pronto
y el corazón no tardó en estallarle.
Soy una mujer pero pude ser perro
o gaviota o carnero,
soy una mujer de carne y verso.
De niña quise escalar por las ventanas
preguntar lo indescifrable
pero me veía a mí misma colgándome
de nuevo los interrogantes.
Ahora soy una mujer de amor y hueso
que recoge una a una las caricias
que se fueron desprendiendo.
Soy una mujer que saborea despacio
cuando aflora el sentimiento.
Que se cuelga en el tiempo de los ojos amados.
Que un día aligeró su peso y hoy tiene un espacio.
Soy una puerta entreabierta que finaliza en mis brazos
pero no sé adónde voy aunque sigo insistiendo
en ceñir de nuevo el lápiz entre mis dedos.
No quiero ir en contra de mi propia marea,
soy sólo una mujer nacida en primavera.
(Del poemario “De carne y verso”)
RECETA DE COCINA FRUSTRADA A LAS FINAS HIERBAS
Apenas empiezo a saborearte
y ya me entran ganas de comerte
mordisquear tus orejas despacio
lamer tu cuello lentamente,
prepararte un aderezo con mi aliento
mezclar tu saliva con mis dedos.
Apenas empiezo a intuirte
y ya me entran ganas de servirte
un manjar de caricias y de halagos
invitarte a degustar mi condimento
sazonar con mis manos tu cintura
hornear el deseo a fuego lento.
Apenas empiezo a tramar la receta
cuando te deslizas con cautela hacia la mesa
y con la exquisita canela de tu boca
dispones ante mí la escapada.
Argumentas que hay exceso de alimento
y que mantienes una dieta muy estricta
me dejas rebosantes las manos de especias
y un desfile se inicia de pucheros y cazuelas.
El orégano previsto en tu mejilla
la pimienta salpicada en tu mirada
la vainilla extendida por tu nuca
la menta en tu piel y la mostaza.
El comino, el limón, la hierbabuena
el romero en tu frente, en tus labios la salvia
el azafrán y el laurel en tus hombros
por tus dientes el anís, la alcaparra.
Uno a uno los ingredientes que aguardaban tu llegada
retroceden a su lugar de origen
y yo, apenas me dispongo a iniciar la retirada
congelo en la memoria el menú del deseo
por si alguna vez te apetece paladearme
y a mí me entran ganas de evocarte
y es que apenas empiezo a conocerte
y ya siento el impulso de adobarte.
y ya me entran ganas de comerte
mordisquear tus orejas despacio
lamer tu cuello lentamente,
prepararte un aderezo con mi aliento
mezclar tu saliva con mis dedos.
Apenas empiezo a intuirte
y ya me entran ganas de servirte
un manjar de caricias y de halagos
invitarte a degustar mi condimento
sazonar con mis manos tu cintura
hornear el deseo a fuego lento.
Apenas empiezo a tramar la receta
cuando te deslizas con cautela hacia la mesa
y con la exquisita canela de tu boca
dispones ante mí la escapada.
Argumentas que hay exceso de alimento
y que mantienes una dieta muy estricta
me dejas rebosantes las manos de especias
y un desfile se inicia de pucheros y cazuelas.
El orégano previsto en tu mejilla
la pimienta salpicada en tu mirada
la vainilla extendida por tu nuca
la menta en tu piel y la mostaza.
El comino, el limón, la hierbabuena
el romero en tu frente, en tus labios la salvia
el azafrán y el laurel en tus hombros
por tus dientes el anís, la alcaparra.
Uno a uno los ingredientes que aguardaban tu llegada
retroceden a su lugar de origen
y yo, apenas me dispongo a iniciar la retirada
congelo en la memoria el menú del deseo
por si alguna vez te apetece paladearme
y a mí me entran ganas de evocarte
y es que apenas empiezo a conocerte
y ya siento el impulso de adobarte.
(Del poemario “De carne y verso”)
POEMA ORTOGRÁFICO
Ya te quiero hasta sin comillas
sin puntos suspensivos,
sin acento, sin mayúsculas.
Te quiero y no sé si quiero
ocultarte entre paréntesis
poner punto y seguido a cada encuentro
dejarte entre guiones
subrayar cada verso que me inspiras.
Ya te quiero hasta sin palabras
sin comas, sin interrogantes
sin conjunción ni sílabas
te quiero, por supuesto, sin punto y aparte.
No deseaba mostrarte mi texto amoroso
prefería escribir un poema en tu cuerpo
con mis dedos sordos
pero tú te fuiste hacia mi diptongo
y me dejaste temblando apoyada en el folio.
Ya te quiero
quizás ya te quise
antes de que supiera que iba a quererte
pero me atraparon los signos
la geografía de tu nombre
el código del lenguaje.
Ahora ando a la deriva por la hoja en blanco
pero echo el ancla en una esquina
y en minúsculas
y con un lápiz gastado
dispongo fecha y despedida
y firmo, firmo que te quiero
ante notario.
sin puntos suspensivos,
sin acento, sin mayúsculas.
Te quiero y no sé si quiero
ocultarte entre paréntesis
poner punto y seguido a cada encuentro
dejarte entre guiones
subrayar cada verso que me inspiras.
Ya te quiero hasta sin palabras
sin comas, sin interrogantes
sin conjunción ni sílabas
te quiero, por supuesto, sin punto y aparte.
No deseaba mostrarte mi texto amoroso
prefería escribir un poema en tu cuerpo
con mis dedos sordos
pero tú te fuiste hacia mi diptongo
y me dejaste temblando apoyada en el folio.
Ya te quiero
quizás ya te quise
antes de que supiera que iba a quererte
pero me atraparon los signos
la geografía de tu nombre
el código del lenguaje.
Ahora ando a la deriva por la hoja en blanco
pero echo el ancla en una esquina
y en minúsculas
y con un lápiz gastado
dispongo fecha y despedida
y firmo, firmo que te quiero
ante notario.
(Del poemario “Dédalo del deseo”)
AVISO URGENTE DE RUANDA
“Si no es mucho trastorno,
ruego con cierta desesperación
ser atendido esta noche”
Luis Eduardo Aute
Faltan manos urgentes para repartir alimentos
para sepultar a los muertos
para apartar a esa dama negra
que se contonea insolente entre los cuerpos.
Faltan manos y pies
y un cargamento humanitario de caricias
faltan cientos de toneladas de energía
un poblado entero de paciencia
un pozo sin fondo de altruismo
y una minúscula, tan sólo una minúscula
dosis de vergüenza.
Faltan ataúdes, cruces,
abrazos, convicciones,
madres en potencia,
falta suero, ladrillos,
canciones de cuna, decisiones,
sobredosis de ternura con urgencia.
Faltan palabras,
demasiadas palabras para acabar el poema.
“Si no es mucho trastorno,
ruego con cierta desesperación
ser atendido esta noche”
Luis Eduardo Aute
Faltan manos urgentes para repartir alimentos
para sepultar a los muertos
para apartar a esa dama negra
que se contonea insolente entre los cuerpos.
Faltan manos y pies
y un cargamento humanitario de caricias
faltan cientos de toneladas de energía
un poblado entero de paciencia
un pozo sin fondo de altruismo
y una minúscula, tan sólo una minúscula
dosis de vergüenza.
Faltan ataúdes, cruces,
abrazos, convicciones,
madres en potencia,
falta suero, ladrillos,
canciones de cuna, decisiones,
sobredosis de ternura con urgencia.
Faltan palabras,
demasiadas palabras para acabar el poema.
(Del poemario “Una llamada tuya bastará para sanarme”)
BARRIO CHINO
Viví la infancia en una planta baja
en pleno Barrio Chino
en medio de dulces y lecheras
interrogantes y ojeras.
Un gato negro se paseaba entre mis piernas
mientras yo, con un lápiz mordido,
jugaba con un poema.
Algunas tardes merendaban en casa
clientes diferentes
mendigos, prostitutas, travestidos
–buena gente–
otras, me sentaba en una silla baja
para ver cómo la vida, vestida de rojo,
se paseaba contoneándose por la acera.
Ahora vivo en un quinto sin ascensor
–he mejorado–
tengo palomas en la azotea
y un día invité a la vida a que subiera.
en pleno Barrio Chino
en medio de dulces y lecheras
interrogantes y ojeras.
Un gato negro se paseaba entre mis piernas
mientras yo, con un lápiz mordido,
jugaba con un poema.
Algunas tardes merendaban en casa
clientes diferentes
mendigos, prostitutas, travestidos
–buena gente–
otras, me sentaba en una silla baja
para ver cómo la vida, vestida de rojo,
se paseaba contoneándose por la acera.
Ahora vivo en un quinto sin ascensor
–he mejorado–
tengo palomas en la azotea
y un día invité a la vida a que subiera.
(Del poemario “Una llamada tuya bastará para sanarme”)
NOCTURNO
“Y una vez que el silencio te haya hablado,
concede la victoria a tus sentidos”
Rainer Maria Rilke
Esta noche salí huyendo hacia la calle
porque se ocultaron las palabras
se apagaron una a una las velas
se derramó el perfume
se cayeron las paredes de la casa.
Las sábanas se arrugaron de imprevisto
la televisión me produjo una erupción
el sofá me recordó un nicho de espuma
y mis zapatillas, dos anclas en el sintasol.
Esta noche las cortinas susurraban no vendrá
y el reloj avanzaba en dirección contraria.
Mi agenda, llena de nombres y posibilidades
era una simple guía de páginas amarillas.
Desde mi rincón, el pasillo simulaba un campo de golf
el armario una cueva de ladrones,
el cenicero donde apagas tus cigarros
un pozo sin fondo
y tu ropa colgada en el perchero
el espejo de mi dolor.
Esta noche la planta seca del comedor
se burló de mis lágrimas con cierta envidia
y los libros de autoayuda se dirigieron a la fuga
junto a mis propósitos de enmienda.
Pero a pesar de que al regreso
me abrazó con sus garras la tristeza
quiero formular un ardiente deseo.
Que las luces me iluminen de repente
como un buen presagio
que el teléfono se descuelgue
que la radio emita por las ondas que me quieres
porque está oscuro el laberinto
y mi cabeza es un ovillo enredado
y el sueño no me vence.
¿Dónde encontrar el hilo que me lleve a la salida?
¿Cómo descifrar la clave
para amar sin condiciones, sin expectativas?
Esta noche sé que no vendrás
y las preguntas yacerán en la alfombra, dispersas
pero no podrás alcanzar a recogerlas
hasta que la puerta se abra de golpe
y aparezcas.
Esta noche sólo tuve fuerzas
para arrancar de mi alma un poema.
“Y una vez que el silencio te haya hablado,
concede la victoria a tus sentidos”
Rainer Maria Rilke
Esta noche salí huyendo hacia la calle
porque se ocultaron las palabras
se apagaron una a una las velas
se derramó el perfume
se cayeron las paredes de la casa.
Las sábanas se arrugaron de imprevisto
la televisión me produjo una erupción
el sofá me recordó un nicho de espuma
y mis zapatillas, dos anclas en el sintasol.
Esta noche las cortinas susurraban no vendrá
y el reloj avanzaba en dirección contraria.
Mi agenda, llena de nombres y posibilidades
era una simple guía de páginas amarillas.
Desde mi rincón, el pasillo simulaba un campo de golf
el armario una cueva de ladrones,
el cenicero donde apagas tus cigarros
un pozo sin fondo
y tu ropa colgada en el perchero
el espejo de mi dolor.
Esta noche la planta seca del comedor
se burló de mis lágrimas con cierta envidia
y los libros de autoayuda se dirigieron a la fuga
junto a mis propósitos de enmienda.
Pero a pesar de que al regreso
me abrazó con sus garras la tristeza
quiero formular un ardiente deseo.
Que las luces me iluminen de repente
como un buen presagio
que el teléfono se descuelgue
que la radio emita por las ondas que me quieres
porque está oscuro el laberinto
y mi cabeza es un ovillo enredado
y el sueño no me vence.
¿Dónde encontrar el hilo que me lleve a la salida?
¿Cómo descifrar la clave
para amar sin condiciones, sin expectativas?
Esta noche sé que no vendrás
y las preguntas yacerán en la alfombra, dispersas
pero no podrás alcanzar a recogerlas
hasta que la puerta se abra de golpe
y aparezcas.
Esta noche sólo tuve fuerzas
para arrancar de mi alma un poema.
(Del poemario “Una llamada tuya bastará para sanarme”)
CONFIDENCIAS
Incapaz de elegir un pétalo de la rosa,
mi forma de ser me incita
a recorrer todo el tallo
investigar qué hay detrás de cada espina.
Soy de dos maneras como mínimo
no puedo expresarme con una tendencia,
rozo el compromiso, bendigo la aventura
y si me atrapa el amor
en sus redes desnuda, me implico.
Venero al sol tanto como a la luna
y aplaudo al silencio lo mismo que al grito.
Me alimento de la lentitud como de la prisa
y me apoyo en los libros
igual que en el brazo de una amiga.
Incapaz de elegir un pétalo de la rosa,
mi forma de ser me incita
a recorrer todo el tallo
investigar qué hay detrás de cada espina.
Soy de dos maneras como mínimo
no puedo expresarme con una tendencia,
rozo el compromiso, bendigo la aventura
y si me atrapa el amor
en sus redes desnuda, me implico.
Venero al sol tanto como a la luna
y aplaudo al silencio lo mismo que al grito.
Me alimento de la lentitud como de la prisa
y me apoyo en los libros
igual que en el brazo de una amiga.
(Del poemario “Una llamada tuya bastará para sanarme”)
SOLIDARIDAD
Te escribo en esta mañana de viernes
con la compañía de mis objetos cotidianos.
Hoy aterrizaron en casa dos visitantes nuevas
que inundaron de sorpresa mi rutina.
Miré al techo buscando una respuesta
y me acordé del cielo ampurdanés y de tus ojos
pero sólo encontré una mancha amarilla en el techo
y dos gotas inmensas con música de fondo.
Coloqué algunos cubos y me quedé observando
las goteras resbalaban por mi rostro
y sentí que el techo, en un acto solidario,
se desmoronaba despacio, despacio.
En este viernes irrespirable
una llamada tuya bastará para sanarme.
con la compañía de mis objetos cotidianos.
Hoy aterrizaron en casa dos visitantes nuevas
que inundaron de sorpresa mi rutina.
Miré al techo buscando una respuesta
y me acordé del cielo ampurdanés y de tus ojos
pero sólo encontré una mancha amarilla en el techo
y dos gotas inmensas con música de fondo.
Coloqué algunos cubos y me quedé observando
las goteras resbalaban por mi rostro
y sentí que el techo, en un acto solidario,
se desmoronaba despacio, despacio.
En este viernes irrespirable
una llamada tuya bastará para sanarme.
(Del poemario “Una llamada tuya bastará para sanarme”)
HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO...
Hasta aquí hemos llegado
después de algunos viajes de ida y vuelta
de abundantes luchas y fracasos
de decir no puedo más y adelante
de tantos gestos incontables en el aire.
Hasta aquí hemos llegado
mientras la historia nos daba la espalda
y nos hacía muchas veces invisibles
teniendo que mostrar lo indemostrable
callando para siempre lo indecible.
Hasta aquí ha llegado nuestro silencio
nuestro grito quebrado, nuestra rabia,
nuestros buenos modales, nuestro llanto
nuestra espina clavada en el alma.
Hemos llegado hasta aquí y nos quedamos
con la ternura y las manos enlazadas
con el camino medio hecho y los gestos solidarios
con las ganas de luchar
sin más arma que la palabra.
Hasta aquí hemos llegado
y decimos, con nuestra fuerza en los labios,
un no rotundo al abuso y al maltrato
al racismo y al lenguaje sexista
a los velos del alma
a la intolerancia
a la discriminación sexual
a los salarios basura
a la explotación de la infancia
y decimos un NO rotundo
a que una sola mujer sea asesinada
ni en Ciudad Juárez
ni en cualquier rincón del mundo.
Lo decimos bien claro y bien alto:
¡HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO!
después de algunos viajes de ida y vuelta
de abundantes luchas y fracasos
de decir no puedo más y adelante
de tantos gestos incontables en el aire.
Hasta aquí hemos llegado
mientras la historia nos daba la espalda
y nos hacía muchas veces invisibles
teniendo que mostrar lo indemostrable
callando para siempre lo indecible.
Hasta aquí ha llegado nuestro silencio
nuestro grito quebrado, nuestra rabia,
nuestros buenos modales, nuestro llanto
nuestra espina clavada en el alma.
Hemos llegado hasta aquí y nos quedamos
con la ternura y las manos enlazadas
con el camino medio hecho y los gestos solidarios
con las ganas de luchar
sin más arma que la palabra.
Hasta aquí hemos llegado
y decimos, con nuestra fuerza en los labios,
un no rotundo al abuso y al maltrato
al racismo y al lenguaje sexista
a los velos del alma
a la intolerancia
a la discriminación sexual
a los salarios basura
a la explotación de la infancia
y decimos un NO rotundo
a que una sola mujer sea asesinada
ni en Ciudad Juárez
ni en cualquier rincón del mundo.
Lo decimos bien claro y bien alto:
¡HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO!
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