George Reyes
Es ecuatoriano de nacimiento, pero reside en la Ciudad de México. Posee un bachillerato, una licenciatura y dos maestrías en Teología, y es candidato a un PhD en Teología. Es Presbítero, profesor, teólogo/escritor, poeta y ensayista. Ha publicado poesía y ensayos literarios y teológicos. Su poesía ha recibido homenaje y ha sido incluida en antologías internacionales de papel virtuales, y está dispersa en diversas revistas literarias de papel y virtuales. Ha publicado el e-book Hermenéutica posmoderna y hermenéutica bíblica. Tiene varios poemarios inéditos: Filosofía risueña; Signo XXI; El árbol del bien y del mal; Salmo hondo; Mañana; Ese otro exilio, esa otra patria. Es miembro del Movimiento Poetas del Mundo, y otros. Ha ofrecido recitales de poesía. Es editor de la antología poética Nuestra Voz (Buenos Aires, Argentina: Editorial Tersites, 2015). Ha participado en talleres literarios. Dirige dos grupos de poesía lírica en Facebook. Ha publicado el poemario El azul de la tarde & Dama3Lunas (Santiago de Chile, Chile: Apóstrophes Ediciones, 2015). Su poesía ha sido galardonada en concursos internacionales. Consta en la Enciclopedia de la Literatura en México, FLM-Conaculta.
E-mail: george_reyes@email.com.
CON SONRISA DEL ALMA
Se fue
despertando
con bostezo de ironía
al tic tac de un reloj
que de viejo se dormía…
Despierto yo…
y su mano
en mi hombro
me canta la canción
de esa frágil sonrisa
del alma
LO DIRÁ DE NUEVO
En el suspenso
se cuela la esperanza
de ese viejo amanecer tardío
que ha rayado en tu horizonte
Volverás hablar
en tu dolor
teñido de ese eterno azul
entonces volveré
a chorrear
la resina que encandila
la frente que se postra
empobrecida
ERES
Tú,…
libertad de antaño
en noche destrellada
que suspira por el sol
sonriendo en una tarde de preguntas...
Tú,…
ojo
de horizontal mirada
que humedeces
tus ojeras
que empapa de azul
ese murmullo de mi geografía
al que solo tú
tienes acceso a su camino
EN LUZ DE PLATA
Te pillo sonriendo
en tu silencio terco
recluido en la recámara
del tiempo
donde duerme en luz de plata
ese sueño
sin arrugas
ni ojeras
Si el silencio
no es tu idioma
ha de hablarte todavía
en tu lengua de alborozo
EL SOLLOZO DEL OLVIDO
Has pintado
el perfil
de tu presencia
en un cuaderno
desgastado
en la pupila
de mis ojos
y rojo
de mi corazón
¡Qué presencia…!
Cansada está la espera
recostada en sofá de terciopelo
viendo que se marcha
en lontananza
en sollozos
el olvido
por la ruta
que le impide su regreso:
el oído dulce tuyo
ME REVESTIRÁS DE OTRA PIEL
Cayendo el telón
tu señorial silencio
salen de la escena
mis vesperales horas
Será en el segundo acto
o quizás en el tercero
que otra vez
te veré en escena
para revestir
mi gran piel de niño
Tu camisa
de tibieza
a mi silueta
le quedará pequeña
en estas horas
tardeantes y holgadas
con tantas voces chorreando
h
i
e
l
o
EN EL ESPEJO DEL AMANECER
Ya que tú has querido
servirme una vez más
una copa
de tu voz
en bandeja cristalina
no mendigo ni una gota
en el trillo en que camino
floreado de azulino
Ya que tú has querido
pintarme esta vez
estos pies
con que te anuncio
danzo aquí en mi espejo
que enmarca tu imagen
este ritmo
increado
al clarear mis días
REVERSO DE LAS SOLEDADES
Detrás del alero
de mi paso ambulante
hallé lo que había perdido
hace tantos siglos:
el timbre de mi nombre
que se anuncia
en clara voz…
Se oye a un espectro
marchando hacia el destierro
de la fosa de agonía
borboteando espuma
de colores pestilentes
Este siglo es
tachado de injusticia
zurcido de soledades
Detrás del alero
cuelga un paisaje
en tela que encanta y recanta
la canción sin fin
encarnada en tu ser
BAILE DE LA SILUETA
Esta silueta
que cabe en tus manos
será clareada
hasta cesar el día
Y será deshecho
en azulino estanque
el terrón
de sombra
que hirió
su aliento
Será un arte
que no se aplaude
en la platea
de otras sombras
aun si danza
al son de flautín
ese otro vals
que celebra la vida
en pasos
que pisotea al olvido
CAÍDA DE LA CARETA
¡Careta
endiosada
en altar
que adora la nada
pasea en vergel
de árboles secos!
¡En el estante del ego
archivas delirios
a vestir de blanco
y en tu murmullo
de letanías
yace tu aureola sentada
hasta vaciar tus palabras…!
Palideces tú su color mañana
en un flash capturas su rostro real
chorrea su maquillaje
en el gran desfile
de su agonía y mortaja
SIGILO DE ÁNGEL
En el bosque enorme
que todavía camino
el sol me espía
detrás de un lienzo vuelto hilachas
y con pesar quema
lo que tejió sus manos
Sabe que ese lienzo
está gastado
con el peso de cada hueso
Y yo sé
que todavía no ha racionado
ese oxígeno que moviliza
mis partículas que se han viciado
NARRATIVAS DE LAS NOCHES Y UN EPÍLOGO
Esas noches
con ropaje de papel rasgado
ante mi espanto
se tildan diosas
en cielo
hurtado
Lo acechan cuando duerme el día
y manchan con gran neblina su estación contraria
Da pena como lucen y se incrustan alas…
¡Lávale tú su osadía en agua de mares
marca en tu reloj sus horas
asciende en ellas como espuma bendita
el vértigo de su travesía
en océano que yo ignore!
+++
Al despertar el día
mi ser descalzo
en la caminada
por tu vergel
leerá tu gloria
en sus follajes que se doblan con estos versos
DE ALONDRAS Y JAURÍAS
Toma ahora un cincel
con la diestra de un artista
talla en mi arcilla adentro
un trío afinado de alondras
que te entonen
en el ramal del tiempo
el estribillo
de mi recital en tu oído
El vendaval de tus lágrimas
arrase en olas a un pozo
la ausencia que hiende el alma
allí donde duermen jaurías
en guaridas de pobre lumbre
AL OÍDO TU VOZ LÍMPIDA
El cristal
con el que filtro tu mirada
se ha empañado
con barniz de llanto
en cada charco de oleada, de espumajo
Y me hace oír
tu afonía
en la luz que parpadea a la distancia
Aunque sabes lo que corre
por mi río de añoranza
y sé que a ti no se te grita en ninguna tinta
musítame al oído
que no soy huérfano
desempaña mi cristal con llovizna de tu ojos
y refresca cual aireada de una ardiente tarde
cada paso que se canse de ironía
con tu voz límpida
OPCIÓN BENDITA
Reescribo el resto
de mi verso
en un descanso de este viaje
llevando el peso de un bolsón de soledades
y de un puñado de nada enmohecido
Es que mis días
una “historia en reverso”
se han transmutado vérsicos
follaje de folclor en magazines…
Mas ha irradiado mis sienes
el resplandor del sol naciente
que quita el hielo mi pan que escarchó tu paso
en un recipiente que acopia mil migajas…
y despinta los hilos de esta madeja
pintarrajeados con estopas de tiranía
pues cual poeta que la luz y vida ensalza
Dios ha optado por leer mis versos
©George Reyes, del poemario El azul de la Tarde & Dama3Lunas (Santiago de Chile, Chile: Apostrophes Ediciones, 2015).
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